XlV
Título: “Bicicleta enredada”.
✿
Después de haberme ido de la casa de la señora Swan me fui directo a la mía; ¿y saben algo?, es la primera vez que entro en la casa y la siento diferente... Con diferente me refiero a cargada de mala energía, como si en cada pared o cuadro estuviera marcada una historia o quizás un grito. ¿Ese té habrá tenido alguna sustancia química qué me hiciera sentirme de esta forma?.
Subí escaleras arriba con un paquete de palomitas; solo deseo relajarme y la verdad no estoy interesada en ver a Adonis.
Después de cerrar las ventanas de mi cuarto y asegurarme de estar a oscuras encendí mi laptop. Busqué mi película favorita, podrá escucharse infantil pero amó “Alicia en el País de las Maravillas”... Recuerdo cada tarde en la que le pedía a mi difunto padre que me leyera ese cuento, no eran muchas las tardes que lo hacía pero disfrutaba de dormirme en su pecho y escucharlo leer. Bueno; él decidió su propio destino; ¡cierto!, él no lo eligió, lo hice yo.
—Adonis ha destruído tu mente, ya no eres esa que llegó aquí. —Susurró aquella voz de niña o mujer que me había hablado de la señora Swan.
—¡Déjame en paz!. —Grité y la voz me dejó en paz justo como le pedí.
✿
La tarde me encantó, pues pude relajarme mucho y ahora estoy en el jardín con un cuaderno... Mi cuaderno de sueños, aquí anoto cada uno de esos mundos que visito cuando viajo por el universo de Morfeo.
Estoy escribiendo ese que tuve, de la casa de Alaska y Adonis. Hay tantas cosas que quiero saber, que deseo descubrir pero la verdad tengo tanto miedo de llegar al final de todo esto.
—¡Lara!. —Gritó Isabel, la verdad no esperé encontrarla detrás de mí junto a mi madre y Oslo.
Me sorprendí muchísimo, jamás me imaginé que ella volvería a venir pero bueno supongo que las cosas cambian.
Por el rostro que tiene mi madre no se ve muy a gusto con la visita de la chica gótica, realmente no la culpo. Isabel es hija del policía que quiere encerrarme por asesinar a Naila. Creo que la justicia es injusta muchas veces, deberían crear una ley en la que las personas puedan asesinar a quienes les molesten o lastimen... ¿Por qué a Naila nunca la encerraron o castigaron por joderme mi mundo?, ¿por qué tendría yo qué perdonarle la vida cuándo ella no tuvo piedad con mi mamá al romperle el corazón en pedazos?.
—¡Lara te estás haciendo daño!. —Gritó mi madre quien estaba frente a mí moviéndome de lado a lado ferozmente.
Miré mi muñeca derecha, justo ahí donde está esa maldita marca... Hay sangre, duele y todo fue culpa del lápiz. Ese mismo lápiz que me marcó, pero está vez yo me herí con él pero; ¿cómo lo hice?.
Comencé a llorar y hundí mi rostro en el cuello de mi mamá; tengo miedo pero no quiero seguir pidiendo ayuda... ¡¿En qué momento de nuestras vidas uno grita exigiendo ayuda y cuándo Dios realmente les responde?!.
✿
Estoy sentada en el sofá de mi casa con una venda en mi muñeca; mi mamá está hablando con la doctora Emma por teléfono. Seguramente están acordando cuándo comenzarán mis secciones de psicología o el sitio donde me van a internar, por otro lado tengo a Isabel mirándome con esa mirada tan típica de ella que escanea las entrañas.
—Tenemos que ir con la señora Swan, no pensé que esto se fuera a salir de control... Bueno, nunca tu situación ha estado decente pero ya sobrepasó el límite. —Susurró Isabel con seguridad pero con algo de preocupación.
—No me siento... —Intenté decirle pero ella se llevó su dedo índice a los labios para que yo guardara silencio.
—Isabel creo que mi hija no está en condiciones para hablarte y la verdad es mejor que nos dejes solas. —Le dijo mi madre a Isabel al acercarse a nosotras de forma brusca.
—Claro señora Flores; bueno Lara, no olvides nuestra salida de mañana en la noche. —Dijo Isabel antes de levantarse e irse con su mochila negra de pinchos plateados... Típica de una chica gótica.
Mi madre se sentó a mi lado y me abrazó.
—No sé que te ocurre hija, pero estarás bien... Te lo aseguro. —Susurró ella, puedo jurar que está llorando al igual que yo.
✿
Ya pasó un día, un día en el que no hice nada más que llorar y preguntarme cosas sin sentido... No he comido nada y mi madre esta como loca buscando en la internet ayuda profesional para mí en una clínica. No deseo ir pero lo necesito, la probabilidad de que cada una de estás cosas sea producto de mi mente es muy alta.
Ósea; ¿quién viviría esto realmente?. Pues un loco esquizofrénico pero no una persona normal y yo, quizás tenga esa patología que en estos días se ha vuelto tan común pero a la vez tan ausente.
Mi mamá ya está durmiendo, Oslo igual lo hace. Yo por otro lado acabo de cerrar el cierre de mi abrigo gris oscuro y me preparo para salir por la ventana. Espero y no me muera en el intento...
✿
Pensé que solo los suicidas saltaban al vacío, bueno ahora pienso que también lo hacen los adolescentes que desean huir. Estoy corriendo para llegar a la casa de la señora Swan; me van a ayudar... Isa y esa voz de niña me lo dijeron.
✿
Toqué el timbre y el señor Swan fue quien me permitió el paso, ahí en la sala estaban Isabel y Gina junto a una caja de panqueques, siempre está comiendo y sin duda alguna es el rayito de sol en toda está tormenta de tonos grises que me rodea. Solo fue necesario colocar un pie en la entrada para sentir ese aire cálido al cual nosotros llamamos paz envolverme... Realmente este es mi lugar seguro...
—Bueno las dejaré con mi esposa, yo estaré arriba por si me necesitan. —Informó el señor Swan con una leve sonrisa antes de irse.
Segundos después entró la señora Swan con una pequeña bicicleta enredada con hilos dorados en su mano.
—Buenas noches señorita Flores; por favor siéntese hoy vamos a hablar con alguien. —Dijo la señora Swan con una sonrisa.
Isabel se veía un poco extraña, como si estuviera meditando. Gina en cambio estaba comiendo un panquecito. Al sentarme en un cojín junto a ellas la señora Swan colocó un plato con gasas y al lado un pomito de alcohol frente a nosotras y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.
—Señorita Flores hoy conocerá muchas cosas pero también verá cosas que podrán destruirle el corazón. Necesito que sea fuerte. —Me informó la mujer mayor antes de cerrar sus ojos e indicarle a Gina que hiciera algo.
—¿A qué se refiere?. —Pregunté pero fue muy tarde; Gina cerró sus ojos e Isabel comenzó a murmurar cosas extrañas en un idioma desconocido.
—Se siente maravilloso volver a tierra mortal. —Dijo Gina con una voz diferente; me atrevo a decir que es la voz de esa niña o mujer que me habla a veces... ¿Es la hermana de Adonis?. —¡Por dios señorita Lara!, no me compare con esa rata traicionera.
Miré estupefacta a Gina o debería decir a su cuerpo... Parece que esa mujer o niña la está poseyendo gracias a los murmuros extraños de Isabel.
—¿Quién es?. —Pregunté.
—Ella es Maga; puedes hablar con ella por varios minutos y hacerle algunas preguntas pero no debes malgastar el tiempo pues, Gina puede morir por permitir la entrada de un fantasma a su cuerpo. —Me informó la señora Swan quien observaba fijamente al cuerpo de Gina por si acaso algo se salía de control.
No comprendía el motivo de la bicicleta enredada, de Isabel murmurando y mucho menos el porqué Gina habla con otra voz pero... Como ya lo notó, mi vida no es nada normal y probablemente todo esto este sucediendo gracias a las desgracias de todo lo fantasmal que me rodea.
Suelto un suspiro intentando alejar esos momentos filosóficos que me atacan para centrarme en la situación y aprovechar el momento.
—¿Podrías contarme cómo conociste a Rossalie y qué sabías exactamente de su relación con su hermano Adonis?. —Le pregunté a Maga con seriedad.
Ella soltó una carcajada tan malévola y frívola que me sorprendió tanto al verlo en el cuerpo de la dulce Gina.
—Esos dos son unas ratas; pero responderé tu pregunta...
✿
Pov' Maga.
Los rayos de sol me parecen incómodos aunque me gustan mucho, aquí son muy escasos los días soleados. Mamá y papá llevan todo el día preparando una cena deliciosa para mi cumpleaños; deseaba una fiesta gigante pero la situación económica en casa no parece ser tan buena. Por eso mamá me pidió que invitara solamente a mis amigas cercanas... Supuestamente solo vendría Dalia y otra amiga pero esa amiga no pudo llegar; me puse muy triste pues había planeado pasar todo el anochecer jugando con ellas y montando en mi bicicleta nueva.
Papá es muy amigo de un muchacho muy apuesto que llegó hace poco al pueblo junto a su hermana pequeña, ¡por cierto ella está en mi clase!... Papá habló con ese muchacho de apellido Platt para que trajera a su hermana a mi fiesta puesto a que no quería verme triste.
Rossalie llegó minutos después en compañía de su hermano mayor; ambos se veían perfectos e impecables... Siempre he tenido una curiosidad enorme, ¿dónde están sus padres?...
—Felíz cumpleaños Margarita. —Dijo la hermana de Adonis quién se llama Rossalie con un tono chillón y pausado al entregarme una calcomanía en forma de margarita.
Sonreí antes de jalarla de la mano y llevarla con Dalia para jugar, mi mejor amiga demostraba su poco afecto hacia la chica nueva del barrio pero yo en cambio sentía estima por ella... Quiero tener la fortuna y belleza de ella.
—¿Qué te pasó en tu muñeca?. —Preguntó Dalia a Rossalie al levantarle la manga de su abrigo.
La verdad quedé sorprendida pues tenía un tatuaje... Una rosa con una calavera encima, ¿por qué una niña tenía un tatuaje?.
—Mi hermano Adonis ama dibujar, él lo hizo con su máquina... —Susurró la niña.
Yo solté un resoplido, no es sano tener tatuajes o eso me dicen mamá y papá.
—No es bueno hacerlo cuando somos tan pequeñas. —Dije mostrando mi postura de molestia.
—Para Adonis no es así, además yo puedo hacer cualquier cosa... —Dijo Rossalie antes de irse caminando hacia los adultos donde estaba Adonis sentado en una silla conversando.
Ella se sentó sobre las piernas de su hermano y sonrío levemente antes de abrazarlo; Dalia me miró como diciendo:
“No me agrada esa chica, se creé mucho”...
✿
El tiempo ha pasado, al final Dalia aceptó a Rossalie en nuestras vidas pero hoy pasaron cosas extrañas...
Ross tenía moretones por todos lados y no paraba de llorar, se veía afectada por algo y decidimos preguntarle.
—Estaré bien... Solo debo evitar que me toquen. —Susurró Ross con calma al secarse sus ojos.
El espejo reflejaba nuestros cuerpos pequeños pero la verdad yo nos veía grandes en términos mentales; digo habíamos notado hace mucho que no somos normales... Dalia toca objetos y puede ver quien los tocó o movió, yo he atravesado personas y también he hablado con algunas aunque nadie las puede ver y ni hablar de Ross... Ella es más rara, hace unos días le dijo a la profesora que no había dejado tarea alguna y sinceramente la profesora lo olvidó pero sí existió esa tarea... Ross con solo decir que no la dejó provocó que la profe no revisara la tarea...
Muchos creyeron que fue cosa casual pero las tres sabíamos que era magia, o eso decía Dalia.
—¿Quién lo hizo?, ¿Adonis?. —Preguntó Dalia al cruzarse brazos.
—Sabes que él no puede controlarse cuando se enoja. —Dijo Ross con molestia.
—¡Es tu hermano!, ¡no debe golpearte!. —Gritó Dalia.
—¡No te metas!, ¡tú nunca conocerás mi verdad!... —Gritó totalmente enfurecida Ross antes de irse corriendo.
✿
Hace dos semanas que Ross no va a la escuela y voy vimos a una patrulla en su casa, Adonis salió llorando y claramente yo y Dalia empezamos a decir lo que sabíamos... Que él la golpeaba y usaba a su antojo; en varias ocasiones vimos a Ross matando conejitos o aves con piedras con tal de hacer reír a su hermano... Adonis Platt era un enfermo y todos en el pueblo deberían saberlo.
Dalia se volvió muy obsesiva después de enterarnos que había muerto nuestra amiga, ella juraba haber tocado la caja del ataúd y que estaba vacía... Sin cuerpo pero que sabía perfectamente que Adonis abusaba de Ross. Sus padres decidieron internarla porque Dalia se estaba haciendo daño, sangraba y se despertaba en las noches gritando:
“¡Está viva, es una farsante... Solo quiere matarnos!”
O bueno eso le dijeron los padres de ella a los míos; sinceramente me insulté mucho al descubrir la injusticia y el maltrato de los padres de Dalia y cogí mi bici y fui en busca de la verdad...
Sí; me lancé a la boca del lobo y no; no me importa ser tan jóven... Y sé que a está edad debería jugar con muñecas o reír pero tristemente nada en este lugar es normal, nadie lo es... Todos tienen secretos y todos tienen miedo...
Al llegar a la casa de Platt dejé mi bicicleta en el jardín trasero ya que sabía la entrada secreta a la casa. Créanme lo que mis ojos vieron, oh Dios, jamás nadie lo hubiera creído...
Rossalie estaba de pie, con un vestido blanco y zapatillas negras... Cubierta de sangre, de pies a cabeza. Un cuchillo tenía en su mano y a sus pies un humano desfallecido se encontraba.
Intenté huir pero fue tarde, Adonis Platt me clavó una daga en el cuello y me lanzó a un hoyo... Lo último que escuché fue:
“Los muertos no incomodan, y no creo que regrese aquí siendo un fantasma”.
Todo se volvió negro y ahí supe que morí...
✿
Pov' Lara.
Miré al cuerpo de Gina, estaba helada y realmente incrédula... Nada encajaba, no tenía nada que ver con la leyenda que Isabel me había contado.
—La leyenda es real pero resumida, según el espectro de la rata de Rossalie su hermano se quitó la vida dos semanas después de haberme enterrado a mí y a ese hombre muerto que ví... Adonis y Rossalie no son sanos, están enfermos pero enfermos por la mortalidad y las ganas de asesinar señorita Lara... Te recomiendo huir de este pueblo, tu familia no está segura. —Susurró Maga antes de que Gina volviera a caer y quedara inconsciente.
Mi cabeza volaba a mil por hora, todo se estaba cayendo en pedazos y ya estaba descubriendo la verdad...
Estoy enamorada de un fantasma asesino y abusador... ¿O solo es una ilusión?.
Fin del capítulo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro