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Capitulo 3: El Día de la princesa Kina,el príncipe Rokudo y la gran Decisión.


Mi día y el de mi amor no empezó para nada bien.

Me llamo Rokudo ("Seis Caminos") de apellido Rhoys ("Hijo del Rey"). Soy hijo del Rey Ryûnosuke ("Hijo del Dragón"), príncipe heredero del "Reino Fuego del Dragón".

Pero dejando aún lado quién soy, y queriendo vengar la muerte de mi padre y reino ahora lo mas importante es:

Primero, por qué dejamos a nuestra hija sola por primera vez ha encargarse de una tarea real. Porque debía ser mas responsable y ser capaz de hacer cosas por si misma.

Segundo, porque donde la gran ciudad donde se crió su abuela, y estaban sus bisabuelos, desde pequeña siempre preguntaba que si estaban vivos por que no los veía y demás. Y por mas que mi hija preguntara, jamás le íbamos a responder,¨solo que se pelearon¨(la reina con sus padres), le decíamos.

Entonces la princesa Kina comprendió que salió aventurera y le gustaba investigar cosas, algo muy familiar que por eso su madre la Reina, no le gustaba nada y estos como sus padres, le advirtieron a su hija Akira que jamás le preguntase a tu abuela.

Aún así, siguió investigando, nadie le decía nada, solo lo que ocurrió hace doce años al tener cerca de un año. Aunque ella no recuerda nada, por mucho que investigara.

Sus padres confiaban que Akira hablaría con sus bisabuelos y que le contarían todo, lo que ellos juraron jamás decir hasta la muerte, un secreto que lo cambiaría todo si se revelara. Pero era difícil, aunque fueran una gran familia de "guardianes del fuego "y die baroninnen (Barón y Baronesa, el mas alto rango de la ciudad).

Y lo tercero fue después de la salida de su querida y única hija, la devastadora noticia, que su pequeña debía casarse con el ¨Emperador¨, un gigante a veces titán, que mataba por diversión. Su reino se moría, veía a la gente pequeña como escoria, rechazaba a todas y cada una de las muchachas casi sin mirarlas.

No podían creer que su hija retara a la reina, cosa que les alegraba en parte y los que estaban en el comedor también. Su madre jamás pensó en nadie mas que en ella tras la muerte de padre.

Ni Kina ni Rokudo querían que su hija se casara ¿y si no la vuelven a ver jamás? No lo permitirían, aunque la reina cuando lo dictara es así.

De repente tocan a la puerta de la habitación, Rokudo abre y era Mina.

—Siento mucho la decisión de la reina, pero sabéis que puede ser la mejor opción y otra cosa es que decida exterminarnos luego. Aunque la reina diga que no —después de decir aquellas duras palabras, saca un sobre del bolsillo de su vestido y se los entregan diciendo que es urgente no sabiendo de quien es.

Rokudo lo coge mirando a Kina y escuchando como la puerta se cierra, la expresión de Mina les hacen creer lo contrario a lo que decía.

Leen la carta y se quedan extrañados, pero lo dejan aún lado creyendo que es una broma y deciden ir a ver a su hija. Por el camino las sirvientas tienen la cena, es tarde su hija desde la mañana no quiere comer ni salir de la habitación, cuando les cuentan eso los dos deciden ir e intentar convencerla. Se niega, no abre la puerta, no quiere hablar, ni el abrazo de su padre que tanto le encanta ni que le lean varios capítulos de su libro favorito en familia como de costumbre. Aunque haya crecido, sigue siendo su pequeña y nunca dejarían que le hicieran daño a su única hija, pero se les escapaba de las manos esta situación.

Se quedan un rato en la puerta sin saber que hacer, escuchan a su hija llorar, no pueden mas con la situación, Kina sale corriendo y Rokudo va detrás.

—Mi amor, lo sé, calmate, te prometo que buscaré una solución, la que sea... —mirando a su preciosa mujer, a esos preciosos orbes cerúleo.

—¿De verdad?— cayéndole las lágrimas mirando a su marido.

—Si, lo que sea, aunque tenga que ir en contra de tu madre.

—Sabes lo que pasará si vas contra mi madre...

—Lo sé, por ti y por Akira lo que sea.

Ambos se miraron y recitaron al mismo tiempo :

—Aunque tengamos que ser azotados o cualquier castigo como estar en primera fila de la batalla, salvaremos a nuestra hija y...

Los dos se miraron al mismo tiempo era imposible, pero sí habían pensado la misma posibilidad, que salvarían a su hija del ¨Juramento¨ que hicieron.

En otro lado del palacio estaba Mina, organizando la ¨Boda¨ como ordenó la reina, que era hacer a medida vestidos para la princesa Akira y todo lo que se llevaría para el gran viaje al imperio para dentro de tres días.

La regente solo pensaba, mirando al cielo estrellado, que el destino era cruel, pero tampoco esa solución aseguraba vivir ¿y si la rechazaba? El ¨Emperador gigante¨ jamás ha tenido ninguna diminuta, solo esclavas sexuales de su tierra natal gigantes.

No se sabe que hacen con las diminutas que van a pesar que son de la realeza, campesinas, esclavas, que son para su ¨uso personal¨, los matrimonios concertados o esclavas sexuales que ni le sirven por ser un gigante.

Poco sabemos de él, solo hay rumores de que se cansó de la vida del "Reino de los Gigantes" y de los "Titanes", que son dos grandes continentes distintos, reunió un gran ejercito de gigantes siendo el "único" que se podía convertir en titán.

Demasiado raro, jamás se ha visto que se pudiera hacer eso, magia o algo será, pero llegó a nuestro continente compuesto de diminutos y razas de muchos tipos de criaturas.

Cierto que cuando el rey fue a luchar, las criaturas mágicas daban las razones de como ellos decían que "no tenían ni voz ni voto en su sociedad", no ayudarían. También por haber exterminado a los mestizos entre humanos y seres mágicos de todo tipo.

Si luchaban no tenían suficientes armas ni guerreros, si dejaban a la princesa, no se sabe si tendrían posibilidades de sobrevivir y más la única descendiente posible para reinar el reino.

Mina no pudo y suspiró, varias modistas la miraron comprendiéndola, por mucho que fuera la mano de la reina no la escuchaba y mas en esto desde que nació Akira. Siempre la crió para esto, casarla y utilizarla, y tener la gran posibilidad de hacer que no mueran mas personas, pero lo único que hizo fue condenarla a ella, a sus hijos y al reino.

—Yo no puedo contradecir del todo a la reina, pero podría haber otra posibilidad.

—Escuchad mi ruego, proteged a la princesa Akira, a todos nosotros y todas mis plegarias en estos últimos doce años, por el fuego, que arda el juramento...—recitaba al parecer calmadamente, con los ojos cerrados, pero sus manos temblaban un poco. Todos miraban a Mina y luego a las estrellas.

—Escuchen nuestros ruegos y denos esperanzas y que la reina recapacite...—todos los presentes a la vez.

—Por hoy recojan todo del jardín, seguiremos a primera hora —dijo una regente muy apagada mirando a las estrellas.

Mientras tanto Akira llevaba un rato en la terraza sentada en un sillón de cuero naranja, con uno de sus tesoros mas grandes, un libro de cuento que relata varias historias, hecho por alguien desconocido, solo que lo había encontrado en el ala antigua prohibida norte. Pero a la vez le sonaba que se lo hubieran leído cuando era muy pequeña.

Estaba confundida quería ayudar al reino, pero había escuchado muchas cosas sobre aquel gigante y las chicas de la realeza, campesinas y esclavas, que para él solamente son diminutas.

—¿Qué hago?—diciendo mientras cerraba sus ojos conteniendo las lagrimas que amenazaban con salir.

—¿No querías declararle la guerra al ¨Emperador¨?—una voz muy conocida se escuchó en aquel ambiente cargado de muchos mas ruidos. Se sorprendió de aquella voz, hacía mucho que la conocía ¿donde estaba?

—Aquí estoy — Akira con acción de mirar debajo de la terraza, se asoma y la ve, esta montada en su gran "Báculo", es su gran prodigio en su gran linaje siendo "Eru".

Es una gran envidia porque ella aunque perteneciera a la realeza, no tenía grandes poderes apenas o nada en si. Y ahí estaba su primera amiga que pudiera recordar. Una de las diecinueve hijas mas pequeña, melliza de su hermano por unos minutos mayor y único varón. Aún estando mal las bromas entre ellas la animaba siempre.

—¨Amelia, te echaba de menos¨.

—Sabes que no soy Amelia tu y tus bromas —mientras que lo decía sonreía, nada había cambiado a pesar de haber pasado tres años.

—Es que tienes tantas hermanas...

—Ya te lo conté una vez, solo somos dos hijos legítimos al trono, mi hermano mellizo y yo. Las demás solo es por que mis padres al principio no podían tener hijos, les costaba, por tanto al principio eran guerreras que mi madre enseñaba a pelear. Desde niñas eran huérfanas o que se presentaban libremente como representantes de las casas nobles, porque nuestro reino prefiere una mujer guerrera joven que casada por obligación. Pero cuando cumplieron diez años partían a proteger el reino y mi padre decidió que se podían quedar, porque ellas eran huérfanas y no tendrían lugar donde volver, sin embargo; El mayor peso fue que no le gustaba ver a mi madre triste. Aparte, es que mi padre se encariñó desde los cuatro años que las instruyeron y las adoptaron como hijas protectoras de la familia real.

—Pero lo sabes bien grabatelo "Soy Sayuri, princesa heredera del Reino de la Luz y la Magia Ancestral" y este cabezota de aquí que también quiso venir "Naraku, príncipe mayor maestro de la guardia real del sucesor al trono" o como dice nuestra abuela "Escudo Real" y somos unas de las tantas primas de tu madre, contando también a nuestras "hermanas".

—¿Me has cambiado de sexo?—diciendo divertido para calmar el ambiente.

—No, solo te recuerdo que somos mas mujeres en la familia.

Su hermano solo asintió, diciendo que era verdad.

Ambos hermanos se miraban para luego mirar a Akira .

—¿Que hacéis aquí?—los miraba mientras que Sayuri suspiraba.

Este al ver a su hermana entendía la frustración, así que decidió hablar él.

—Venimos por orden de las principales familias reales del reino y comprometidas con la familia real del Fuego,"la tuya".

—Vamos a ayudarte a escapar de esta absurda boda—dijo esta vez Sayuri sonriendo.

—Han decidido tanto por el reino y como por ti que no debes sacrificarte, porque la reina haya ideado este plan aislándose de todos, por la muerte de tu abuelo y finalizar la venganza.

Este veía como su hermana melliza, asentía a aquellas palabras dichas y la pequeña princesa del fuego empezó a llorar, no querían verla así, entonces que se acercó esta abrazándola y diciéndole:

—"Shhtranquila, no te sacrifiques, además no eres la que debes cargar elpeso, ni el trono."

—Espera, ¿Qué quieres decir?

Sayuri dudaba si decírselo o no, pero decidió que era mejor contarle toda la verdad.

—Akira, no eres la verdadera "heredera al trono" ni puedes reinar, como tu abuela es reina regente. Imagino que sabes que Kina, tu madre no es hija del "Rey del Fuego", sino que tu abuela se caso embarazada de otro hombre ¿no? Y tu abuelo aceptó a tu madre como su legitima hija, pero no lleva su linaje. Aunque solamente lo sabe la familia real y de confianza — dijo ella mirando a Akira, a sus ojos azules como el cielo.

—No, no sabia eso, creía que mi madre era guardia real y mi padre es adoptado y porque saldría mestizo y eso...

Los hermanos mellizos empezaron a hablar de muchas cosas, que no sabia del por qué no se veían desde hace tres años y ahora lo comprendió.

—Ahora lo entiendo, mi abuela lo hizo todo para casarme, sabia que llegaría este día, porque no puedo reinar, no tengo lo necesario ...

Ambos se sentían mal tras haber hablado casi dos horas, pero es lo que decidieron, sacarla de allí.

Al mismo tiempo, en otro lugar del castillo, en una gran habitación con tensión de ambos progenitores de nuestra princesita.

Los padres estaban pensando en la carta, si podría ser verdad, a la media noche alguien pego en la puerta tal y como se citaba en la carta. Este abrió la puerta con una espada en la mano y su mujer estaba sentada en una silla mirando a las grandes puertas a unos siete metros de distancia, posicionó su gran bastón por si tenía que hacer un escudo.

Cuando vieron quien era, bajaron las armas atónitos. No podían creerlo, esto no era posible, sus plegarias de hacer lo que sea por su hija habían tenido respuestas, pero no sabían de que modo.

Era Ryû, un gran amigo de la familia, eso era para ellos. Muchas preguntas se les pasaban por la cabeza "¿Qué hace aquí? ¿Va ayudar a nuestra hija? ¿A nosotros? ..."demasiadas preguntas sin saber por donde empezar, pero una cosa estaba clara Ryû ya sabia todo lo que pensaban.

—Debo contaros un secreto y tenéis que jurar no decirlo si queréis que se salve Akira.

Ambos padres se miraban sin mas, harían cualquier cosa por su hija ya que la decisión de la reina no era la adecuada y eso lo sabían.

Lo dejaron bien claro en la mirada, jurandolo con una cruz en el corazón.

—Bien, he ideado varios planes para que nuestra princesa no se case con el ¨Emperador¨—hizo una pausa, los príncipes guardianes esperaban impacientes sin decir nada.—Primero, podríamos fingir un secuestro y llevarla bien lejos, se rompería el acuerdo y tendríamos que luchar hasta la muerte. Segundo, ganar mas tiempo diciendo que está enferma haciendo reaccionar a la reina y morir a manos de ella o del ¨Emperador¨. O la última opción, llevarla, escoltarla, estar con ella y cuando se niegue a mirarla, haciendo que sus pequeños guardias la saquen de su gran mesa, secuestrarla y llevarla bien lejos para salvarla.

—Antes que digáis nada, el consejo real no quiere que se haga el compromiso, no quieren sacrificarla, como la tragedia de hace doce años por la absurda idea de la reina, que se propasó.

Hace doce años fue lo peor que le pasó a este reino y aunque juramos no decirlo, ya está bien, lucharán como no pudimos hacer en ese día.

—Como dije antes, esto salvará a Akira, ¨Soy Mestizo¨— Ryû miraba sus caras. no decían nada, solo se veía la esperanza de salvar a su hija. —Soy hijo de un guardián mágico y una telépata —cavilando se lo contó su mejor amigo a su rey, prometiendo con una cruz en el corazón que jamás lo diría ni lo matarían como la ley que hay y así ha sido.

Hacía mas de diez siglos eran perseguidos los mestizos y exterminados. Porque decían que las casas puras se perdían, Jamás lo vi así y muchos tampoco. Solo era para controlar un descontrol de criaturas de los bosques, los de la noche y las tenebrosas no ¨Personas¨ sin terminar de pensar escuchó una voz.

—Me da igual si salva a mi hija, lo que sea —dijo un padre muy preocupado.

Los tres estaban de acuerdo en desobedecer a la reina, es lo que querían hacer por primera vez en doce años. Tanto ellos como el consejo real, se arrepentían cada día de su vida de aquella tragedia.

Justo después de la noticia que dió la reina, que el rey murió, aunque jamás encontraron el cuerpo.

Solo había que escoger una opción, todas ellas significaban sus muertes, pero preferían asegurar el bienestar de su hija, que cometer otro error.

—Querido, dejame decirlo y no digas nada, siento mucho lo que paso hace doce años, no pude contradecir a la reina y lo perdimos todo hasta el reino —asintieron los dos en la sala.

—También hay alguien más, pasa...—dijo señalando a la puerta.

Ella estaba guardando en una bolsa de cuero todo lo que quería llevarse, sus recuerdos, dejaría todo atrás, desobedecería a todos, pero no quería casarse para nada.

Pero ¿y si realmente la aceptara?

En el reino decían que era muy hermosa, tiene el pelo ondulado con dos tirabuzones en la cara, hasta la cintura de largo,"Dark Orange", piel blanca, ojos azules como el cielo, pequeñas pecas en la cara, labios carnosos como su abuela y rosados como su madre. Delgada, midiendo uno con setenta y eso en el reino es bajo solemos medir entre dos a cuatros metros.

Guardé mi libro de cuentos, mi collar favorito de ¨Sol¨, me llevo mis vestidos favoritos y la daga con el emblema de la familia del fuego junto con mi signo de nacimiento.

Resonando en su cabeza, como una gran explosión:

"Recitaban por segunda vez a coro las oráculos el ¨Sol¨ .

¨Serás alguien muy importante en su destino, brillaras como el ¨Sol¨ e iluminaras el camino de la verdad, porque tu serás la mayor razón de sacrificio en su vida, de su amor, de ¨tu¨ bienestar y el gran bienestar de la misma razón¨.

"Akira =Claro ,brillante, Fuego de "Sol".

Recordando aquellas palabras, un año atrás que le dijo la mayor oráculo por primera vez, ella sería la mayor razón, la más importante de todas de sacrificio en el amor y protección. No sabían a que se refería, lo que sí mi abuela lo entendió de otra forma...

—Akira, no tenemos toda la noche sube a mi báculo —dijo Sayuri apurada.

Esta miraba una y otra vez el poder de sayuri era como una escoba de una Wicca, pero también a su vez un cetro tan genial, mientras ella solo podía hacer un poco de fuego. Solamente por la boca y a lo mucho pasarlo de una mano a otra quemándose alguna vez.

No le ayudaba eso, la desanimaba y antes que pudiera subir, alguien tocó en la puerta, obligando a Sayuri y Naraku a esconderse. La princesa se quedó quieta escuchando la voz de sus padres diciendo:

—¨ Hija, abre la puerta por favor, tenemos que hablar, no queremos que te cases¨.

Los dioses la escucharon, sus padres iban a ayudarla. Procedió a abrir la puerta y estaban sus padres, pero lo que no imaginó eran otras dos personas mas.

Ryû y el General Taisho de las fuerzas reales del "Reino Yokai" de alto rango, después de los "Guardianes del Fuego "protectores de la casa real de fuego".

¿cómo es posible que él este aquí? ¿y Ryû uno de los ex-consejeros?

Antes que pudiera preguntar o ellos preguntar, Sayuri y Naraku, salieron de sus escondites.

Sin necesidad de presentación, daban a entender que recibieron las cartas las familias reales, estando ahí han decidido el rumbo que hay que tomar, lo esencial e importante.

Una voz se coló entre la de Sayuri que se quedaron helados.

— Diga lo que diga la reina es una reina regente, si, madre y abuela que cometió hace doce años un error imperdonable. Y ahora sin miramientos lo volverá hacer de otra forma, pero con consecuencias.

Aunque no lo dijera Mina abiertamente lo había hecho de cierto modo. Ryû habló con el consejo real, la familia real y militar. El general Taisho con muchos hombres leales y nosotros, para que la historia no se vuelva a repetir.

Y es que la gran decisión esta tomada, no va a volver a pasar y eso significaba...

—No voy a casarme, pero si vamos a luchar como sea.

**Yo Akira del ¨Sol¨ hija de Kina princesa guardiana real del "Fuego Paipai", hija de Rokudo guerrero y príncipe heredero del trono de"Reino Fuego del Dragón", nieta de la reina regente y antigua "Guardiana principal del Fuego Real" y ¨Nieta del rey del fuego¨ Te declaro la guerra Emperador Titán.**

Espero que os guste tanto como a mí,Ya sabéis votad  y comentad .

Hasta la próxima pequeños Darkiis.

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