★Sixthers★
Alguna persona en algún lugar...
Un día tan mierda como todos los anteriores, ni siquiera sé por qué sigo teniendo la esperanza de que algo puede mejorar.
Nunca debí meterme en el equipo de fútbol, es obvio que aunque ame el deporte ese lugar no me corresponde.
Aunque me esfuerce para que me acepten, aunque quiera demostrar a cada instante que mi sexualidad no afecta en nada mi desempeño. Aunque espere a que todos salgan del vestuario para poder bañarme o cambiarme y así no incomodarlos, aunque intente ser amable, divertido y me aguante sus "bromas" homofóbicas, cuando un lugar no es para ti, simplemente no lo es.
Lo que más me molesta es que todos actúen como si fueran a gustarme, obviamente no, son una bola de imbéciles y cuando los veo incluso dudo de por qué mierda es que me gustan los hombres.
Es triste, porque amo jugar al fútbol, soy muy bueno de hecho, desearía que las cosas fueran de otra forma.
Tal vez el que está mal soy yo, tal vez soy pequeño para saber lo que me gusta, solo tengo trece años, tal vez si intento salir con chicas me olvido de los chicos. Todo sería más fácil, mi papá estaría orgulloso y ya nadie me molestaría.
Salí antes del entrenamiento para no cruzarme a nadie, estoy atravesando el parque cuando mi teléfono vibra en mi bolsillo con una notificación de Twitter, mi nueva obsesión acaba de publicar algo: "@dylanwest: no adaptes tu esencia, la falla está en la realidad."
Se me escapa una risa por lo bajo, parece obra del destino que llegue con las palabras justas en el momento indicado. No abro la notificación, solo sonrió y vuelvo a guardar mi teléfono.
Hay algo especial en ese chico, no solo es que me encanta, que obviamente sí, sino que también siento que cuando habla... lo que sea que diga, la forma en la que lo hace... no lo sé, me hace sentir que como sea él me entendería.
No hace mucho que apareció, llevo siguiendo sus pasos desde que lo ví en el festival, pero a medida que los días pasan el sentimiento de lugar seguro que me otorga solo crece. Uno que no tengo en la escuela, y tampoco en mi casa.
Además se le suman los rumores de que sale con su compañero de banda, y me preguntó si será verdad, sí ellos serán como yo, si se sentirían orgullosos de mí a pesar de todo.
De algún modo me hacen sentir menos raro, aunque tal vez solo es mi imaginación, tal vez ellos son como los demás y me dirían que les doy asco... suelo pensar en cómo sería pero, por más vueltas que le doy a la situación, pienso en los ojos de Dylan y siempre llego a la conclusión de que él me entendería, no sé cómo lo sé, pero lo sé.
—¡Eu! ¿Por qué te vas tan rápido? —grita una voz familiar a mis espaldas.
No quiero voltear, pero le tengo miedo y no quiero hacer nada que lo moleste, así que simplemente voy a intentar que me deje ir rápido.
—Tengo que... estudiar —balbuceo por lo bajo en cuanto me alcanzan.
Son tres, los mismos tres de siempre, Alexis, el arquero del equipo, y sus dos estúpidos mejores amigos.
—Dejaste antes el entrenamiento... —observa con voz burlona— ¿Por qué tan apurado?
—Por nada, solo...
Ni siquiera se me ocurre una respuesta, solo no quería que me molesten como todos los días y no funcionó.
—¿Sabes? Me llegó un rumor... —me interrumpe antes de que pueda dar una excusa— Mi hermana está en tu clase, dice que le contaste a tus amigos que estás enamorado.
—Es mentira.
—¿Seguro? No quiero creer que me dices eso solo para no confesar que estás enamorado de mí...
—¿Crees que me gustas? Dios, que ridiculez.
Mi respuesta fue sin pensar, y me arrepiento de inmediato del tono de desagrado con el que salieron mis palabras.
—¿Me estás diciendo ridículo? —su gesto se volvió molesto.
—N-no, estoy diciendo que no eres mi tipo —intento no ser grosero, aunque mi carácter me indica todo lo contrario.
—¿Ah, sí? ¿Y cuál es tu tipo? ¿Más rubios? ¿Más bajitos? ¿O más maricones como tú?
Más inteligentes.
Ojalá me dieran los huevos para responderle lo que pienso, pero solo me quedo aquí, balbuceando como idiota.
—No, no sé, no es que... digo, no sé, solo no tú.
—Ni el maricón te pone atención —se burla uno de tus amigos, y el otro acompaña la risa.
Obviamente esto iba a generarle frustración, así que me empuja en respuesta como si fuera mi culpa.
—¿Crees que no soy digno de ti? —escupe con furia.
—¿Qué onda? Parece que quisieras gustarle... —acota el otro amigo.
No sé si intentaba defenderme o humillar a Alexis, pero de todos modos solo hace que se enoje más y vuelva a empujarme, esta vez más fuerte.
Me hace trastabillar y perder el equilibrio, sé que debería defenderme pero ellos son tres y yo solo uno, más pequeño y asustado, así que lo único en lo que pienso en cuanto se acerca es en contraer los músculos para que las patadas no me hagan tanto daño.
Alcanza a darme una en el estómago, mis abdominales se tensionan ante el contacto y cierro los ojos para contener las lágrimas.
—¡Ey! ¿Qué pasa? —escucho que alguien interviene.
Probablemente sea el momento indicado para escapar, me pongo de pie muy rápido y mi mente piensa en correr, pero mi cuerpo se queda paralizado al ver quién fue la persona que acaba de salvarme de una paliza.
—Nada, somos amigos, estamos jugando —responde el muy imbécil con una sonrisa.
—No parecía eso —Dylan se pone entre los chicos y yo, dándome la espalda de forma muy protectora.
¿Esto está pasando realmente? ¿O me golpearon tanto que estoy en un delirio místico previo a la muerte por derrame interno?
—Somos amigos —repite—. Los amigos a veces pelean, no es la gran cosa.
Se voltea a verme y sus ojos celestes me nublan la conciencia.
—¿Estás bien? ¿Te estaban molestando?
—N-no, y sí, me pega porque me gustan los chicos y eso le da asco, pero está enojado porque él no me gusta.
No sería capaz de mentirle, no me importan las consecuencias después, él se merece toda mi sinceridad.
—Ey, ¿tú no eres el de esa banda? —dice uno de los amigos, de pronto.
Dylan vuelve a voltear.
—Sí.
—¿Nos podemos tomar una foto?
—No.
—¿Le vas a negar una foto a un fan? —se indigna Alexis, aunque de seguro ni siquiera sabe quién es.
—No hay lugar entre mis fans para bullys inseguros de su sexualidad que necesitan atacar a otros porque están frustrados, pero si en algún momento eligen aceptarse y dejar de descargarse con personas inocentes, me vuelven a preguntar y les digo que sí.
Dios, creo que estoy enamorado.
No sé si se sintieron avergonzados, tal vez les dió miedo porque él es obviamente más grande y tiene influencia, pero los tres se fueron sin decir nada más en cuanto Dylan volvió a darles la espalda.
—¿Te acompaño a tu casa? —me pregunta de forma muy tierna.
Tal vez me golpearon tanto y morí, y él va a llevarme a las puertas del cielo, sí, eso definitivamente tiene más sentido que Dylan West llevándome a mi casa.
—Está lejos —le aviso en cuanto comenzamos a caminar.
—Mi amigo está cerca en su auto, le digo que nos recoja, ¿está bien?
—¿Emi?
—Sí, ¿lo conoces?
Desbloqueo mi teléfono y le enseño el fondo, es una foto de ellos dos, una de las pocas que han subido juntos.
—Qué lindo, me gusta esa foto —sonríe de lado y siento que me van a temblar las piernas, pero por suerte consigo seguir caminando sin caerme de cara al suelo—. ¿Cómo te llamas?
—Ivo.
—Bueno, Ivo, ¿me disculpas un momento que lo llamo para que venga por nosotros? —pide de forma muy amable, antes de desbloquear su teléfono.
El nombre en la pantalla es "Futuro esposo" con un corazón azul, quiero gritar por la emoción, pero me contengo.
Estoy teniendo un momento fan muy intenso en mi interior, y estoy intentando con todas mis fuerzas contenerme pero estoy a un segundo de ponerme a llorar.
—Mimi —dice con mucho amor en cuanto el otro chico responde la llamada—. ¿Vienes? Hice un amigo y hay que llevarlo a casa.
Un amigo... dijo que hizo un amigo.
Me estaba conteniendo de llorar pero ya no lo consigo, son demasiadas emociones, mi corazón no sabe qué sentir.
—¿Qué pasa? —pregunta preocupado en cuanto termina la llamada— ¿Te duele algo?
—No, perdón —balbuceo limpiando mis ojos—. Es que de verdad te amo mucho, el último tiempo mi vida ha sido todo mierda y tú... me diste un lugar seguro y ahora estás aquí... perdón, soy un idiota, seguro te estoy asustando.
—¿Puedo abrazarte? —pide tímidamente.
—Por favor.
Estoy seguro de que no existe mejor lugar en el mundo que aquí, me abraza de una forma tan protectora, me hace sentir tan cómodo y seguro...
En cuanto se aparta vuelvo a limpiar mis lágrimas.
—Lo siento, no estoy acostumbrado a esto, eres la primer persona que llora por verme... eso siempre le pasa a Emi.
—Él es encantador, pero tú eres tú...
—Esos chicos... ¿te molestan siempre?
—Sí, ya estoy acostumbrado.
—No deberías acostumbrarte a qué te traten mal —inquiere, pero sonando comprensivo.
—Es que soy un idiota y me metí al equipo de fútbol, es obvio que no hay lugar para un chico gay allí.
—Hay lugar para un chico gay en todos lados, tu sexualidad no define qué lugar mereces —su voz es determinada, pero sus gestos siguen siendo gentiles—. No dejes que te apaguen, sé que es difícil y a veces el mundo es una mierda... no es tu culpa, jamás lo es. Solo busca con quién sentirte cómodo, no te cierres, si encuentras con quién ser tú te volverás más fuerte.
Jamás, ni en mis más locos sueños, me imaginé que Dylan iba a estar a mi lado en un parque, dándome consejos.
Sus palabras me quedaron grabadas, me dieron ganas de llorar otra vez, pero solo asentí con los ojos brillantes.
—Gracias... —murmuro de forma tímida— Tú me haces sentir que nada en mi está mal o es raro.
—Nada en ti está mal, ni es raro.
—Perdón si... no quiero ser... indiscreto pero... ¿Tú eres...? —me detengo antes de que las palabras salgan—. Nada, lo siento.
—No me dejan hablar de eso —susurra apenas—. Pero si me prometes que esto... es solo una conversación entre tú y yo, y que nadie lo sabrá nunca...
—Me corto un dedo antes de romper tu confianza, te juro.
—Me gustan los chicos, si. También las chicas, y... todos, básicamente, me da igual el género.
—Uhm... ¿Y Emi y tú...?
—Júrame que no le dirás a nadie, otra vez.
—Te lo juro —hago una cruz subre mis labios con mi dedo dando dos besos.
—Aún no sé qué es, pero es especial y diferente a todo lo que había sentido hasta ahora.
Un auto gris se detiene frente a nosotros y el chico de cabello azul baja de él.
Los ojos de Dylan se iluminan al doble cuando le sonríe, y entonces entiendo que no importa cuándo o cómo, algún día quiero sentirme así solo por ver la sonrisa de alguien.
—Pero shhh... —susurra Dylan, antes de que Emi nos alcance— Él no sabe nada, no le digas.
—El día que lo confirmen me hago el sorprendido.
Él confía en mí, y no le voy a fallar.
______________
Hola pollitos 🐣
Hoy capítulo x2 porque tocaba uno de fan, espero que no se les haga muy largo 💙
No sé olviden de ir a leer el Social Media en cualquiera de mis redes sociales.
En el capítulo anterior me olvidé de avisarles que si querían escuchar la canción de Emi me la pueden pedir por Whatsapp, para que conozcan la melodía y sepan cómo suena :)
Los quiero muchito 🌻
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