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★Capítulo 21★

"Al único cielo al que seré enviado es cuando estoy a solas contigo, nací enfermo, pero me encanta"

Take me to church - Hozier

★★★

ÉMILE

Estaba enojado, se suponía que tenía que seguir enojado, aún no me ha explicado nada.

¿Qué estoy haciendo?

Es que me mira así y me siento débil, malditos ojos azules, maldita sonrisa confiada, maldita la seguridad que se le sale hasta por los poros aún cuando pretende ser sumiso.

—Bésame, por favor —susurra siguiéndome el juego.

Hay cierta burla en su tono juguetón, su mirada de inocencia fingida que está conteniendo la risa y a la vez mirando mis labios como si quisiera comerme.

—Hay... cámaras en los pasillos.

—Alguien me dijo que tienes una habitación para nosotros.

—No tengo la llave, se suponía que...

Saca la tarjeta de su bolsillo y la eleva junto a su rostro, solo entonces noto que trae el bolso que dejé en la camioneta con nuestras cosas.

Seguro esto es obra de Lula, se lo voy a agradecer mañana.

—Okay, entremos a... hablar, entonces —susurro robando la tarjeta de su mano para pasarla por el lector.

Las luces se encienden en cuanto   entramos y revelan una habitación perfectamente ordenada. Es exactamente igual que la de al lado, así que no presto demasiada atención a los detalles.

—¿Seguro que quieres hablar? —Me acorrala contra la pared en cuanto cierro la puerta—. Mi mente ya está en otro sitio, no me voy a poder concentrar.

—Uy, qué pena —intento no mostrar lo nervioso que me está poniendo con su cercanía, pero no sé si lo logro.

—¿Me vas a hacer rogar mucho más por un beso?

—Discúlpame si no quiero tragarme las babas de otra —suelto sin disimular los celos ni un poco.

—Te las tragaste mucho antes que yo, no te hagas... —Se ríe por lo bajo y yo ruedo los ojos.

—Desde que te besé a ti, no he besado a nadie más, ¿puedes decir lo mismo? —No me responde, solo entrecierra los ojos—. Ah, eso pensé, infiel.

—Tú lo hiciste por placer, yo por obligación.

—Cuando yo lo hice no había nada entre nosotros...

—A mí me gustabas —asegura, con un tipo de timidez muy tierna que casi me hace ceder.

—Pero no me dijiste, así que el infiel eres tú, no vas a poder voltear la situación...

—¿Qué tengo que hacer para que me perdones? —susurra con tono de súplica— ¿Cómo me puedo ganar un beso?

—No sé, a ver, ponte creativo.

—No me tientes... —advierte en mi oído, y mi espalda baja se eriza.

—No besos en la boca, lo demás es tuyo.

Un gemido bajo se le escapa cuando mis palabras rozan su oído. Sé que me estoy arriesgando a que sus explicaciones no sean suficientes y luego arrepentirme de esto, pero nunca antes me había pasado así, que mis sentidos se nublen tanto por estar caliente.

—¿Seguro? —su voz está muy entrecortada— Podemos... hablar primero... si quieres.

—Tócame —le ordeno llevando los ojos a mi entrepierna. Él obedece rápido y siente la erección a través de mis pantalones. Vuelve a gemir bajito, y mi autocontrol está por los suelos— ¿Eso te responde?

Su mano se pone más firme y ahora el que respira fuerte soy yo.

—¿Si lo hago bien me perdonas y me das mi beso?

—Si veo que estás lo suficientemente arrepentido... —continúo con el juego, que al parecer le gusta más de lo que pensé.

—¿Sabes cómo me enseñaron a mostrar mi arrepentimiento? —Suelta mi erección y sus dedos juegan con el borde de mis pantalones, yendo y viniendo de forma suave y lenta— "No pueden gustarte los varones" dijo mi mamá, "tienes que pedir perdón" —vuelve a susurrar en mi oído, cada vez más bajo—: De rodillas...

—Te siguen gustando los varones —No tengo idea de dónde sale mi voz, porque apenas me está tocando y ya estoy en otra dimensión.

—Sí, me voy a ir al infierno, pero al menos aprendí a pedir perdón adecuadamente.  —Su mano se desliza dentro de mi ropa interior, y en cuanto lo siento rodearme con firmeza se me corta la respiración— ¿Te muestro?

Su mano comienza a subir y bajar, de pronto apenas soy consciente de sus palabras, pero si quiere arder en el infierno con gusto lo hago con él.

—Por favor...

Apoya una rodilla en el suelo y de inmediato la otra, la mano que estaba bombeando dentro de mi ropa se detiene y se ocupa en desabrochar el botón de mi pantalón ahora.

Dylan roza su nariz por mi abdomen, deja un besito suave y mi interior se retuerce de alguna extraña forma.

Desabrocha el botón y baja mis pantalones con un poco de dificultad por lo duro que estoy, no puedo despegar mis ojos de él y de sus tortuosos movimientos.

—Perdón —me baja lentamente el bóxer y sus ojos abandonan los míos para mirar lo que tiene al frente—. Perdóname por lo que hice...

Me deja un lento besito en el glande y vuelve a levantar sus ojos hacia mí.

—Lo siento, te prometo que solo te voy a dar besos a ti —insiste dejando otro justo sobre el anterior—. Voy a ser bueno ahora, solo voy a usar mi lengua para esto...

Saca su lengua y lame, justo alrededor, la envuelve y chupa, suave y sin prisa.

—¿Me perdonas?

Me mantengo de pie solo porque estoy recostado contra la puerta, me cuesta respirar, solo puedo sentir las contadas oleadas de placer que me envía y que aunque son muy intensas no están siendo suficientes.

—Abre la boca —le pido con un poco de ansiedad, él obedece y vuelve a mirarme. Acerco mi húmeda erección a su rostro, pero antes de llegar me detengo.

—Hazlo, por favor —pide, entendiendo mi necesidad.

Me deslizo dentro de su boca de forma lenta para ver hasta donde aguanta. No hay reflejo de arcada, en ningún momento, es como si su garganta se abriera para darme paso.

La calidez y suavidad de su boca me hace voltear los ojos, quiero moverme con prisa, quiero que todo explote para que toda la tensión en mi cuerpo desaparezca.

De todas formas me muevo con cuidado, no quiero que sea incómodo para él.

Sus ojos miran hacia mi rostro mientras me deslizo por su garganta una y otra vez, su mirada denota una sonrisa aunque sus labios no puedan mostrarla, no estoy cuidando mis expresiones y al parecer él está disfrutando eso.

Me vuelve a empujar contra la puerta para tomar el control y chupar más rápido, involucrando su lengua y tantos movimientos que ya no puedo tener mis ojos abiertos.

—¡Ah...! Es... espera que voy a... —quiero apartarlo, pero él me toma las manos y me indica que está bien, no se detiene, solo continúa empujando en su garganta hasta sentir mi descarga correr por su interior.

Eso fue absolutamente otro nivel de placer, estoy demasiado fuera de foco, por completo fuera de mi mente.

—Estoy seguro de que alguien se va a quejar por el ruido —dice soltando una risita en cuanto se pone de pie.

No sé de qué habla, no me di cuenta de ningún ruido, estaba demasiado perdido.

Apenas abro los ojos lo veo frente a mí, se  limpia la boca con la mano y relame sus labios.

—¿Fueron suficientes mis disculpas? ¿Vas a perdonarme? —Sus ojos brillantes y grandes aguardan por una respuesta con impaciencia, apenas asiento en respuesta, aún un poco nublado— ¿Y mi beso? ¿Cuándo me lo das?

—Dame un minuto —pido intentando recobrar mi respiración.

—Ya besame, por favor, no quiero esperar más.

Me río por lo bajo y lo empujo hacia la cama para subirme sobre él, pero no importa cuán dominante me ponga, su maldita seguridad no desaparece. Solo finge darme el control, pero los dos sabemos quién lo tiene en realidad.

Mis pantalones de pijama quedaron en el suelo, pero me subí el bóxer porque todo se sentía demasiado sensible.

—¿Dónde quieres que te bese? —respiro en su cuello, la forma perfecta en la que huele me impacienta.

—En todos lados.

—Dilos...

—El... el cuello.

Su cuerpo se tensiona un poco cuando mi lengua lame debajo de su oreja, siento mi orgasmo muy reciente y eso me mantiene relajado, él está duro e impaciente, así que voy a jugar con su deseo lo suficiente.

La piel suave de su cuello me tienta a dejar algunas marcas, pero no puedo hacerlo si no me lo pide, así que solo le doy besos fuertes y húmedos.

—Hazlo —susurra—, no te contengas, márcame...

Es como si me leyera la mente, y eso es excitante de alguna extraña forma. Solo puedo pensar en hacerlo sentir placer de todas las formas en las que le guste, necesito conocerlo, cada pequeña parte de él.

Dejo una marca en su cuello y un beso sobre ella, beso sus clavículas también, él está ansioso y excitado, pero se mantiene quieto esperando por mis movimientos.

—Ya... ¿puedes hacer algo? Por favor, estás volviéndome loco —suplica cuando mis labios llegan a su abdomen bajo, y luego de quitarle la camiseta se quedan el tiempo suficiente allí, en mi sitio favorito, chupando y lamiendo cada porción de piel.

—¿Cómo quieres que lo hagamos? —pregunto entre besos— ¿Dónde tú y dónde yo?

—¿Puedo elegir? —murmura con un poco de sorpresa en su tono. 

—Así funciona esto, tú pides, yo hago.

—¿Y si te pido que te subas sobre mí ahora?

Algo en la forma sutil en la que pregunta me da la idea de que no esperaba que aceptara. Tal vez es por mi actitud dominante, o tal vez está demasiado acostumbrado a acostarse con imbéciles.

Ni siquiera lo dejo dudar, deslizo una pierna por su torso y quedo sentado sobre él, con una rodilla a cada lado de su cadera.

Él está sentado, con la espalda apoyada en el respaldo de la cama, sus manos van a mis muslos desnudos de inmediato y entierra sus dedos en mi piel blanca dejando suaves marcas.

—Necesito que nos quitemos la ropa, ahora —me pide en voz baja—. Y luego volvemos exactamente a esta hermosa posición.

Lo hacemos rápido, a mí solo me quedaba el bóxer y a él los pantalones. Subirme sobre él completamente desnudo es otro asunto, ahora siento todo, ahora los dos estamos buscando la forma correcta de hacer contacto entre pequeños jadeos.

Tomo sus dedos y hago que él mismo los chupe, se encarga de dejarlos muy húmedos y me pierdo unos segundos mirando su lengua moverse entres ellos.

Me toma por la cintura y me acerca más a su cuerpo para tener buen acceso, nuestras erecciones se tocan y él se queja, está sufriendo por la falta de contacto, la forma en la que todo su cuerpo está tensionado es hermosa.

Mete su dedo medio en mi interior sin muchos rodeos, y pocos segundos después desliza uno más. Se siente suave y levemente doloroso a la vez, como un pequeño ardor acompañado de las más intensas oleadas de placer. Quiero perderme en las sensaciones, pero también necesito que él lo haga, así que mientras bombea sus dedos en mi interior me estiro para alcanzar el bolso que había preparado para venir.

Escucho su débil risita cuando me ve sacar condones y un frasco de lubricante. Ahora sabe cuál era el plan al pedir una habitación de hotel para los dos, quería venir a celebrar el primer concierto como se debe y dejarme de rodeos.

Intento abrir el lubricante, pero sus dedos empujando en mi interior no me tienen muy lucido, fallo en mis dos primeros intentos cuando algún impulso de placer me nubla gran parte de mis sentidos. Él me lo quita con su mano libre y lo abre usando solo el pulgar, para devolvermelo de inmediato.

Me pongo un poco en la mano y la dirijo hacia nuestras erecciones en constante roce para masturbarlas juntas.

—Siento que me tocas y me vengo —susurra con la voz un poco áspera.

—A ver... —provoco presionando mi pulgar en su glande y trazando algunos círculos.

—Ah... mierda —gime en mi oído cuando comienzo a subir y bajar la mano lo suficientemente apretada alrededor de los dos.

Sus dedos se ponen torpes de repente, intenta continuar con su trabajo pero sus ojos se cierran y solo alcanza a mantenerlos dentro con algunos movimientos ocasionales.

—Ya... por favor, dime qué estás listo —pide un poco agitado.

—¿Me vas a coger?

—Sí, por favor... déjame hacerlo ahora —susurra entre gemidos con los ojos cerrados.

—Tú no harás nada, solo quédate quieto, ¿entiendes? —mi voz suena autoritaria mientras le doy un condón para que se ponga.

—Es que si te mueves tú voy a correrme muy rápido —se queja cuando saca sus dedos de mí para ponérselo y luego lubricar mi entrada.

—Lo puedo manejar —sonrío de lado y él asiente.

—¿Te puedo tocar?

—Donde tú quieras.

Alineo su miembro con mi entrada y bajo lentamente sintiendo cómo me abre por dentro. Nuestros rostros quedan enfrentados, su expresión de placer al entrar en mí fue lo más caliente que he visto, en cuento nuestras respiraciones entrecortadas se mezclan no puedo hacer más que besarlo con furia.

Nuestras lenguas se enredan mezcladas con sus suaves gemidos en cuanto me muevo apenas. Lo intenso que se siente todo me hace perder un poco el control, sus manos están en mis caderas, le dije que podía controlarlo pero ahora solo estoy pensando en correrme sobre su abdomen.

—Dios... perdón, no puedo —murmura tomando con fuerza mi cintura— Me gustas... me gustas tanto —una de sus manos se arrastra por lo músculos de mi abdomen— Déjame hacerlo a mí, por favor... déjame que...

Apenas alcanzó a asentir con la cabeza y me empuja para recostarme en la cama sin salirse de mí. Mis piernas están sobre sus hombros y está llegando demasiado profundo.

—Mierda... —gimo en cuando empuja con fuerza— Es... es justo ahí.

—¿Tan rápido lo encontré? —se ríe volviendo a empujar lento y profundo.

—Cállate y cógeme —ordeno volviendo a cerrar los ojos por otra profunda embestida.

Ya no volvemos a hablar, nuestros cuerpos se entienden mejor sin palabras. Siento el placer sobrecargarse en la parte baja de mi abdomen, y el hecho de que esté manteniendo un ritmo constante me avisa que también está buscando terminar.

Quisiera poder controlarlo, pero ni siquiera me estoy tocando, solo estoy sintiendo intensamente cada una de sus embestidas y no tengo forma de frenar el estallido en mi interior.

Me corro sobre mi propio abdomen, siento la calidez viscosa justo cuando mi cuerpo se retuerce en un orgasmo incluso más intenso que el anterior.

Dylan me toma por el rostro para observar mis expresiones con atención, sus ojos están oscuros, extasiados, no deja de embestirme con fuerza e intensidad, pero mi cuerpo se siente débil ahora.

Solo unos segundos después se sale de mi interior, se quita el condón y lo arroja a un lado. Bombea con su mano sobre su húmedo miembro unas últimas veces para correrse sobre mi abdomen también, justo en el mismo lugar en el que yo acabo de hacerlo.

Sus jadeos bajos y entrecortados mientras lo veo tener su orgasmo se me quedan grabados. Quiero esto, lo quiero a él, quiero más.

Unos segundos después se deja caer a mi lado, su cabeza sobre mi brazo, su respiración pesada. Me da un beso en la mejilla y roza su nariz con mi cuello.

—¿Quieres que te limpie o nos bañamos?

—Baño —respondo con la poca energía que me queda.

Meterme en una cama tan limpia estando sucio no suena bien.

Nos ponemos de pie con mucha pereza, pero la idea de bañarnos juntos es bonita. Una ducha llena de mimos y besos cansados, tal vez porque acabamos de conectarnos de una forma más personal, o tal vez porque hace unas horas ambos pensamos que íbamos a perdernos, pero se sintió muy íntimo y lindo.

Luego de la ducha nos ponemos ropa interior y nos metemos a la cama, quedó un poco deshecha por lo de antes, pero a ninguno de los dos nos importa.

Él estira su brazo para que yo apoye mi cabeza en él, y luego hago lo mismo de siempre: deslizar mi mano en su abdomen.

—Una parte de mí quiere abrazarte para dormir y sentir tu calidez sin pensar en nada —susurro cerrando los ojos.

—¿Y la otra? —Su voz suena baja, un poco rasposa, como si quisiera dormir.

—La otra está muy inquieta por haber... hecho esto sin tener respuestas antes.

—"Hecho esto" —repite entre risas—. ¿Ahora tenemos vergüenza? ¿No llamamos a las cosas por su nombre?

—Me inquieta haberme acostado contigo antes de que arreglemos lo que está mal, ¿mejor?

La culpa es mía, obviamente, él me preguntó si estaba seguro de no querer hablar primero.

—Siempre nos acostamos juntos Mimi, compartimos la cama.

—¡Agh! —protesto enterrando mis dedos en su abdomen— Qué pesado, ¿cómo quieres que lo diga?

—Coger, tener sexo...

—¿Hacer el amor?

Él se ríe en respuesta y vuelvo a castigarlo enterrando mis dedos con más fuerza. Da un pequeño salto y sigue riendo.

—¿Crees que así es "hacer el amor"? —su duda es sincera, y se la responde solo— Considero que debe ser menos... sucio para llamarlo así.

—¿Que no me quieres, dices?

—Bobo...

—¿Solo coges conmigo? ¿No hay amor de por medio?

Él sonríe de lado y acerca su rostro al mío muy suavemente.

—Amor para ti es lo que me sobra y te lo puedo dar hormonalmente cuando tú quieras, pero necesitas que hablemos, así que eso haremos primero. 

—¿Hablar o hacer el amor?

—En ese orden, si es que después de hablar sigues queriendo.

—Estoy asustado —confieso sin pensar mucho—. No quiero alejarme de ti, quiero que lo que tenemos funcione, pero a veces siento que no te conozco.

—Tú conoces a la persona que soy, Emi. Nunca fui tan... yo, como lo soy contigo. Obviamente tengo una historia, puede haber cosas cuestionables dentro, pero la persona que está aquí, siendo abrazada por ti, con tu mano en el abdomen, es la que realmente soy.

—Me gusta tu abdomen —Deslizo mis dedos con mucha suavidad alrededor de su ombligo—, es mi parte favorita de tu cuerpo.

—No entiendo qué tienes con él, ni siquiera está marcado, solo es... plano y sin sentido —Baja su mirada y lo observa con detenimiento— Ni siquiera está del todo plano, debería ir al gimnasio para...

—¡No! —lo interrumpo— Bueno, si quieres ir por ti lo entendería, pero a mí me gusta así.

—¿No te gustan los músculos?

—No tanto... me gustan como... cómo tú, así, exactamente como eres. Tu cintura —muevo levemente mi mano para alcanzarla—, tu espalda, tu abdomen... y no lo digo como cumplido, lo digo porque de verdad eres exactamente mi tipo.

—Entrenas mucho para ser alguien a quien no le gustan los músculos —observa, delineando mis brazos levemente. Levanta sus ojos hacia mí y agrega—: Igual nos estás desviando, tengo que hablar.

—Es que tengo miedo de que se arruine, Bu —confieso con un resoplido— ¿Es algo muy malo?

—No es malo —niego con la cabeza—, solo doy vueltas porque es difícil para mí ser vulnerable.

—Estás a salvo conmigo —lo abrazo más fuerte y su cuerpo se afloja—. Jamás usaré nada de esto para lastimarte, ni dejaré que alguien más lo haga.

—Okay... supongo que podría hacerlo simple, pero quiero contarte todo, desde el comienzo.

___________

Hola poshos 🐣

Me tardé, perdón pero los capítulos hornys me llevan un poco más de trabajo ajjajaja

¿Qué dicen? ¿Valió la pena la espera?

Los quiero mucho, haré mi mayor esfuerzo por actualizar el miércoles ❤️

No sé olviden de ir a leer el Social Media a FB o Insta :)


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