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Capítulo 20

José Luis estaba demasiado cariñoso con Mallori, tanto como para no querer  despegarse de ella en ningún momento, incluso se ofrece a ser su acompañante para asistir a una fiesta organizada por un familiar con el motivo de la boda de uno de sus hijos.
Después de la ceremonia, los invitados acuden a la casa de la novia para asistir al baile.
José Luis sigue llevando de su brazo a Mallori a todos lados, incluso llega a presentarla como su futura esposa.
Algo que le presta demasiado mal a Mallori, por lo que  rectifica asegurando de ser solo amigos.
El enfado de José Luis hace de llevársela a un lugar apartado para exigirle porque habla sin su autorización.

— Disculpe pero yo no tengo que pedirle permiso para expresarme diciendo la verdad. Yo jamás seré su futura esposa, nunca. ¿Me ha escuchado señor Espinoza?

— Te equivocas Mallori, tú no eres quien para contradecir me, por lo que te exijo de ir y aclarar el mal entendido por su bien.

— ¿Me amenaza? — Furiosa se deshace de su agarre dando un paso hacia atrás para advertirle con la mirada de no tenerle miedo.

— Simplemente le he avisado. — Ríe a carcajadas viendo cómo se marcha caminando irritada.

Alterada, se reúne con Aitana la cual le pregunta porqué se encuentra así.

— Es por culpa de tu hermano. — No pudo seguir explicando con más detalle debido a la interrupción de otros familiares.

Terminada la fiesta, Mallori se siente agotada por lo que decide irse directa hacia su alcoba donde al comenzar a quitarse su ropa alguien toca la puerta.
Topándose con una bata sale para recibir a Yannick, el cual la besa con cariño pidiéndole verse en el jardín.
Ella acepta encantada, alegre porque al fin las cosas han tomado otro rumbo.
Mientras se cambia de ropa la puerta de su alcoba se abre en par en par entrando en ella José Luis.
Enfurecido agarra por el cabello a Mallori tapando su boca con su mano tirándola a su vez al colchón echándose él encima comenzando a besarla desesperado intentando abrirle sus piernas a la fuerza. Al ver que ella se lo impide la abofetea varias veces dejándole claro quién manda.
En un último intento por quitárselo de encima, Mallori estira su mano para agarrar el candelabro donde le golpea con todas sus fuerzas dándole tiempo para rodar en la cama y caer en el suelo para poder abrir la puerta, al no poder hacerlo debido a que se lo impide José Luis, ella comienza a gritar pidiendo auxilio sin éxito, José Luis ha vuelto a tapar su boca.

— Cállate desgraciada. Vas a saber quién soy yo. — Rabioso y al mismo tiempo excitado la agarra de su garganta tirándola al suelo donde atando sus manos con el cinturón tras haberle golpeado comienza a romper su ropa interior.

— Maldito desgraciado. —Yannick deriva la puerta de un patada y sin dudarlo golpea a José Luis el cual intenta defenderse.

Mallori se hace a un lado viendo la pelea, en ese instante aparece Justino y Jakob quienes lo separan.

— ¿Qué ha sucedido aquí? — pregunta Justino mirando en dirección a Mallori que se encuentra abrazada a Aitana y su madre.

— Este cobarde miserable ha intentado sobrepasarse con Mallori. Lo mato, juro que que lo mato. — Yannick se revuelve colérico por pensar en lo que hubiera ocurrido si no hubiera llegado a tiempo.

— José Luis, ¿Es verdad? — Justino comenzaba a ponerse violento al saber la verdad.
Sin pensarlo abofetea a su hijo repitiéndole lo avergonzado que se siente por sus acciones.

— Padre, ella me ha provocado, ha sido ella.

— Me das vergüenza José Luis, ni tu madre ni yo te hemos educado de ese modo, llegar a golpear a una mujer es de cobardes y llegar a más es de canallas.
¿Cómo has podido hacer algo así? Vete, vete ahora mismo de mi casa, no quiero que sigas viviendo en mi mismo techo me das asco, ¿En qué pensabas para llegar hacer algo tan desagradable a la señora condesa? Sus acciones no tienen justificación José Luis. Me das asco por tu comportamiento.

A pesar del dolor que sentía por hacer algo así a su propio hijo, Justino sabía cuál era su deber como padre.

— Lamento mucho lo ocurrido señora condesa y le pido perdón por el daño ocasionado. Por favor perdone a mi hijo.

— No pienso hacerlo, yo no le dado motivos para que me haga algo así.
Los golpes se curan, pero las palabras se quedan grabadas y debe de admitir que el comportamiento de su hijo no ha sido el mejor.

— Entiendo su malestar, dígame qué debo hacer para reparar su malestar y así poder solucionar toda esta desgracia.

— Abrir sus ojos señor Espinoza y deje a su hija elegir a su marido.

— Ella debe casarse con Nick.

— Se equivoca padre, yo no amo a Nick, estoy enamorada de Jakob y deseo casarme con él. — Aitana mira a Jakob dándose valentía para poder expresar de una vez por todas sus sentimientos.

— Señor Espinoza, entienda cuál es el motivo al estar aquí. — Jakob se acerca hasta Aitana para sujetar sus manos pidiendo a su padre concederles el deseo de poder casarse.— No voy a negar de no haber conocido antes a otras mujeres, pero jamás otra dama me ha enamorado por su belleza, si no por por lo que me hace sentir.
Aitana, nunca te busqué y te he encontrado, y aquí estoy ante tú familia mirando a tus hermosos ojos para decirle que vos a cambiado mi vida, apagando mi dolor al miedo de estar solo ajeno a lo que es el amor verdadero y solo vos me lo ha enseñado. Ahora, no pienso seguir callando algo que me nace dentro de mí ser, como es querer estar juntos hasta que nuestros caminos se terminen.

— Jakob, estoy segura del amor que siento hacia ti, poder disfrutar cada día a tu lado es más que un regalo para mí. Me siento privilegiada de poder amarte.

Justino mira a la pareja, no había más que hablar por lo que les da su consentimiento para que se casen.
Jakob acaricia el rostro de ella mirándola sonriente por poder cumplir con su sueño.


Meses después....

Aitana tuvo la boda la siempre deseó con el hombre que le a hecho cambiar desde que lo vio por primera vez, en cada segundo que pasa a su lado más feliz se siente y segura de  despertar y sentir sus besos su cuerpo se queda frío por la necesidad de querer sentir de nuevo su calor pidiéndole hacer el amor miéntras su alma lo desea.
Bailando en mitad del salón, Jakob piensa como su temor de descubrir el amor se había esfumado.
Solo podía escuchar la suave melodía de sus latidos gritando el nombre de Aitana porque solo ella es capaz de hacerle sentir miles de emociones calladas donde ha aprendido que el amor eterno es toda una bendición y es para toda la vida.


Día días después de la boda de su hermano con Aitana, Mallori se despide de todos con mucha tristeza.
Jakob había decidido quedarse  en España junto a esposa para encargarse de las tierras dado que José Luis se había marchado hacia Portugal después de haberlo deseherado su padre por haberlo engañado.
Ahora Aitana podía decir que si era la mujer más feliz del mundo junto a su esposo. Algo por lo que se alegra demasiado Mallori deseándoles mucha felicidad y bendiciones en su matrimonio.

Cargando una maleta llena de recuerdos, Mallori sube al barco que la llevará de vuelta a su país.
Va sola, las cosas con su marido han mejorado pero él sigue teniendo miedo de llegar a lastimarla al no poderla recordar no puede dar ese paso.
A pesar de sus intentos de convencerle de quererle y de estar todo perdonado, Yannick ha tomado la decisión de quedarse en España para comenzar a hacer su propia fortuna.
Dinero, piensa Mallori viendo como el barco comienza alejarse para ver solo el mar.
Cierra sus ojos dejando caer lágrimas saladas para que se las lleve el viento ya que ella no puede borrar los momentos que ha pasado con su esposo tan preciosos.
Su corazón empieza a encogerse como si tuviera una espina clavada que le impide dejar de sufrir por tener que vivir sola sin él.
Era injusto, pero que más podía hacer si él no quería sacrificarse por ella.
Debía de ser valiente y seguir con su vida sin él.

— Señora condesa, ¿Porqué llora? — La voz de Yannick interrumpe su pensamientos.

— ¿Yannick, qué hace aquí? Se supone que había decidido quedarse en España para hacer negocio.

— Esa era mi idea, hasta que comencé a sentir un gran dolor aquí. — Agarra la mano de Mallori para ponerla en su lado izquierdo de su pecho. — Mi amada condesa, no puedo aún recordar mi pasado, pero necesito decirle que mi amor hacia vos había comenzando en el momento que la vi aquella noche  vestida tan bella y nos conocimos. Fue algo inesperado y nuevo para mí, pues me robaste todo el amor que tenía almacenado en mi corazón. Tardé en darme cuenta de que no puedo estar sin su compañía, su risa contagiosa, sin poder tocarte es mi perdición.  No quiero conformarme con tenerte en mis sueños, te quiero demasiado y si tengo que ser pobre por estar a su lado, prefiero la riqueza de amarte a la del dinero.
¿Me daría una segunda oportunidad?

— Más que una oportunidad, quiero decirle mirándole a sus hermosos ojos que, muero por poder arrinconarme en su pecho para escuchar la canción más bella del mundo, que sean sus manos las que me digan cómo me cuidarán, y al ser posible que sea su voz quién me diga lo que siente por mí en cada amanecer y al anochecer seré yo quien le diga cuánto lo necesito y quiero.

— Mallori, te amo y no hay nada en este mundo que me impide de estar con vos.

Con un beso de cariño, Yannick y Mallori se prometieron comenzar de nuevo para hacer realidad todos sus sueños.

Por eso, al llegar a Austria, Yannick y Mallori decidieron casarse de nuevo, tener una boda sencilla e íntima con sus familiares más cercanos siendo así testigos de su felicidad.
Edel ayudó a Yannick y Jakob con su proyecto de negociar con el vino exportado además  los frutos que daban sus tierras.
Un negocio que les iba demasido bien, y por lo que no tardó en hacer su propia fortuna tanto Jakob como Yannick.

Aprovechando una de sus visitas a España, Mallori habla con su cuñada sobre los últimos malestares que estaba teniendo en una semana, de hecho comenzaba a vomitar más seguido y la comida le daba asco.
Aitana aseguraba que también le ocurría lo mismo.
Inés se ríe a carcajas comunicándole a las dos muchachas de estar embarazadas.

— ¿Cómo dice madre?

— Lo que escuchan, ambas están en cinta, por lo que en unos meses serán madres. Oh, mi niña que feliz me hace saber que va ser madre. Mi más sincera enhorabuena Mallori porque va ser madre. — Inés abrazo a las dos muchachas que no salen aún de su asombro.

— Mallori, digo...¿Debemos darle la noticia a nuestros esposos?

— Estoy de acuerdo con vos. Se lo diremos en la cena. — Las tres mujeres se echan a reír imaginándose las caras que podrán sus maridos cuando se enteren.

Esa misma noche, mientras los hombres hablan sobre política y negocios, las mujeres preparan la cena para darle la noticia a sus esposos.
Al rato, todos están sentados en la mesa en silencio, Mallori mira Aitana, las dos no se atreven hablar debido a que sienten vergüenza.

— Aitana, te veo algo pálida, pienso que debemos ir al médico mañana mismo, me preocupa demasiado tu salud. — Jakob deja de comer para preocuparse por su esposa.

— A decir verdad, Mallori tampoco deja de vomitar y se marea de vez en cuando, estoy de acuerdo en llevarlas al mismo doctor que las revise. Están pálidas y algo delgadas ves cuñado han perdido algo de lustre.

— ¿Podéis parar los dos? No nos pasa nada, estamos perfectamente, salvo que vamos a ser madres. Sí, Aitana y yo estamos esperando un hijo. — Mallori se sienta en la silla soltando el aire por su boca, al fin lo dijo.

Jakob y Yannick se levantan de la silla para ir abrazar a sus esposas felices por la gran noticia.
Los abuelos también les dan la enhorabuena contentos por la noticia.

—Esto hay que celebrarlo, quiero gritar a todo el mundo que vamos a ser padres. — Propone Jakob eufórico ante la noticia.

Y así fue, como al día siguiente todos los jornaleros se enteraban de la noticia de sus jefes, por lo que organizaron una gran fiesta en honor a los hijos de sus éstos.
Y aunque faltaban algunos meses para ver la carita a sus bebés, Aitana y Mallori preparaban todo para dar la bienvenida a sus hijos.
Mallori decidió irse hacia Austria para dar a luz a su hijo.
Un niño varón que nació fuerte y sano al cual le pusieron como nombre Raphael en memoria de su padre.
Viveka junto a Dorian y su hija rodean a Mallori cogiendo en brazos a su nieto, le cual le agradece a su hija de poder el nombre de su padre, sin olvidar lo que hizo es muy importante para ella. Después de todo, fue su marido y el padre de sus hijas.
Aunque lo más importante para la familia, es seguir unida, queriéndose sin rencores apoyándose y ayudándose para dejar algún día un hermoso legado como es la enseñanza de inculcar con el paso del tiempo el amor y respeto hacia sus hijos.

(...)

En España, Aitana también daba a luz a su hija. Una niña fuerte y sana donde al cogerla en brazos, Jakob le pone Sofía. Tan parecido el nombre al de su madre y tan precisoso para su hija.
Besa a su esposa agradecido por haberle hecho tan feliz.
Ella sonríe aún débil pero contenta por aumentar más la dicha en su matrimonio.

En ese momento, Jakob va hacia la ventana como lo hace a miles de kilómetros Yannick para pensar mirando al frente pensando tal vez que todo no es perfecto en la vida, sin embargo, ellos están dispuestos hacer todo lo que esté en sus manos para conseguir sus propósitos, habrá momentos felices, habrán muchos momentos difíciles, reconocen de no son perfectos pero siempre tratarán de hacer las cosas lo mejor que saben, buscando siempre la felicidad para darle a su familia, valorando, respetando a sus esposas ofreciéndole su mayor tesoro como es su amor, apoyándose uno en el otro, abrazándose en los momentos más difíciles jurandose que pase lo que pase seguirán unidos dando todo de ellos para seguir construyendo sus vidas sin desgastarse su amor.













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