Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17

Volver de nuevo a su país había significado demasido para Mallori y no solo por volver a ver a sus hermanos, más bien era porque quería huir de París para enterrar el recuerdo de Yannick.
Durante cerca de tres años, no ha podido olvidarlo, aunque con el paso de los días ha entendido como la vida va pasando entre sueños e ilusiones, fundidas pasiones que siempre queda una despedida.
Regresar al pasado tentada a no recordar por la falta de desaliento a no encontrar la salida a ese largo camino impuesto hasta alcanzar una felicidad que cada vez está más lejos de su alcance.

Esa misma noche había llegado junto a su hermana a una fiesta dónde habría pretendientes dispuestos a conquistarla esa noche.
Junto a su hermana ven como bailan las demás parejas, como siempre Mallori permanece en un segundo plano viendo cómo algunos caballeros se acercan hasta Leyna con la intención de cortejarla.
Ella intenta deshacerse de aquellos hombres por no querer continuar con una segunda vida llena de angustia como la había llevado junto a su marido.

— Condesa de Wegner, es todo un privilegio verla aquí en mi fiesta. — La varonesa Turínet llama la atención de Mallori tras haber escuchado entre los rumores del círculo ser la hermana del duque de Floriak.
Un encuentro casual para tratar temas económicos haciendo amistad para que así el duque pueda tener audiencia con su hijo.

Cansada de ser el centro de atención por ser condesa, Mallori decide marcharse junto a su hermana al que fue su hogar en la infancia.

Al entrar a la mansión Jakob sale a su encuentro dándole la bienvenida agradecido de hospedarse allí.
A pesar de la compañía de su hermano, Mallori desea estar sola pensando en su esposo.
A pesar del tiempo transcurrido, su corazón sigue marchito causándole demasiado sufrimiento cambiando su sonrisa por gotas saladas, sus labios están secos por no ser besados y su cuerpo aclama el calor del fuego de Yannick.

En ese momento, tocan a la puerta. Se trata de Dorian.

— Disculpa si le molesto tan solo quería mantener una conversación con vos, algo que debes de saber. — Dorian entra al cuarto nervioso, carraspeando su garganta intenta armarse de valor para contar el secreto que ha estado cargando por tantos años.

— Dígame, ¿Qué es lo que me tiene que decir?

— Antes de nada, asumo mi responsabilidad y pido tu perdón. Algo difícil de hacer por haber mentido durante todo este tiempo.

— Dorian, por favor, hable de una vez estoy muy nerviosa.

— Se trata de Yannick, él no murió en la cárcel, yo le ayudé para que escapara. Debido a sus antecedentes, le pedí de huir lejos donde nadie lo reconozca y guardar silencio hasta asegurarme  que el ejército  no volverá a buscarlo más.
Guardé el secreto por miedo a que te hagan daño Mallori dado que te estaban investigando.
Siento mucho no haberte dicho todo esto antes, lamento cada gota que han salido de tus ojos por mi culpa.

— Dorian, no estoy molesta contigo, entiendo perfectamente cual fue el motivo por el que has debido callarte para protegernos, y el saber que mi esposo está vivo me llena de dicha y alegría.

— Mallori, exactamente no sé si está vivo o no Yannick porque realmente no sé dónde se encuentra. Sé que salió de Francia, no estoy seguro si está en España o pudo ir hacia otro lugar.
Investigué durante meses para poder localizarle sin éxito.

Mallori toma asiento en una silla de madera mirando hacia un pequeño espejo preguntadose donde se encuentra Yannick y que es lo que puede ella hacer para dar con su paradero.




España

Conforme estaban pasando los días, el señor Espinoza estaba tomándole más confianza a Yannick a pesar de sus intentos de mantenerse lejos de la vida de los ricos.
A él personalmente le gustaba mucho más su nueva vida como jornalero, trabajando duro en el campo donde había hecho grandes amistades y era muy respetado por todos.
Justino veía en él todo un hombre de negocios.
El hombre perfecto para poderlo casar con la menor de sus hijas.

Aquella tarde tan calurosa, Justino fue personalmente hacia donde se encuentran trabajando los jornaleros, habla con el capataz y acto seguido manda a llamar a Yannick.
No muy convencido, Yannick guarda su navaja en su bolsillo limpiándose a su vez sus manos en la tela del pantalón para estrechar la mano de su jefe.

— ¿Cómo se encuentra Nick?

— Estoy bien señor, gracias por preguntar. Me gustaría invitarte a cenar esta noche en mi casa deseo que conozcas al señor Korviel, viene desde Austria para probar mis vinos y hacer negocios.
Me gustaría saber su opinión y hables con él. Pienso que sí vendo mis vinos en Austria ganaré más dinero y podré mandar a fabricar otra bodega.

Yannick se queda callado un segundo pensando en las palabras de Justino.
En parte no le gusta la idea de hacer negocios con los ricos, pero si quiere volver al lado de Mallori es su única solución de poder viajar hasta Austria y buscar a su esposa.
Ya no es aquel marqués que disponía de dinero y con su título le facilitaba las cosas para cerrar acuerdos.
Ahora debía de valerse de su experiencia e inteligencia para poder viajar y así reencontrarse nuevamente con Mallori.

— De acuerdo señor Espinoza, cuente conmigo. — Justino sonríe orgulloso de poder tener a Yannick en su mesa sirviéndole de intermediario para cerrar un negocio muy importante para él.

De vuelta a su hogar, Justino busca Aitana para decirle como debe de lucir esa noche para que Yannick se fije en ella.
Si lo tiene como yerno más fácilmente le ayudará con sus negocios siendo el contable.
Aitana no le dice nada a su padre sabiendo las intenciones de éste en querer casarla con Yannick a pesar de ser un jornalero.
Solo lo utiliza por su conveniencia sin importarle sus verdaderos sentimientos.
Por ello, Aitana se reúne antes de asistir a la cena con Yannick para contarle las intenciones de su padre.

— No te preocupes Aitana, sé perfectamente las intenciones de tu padre. En mí solo ve un buen negociador que le va hacer de aumentar su dinero y fortuna.
Pero no estoy de acuerdo con su idea de querer casarme contigo. No te amo Aitana, eres una dama muy hermosa pero mi corazón pertenece a mi esposa. La cual espero volver a ver de nuevo dado que me hace mucha falta y no soporto no poder estar cerca de ella.

— Nick, yo tampoco estoy de acuerdo con mi padre. No niego que tu belleza me atrae y soy consciente del amor que sientes hacia su esposa.
Si en algo puedo ayudarle lo haré no dude de ello.

— Gracias por entenderme, le agradezco mucho su ayuda mademosille. — Yannick besa la mano de Aitana empezando a reír.

Aunque en un principio Aitana se fijó en Yannick llegándose a ilusionar, sus sinceras palabras refiriéndose a su esposa la hicieron recapacitar aceptando que nunca habrá sentimientos por parte de él hacia ella  decidiendo ser su amiga para ayudarle y poder  encontrar algún día el amor verdadero.

La cena estaba siendo todo un éxito, el señor Korviel estaba más entregado a la conversación con Yannick y sus propuestas sobre negociar con el vino del señor Espinoza.
Aquella misma noche cerraban un gran acuerdo donde el señor Korviel invitaba a Yannick hasta Austria para seguir negociando con otros hombres de negocios dedicados al comercio de exportación.

Orgulloso por el gran negocio que le había conseguido Yannick, Justino levanta su copa hablando con la sonrisa de oreja a oreja proponiendo a Yannick de casarse con su hija menor.
Aitana y Yannick se quedan en silencio mirándose, ella tiembla negando con su cabeza mirando a su vez a su padre tan feliz por la noticia que acaba de comunicar.
Yannick levanta su copa y acepta la mano de su hija.
Aitana está pálida sin poder creer todo lo que está sucediendo.
Enfadada sale de la sala dirigiéndose hacia el jardín donde al menos el aire fresco le alivia de su malestar.

— Aitana.

— ¿ Cómo has podido hacer algo así Nick? Tú eres un hombre casado, amas a tu esposa no a mí. Yo no quiero casarme por un maldito negocio de mi padre. Si he de casarme que sea por amor, no por conveniencia. — Sus ojos ruedan lágrimas de impotencia.

Yannick le limpia su rostro con delicadeza, sujetando sus hombros la mira  con respecto diciéndole lo equivocada que está.

— Aitana, siento mucho se has pensado de esa manera de mí.  No era mi intención hacerte daño.
Si he accedido a seguirle el juego a tu padre es para poder viajar hasta Austria y poder reunirme con mi esposa. Debido a que no dispongo de medios para viajar, he visto una gran oportunidad de poder reunirme con mi esposa si acompaño al señor Korviel hasta Austria, por su puesto no contaba con esta noticia.

— Quieres decirme que
debemos fingir ante la presencia de mi padre y después inventarnos algo para hacerle creer que no estamos hecho el uno para el otro.

— Exacto. Por nada del mundo quiero lastimarte y hacerte ilusiones para después romper tu corazón. Tu eres una dama muy especial y hermosa mereces ser feliz con un hombre que sepa darte lo que buscas.
Lamentablemente yo no puedo.

— Entiendo. Sabes, te ayudaré. Además siempre he querido viajar a Austria. No me vendrá mal hacer un viaje dado que nunca he salido de España.

— Eres una gran amiga Aitana.

— Gracias a usted por ser sincero conmigo, si hubiera sido otra clase de hombre hubiera jugado con mis sentimientos para lograr su propósito.

— Jamás haría algo así. Ante todo está el respeto a una dama, no es necesario jugar con sus sentimientos como si vos no valiese nada.

— Qué afortunada debe sentirse su esposa. Ojalá yo encuentre otro hombre como usted que me respete y me ame de verdad.

Yannick mira hacia la luna preguntándose cómo será el día que pueda reunirse de nuevo con su esposa.

Días después, Yannick y Aitana preparaban todo para poner rumbo hacia Austria.
Yannick se despide de los padres de Aitana subiéndose al carruaje en compañía de Aitana.
Para todos ya era oficial de ser novios y a su regreso celebrarían la boda.
Para ellos, simplemente son amigos dispuestos ayudarse mutuamente excluyendo cualquier sentimiento.

Durante el viaje, Yannick habla con Aitana referente a su pasado y quién fue.
Ella escucha con atención su historia, de cómo pasó de ser un marqués a ser buscado por los soldados franceses hablando con tanto amor sobre Mallori, su esposa.
Aitana sonríe imaginándose cómo sería poder conocer a un caballero tan parecido a su amigo, tan caballero y romántico, pero sobre todo fiel a sus sentimientos.
Aitana también le cuenta a Yannick cosas referente a su vida y sus aspiraciones.
En mitad de la conversación se puede llegar a escuchar un trueno fuerte donde dará  lugar una gran tormenta.
Debido a los truenos los caballos comienzan asustarse, el cochero no puede hacerse con el control de los animales y eso hace de provocar un accidente donde Aitana y Yannick son heridos.
Yannick al intentar protegerla de cualquier  golpe a su amiga ha sido él quien más lastimado ha salido.
Asustada, Aitana pide auxilio a varios campesinos que pasan por allí.
La lluvia es cada vez más fuerte, y los hombres le auxilian llevándoles a un convento para que puedan atenderles.
Inmediatamente, varias monjas auxilian a Yannick y Aitana.
Un médico revisa a Yannick, el cual permanece inconsciente siendo atendido por el médico y una monja.

— Disculpe doctor, ¿Cómo se encuentra mi amigo? — Pregunta Aitana preocupada por llevar dos días viendo en el mismo estado a Yannick.

— En estos momentos no podría decirle con exactitud cual es su estado, ha sufrido un golpe en la cabeza y tiene varias fracturas. Debemos ser pacientes y esperar para que despierte para saber sobre su estado.

— Gracias doctor.

Aitana permanece al lado de Yannick sin moverse rezando para que se recupere lo antes posible.
De madrugada, Yannick abre sus ojos mirando para todos lados algo desorientado, a su lado ve la silueta de una mujer la cual no conoce.
Débil, intenta articular palabra, Aitana al ver que ha despertado llama a una monja avisándole de lo ocurrido.
La monja lo revisa comprobando que no tiene fiebre y las heridas empiezan a sanar, pero cuando le pregunta por su nombre, éste no responde.  No sabe quién es y apenas puede recordar nada.

— Dígame hermana, ¿Podrá volver a recordar? — Con ojos llorosos mira a la monja con la esperanza de ser todo una pesadilla como que nada ha ocurrido.
La monja la mira con pena recomendando de orar algo que hace Aitana con la esperanza puesta para que se recupere Yannick cuanto antes.

Al día siguiente, el doctor examina a Yannick. Muy cerca se encuentra Aitana escuchando con el corazón encogido las palabras de Yannick al no recordar algunas cosas referente a su vida.

— Señorita, debo comunicarle que su amigo tiene amnesia temporal debido al golpe sufrido en su cabeza. Tiene que ser paciente y ayudarle en su recuperación, hasta ahora puede recordar algunas cosas de su infancia y algún que otro acontecimiento que le haya pasado en su vida. Pero su memoria no recuerda con exactitud los últimos  años de su vida. Es como si esos hechos se le hubieran borrado por completo.

— Doctor, usted me ha dicho que es temporal. ¿Volverá a recordar todo completamente?

— No sabría decirle con exactitud si podría llegar a recordar con el paso del tiempo todo. Cabe la posibilidad de ser posible que sus recuerdos vuelvan de nuevo, exactamente no sabría darle un diagnóstico concreto.
Sus heridas están sanando bien, en dos semanas pondrán marcharse.

— Gracias doctor. — Aitana saca unas monedas de su bolso entregándose las al doctor en forma de gratitud.

Durante las dos semanas siguientes, Aitana permanece en la pequeña clínica junto a Yannick hablando y tratándolo como su amigo.
Quería poder ayudarle pero apenas sabía mucho de su vida, salvo lo que le contó antes de pasar el accidente.
Cuando Yannick dormía ella lo mira embelesada agarrándole de su mano recordando como se expresaba de su esposa y las veces que le había repetido de querer volver a encontrarse con ella.
No tenía demasiadas pistas, salvo de poderla encontrar en Austria y su nombre.
Aún así, estaba dispuesta hacer lo posible para ayudar a su amigo aunque no sabía exactamente por donde empezar si Yannick no recuerda nada, ni siquiera sabía de la existencia de su esposa.
¿Cómo lo iba hacer para poder encontrarla?



Austria: Salzburgo

Con la ayuda de su hermano y Dorian, Mallori había empezado a buscar a su esposo.
Habían mandado a gente de confianza para buscar en ciudades cerca de Francia, en España incluso en Alemania.
La búsqueda estaba llegando a su fin y nadie tenía noticias sobre Yannick, era como si se lo hubiera tragado la tierra.
A pesar de no haber obtenido buenas noticias sobre su esposo, Mallori no pierde las esperanzas de volver a encontrarse algún día con él.

Es veinticuatro de Abril, habían pasado cerca de seis meses desde que emprendieron su viaje desde España hacia Austria en busca de nuevas oportunidades hacia su negocio familiar.
Aitana había escrito a sus padres contándoles lo ocurrido referente al accidente, a lo que contestó inmediatamente su padre de romper todo vínculo con Nick dada las circunstancias no le servía para nada.
Lo que no sabía Justino, era que Yannick aún recuerda sus conversaciones con los varones ricos para negociar.
Algo que le pudo servir para llegar hasta Salzburgo encontrándose con el señor Kolvier para seguir adelante con el negocio.

— Nick, no debes hacer esto, mi padre ya dejó claro de no intervenir en sus asuntos. Sigamos buscando a tú esposa y quizás así puedas recordar.

— Aitana, si me presento ante el señor Kolvier es por tí. Quiero que tú obtengas beneficios sobre la fortuna de tu padre y puedas ser una mujer independiente para no tener que depender de tu padre y en un futuro de su esposo.
Durante el tiempo que te conozco he visto una mujer inteligente y capaz de resolver cualquier problema que se te presente. Déjame ayudarte Aitana, tú no eres como tu padre.

— Es todo un halago viniendo de ti. —Aitana sonrojada baja sus vista a la taza de café pensando si ella algún día podrá enamorarse de un hombre tan bueno y gentil como Nick.

Para ella es un hombre hermoso con buenos sentimientos, cualquier mujer en su lugar hubiera aprovechado la ocasión para engañarlo. Ella no quería hacer algo tan atroz sabiendo que algún día se descubre su mentira y en vez amor sentirá odio.
Además, él estaba casado y su corazón amaba a su esposa.
Aitana simplemente lo quiere como amigo, y sigue buscando a su esposa con la poca información que dispone.

Antes de la siete de la noche, Yannick y Aitana llegaban a la casa del señor Korviel donde fueron recibidos por la esposa de éste.
Aitana se queda hablando con la señora Korviel mientras Yannick se va aparte para conversar con el señor Korviel y el joven Jakob Wegner.
Los tres hombres toman asiento en un gran sofá comenzando a hablar de negocios, Jakob aporta ideas al negocio donde el señor Korviel toma nota del joven y Yannick se suma con sus conocimientos de números dejando cada vez másas asombrado al señor Korviel.

Al sentarse en la mesa para cenar, la señora Korviel hace las presentaciones.
Los ojos castaños miran deslumbrantes a la muchacha de cabello negro recogido en un moño con su tono de piel canela y una sonrisa tímida dándole un toque de rojez a sus mejillas.
Jakob besa la mano de Aitana contento por saber de no estar ella  comprometida.

A simple vista, Aitana le parece Jakob un joven apuesto y gentil lo que hace de querer seguir conversando con él durante el tiempo que dura la cena.
Al despedirse, Yannick queda con Jakob en volver a verse en dos días, embelesado por la belleza de Aitana, éste le invita a su mansión  con la intención de volver a verla de nuevo.

Subidos en el carruaje camino a su casa, Yannick ve la sonrisa tan bonita que tiene Aitana sospechando que le haya gustado Jakob.

— Por tu sonrisa diría que esta noche un joven caballero te ha hechizado. ¿Me equivoco? — Alza sus cejas burlón sonrojando más Aitana.

— Es muy guapo el señor Wegner, y tan caballero aunque no entiendo mucho lo que me dice me ha cautivado su manera de ser.

— Iremos en dos días a su mansión para seguir tratando este asunto de exportación del vino podrás verlo, inlcuso hablar con él a solas.

— ¡Qué vergüenza! — Aitana se tapa su rostro mientras Yannick se ríe a carcajadas por la timidez de Aitana.

Al día siguiente, Jakob habla durante el desayuno con Mallori sobre Aitana, Mallori se siente feliz de que al fin su hermano se haya fijado en una mujer con la intención de cortejarla para casarse con ella.
Hasta el momento, Jakob solo trabajaba en la finca y de vez en cuando salía a divertirse conociendo mujeres bellas e inmediatamente las desilusinaba por no querer comprometerse con ellas.
Quería seguir soltero, disfrutar de su libertar mientras hacía fortuna con la ayuda de Edel.
A Mallori le pareció bien de preparar una cena para sus invitados, ella misma conocería en persona a la señorita Espinoza, dado que estaba curiosa por conocerla debido a que su hermano no paraba de hablar de ella con una sonrisa de oreja a oreja.
Pero antes debían de asistir a una fiesta siendo invitados a la boda de los condes de Leicht.
Aunque no le gustaba demasiado la idea de asistir a esos tipos de eventos por sentir vergüenza al tener que rechazar a sus pretendientes,
Mallori estaba algo cansada de tener que rechazar a los caballeros que tan solo se acercan hasta ella por su título.
Ahora, sabiendo que su esposo aún vive sigue buscándole para volver a verlo algún día.

— Mallori te veo muy seria, ¿Te ocurre algo?

— Siento como un presentimiento dentro de mí. Cómo si algo malo fuera a ocurrirme está noche.

— Por Dios Mallori no hables así. ¿Qué nos va suceder esta noche? Solo vamos a divertirnos ya está. — Dándose aire con su abanico Leyna mira preocupada a su hermana.

Al llegar a la mansión de los condes de Leicht, Mallori es presentada a aun grupo de hombres con la intención de ser cortejada o al menos bailar con algún joven noble.
Su actitud de rechazo hacia los caballeros sigue estando presente, nadie sabía con exactitud cual era el motivo por el que la condesa de Wegner se hacia de rogar.
En ese instante aparece sonriente su hermano Jakob ofreciéndole una copa de vino a sus hermanas.

— Vaya Jakob, ¿Te veo muy contento está noche? ¿Alguna desdichada mujer a captado tu atención?

— Eso ya es pasado. Acabo de ver a mi enamorada.

— ¿La señorita Espinoza? — Pregunta Mallori.

— Exacto, acaba de llegar con su acompañante el señor Morel, mi nuevo socio en el negocio que tengo entre manos. Permitirme un momento, iré a su encuentro y los presentaré. — Tanto Mallori como Leyna ríen ante la ocurrencia de su hermano.

En el gran salón había demasidos invitados que acudían vestidos con sus mejores galas a la ceremonia de los recién casados.
Aitana miraba para todos lados asombrada por la belleza del salón y la forma tan distinta que tenían los nobles de actuar no era como en España.
Yannick habla con normalidad con algunos aristócratas sobre negocios mirando de vez en cuando a Aitana por si algún desconocido se acerca a ella.
En ese momento es interrumpida por Jakob.
Él amablemente le hace entrega de una copa de vino preguntándole como lleva su viaje.
Ella sonríe diciéndole que todo está bien.

Aitana siente un pequeño revoloteo en su estómago cuando está cerca de Jakob, su manera tan cariñosa de hablarle y tratarla la hace de sentirse cómoda y al mismo tiempo nerviosa.
Jakob le hace un reverencia invitándola a bailar un vals.
Sujetándole de su mano, Aitana sigue al caballero que tan elegante baila rozando su mejilla con al suya logrando extender un calor infernal detro ella.
Los labios de él están demasido cerca de los de ella, no quiere dar el paso por miedo a ser rechazado sin sospechar las ganas que han nacido dentro de ella de poder ser besada por primera vez por un apuesto caballero.
Sin apartar sus miradas, aún con su corazón desbocado, la pieza de vals termina decidiendo Jakob presentarle a sus hermanas.

— Disculpe mi atrevimiento señorita Espinoza, si me permite me gustaría presentarle a mis hermanas.
Mire, ellas son Leyna y Mallori la condesa de Wegner.

— Condesa. — Aitana hace una pequeña reverencia en forma de presentación quedándose pensativa mirando con detenimiento a Mallori.

Mallori sonríe a Aitana presentándose para acto seguido hablar de cosas relacionadas con sus vidas.
De hecho,  Aitana intentando averiguar si la condesa pudiera ser la esposa de Yannick le hace varias preguntas.

— Dígame señora condesa, ¿Usted es soltera? — Mallori la observa con atención llegando a desconfiar de la joven extranjera.

Hasta donde tenía información, Dorian le había advertido de ser vigilada para llegar hasta Yannick, por lo que Mallori decide de no responder excusándose con salir al jardín para tomar aire fresco.

Mientras avanza para salir hacia el jardín, sus ojos ven una silueta que le resulta muy conocida.
Intrigada con el corazón latiendo  muy fuerte en su pecho, da pequeños pasos acercándose hasta el grupo de caballeros donde al pararse a pocos metros de su esposo ella sonríe feliz por verlo, incluso se atreve a caminar hacia él para poder abrazarlo cuando es uno de los varones quien los presenta.

— Mire señor Morel, ella es la condesa de Wegner. — Yannick se voltea para besar la mano de la condesa sin imaginar quién es ella en realidad.

— Un placer señor Morel. — Ella lo mira con un brillo especial en su mirada al volver a ver de nuevo a su esposo.

Sin embargo, su felicidad es truncada cuando Yannick le habla como si no la conociera.
Preocupada intenta apartarlo del grupo de hombres para hablar con él pensando de ser necesario para saber qué está ocurriendo.

— Disculpe señor Morel, me gustaría hablar con vos aparte.

— Está bien. — Mallori camina delante de Yannick inquieta y dispuesta aclarar todo.

En un lugar apartado de la gente, Mallori abraza a su esposo, pero él la para antes.

— Disculpe señora condesa, pero no creo que esto sea necesario, no la conozco como que tome ciertas confianzas conmigo.

— ¿No me conoce? Digo ...

— Vos es muy hermosa, cualquier hombre estaría dispuesta a cortejarla pero yo en estos momentos me encuentro de viaje de negocios y no deseo mantener aventuras con ninguna mujer.
Si me disculpa.

Mallori estaba callada mirando como se marcha Yannick dejándola atormentada por su comportamiento.
¿Sería cierto de no haberla reconocido?
O lo que era peor, ¿había dejado de amarla?


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro