Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 17: Hora de ser valiente

Desde que Astrid me dijo que debía abrir el sobre para cerciorarme de lo que me contó mamá respecto a lo de mi supuesto hermano, había tenido unas cuantas ocasiones, pero todavía no había reunido el valor suficiente para hacerlo. Por otro lado, no quería enfrentarme sola a la situación, y aunque mi relación con mamá no estaba pasando por un buen momento, la necesitaba a mi lado en esto.

Hoy se había ido a trabajar más temprano de lo normal, y de alguna manera sabía que era porque estaba evitándome, o simplemente pensaba que yo no quería estar con ella. Así que cuando escuché el sonido de la puerta de entrada cerrarse, bajé a la cocina y me dispuse a desayunar.

Últimamente mis desayunos se basaban en un simple cuenco con leche y unos pocos cereales. Entre que estaba en época de exámenes y que mis ánimos no se encontraban por la nubes, apenas tenía ganas de prepararme platos más elaborados. En una de las encimeras había un papel y en el momento en que vi la letra supe que era de Astrid.

No me esperes para desayunar, he quedado para estudiar.

Un beso.

Con lo que eso me dejaba toda la casa para mí y sin ningún tipo de compañía. Así que antes de ponerme a estudiar, aproveché para darme una ducha rápida. Al menos eso conseguiría despejarme un poco y me ayudaría a estar más centrada a la hora de estudiar.

Me hallaba tan enfrascada en los apuntes que estaba leyendo, que ni siquiera escuché el sonido de la puerta abriéndose. No fue hasta que mamá me tocó el hombro, que no me volteé a ver. Todavía seguía teniendo esa mirada triste, y eso hizo que se me ablandara un poco el corazón. A lo mejor la había juzgado antes de tiempo y realmente no había escuchado su versión de la historia.

—¿Te apetece hacer un descanso?

—Lo necesito —contesté mientras guardaba un par de subrayadores en el estuche—. Además, hay una cosa que quiero hacer.

Sus ojos ahora me miraban con curiosidad, así que le señalé el sobre que estaba encima de la mesa. Lo había traído conmigo por si en algún momento de la mañana era capaz de abrirlo, pero nada.

—¿No lo has leído todavía?

Negué con la cabeza.

—No quiero hacerlo sola, así que estaba esperando a que vinieras para abrirlo juntas.

Mi declaración pareció sorprenderla, puesto que después de mirarme con estupefacción durante unos segundos, me rodeó con los brazos en un tierno abrazo.

—Gracias por dejarme acompañarte.

Nos habíamos sentado en el sofá y el sobre reposaba en mis piernas. Aún permanecía cerrado y me estaba empezando a arrepentir de haber tomado la decisión de querer abrirlo. No estaba preparada. Mamá se dio cuenta de mi estado de nervios y colocó su mano encima de la mía para tranquilizarme.

—Vamos, hija. Estoy a tu lado.

Tomé un poco de aire y rasgué el sobre. Había un papel dentro, pero se encontraba doblado. Lo cogí y después de dudar durante unos segundos, lo desdoblé.

Hola Leire,

Después de mucho tiempo me he dado cuenta de que te merecías una explicación, por mi marcha y por mi trato hacia ti. Cuando conocí a tu madre éramos muy jóvenes, y la idea de tener un hijo nunca estuvo presente, al menos no a esa edad. Cuando Nora me contó que estaba embarazada, me asusté y huí. Fui un cobarde y cometí un gran error. Era de noche aquel día, me emborraché para tratar de olvidarlo todo y tomé una mala decisión: me acosté con otra mujer.

Levanté los ojos del papel y centré mi atención en mamá. Sé que estaba tratando de no llorar, pero yo no era capaz de aguantarme y varias lágrimas se deslizaron por mis mejillas.

—¿Tú lo sabías, mamá?

Quería que me dijera que no. Que no había sido tan tonta como para perdonarle eso y permitir que volviera a casa, pero su mirada la delató. Le perdonó. Aparté la vista de mamá y continué leyendo.

Cuando fui consciente de lo que había hecho, me arrepentí. Había traicionado la confianza de tu madre y me sentí la peor persona del mundo por ello, así que al día siguiente me presenté en casa de nuevo y le rogué que me perdonara. Me dijo que necesitaba tiempo para pensarlo, así que respeté su decisión y me fui. Meses después recibí una llamada de su parte diciéndome que tú estabas a punto de nacer y que me necesitaba a su lado, que no quería hacerlo sola. Durante un tiempo las cosas volvieron a ser como antes, pero entonces un día recibí una llamada que lo cambió todo. La mujer con la que me acosté aquella noche había tenido un hijo mío. Al principio pensé que era un broma, pero luego comprendí que no era así. Y ni siquiera recordaba haberle dado mi número.

Me temblaban las manos de sujetar el papel. ¿Desde cuándo un trozo de papel pesaba tanto? ¿O acaso eran los recuerdos? Mamá estaba llorando. Y aunque no la estaba mirando fijamente lo sabía por los pequeños sonidos que se escapaban de su boca. Entonces me di cuenta de otra cosa: también le perdonó eso.

La mujer me contó que había dado en adopción al niño ya que no pudo hacerse cargo de él. Al menos tuvo un hogar. Cuando se lo dije a tu madre, me perdonó. Sé que nunca me merecí su perdón, pero fui un egoísta y lo acepté, pero un día me cansé de esa situación. Tu madre no era feliz, yo tampoco lo era, y tu mirada alegre y llena de vida tampoco ayudaba a que las cosas fueran como antes.

Te odié, Leire. Lo hice durante mucho tiempo porque sentía que tú fuiste la causa de que el matrimonio de tu madre y mío no funcionase. Ahora me doy cuenta de que culparte de los errores que yo cometí tan sólo me hacía ser un cobarde.

Que Einar me detestaba no era algo nuevo para mí, pues me lo había hecho notar en muchas ocasiones, pero leerlo era otra cosa diferente. Sus palabras dolían. Pero había algo más escrito.

PD: Si quieres conocer el paradero de ese hermano, en el sobre encontrarás una tarjeta con la dirección y el nombre de sus padres adoptivos.

¿Quería conocerle? ¡Claro que quería! A fin de cuentas, él no tenía la culpa de que mi padre hubiera actuado mal. Mamá me miró curiosa cuando hallé la tarjeta dentro del sobre.

—¿Qué es eso?

—La única opción que tengo para conocer a mi hermano.

Sé que no le gustó mi confesión porque frunció el ceño en respuesta. Tampoco era una situación agradable para ella.

—¿Quieres conocerle?

Me encogí de hombros.

—Supongo.

Le di la vuelta a la tarjeta y cuando mis ojos se dirigieron a la dirección que estaba escrita para después contemplar los nombres que aparecían ahí, sentí como el mundo se me venía encima. No podía respirar y lo último que vi antes de que todo se tornara negro fue la cara preocupada de mamá.

———☸———

Al final Leire se ha atrevido a leer lo que ponía en el sobre. ¿Os esperabais una declaración así de Einar? Ahora se entiende mejor el odio que tiene hacia su hija. Todo viene desde el principio.

¿Qué creéis que pone en la tarjeta? ¿Se animará Leire a ir en busca de su hermano o el miedo acabará pudiendo con ella? ¿Entendéis la reacción de Nora? ¿Y el perdón hacia Einar?

Me ha gustado muchísimo escribir este capítulo y mostraros un poco más del pasado de Nora, Einar y Leire. Creo que a veces es necesario volver al origen para saber hacia dónde van las cosas.

¡Nos vemos el próximo sábado!


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro