Itachi compraba un poco de pescado, necesitaba encontrar un oficio, lo de las apuestas no funcionaría para siempre, tal vez montar una tienda de armas, aunque la que existía era bastante completa y bien aclientada, siempre le gusto tener animales, tal vez una granja, aunque la inversión era importante, ingresar a anbu lo haría cruzarse con su otro yo y Shisui, eso era peligroso, entrar a la plantilla shinobi llamaría la atención de algunos otros anbus, tendría que dar muchas explicaciones sobre sus conocimientos y ataques, la mayoría estaban basados en el manejo del sharingan, el mangekyo sharingan y las técnicas del clan Uchiha, sería colocarse una diana encima.

Tal vez algún almacén de suministros, ocupaba más inversión -cuatro pescados por favor -el anciano asintió envolviendo en un papel los cuatro pescados. Itachi suspiró con fastidio observando a los comerciantes, analizando qué podía hacer que le agradara y tuviera ganancias suficientes para vivir con tranquilidad. Paró de golpe al ver a su compañero de departamento con una enorme sonrisa colgado del brazo de su otro yo, por un momento se quedó perdido en esa imagen, parpadeó con seriedad, de un momento a otro lado imagen cambió, vio a eso otro Naruto de su mundo con su característico mono naranja colgado del brazo de ese chico sonriendo con su gran sonrisa y un evidente sonrojo en sus mejillas, apretó el ceño incómodo, tal vez molesto. Escuchó como unos niños gritaron a su lado sacándolo de esa pequeña alucinación, parpadeó sacudiendo su mente, ese mono naranja cambiaba a uno de pantalón negro ajustado a su cuerpo, ese Naruto era su compañero de departamento, no entendía qué había pasado.

-Vamos Itachi, son unos dulces de esos que te encantan, sólo toma la bolsa -Itachi de ese otro mundo sonrió de lado algo coqueto -¿Me los das a mí pequeño?- el rubio sonrió divertido -¿Los aceptarías?- el Uchiha mordió sus labios observando los dulces en su mano, observó el bonito rostro del Uzumaki, sonrió con un ligero sonrojo, estaba por tomar los dulces e invitarlo a comer cuando Izumi llegó colgándose de su brazo -Itachi-kun, Fugaku-san te está buscando, dijo que le urge que pases a la torre por un documento que el Hokage le entregará, no lo hagamos esperar -Itachi sonrió amablemente -era mi descanso ¿busca amarrarme al trabajo?- Izumi sonrió divertido -sólo un poco, anda vayamos- la chica vio con burla y disimulo al Uzumaki quien la vio con fastidio. Naruto vio que Itachi le sonreía con una disculpa amable en su rostro- después te busco -la castaña jaló de Itachi obteniendo toda su atención.

Naruto se quedó con los dulces en la mano observando como lo alejaban de su lado, le había costado bastante conseguir los dulces ¿Todo para qué?. Recordó cómo su Itachi lo ayudaba a conseguir comida en algunas ocasiones, también lo había defendido de los bravucones y aldeanos en distintas ocasiones, gracias a él, a sus compañeros de equipo y a su sensei había disminuido bastante el acoso. Itachi era muy amable y paciente con él, le dedicaba su tiempo y escuchaba sus historias, lo que tenía para contar, suspiró hondo al pensar en él, era tan perfecto, tal vez inalcanzable.

-¿Uchiha Itachi?- el rubio brincó un poco asustado al escuchar esa grave voz a su lado, se había perdido en sus pensamientos, giró sus azules observando unos onix tan similares a los de su Uchiha, aunque estos eran fríos, asintió suavemente- debió ser más cortés y despedirse correctamente, le estabas dando un obsequio ¿No es así?- Naruto apretó el ceño- esa cretina lo alejó de mi lado, después encontraré otro momento. Itachi es demasiado bueno, no lo hizo con intención -el Itachi nuevo en ese mundo vio a su otro yo a la distancia con molestia, no le agradaba, sabía que eran los celos por su vida -pienso que no le interesas, deberías buscar a una persona que tome tu atención en serio, es evidente que…-

Naruto abrió sus azules aguados con dolor, paró en seco bajando el rostro, apretó sus puños con frustración, levantó sus gemas aguadas viendo con molestia y reto al Itachi frente a él -tú no lo conoces, sí toma en serio mi atención, siempre ha sido muy amable conmigo, me escucha, me ha defendido y mimado, no digas cosas de él sin conocerlo, eres un cretino ttebayo- salió corriendo alejándose del azabache. Itachi vio con sorpresa al Uzumaki gritarle y salir corriendo, al parecer no había tenido tacto para decir la situación, mordió su mejilla preocupado, no era su intención ofender, sólo hacerlo ver la situación, suspiró hondo pensando en qué hacer, tal vez debería disculparse. Giró su mirada observando un local específico, caminó hacia él con pasos calmos.

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Naruto tenía un leve puchero en sus labios, se hacía bolita en su futón sintiéndose mal, ese sujeto mentía, su Itachi siempre ha tomado su atención en serio. Su nariz se movió un poco, un delicioso aroma llegó a él, se levantó con duda, caminó lentamente asomando sus azules por la puerta de su habitación, sus ojos se abrieron bastante, lamió sus labios escuchando su estómago rugir de hambre. Itachi colocó unos palillos junto al platillo -lamento lo que dije, tal vez malinterpreté la situación -Naruto vio con duda al chico, levantó un puchero acercándose a la mesa- te compré este platón de ramen, ahora iré a descansar -el rubio elevó el puchero -lo tomaré, pero que sepas que me ofende, descansa ttebayo -Itachi sonrió suavemente -entiendo- cerró la puerta de su habitación suspirando hondo, ahora descansaría, aún no estaba cien por ciento recuperado, tomó sus pastillas y se acostó en su nuevo futón, apretó el ceño, no olía tan rico cómo el otro, negó con fastidio comenzando a dormir. Naruto se quedó observando la puerta perdido en la amable sonrisa que Itachi le había regalado hace un momento, sintió sus mejillas algo cálidas, giró su rostro a su plato de ramen, la sonrisa de su Itachi era muy similar, sonrió al recordar, sacudió su mente comiendo con velocidad esa delicia.

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