Spiderman, que cada vez, se ve más carcomido por el simbionte, se ha metido en problemas, poniendo en riesgo su identidad.

-¡Ahora Spiderman me da miedo!-.

-¿¡Qué muñecos les compro yo ahora mi hija pequeña!?-.

Shinji miraba desde la inmensa oscuridad, su ciudad. Tokio. Desde el edificio más alto.

-Hmm...-. Apretó los puños. Llevaba días intentando encontrar a Edi Buroku, ya que sabía que había sido él, quién le había hecho quedar como un malvado criminal.

A lo lejos, vio una sombra volando con algo que parecía un deslizador.

-El duende...-. Dijo, frunciendo el ceño, haciendo que los ojos de su máscara se cerraran. Apretó sus puños con mucha rabia.

-¡Vamos, rápido rápido!-. Apresuraba el Duende, metiendo prisa a sus secuaces, quiénes sacaban dinero del banco. -¡La policía no va a llegar, pero más rápido maldita sea!-. 

-¡DUENDE!-.

El duende se giró, y vio a Spiderman con un look bastante diferente al de antes.

-¿¡Crees que así me das miedo Spiderman!?, ¡NO TE TENGO NINGÚN MIEDO, MUAJAJAJA!-. El Duende la lanzó una bomba a Spiderman, y este dejó que impactara en él, explotando. -¡JAJAJA, IDIOTA!-.

Cuando el humo se evaporó...

El traje de Spiderman parecía haber desaparecido por algunos lados, por el torso y las piernas, dejando ver algunas partes desnudas del cuerpo de Shinji. El traje se regeneró solo, juntándose de nuevo.

-¿¡E-EH!?-. El Duende se asustó.

Shinji se dirigió rápidamente hacia el Duende, y le dio un puñetazo que le tiró de su deslizador.

-¡AGHJ!-. Shinji vio a sus secuaces.

-¡NO NOS HAGAS NADA POR FAVOR!-. Dejaron el dinero, y se arrodillaron.

Spiderman se acercó a ellos, a uno lo cogió del cuello, y lo tiró contra la pared, atravesándola.

-¡A-AH!-. El otro intentó escapar corriendo. Se tropezó, y Spiderman le cogió de la pierna. 

-¡FUERA DE MI VISTAAAAAAAAAAAA!-. Lo lanzó hacia el techo, mandándolo muy lejos, ya que lo atravesó.

-¡M-MGHJ!-. El Duende volvió a subirse en su deslizador. -¡YA NOS VEREMOS SPIDERMAAAAN!-. Se fue volando de allí, y Spiderman frunció el ceño de nuevo...

-¿¡Sigue ahí!?-. El Duende miró hacia atrás, y no veía a Spiderman. -¡Mghj, ese idiota siempre fastidiando mis planes!-. Maldijo. De pronto, se dio cuenta de que había una cuerda enfrente de su camino, completamente tensada. -¿¡Eh!?-. No pudo esquivarla, y se chocó contra ella. -¡AH!-. Se cayó de su deslizador, cayendo en un callejón, donde se estampó contra el suelo.

Spiderman bajó al suelo, evidentemente, él había puesto aquella cuerda, la más conocida como telaraña.

-¡S-Spiderman!-. El Duende se sorprendió. -¡DÉJAME EN PAZ!-. Cogió una de su bombas calabaza, y se la lanzó, Spiderman la esquivó, y lanzó una telaraña hacia atrás, cogiéndola con su red. Rápidamente la lanzó hacia el Duende.

-¡U-UAAAH!-. Esta explotó en su cara.

-¡Vamos a ver quién coño eres!-. Spiderman se acercó al Duende, y le fue a quitar la máscara. De pronto el deslizador del Duende embistió a Spiderman por detrás. -¡MGHJ!-. Se quejó este, y saltó, saliendo del atrape del deslizador, el cuál volvió a su dueño. Duende se subió, y lanzó unos misiles desde este hacia Spiderman. Spiderman saltó, esquivándolos. -¡NO TE VAS A ESCAPAR!-. Gritó furioso.

-¡A-AH!-. El Duende se fue volando de allí rápidamente con su deslizador, intentando que Spiderman no le pillara. El Duende lanzó una bomba calabaza que se convirtieron en cuchillas muy afiladas voladoras, que perseguían a Spiderman por todos lados. 

-¡Mghj!-. Llegaron a cortarle un poco a este mientras perseguía al Duende balanceándose. Cuando una de estas cuchillas se acercó a Spiderman, este la cogió. Saltó a un tejado, y se abalanzó hacia el Duende.

-¡AHGJ!-. Los dos atravesaron una ventana de un piso abandonado. 

-¡HM!-. Spiderman intentaba clavarle aquella navaja afilada en la cara al Duende.

-¿¡P-PERO QUÉ HACES!?-. El Duende le dio un puñetazo que lo tiró fuera de allí. -¡TÚ NO ERES ASÍ!, ¿¡QUIÉN ERES!?-. El Duende sacó una pistola y le apuntó. -¡NO ERES SPIDERMAN!-.

Shinji se miró las manos, y rápidamente soltó la navaja. 

-..., Tienes razón...-. Shinji negó.

-Ahhh..., Ahhhh...-. El Duende bajó la pistola. -¿Me vas a dejar irme?-. Preguntó.

Shinji le miró.

-¡¡¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-. Shinji estampó la cara del Duende contra la pared de la casa abandonada.

-A-A-Ahhh...-. Shinji quitó su mano, y el Duende cayó desmayado al suelo.

-¡Nos han dejado un regalito!-. Dijo un policía, comiéndose un donut. El Duende estaba atado a la farola de la calle donde justo estaba la comisaría.

-E-Encerradme por favor...-. Pidió el Duende.

El policía miró a su compañero, sorprendido.

Spiderman miraba entre la lluvia, y se volvió a mirar las manos.

-¿Qué estoy haciendo?-. Se preguntó. -¿Porqué..., Me comporto así?-. Se preguntó. -Ahhh...-. Negó, suspirando. Se fue balanceándose...

Pensando...

En que algo iba mal...

No te pierdas el próximo capítulo...