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Capítulo cuatro.-Amor de mi vida.

Estaban en el baño de mujeres en la escuela...se podían ver dos pares de piernas...daba la impresión de que una estaba recargada sobre la otra.

Se podía ver de igual manera que el cubículo se estaba meciendo...de una forma poco natural.

-Dame más, Kirito. –Pidió una chica.

-Veo que te falta un poco de atención de tu novio.

-Mejor no hables de él, es un fra-ah, es un fracaso de hombre.

Esta chica tenía la falda levantada y la playera desabotonada, además de que no llevaba sujetador...mientras que Kirito solo tenía los pantalones abajo.

Empezaron al mismo tiempo que empezó el receso de media hora que tenían, ya llevaban 20 minutos por lo cual aún quedaba algo de que divertirse.

Varias chicas entraron al baño y notaron los gemidos y que algo se estaba moviendo dentro del cubículo.

Pero ya sabían de qué y quien se trataba...por lo cual hicieron como si nada.

-Ya es la tercera vez que hace eso. –Dijo una de las chicas.

-¿Y ahora con quien será? –Preguntó otra.

-Pues creo que con cualquiera.- Respondió la última.

-¿Y en verdad si es muy bueno? –Daba la casualidad de que una de las tres ya había estado con Kirito en dos ocasiones.

-Sin duda alguna...es algo muy "especial", nadie lo hace como él.

La chica con la estaba Kirito empezaba a gemir más fuerte, no importaba que le estuviera tapando la boca.

-Shh, no tan fuerte. –Regaño Kirito.

-Es que ya me vengo. –Gimió ella.

En ese momento Kirito solo pudo sonreír victoriosamente...lo había hecho de nuevo.

La chica seguía gimiendo y tenía bien abiertos los ojos...finalmente ella había acabado.

Saliendo del baño, Kirito se fijó a ambos lados para ver si había alguien...como no era el caso pues le dio una pequeña nalgada a la chica.

-Veo que te gusto mucho, es normal. –Presumió él.

-En realidad mi novio no me hace sentir nada. –La chica levantó su dedo meñique. –Pero para que digo de ti. ¿Desde cuándo querías?...

-Ya tenía tiempo que lo quería hacer contigo, eres linda y tienes un excelente cuerpo.

-Siendo así...todo esto puede ser tuyo cuando quieras. –Sonrió la chica.

-Créeme que lo voy a querer más de una vez.

Todas las mujeres se preguntaban cuándo es que Kirito tendría algo serio ya que se podía decir que todas las chicas eran sus amantes...pero en sí nunca había tenido una novia.

No es que a alguna le sobraran ganas de ser novio de él...solamente un rato con él compensaría todo el tiempo de noviazgo.

Aunque todo tiene excepciones, a oídos de Liz no llegaba todavía el hecho de que Kirito atacó de nuevo...y ahora en el baño de mujeres.

Solo lo estaba esperando, estaba animándose a tener una "primera cita".

Ir al centro a pasear...pero como amigos solamente.

Aunque en el fondo Liz decía que era una cita...superficialmente solo eran dos nuevos amigos conociéndose únicamente, nada del otro mundo.

Y ahí estaba Kirito, entrando por la puerta. Estaba desfajado y se estaba acomodando el cinturón...pero existía un detalle más.

Cuando Liz lo vio...solo se llevó una mano a la nariz y comenzó a tirar de ella.

¿El por qué?...pues Kirito tenía varios besos con lápiz labial en las mejillas y en la boca.

-¿Qué te pasa, Liz?, ¿estas enojada o en tus días?

-Quizá un poco enojada y decepcionada de ti, Kirito. –Liz le dio su pequeño espejo y un pañuelo. –Mira por ti mismo.

-A ver...ups, olvide revisar ese detalle. –Kirito se limpió y le dio el espejo a Liz. –Gracias por tu ayuda.

-Te odio. –Se limitó a Exclamar Liz.

Aunque quisiera con él...Liz no podía evitar sentir un poco de despreció por Kirito debido a la persona que era.

-Oh vamos, no te pongas celosa. –Kirito tenía ganas de juguetear un poco. –Tú siempre serás mi mejor amiga.

-Pues apenas hace unos días nos hicimos amigos, ¿ya soy tu mejor amiga?

-Absolutamente.

-Pues quizá tú también eres mi mejor amigo.

-Si...debe ser porque soy el único.

Liz le dirigió una mirada fulminante a Kirito mientras el simplemente sonreía.

-¿Y qué vamos a hacer hoy? –Pregunto Kirito con un tono de niño pequeño.

-¿Vamos?

-Sí, ¿no tienes planeado algo?

-Pues... -La pseudo-cita podría estar a la vuelta de la esquina. –Estaba pensando en platicar un rato después de la escuela.

-Después de la escuela...¡claro, no tengo problemas!

-¿Cuándo tienes problemas en estar junto a una chica?

-Ahí está el detalle. No tengo problema...solo algunos inconvenientes.

-¿Inconvenientes?

-Si...pero prefiero no hablar de eso.

Era raro ver que Kirito estuviera serio...pero aun así lo estaba después de decir aquello.

Liz pensaba en que podría tener algo, ¿insatisfacción sexual después de esa última aventura en los baños de mujeres? Probablemente sí.

Por la razón que fuera lo mejor era no seguir preguntando.

Al momento de salir, Kirito platicaba con Eugeo y con Klein.

-¿Y entonces? –Preguntó Klein, impaciente.

-Si me la di. –Sonrió Kirito de forma gloriosa.

-¡Ese es mi espadachín!

-¿Te costó mucho trabajo convencerla?

-En lo absoluto, Klein. Ella cedió de inmediato.

-¿Cuál es tu truco?, ¿Cómo es que lo haces?

-Es simple amigo mío...solo hay que tener encanto y dar a entender que quieres y como lo quieres.

Si sostener relaciones sexuales con las mujeres fuera una competición...Kirito sería el gran campeón indiscutible.

Pero a ciencia cierta nadie sabía que era lo que Kirito tenía o que hacía para hacer que las mujeres cayeran ante él.

Simplemente los rumores hablaban, la curiosidad mato al gato. Toda mujer curiosa, como aquellas chicas que lo escucharon hace un rato, ellas tenían curiosidad de saber si era cierto...por esa misma curiosidad era que caían.

Pero no solo caían, una vez que lo disfrutaban quedaban enganchadas con él.

Las únicas chicas que no tenían curiosidad era Liz y sus amigas...pero eso podía cambiar fácilmente...si es que Kirito lo deseaba así.

Liz se estaba acercando penosa, pero decididamente a el grupo de amigos de Kirito.

-¿Estas lista?

-Pues... -Liz no podía ocultar el rubor de sus mejillas.

Klein quedo más que boquiabierto.

-¡¡¡No!!!, ¡¿enserio?!, ¡¿enserio vas a?!...

-¡No es lo que piensas Klein, no es que haya aceptado ir con él a quien sabe que hotelucho! –Exclamó Liz.

-¿Pe-pero tu si quisieras?

-¡Jamás Eugeo, yo jamás quisiera estar con él!

En el fondo Kirito no estaba lastimado o enojado por el comentario de Liz...ya que ella había sido la de la idea...el solo prendió la pólvora.

-Como sea, ¿nos vamos ya?

-Bueno...¡pero que ellos no vayan!

-Ya escucharon a la señorita, ¡así que piérdanse!

-Luego me cuentas que tal te fue. –Klein le guiñó el ojo a Kirito.

-¡Ya te dije que no es nada de eso!

-Como diga la jefa de grupo. –Klein y Eugeo se fueron por su rumbo.

-Tus amigos son igual de idiotas que tú.

-Déjalos...¿Qué se te ocurre hacer?

-Te dije que simplemente platicar mientras paseamos por ahí.

-Si la señorita lo dice, será mejor que vayamos emprendiendo camino.

Mientras estaban por la ciudad, Liz pensaba en que debía preguntarle a Kirito, pensar en algún tema de conversación o lo que fuera para tener una buena platica.

Pero nada se le venía a la cabeza...hasta que.

-¿Y ahora con quien lo hiciste?

-¿Quieres saber eso?

-Por eso te lo pregunto, bestia.

-Con Haru.

-¡Oye, ¿acaso estás loco?!

Kirito solo hizo la cabeza un poco para atrás y arqueó las cejas ya que estaba bastante confundido.

-¿Por qué lo dices?, si ella no es demasiado "sociable".

-¿No sabes que tiene novio?

-Ah, sí lo sabía. Igual no es la primera vez que me meto con una chica que tiene novio.

-Tú no tienes remedio, ¿verdad?

-Lo que yo tengo simplemente no se puede remediar.

-¿No se puede remediar?

Ahora Liz es la que estaba confundida. ¿Qué era aquello que Kirito tenía?

Y en todo caso, ¿Por qué este no podía tener remedio?

-¿Estas enfermo de?...

-¡No!, nunca me ha dado algo así...solo pensarlo me hace sentir escalofríos. –Kirito tembló un poco.

-¿Y por qué aun así no te cuidas?

-¡JA!, ¿Quién dice que no me cuido?

-¡Pues te la pasas cogiendo con las mujeres, es obvio pensar que no te cuidas!

-No todo es tan malo dentro de mi...lo que hago es por una buena razón...o eso es lo que creo.

Una buena razón. ¿Qué buena razón podía tener Kirito para ser tan promiscuo?

La que fuera seguramente estaría mal...por lo cual mejor no preguntarle en lo absoluto.

-¿Al menos crees en el amor?

-Tú ya sabes la respuesta mejor que nadie...la pregunta es, ¿tu si?

En ese momento Kirito se vio tentado a tomar la mano de Liz...algo que quizá le molestaría un poco.

¿Pero qué diablos?, no podría estar seguro si no lo hacía.

Por lo cual tomó la mano de Liz, la cual se quedó sorprendida al segundo.

-¿Tu si crees en el amor, Liz? –Preguntó de nuevo.

-¿Y-yo?

-Claro...¿o es que estoy hablando con alguien más llamada Liz?

-Me parece que no...¡¿pero por qué tienes que tomarme de la mano?!

-Para romper la tensión, ¿no te parece?

-¡Solo provocas que me tensé más!

-¿Sabes una cosa?, solo deja de andar con rodeos y dímelo de una vez.

Como estaban pasando por una pared, Kirito puso sus manos en ella, encerrando a Liz.

-¡¿Qu-que haces?! –Preguntó ella, alarmada.

-Solo dímelo...¿tu crees en el amor?

-¡Yo nunca voy a creer en tal cosa!

-¿Por qué mientes?

-¡Yo no estoy mintiendo!

-Mejor acepta la verdad y no te engañes a ti misma.

-¡Esta bien, sí que creo en el amor!

-Siendo así...¿me puedes dar un beso?

-¿Po-por qué quieres que lo haga?

-¿Pues qué mejor que me bese la chica que me gusta?

-Ni muerta lo voy a hacer...no es la forma en que se pide.

-Entonces creo que mejor te lo doy yo.

Kirito se fue acercando poco a poco a Liz, ella lo alejó con su mano...pero ver a Kirito mordiéndose los labios era algo que simplemente no soportaba.

-Bu-bueno, ¡pero no es porque me gustes!

Ahora la que se estaba acercando era Liz, y cuando estaba por juntar sus labios con los de Kirito pasó algo que ni ella esperaba.

Kirito le tapó los labios con la mano.

-Deberías ver lo sonrojada que estabas, te veías tan graciosa, nunca me cansare de molestarte.

Kirito se soltó a reír sin despegar las manos de la pared.

Liz estaba muy enojada, por lo cual se iba a desquitar con Kirito después de eso.

Por lo cual le dio una buena patada en la entrepierna.

-¡Hug!

-¡Eso te pasa por idiota!

-¡¿Por qué me pegas ahí sí de eso vivo?!

-¿Crees que eso me importa? –Preguntó Liz muy seriamente.

-Bueno...diablos, la verdad tienes razón.

-No me gusta que jueguen así conmigo, ¡¿te quedó claro?!

-Como el agua...pero ayúdame a levantarme que no puedo.

-Eso te sacas por patán.

Cuando Liz le tendió la mano a Kirito, él la jalo para que se cayera encima de él.

-No me molestaría hacerlo aquí junto contigo, ¿tú que dices?

-¡Muérete, ¿Qué parte de no me gusta que?!...

Liz fue interrumpida ya que Kirito le soltó un beso en la frente.

-Estaba pensando en dártelo en los labios...¿pero qué tal si me mordías?

Después de eso, Kirito se levantó del piso, se sacudió pero notó algo extraño.

Liz estaba sobre sus rodillas, estaba inexpresiva.

-Perdón...creo que me excedí nuevamente.

-La verdad es que te odio tanto...

-Puede que superficialmente lo hagas...pero en el fondo me amas. Ahora levántate de ahí.

Kirito ayudó a Liz a levantarse, y una vez ahí ella le dio un golpe en el estómago.

-Ok...merezco eso.

-¡Eso y más, payaso!

-No...no más que eso.

-Solo sigamos caminando...pero mejor no hablemos de amor, eso es algo tan estúpido.

-No, la verdad es que el amor es algo ya pasado de moda...pero no es estúpido.

-¿A sí, y por qué piensas eso?

-Nuestra generación ya no hace las cosas por amor, lo hacemos porque estamos automatizados, solo piénsalo, ¿Quién ama hoy en día?, si eso fuera verdad mis padres no se habrían separado...pero eso no pudo ser estúpido.

-¿Eso?...

-No es nada...es algo que prefiero no entrar en detalles.

Liz se dio cuenta que los ojos de Kirito estaban llorosos, por lo cual se empezó a preocupar.

-¿Te sientes bien?

-Si...solo es un pequeño asunto mío, no creo que lo entiendas.

La cita terminó tan cortante, Kirito tuvo que mentirle a Liz diciendo que tenía un importante compromiso.

-Sugu...¿Sugu estas en casa?

Pasaron algunos segundos pero nadie respondía.

-¡¿Sugu?!

Nada...solo su propio eco.

Cuando se quitó la mochila, Kirito comenzó a llorar de una manera muy desgarradora, como si se lo hubiera aguantado por años y años.

Algo que no estaba muy lejos de ser verdad.

Se quedó llorando por tanto tiempo que incluso ya ni siquiera tenía lágrimas de tantas que había soltado.

Llegada la noche, Sugu entró a casa y vio a su hermano tirado en el suelo.

-¡Oni-Chan! –Fue corriendo de inmediato a ayudarlo. -¡¿Estas bien, despierta?!

-Sugu...no te preocupes, estoy bien.

-¡¿Qué te paso, que hacías aquí?!

-Prefiero no decirte.

-¿Es por ella?

Kirito solo miró a Sugu con ojos imploraban piedad.

-Ya perdónala...no fue su culpa.

-La perdoné hace mucho tiempo...pero es que. –Kirito volvió a llorar. –Es que ella...

-Ya...ya déjalo, no tiene sentido acordarte.

-Pero no quiero olvidarla...no debo hacerlo.

El gran macho...lloraba por un secreto que tenía, ¿Cuál era?...de sus labios no saldría nunca.

Era algo que ni sus amigos más íntimos sabían. Eugeo y Klein no tenían conocimiento de tal cosa.

La única que lo sabía era Sugu...no por que Kirito se lo hubiera contado. Sino, por que le tocó vivirlo junto con él.

Al día siguiente Kirito estaba muy tranquilo...no hablaba para nada. Tanto así que parecía un moribundo

-Oye Kirito, ¿estas enfermo o por qué tan tranquilo?

-No es nada, Klein...solo me siento cansado.

-Como de costumbre. –Agregó Eugeo.

-Si...pero ahora más de lo normal.

Liz estaba mirando a Kirito e incluso a ella se le hacía más que extraño verlo de esa manera tan tranquila.

-¿Qué creen que tenga? –Preguntó Silica.

-Se me hace que al idiota ya le pegaron algo. –Exclamó Sinon con una sonrisa.

-No seas así, ¿te das cuenta que si él tiene algo me lo va a pegar? –Se molestó Asuna.

-Si lo digo es para que ya no metas con él... ¡pero no captaste la indirecta! –Regañó Sinon.

-Pues lo mejor sería preguntarle. –Agregó Yuuki.

-No es buena idea...ese tipo de cosas son muy personales, además con tal de seguir cogiendo no va a decir la verdad para que no se expanda el rumor. –El argumento de Sinon era más que irrefutable.

-¿Por qué lo odias tanto para desearle esas cosas? –Preguntó Liz de forma compasiva.

-¡El idiota no deja de verme el trasero, me la ha agarrado más de una vez y solo quiero meterle una maldita flecha por la nariz a ver si así se le quita! –Sinon practicaba tiro con arco...por eso el comentario.

Liz miró a Kirito, molesta. Aunque él no estuviera viendo era tanto el enojo de Liz que vaya le penetraba en su ser.

-De repente tengo escalofríos. –Se quejó Kirito al tiempo que se tallaba los brazos.

-¿No será que tienes gripa? –Preguntó Eugeo.

-Estoy empezando a pensar que sí.

Ahora vayamos a otro lado de la escuela, eran 5 chicos los que estaban reunidos. El que parecía ser el líder estaba en recargado en la pared.

-¡Voy a matar a ese cabrón! –Exclamó.

-Tranquilo, seguro y no es verdad.

-Si ella misma me lo dijo, ¡¿Cómo no va a hacer verdad?!

-Y que es lo que se te ocurre.

-Sangre por sangre. Eso es lo único que me viene a la mente...y ustedes van a ayudarme con eso.

A la hora de la salida, se suponía que Liz y Kirito iban a irse juntos ya que pasaban casi por el mismo rumbo...pero para evitarse preguntas lo mejor era irse rápido y en solitario.

Una mala decisión.

Detrás de Kirito venían 5 chicos platicando muy animadamente, casi como si estuvieran jugueteando.

El solo estaba pensando en que pretextos inventarse para desviar las preguntas de Liz al día siguiente...hasta que por fin dejara de preguntar.

-¡Maldita sea, se cayó mi moneda! –Dijo uno de los chicos que estaba detrás.

Fue corriendo hasta detrás de Kirito y efectivamente se agachó por algo...pero no solo eso.

Cuando se le acercó lo suficiente, sacó de su mochila una barra de metal con la cual le dio un cachazo a Kirito en la espalda, tumbándolo al suelo.

Una vez ahí, los otros 4 se acercaron para patearlo en donde fuera, aunque trataba de cubrirse Kirito recibió varios golpes que lo dejaron muy dolido.

-A ver si eso te enseña a no meterte con las novias de los demás. –El líder del grupo tomó a Kirito del cabello y comenzó a golpearlo en la cara.

Cuando finalmente se cansó de golpearlo lo volvió a patear hasta hacerlo escupir sangre.

Ya cuando se iban Kirito decidió echarle más leña al fuego, de todas formas, ¿Qué más podía pasarle si estaba muy golpeado?

-Espero que te haya dicho que lo volvería a hacer conmigo ya que tú la tienes chiquita. –Con dientes ensangrentados, Kirito le dedicó una sonrisa y una buena carcajada.

-Veo que nunca te callas, ¿verdad? –El líder tomó la barra de metal y golpeó a Kirito nuevamente hasta que se cansó de.

Después de unos pisotones, le escupió en la cara y finalmente los 5 tipos se fueron.

-Hijo de perra. –Kirito trataba de levantarse pero no podía...por lo cual decidió arrastrarse para buscar ayuda.

Liz pasaba contoneando el trasero preguntándose que había sido de Kirito, ¿Por qué se había ido como si nada?

No fue hasta que pasó por una calle en donde había un tipo tirado, al principio no le dio mucha importancia ya que podía ser un borracho más...pero conforme se fue acercando se dio de algo.

El uniforme era el mismo que el de su escuela...además de que la mochila le resultaba muy familiar.

Ya cuando se asomó para ver el rostro de esa persona se dio cuenta que era Kirito, cuyo rostro estaba inflamado por los golpes y patadas recibidos.

-Hola Liz, ¿Cómo te va?

Liz estaba tan asustada que no pudo ni gritar del miedo que le daba ver a Kirito así.

-¿Me hechas una mano?...creo que me rompí algo.

Con la mente en blanco, Liz marcó rápidamente a una ambulancia, pero estaba enmudecida completamente, razón por la cual le dio su celular a Kirito.

-¿Acaso el gato te comió la lengua?...¿o es que quieres que te explique qué fue lo que paso?

Una vez en el hospital y de unas horas después Kirito estaba listo para recibir visitas.

Liz entró y solo vio a Kirito con una venda en la cabeza, en el ojo izquierdo y también en tórax.

-¿Por qué algo me dice que estas muy enojada?

-¡No siempre estoy enojada contigo, estaba preocupada por lo que te había pasado!

-Ya se...creó que si me hubiera ido contigo no me hubiera pasado esto.

-¡Me da la impresión de que tú te lo buscaste!

-Y la verdad no te equivocas...fue el novio de Haru.

-¡Ah, pero el señor quería meterse con una chica que ya tenía novio!

-Lo hago por una buena razón.

-¡No puedes justificar tal cosa, nada te da derecho a divertirte con las mujeres!

-No me da derecho...pero si puedo justificarme.

-Hazlo, quiero ver que dices.

Kirito suspiró pesadamente, parecía ser que iba a contar algo que sería muy largo.

-Ya sabes que empecé en secundaria...yo nunca quise tener una vida así...pero no había otra manera para olvidarla.

-¿Olvidar?, ¿Qué quieres decir con eso?

-A Sachi...la que fue y será siempre el amor de mi vida. –Kirito comenzó a llorar. –Yo en verdad la amaba...era la mejor mujer que he conocido jamás...siempre fue buena conmigo, siempre trataba de que yo fuera el mejor hombre que pudiera ser, pero todo acabó en esas vacaciones.

-¿Cortaste con ella?

-No...nunca lo pensé, lo que siempre quise fue casarme con ella, formar una familia y ser feliz a su lado por el resto de mi vida, ¡hasta que le arrebataron!

-No te entiendo, dijiste que no la cortaste pero alguien te la arrebató...¿ella fue la que te cortó?

-¡Ella murió!...fue asesinada. –Liz abrazó a Kirito debido al llanto tan fuerte que tenía. –Me la quitaron...ella también quería casarse conmigo y lo íbamos a hacer en cuanto cumpliéramos los 18...pero se fue, ella me dejo solo.

-¿Por eso te desahogas con todas las chicas?

-Para tratar de olvidarla un rato...era la única manera.

Liz abrazó más fuerte a Kirito mientras él seguía llorando.

Ahora sabía la causa de su adicción a las mujeres.

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Pues justo como se los dije, el capitulo si estuvo fuerte emocionalmente, la historia va a tomar algunos giros que uff papá, la harán muy interesante.

Bueno nos vemos el próximo jueves :D

-Arturo

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