Capítulo cinco.-La fiesta.
Es bien sabido por algunos hombres que si quieres llevar a una mujer a la cama antes debes de pasarla por la pista de baile.
No es casualidad que los hombres que saben bailar en cuestión sean los que justamente tienen un mayor sex-appeal, cosa que no es necesario decir que justamente nuestro amigo Kirito tenía, y tenía muy de sobra.
Nadie sabía en lo más mínimo cuando, como o donde había aprendido a bailar...lo que si sabían es que lo hacía y lo hacía muy bien.
Eso era algo que el mismo Eugeo le envidiaba ya que la chica que le gustaba: Alice, justamente era de esas chicas que una vez que se levantan para bailar simplemente no hay quien las siente.
Y claro, lo que Eugeo más deseaba en su vida era poder bailar toda una noche con Alice, el problema era que no tenía ni la más remota idea de cómo hacerlo.
Incluso Klein sabia, no era tan bueno como Kirito pero eso ya era mucho decir.
Eso era algo que le daba algunos puntos a favor con las chicas por las cuales Kirito no se interesaba ya que una vez que ese maniático le ponía los ojos encima a una chica, Dios sabe que no había quien lo detuviera.
Hacia hasta lo imposible por estar con ella, ya fuera en los baños, si a fiesta tenia cuartos pues en los cuartos, maldita sea incluso una vez el desgraciado lo hizo detrás de los asadores del patio de uno de sus compañeros.
Cuando él estaba "ganoso", lo mejor era que todos los hombres escondieran a sus novias...ya que estas aunque no quisieran al principio, vaya que terminaban cediendo ante él.
Kirito se jactaba de decir que eran sus "encantos naturales", algo que en cierta parte era verdad. Pero la mayoría de las chicas caían "por probar".
Eso mismo le pasó a Eugeo una vez, estaba un poco triste debido a que nuevamente tuvo que soportar que Alice bailara con alguien más que no era él.
Por eso sus copas se le pasaron, Kirito en su intento de aliviar la tristeza de su amigo también se puso demasiado ebrio.
Cosa que para bien o para...sucedió.
-Oh vamos, ya tendrás alguna otra oportunidad. –Persuadía Kirito.
-Sí. Imbécil, para ti es muy fácil decirlo ya que ninguna de las chicas te gusta, a diferencia de a mí. –De estar triste, ahora Eugeo estaba enojado.
-Claro que me es fácil decirlo, ¿pero sabes que no es fácil?
-¿Qué no es fácil?
-Convencerte de que saques a bailar a esa chica de una vez por todas. –Tras eso, Kirito soltó una carcajada sumamente estruendosa.
Eugeo solo lo tomó y comenzó a darle de palmadas en el brazo mientras Kirito seguía riendo y tratando de cubrirse de la mano de su amigo.
-¡No tiene puta gracia, de verdad no la tiene!
-Yo personalmente estoy insatisfecho...no tuve acción esta noche.
-¿Es necesario que la tengas?
-Siempre, si no hago algo con alguna chica se puede decir que no tuve fiesta, incluso compré estas porquerías.
Kirito sacó del bolsillo de su camisa el sobre de un condón y se lo arrogó a Eugeo.
-¡Ah, para que me das esto!
-Para que lo uses con Alice, ¿no es obvio?
Eugeo solo se quedó anclado en donde estaba, cuando Kirito se dio cuenta de esto se quedó pensando.
-¿Qué te pasa?, ¿se te olvido algo en la fiesta?
Eugeo caminó lentamente hasta donde estaba su curioso amigo y tras unos segundos le soltó una pequeña cachetada que por la borrachera no se sintió en lo absoluto.
-¿Y eso? –Preguntó Kirito, tambaleando.
-¡No todos somos tan putos como tú! –La expresión: fenomenal.
-Por Dios, no seas tan marica, al final sé que lo quieres hacer, no de una noche y hasta ahí, tu si eres de esos que se anda con mierdas de amor y mamadas así.
-Tú eres un bruto, jamás entenderías lo que es el amor. –Kirito escondió todo su dolor detrás de una sonrisa.
-Sí, la verdad tienes razón.
Los dos vagaban por la calle, hacia algo de frío, por lo que Eugeo estaba temblando.
Por alguna extrañísima razón, Kirito sintió una muy rara necesidad, nunca antes la había tenido.
Por otra más extrañísima razón, Kirito estaba repasando a su amigo Eugeo...pero no estaba viendo su ropa precisamente o algo por el estilo.
¿Era imaginación suya o de repente Eugeo le parecía atractivo? Era algo en su inocencia que simplemente le estaba llamando.
Ya que, efectivamente, Eugeo era bastante inocente al lado de su amigo que a todas luces...era un cabrón de primera categoría.
Él tenía una pésima condición física, era delgado, acomplejado y casi sin chiste...pero por su lado Eugeo más de una vez lo había invitado a ir a gimnasio para poder ver a las chicas y con un poco de suerte ver cuál de ellas caía.
Razón por la cual Eugeo era tan malo bailando es porque sus piernas no tenían mucha coordinación o flexibilidad ya que se la pasaba entrenando su tren superior.
El punto es que algo le dio...algo que no sabía por qué, pero lo impulsaba a ser "compasivo" con su buen amigo de la infancia.
Razón por la cual se le acercó y lo abrazó.
-¿Qué se supone que estás haciendo? –Preguntó Eugeo inmediatamente.
Con toda la seriedad e incluso un poco de ternura en su voz, Kirito contestó:
-Es que...me di cuenta que estas temblando de frío.
-Esto...
Algo no se podía negar, con ese abrazo Eugeo vaya que no pasaba más frío.
Él tenía el deseo de decirle a Kirito "Ya basta"...pero simplemente las palabras no le salían.
Lo que si le salía era un muy curioso rubor en las mejillas...algo que él sentía a viva piel, cosa que lo apenaba profundamente.
-Sabes...podemos ir a mi casa a pasar lo que resta de la noche. –Kirito miró su reloj y vaya que se sorprendió. -¡Vaya, ya son las 2!
Los dos estaban caminando abrazados de un brazo, estaban recordando viejas anécdotas, pero bastantes viejas.
Recordaban por ejemplo cuando Kirito le dijo mamá a la maestra de kinder, algo que hizo que el pobre chico casi llorara por la burla que le hicieron, incluso Eugeo.
En otra ocasión solo que ahora en primaria, Eugeo estaba orgulloso de que ya tenía novia, pero esas novias de chocolate con la que no se daba besos ni de piquito.
Pero él estaba muy contento con esa niña, la cual era la más bonita del salón.
Aun después de llegar a casa de Kirito seguían bebiendo lo que estaba en la cantina de la casa mientras platicaban más anécdotas.
Lo que estaban tomando era algo bastante conocido por ser una chica muy mala y traicionera...una chica "güera".
Era vodka, y no precisamente de buena calidad.
Era de esos vodkas que para que no quemen la garganta debes llenar un vaso de jugo fuerte y ponerle un piquete de este maldito alcohol.
El problema es que estos dos se lo tomaban "de a pelo" Algo que era una pésima idea...pero que por el éxtasis del momento vaya que poco les importo.
Todo era risas por aquí, risas por allá, era todo juego que Eugeo tiro un florero cuando trato de ir al baño.
Por suerte lo logró...luego de estar riéndose cómo por dos minutos de lo sucedido.
-Mi madre me va a arrancar la puta cabeza, ese florero era de los caros.
-Se lo pago después, creo poder hacerlo. –Suspiró Eugeo después de salir del baño.
Los dos fueron a la sala a seguir con el vino que estaba escondido detrás del gran sillón de la misma.
También pusieron un poco de Pop-Rock, que era el género favorito de ambos, cosa que debían agradecerle muy profundamente a la tía de Eugeo.
Estaban cantando y disfrutando de su buena amistad...pero quieras que no, el sueño llego.
Apagaron la música, acomodaron las botellas que aún tenían un poco de vino y tiraron las vacías, que por cierto, eran la gran mayoría.
Estaban ya tan agotados, eran las 5 de la mañana, hacia un puto frío que simplemente les congelaba los huesos.
Era gracioso ya que mientras algunas personas se estaban levantando para trabajar o para hacer ejercicio...estos dos estaban apenas con intenciones de dormir.
El rostro de Eugeo simplemente estaba tan demacrado por lo cansado que se notaba. Digo, estaba con unas ojeras de pesadilla, sus ojos estaban por ningún lado y daba la impresión de que ya no podía con su propia alma.
Aun así de todo eso...Kirito seguía pensando en que a su amigo no le faltaba el menor atractivo.
Un calor empezaba a brotar dentro de su cuerpo, algo que no entendía.
-Oye y donde se supone que vamos a...
Cuando Eugeo volteó a ver a Kirito se dio cuenta inmediatamente...simplemente se leía en sus ojos que la bestia había sido liberada.
-Bien...por probar estaría bien. –Es sus palabras no había análisis alguno, simplemente ebriedad.
Los dos se abrazaron mirándose de frente, primero fueron caricias, ya luego fueron los besos y mientras ambos se acostaban en el sofá se comenzaron a quitar la ropa.
Sin duda cuando Kirito sentía hambre de su gran apetito sexual y cuando le daba hambre la saciaría con lo primero que se le cruzara.
Así fuera su mejor amigo desde hacía casi 10 años, pero bueno la experiencia fue confusa y a día de hoy ninguno de los dos recuerda que paso exactamente aquella noche.
Ambos fueron pasivos y activos ya que se turnaban para probar de todo lo que hubiera en aquel curioso "banquete".
Solo despertaron a las 12 de la tarde con una resaca de mil demonios. Kirito sentía algo de dolor en el cuerpo y Eugeo inexplicablemente se sentía sumamente alegre.
Lo mejor es que nadie sabía esta historia ya que ambos lo olvidaron por completo y hasta eso que amanecieron vestidos.
Eugeo solo tenía vagos recuerdos pero estaba muy convencido de que solo había sido un muy extraño sueño.
Ya un poco más actualizados, los dos tenían una nueva fiesta, algo que iba a ser simplemente fenomenal.
Una fiesta estilo disco de los años 80, iba a ver música de todas las épocas, un viaje en el tiempo a través de la música.
Cosa que emocionaba a los 3 amigos, ya que Klein también iría.
La que no estaba tan emocionada que digamos era Liz, que no iba ir a la fiesta ya que pues...no quería que Kirito se pasara de copas y pusiera de pretexto que estaba borracho para poder manosear a Liz...o incluso algo mucho peor.
Apenas había dado su primer beso, que fue robado por un tarado. Ahora no quería que su primera relación sexual también fuera robada por el mismo tarado solo que ahora ebrio...sería peor todavía.
-¿Ya tienes todo preparado para esta gran noche? –Preguntó Klein.
-Decir que no sería algo impropio de mí. –Presumió Kirito.
-Escuche que acabara algo noche, a eso de las 2 de la mañana, lo mejor es ir descansados. –Precavió Eugeo.
-Sí, sí, sí, eso más que fundamental. –Los tres amigos estaban listos para la noche.
Por el lado de las chicas las únicas que irían iban a ser Yuuki y Asuna, la primera obligada por la segunda pero no de una mala manera.
Yuuki no quería ir ya que bailar ritmos agitados era malo para su espalda, pero también quería ir a divertirse un poco y a vigilar a su amiga.
Asuna podía llegar a pasarse un poco con las copas, y si Kirito no pasaría la noche con ella sería como arrogar una moneda al aire ya que podía salir como podía salir terriblemente mal.
En lo único que Yuuki tenía confianza de Kirito es que si él iba de fiesta con Asuna la cuidaba como nadie.
Era lo único rescatable de ese chico.
-Ya quiero que sea la operación para poder bailar, jugar y divertirme contigo Asuna. –Lamentaba Yuuki.
-Cuando estés bien podrás hacer muchas cosas, pero lo mejor será esperar hasta entonces, ¿Cuánto falta todavía para la operación?
-Faltan poco menos de 4 meses. –Pasaron tres semanas desde la paliza que le dieron a Kirito para que él pudiera estar de nuevo en fiestas y disfrutando de las mujeres como siempre solía hacer.
Algo que sin duda alguna le fastidio mucho a Liz, ¿Cómo es posible que después de una paliza no entendiera?
-Seguramente el muy idiota no va a entender hasta que le contagien algo...pero espero que no le pase. –Pensaba Liz.
-¿Por qué ustedes no van a ir? –Preguntó Asuna.
-A mi casi no me gusta salir de fiesta. –Dijo Liz.
-Mis padres no me dejaron ir porque era muy noche. –Contestó Silica.
Sinon, por su parte estaba callada, solo miro a otro lado con desdén.
-Ni que me importaran las fiestas a la que va ese idiota. –Respondió, finalmente.
-Ok...pero no es solo por él, ¿en general por que no quieres ir?
-No tengo ganas eso es todo. –En el fondo Sinon no iba si Kirito si, muy seguramente el desgraciado se trataría de propasar con ella manoseándola.
-Oh vamos Silica, diles con iras con nosotras. –Asuna quería que fueran las más que se pudieran.
-Pues ya hoy es la fiesta y no creo poder alcanzar, creo que será para la próxima.
-Ni modo, ¿Qué le podremos hacer? Solo me queda ir con Yuuki, ¿no es así? –Asuna abrazó a su buena amiga.
-Pues ya que, igual si Silica iba tendría que cuidar de las dos. Tu que no te pases con las copas y ella que no se pierda. –Yuuki soltó una risa.
-Oh vamos, no sean así conmigo. –Pidió Silica.
-Es que te sobreprotegen demasiado, debes ser un poco más libre.
-Si te soy sincera...las dos tienen razón. –Para que Liz lo dijera...vaya que Silica tenía un problema.
-Hmp...pues quien sabe.
Yuuki trataba de ocultar que estaba emocionada por la fiesta, casi no salía a muchas y de esta se tenía unas enormes expectativas.
Aunque tratara de ocultarlo, simplemente no podía. Una sonrisa pequeña o grande se esbozaba en su rostro a cada momento del día.
Podía estar pasando por una pésima racha pero aun así esa emoción no se iba a desvanecer ni de lejos.
Esa emoción la notó Sinon de inmediato.
-¿Por qué no has dejado de tener esa babosa sonrisa? –A ella le molestaba un poco la emoción de Yuuki.
-Oh, no es por nada. –No pudo aguantar más y soltó una risa. –Solo estoy alegre, ¿tú no lo eres?
-Claro que lo soy...pero no sé cómo puedes estar tan alegre de ir a una simple fiesta.
-No es una "simple" fiesta. Es "la fiesta".
-¿Qué diferencia hay?
Sinon se mantenía siempre indiferente a la alegría de sus dos amigas, algo normal.
-Solo espero que Asuna no te de problemas.
-No creo que lo haga...además de que la tendré sumamente vigilada.
Sinon hizo una mueca de desaprobación.
-Sera mejor que la encadenes a ti, se va a ir corriendo a ese idiota.
-Ella no es así, no es una buscona.
-Con otros no...pero con él.
Yuuki se estaba empezando a molestar, los comentarios de Sinon se le hacían muy fuera de lugar e inapropiados para su amiga.
-¿Por qué estas enojada? –Preguntó Yuuki, finalmente.
-No es por nada, como dijiste tú.
Ahora Yuuki se puso muy seria.
-En verdad Sinon, si tienes algo puedes decirme que es. –Yuuki tomó de las manos a Sinon para mostrarle que la apoyaba. –Dime por favor, ¿Qué tienes?
-No te lo puedo decir, es algo muy personal.
-Bueno...si te molesta que te lo pregunten entonces mejor no continúo.
Yuuki se fue con Liz la cual estaba platicando muy animadamente con el resto de sus amigas.
Ahora ella estaba sola, pensativa...¿Por qué se molestaba tanto en que sus amigas se fueran a divertir un rato?
La respuesta era algo muy simple...pero a pesar de esa simplicidad que tenía, el asunto la dejaba bastante indiferente, incluso un poco molesta.
Ya por fin era de noche, los chicos bajo el uniforme tenían la ropa que se iban a poner, incluso la camisa chamarra que Klein se iba a poner estaba en su mochila.
Los tres se fueron lo más rápido posible en el auto de Klein.
-¡Písale, cabrón! –Exclamó Eugeo.
-Estas pero si bien zorra, es mi jodido auto. –Regaño Klein.
Kirito solo estaba en el asiento de atrás muriéndose de risa mientras sus dos amigos peleaban.
-¡Si idiota, el puto auto es lo de menos, ¿Qué tal si ustedes dos pendejos se matan si chocamos?! –Farfulló Klein.
-Ya deja de ser un maricón y maneja más rápido. –Sentenció Eugeo.
En una graciosa ocasión para Eugeo y Kirito, una patrulla pidió que Klein se detuviera por pasarse un alto...el problema es que habían estado bebiendo y lo único que se les ocurrió fue irse cagando de ahí.
Casi chocan en más de 5 ocasiones por eso mismo, afortunadamente los 3 lograron escapar.
Klein no lo recordaba de una manera tan graciosa ya que él estaba muy asustado de que le fueran a quitar el auto, en su casa lo despellejarían vivo por hacer tal estupidez a pesar de que el auto fuera completamente de suyo.
Por eso mismo Klein mejor no hacía caso a las sugerencias de conducción de sus dos amigos.
Yuuki y Asuna había llegado ya, eran las 9 exactas, momento el cual empezó la fiesta...aunque lo chistoso es que casi no había gente.
-¿Si era a esta hora? –Preguntó Yuuki.
-Pues el pase que compre dice que si... -Las dos chicas habían llegado en taxi después de pasar a casa de Asuna para arreglarse y maquillarse.
Yuuki sentía las miradas de los hombres sobre ella, sin duda alguna junto con Asuna eran las que más resaltaban de las chicas que habían.
Asuna que estaba un poco más acostumbrada a eso no le tomó ni la más remota importancia...pero Yuuki se sentía nerviosa ya que no le agradaba nada la sensación de ser observada.
El punto culminante fue cuando un chico que pasaba, le chifló.
-No mames wey que buena vieja. –Le comentó a un amigo con el que iba. –Mira nada más que buen culo.
Yuuki abrió los ojos, sorprendida. Se puso las manos en el trasero para tratar de tapárselo.
Asuna sentía un poco de gracia y pena a la vez por su amiga.
-Calma, es un cumplido. –Dijo Asuna.
-Pero no es la manera. –Yuuki estaba sonrojada.
El chico solo soltó una pequeña risa que Yuuki alcanzo a escuchar, no le faltaron ganas para reclamarle algo...pero podía arruinarle la noche a Asuna.
-¿Entonces solo es un cumplido? –Preguntó, inocentemente.
-Pues sí, te acostumbraras a que te los digan, la verdad es que eres linda y de buen cuerpo.
-Hmp, no es consuelo que me lo digas.
Los chicos llegaron a las 9:40, momento en que la gente se había conglomerado bastante.
-Justo a tiempo. –Expresó Kirito apenas bajo del auto.
Aquellos dos aún estaban peleando por lo prudente que se debía manejar.
Pero apenas vieron el ambiente de la fiesta y se les paso de inmediato.
El salón era lindo, la pista de baile era enorme, estaba techado y cerrado, solo con ventanas abiertas para que pasara el aire veraniego.
-¿Tienes todo lo necesario para esta noche? –Preguntó Klein.
-Claro que sí, hay barra libre hasta las 12, va a estar hasta su puta madre pero si nos logramos colar por mi perfecto.
-¿Qué se supone que va a pedir mi estimado? –Adelantó Eugeo.
-En si...lo que sea pero que sea fuerte. –Presumió Kirito.
Los tres chicos llegaron a la entrada y pasaron a la fiesta en donde daba la impresión de que nada sería tranquilo.
Yuuki estaba sentada junto con Asuna, cuando el ambiente mejorara se pondría a bailar con ella.
Todavía estaba un poco apenada por el comentario que había recibido hacía apenas unos momentos.
Asuna se percató al instante de esto.
-Oh vamos, no te lo tomes mal. Sé que no es la manera en que se debe decir pero al menos se dan cuenta que eres bonita. –Consoló.
-No es algo que me haga sentir más animada en todo caso.
La fiesta en si había empezado de una vez, ya todos estaban en la pista de baile haciendo lo único a lo que habían ido muchos: bailar.
Otros, (por ejemplo Kirito), estaba besándose ya con una chica a tan poco de haber empezado la verdadera fiesta.
-¡Ya es hora de ir a bailar! –Exclamó Asuna, emocionada y tomando la mano de Yuuki para levantarla.
-Si pero que no sea algo muy movido. –Advirtió ella.
El comienzo fue algo sencillo, lo que en toda fiesta, (mexicana), no puede faltar: un poco de bachata.
Nota: situó la historia en México ya que al momento de transcribirla para publicarla como libro original es más fácil y no tener que estar cambiado casi todo el trasfondo del libro, (ya me paso una vez :'v).
Recordemos lo que se mencionó al principio del capítulo: aquel hombre que sepa bailar tiene bastante más sex-appeal que uno que no sabe.
Y justamente eso es lo que le sucedía a Kirito ya que estaba bailando no con una, sino con dos mujeres que eran amigas.
Eugeo estaba viendo por todos lados si había ido Alice, le faltó valor para preguntarle si vendría.
Klein también estaba bailando con una chica, se la estaba pasando mejor que Eugeo sin duda alguna.
Las que también no estaban faltas de diversión eran las dos amigas: Asuna y Yuuki, que por cierto no se quedarían bailando juntas por mucho tiempo.
Dos chicos tal vez un año mayor que ellas llegaron a su lado.
Uno a todas leguas se veía que era un hijo de toda su puta madre...pero el otro se veía incluso un poco serio, justamente fue este quien se dirigió a Yuuki.
-¿Qué tal señorita?, ¿puedo bailar con usted?
-Pues... -Cuando Yuuki volteó a ver a Asuna...esta ya se estaba besando con el otro sujeto. –Bueno...solo te digo que soy una chica frágil.
-No te preocupes, la tratare como a la Reina Isabel.
Es curioso, nadie fuera de sus guardias o de la misma realeza británica puede tocar a la reina, no estoy seguro pero en caso de que lo hagas te pueden meter a la cárcel.
Eso estaba traducido para Yuuki como: tranquilidad. Al menos tenía la certeza de que estaba con un buen muchacho y que no la tocaría sin su consentimiento.
Ya pasado un rato Kirito estaba un poco cansado, razón por la cual mejor se fue a beber mientras platicaba con sus amigos.
-Oye Eugeo, te noto un poco preocupado, ¿te pasa algo? –Preguntó Kirito.
-Lo que pasa es que no veo a Alice. –Respondió, con un aire de insatisfacción.
En ese preciso instante paso alguien enfrente de ellos. Era una chica de no más de 20 años, simplemente era de muy buen cuerpo y bastante linda.
-¿Ya viste a esa chica de ahí? –Preguntó Klein.
-Algo me dice que él la vio antes que nadie. –Respondió Eugeo.
-Esto es cuando un hombre se separa de ser un niño. –Kirito se levantó inmediatamente, no le importaba que estaba cansado, lo único que importaba era llevar a la cama a esa chica.
-¿Te esperamos o nos vamos? –Cuestionó Klein.
-Les aviso, no se preocupen.
La chica estaba vestida de tal manera que parecía que tenía un letrero diciendo: "Solo de una noche". Razón por la cual Kirito llego y la tomó de la cintura.
-Parece que un pequeño canario se perdió, ¿Qué haces en una fiesta como esta? –Kirito iría inmediatamente al ataque.
-Algo me dice que ese pequeño canario eres tú, ¿si sabes que lo que hacemos es ilegal? –Cuestionó la chica.
-Dime la verdad entonces, ¿eres policía?
-No.
-Yo tampoco, ¿así que algo nos impide divertirnos un poco?
-¿Cuántos años tienes, jovencito?
-Oh vamos, no me hables como si fueras mi madre...aunque la verdad es que si soy joven pero déjame decirte que lo hago mejor que los de tu edad.
-Demuéstramelo.
-¿Qué tal si antes bailamos un poco?
-Trato hecho.
Esa seguridad con la que Kirito había hablado era la que logró convencer a la chica de no mandarlo a volar.
Eso y además de que no tenía nada que temer, cualquier cosa que dijera era verdad.
Asuna había hecho una pausa de bailar con aquel chico para estar con Yuuki un rato, era la música favorita de ambas.
Mientras las dos chicas bailaban, Asuna vio que Kirito estaba con una chica más grande que él.
Algo que le hacía mucha gracia ya que se veían muy ridículos en como una dama ya formaba bailaba con un mocoso.
Pero vaya que estaban bailando demasiado bien...tanto así que un poco de celos le daban a Asuna ya que su acompañante no era el mejor que digamos.
La que se la estaba pasando de maravilla era Yuuki. El chico era sumamente respetuoso con ella y cuando la pieza era muy romántica le pedía permiso para poner sus manos en su cintura o en su espalda.
Pasado un rato y ya cuando los dos estaban cansados de bailar era hora de lo que Kirito estaba esperando.
-Demostraste ser bueno bailando, ¿pero qué tan bueno eres en acción?
-Déjame decirte que soy un oficial con mucha artillería.
-Bien, vamos a mi auto.
Y así fue que los dos estaban tomados de la mano con dirección al auto de la chica. No era ni de lejos la primera vez que Kirito hacía eso, sería la octava por lo menos.
La chica estaba tardando un poco para abrir el auto.
-¡Date prisa, date prisa! –Kirito se estaba quitando ya la playera y se estaba desabrochando el cinturón.
-Se nota que eres todo un calenturiento, normal a tu edad mi niño.
-¿Quieres saber cómo me conocer?
-Dime como. –El auto fue abierto.
-El espadachín negro.
Kirito recorrió rápidamente los asientos lo más adelante que pudo mientras la chica se quitaba el vestido.
Vaya que atributos no le faltaban en lo más mínimo, al fin y al cabo ya era toda una dama.
Finalmente Kirito se quitó el pantalón y de lo ansioso que estaba, simplemente hizo a un lado la braga para entrar en ella.
-Vamos, follame. –Pidió ella.
Las embestidas de Kirito eran lentas debido al espacio en el que estaba.
-¿Ya ves que no era tan niño como pensabas?
La chica respondió con un gemido.
El auto se movía salvajemente, por suerte estaba en una parte lejana del estacionamiento.
Y así pasaron 5 minutos hasta que la chica tuvo el primer orgasmo.
-Pensé que serías un hueso más duro de roer. –Exclamó Kirito totalmente victorioso.
-¿A ti te falta mucho?
-Ni siquiera estoy calentando.
La chica solo sonrió y comenzó a besar a Kirito.
Pasaron 40 minutos hasta que Kirito dijo "Ya basta", su espalada estaba cansada por la posición en la que estaba y por el poco espacio que había.
Pero la chica estaba bastante satisfecha.
Ella se estaba poniendo nuevamente el vestido mientras Kirito fumaba afuera del auto.
-Sabes...solo eres un pinche chamaco cabrón.
-Pero igual te gusto, no te hagas. –Sonrió.
-Tenías razón cuando dijiste que lo hacías mejor que lo de mi edad, con esas te puedes dar a cualquier chica.
-Participe en un sex-tape, no te sorprendas si...
-Pero cuídate, eres joven y no vayas a cometer ninguna estupidez. -Kirito se quedó sin palabras.-Te lo digo porque sé más que tú, una de mis amigas quedó embarazada y nunca supimos quién fue el padre.
-Entiendo...hare lo que pueda.
-Suerte, me gustó mucho. –La chica se levantó y le dio un beso a Kirito de tal manera que le robó el aire.
-Wow.
En la escuela.
-¡Eres un cabrón! –Exclamó Liz.
Kirito estaba risa y risa.
-¿Pues querías que te contara?, eso hice, ¿no sé por qué te enojas?
-Era una vieja que ni conocías, ¿Cómo se te ocurre cogerte a una de universidad?
-Puede ya trabaje, quien sabe.
-Eres simplemente imposible, y lo peor es que no tienes remedio.
-Pero ya vez. –Kirito le dio un beso en la frente a Liz. –Y así te gusto.
Liz solo se pudo sonrojar. -¡Ca-claro que no me gustas, estás loco si piensas eso!
-¿Por qué no mejor eres mi novia?
-¡Ni aunque fueras el último hombre en la tierra!
-Si que quieres.
-¡Claro que no!
-¿En el fondo?
-¡En el fondo te odio aún más!
-Ya mejor dilo, no te cuesta nada.
-¡Ay, ya cállate!
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Hoston...we have a problem.
¿Recuerdan que en el segundo capítulo les dije que la historia no iba a tener el típico final de este tipo de historias?
pues...
odio reconocer que el final podría ser un tanto genérico, pero es que una vez que lo lees te das cuenta que estas historias acaban mejor con un final feliz, (Siento que si le daba un final malo ustedes mi iban a linchar :'v)
pero bueno, de todas formas subiré el final malo para hacer una "votación" y ver cual se queda como final canónico, (¿Saben si se hacen votaciones aquí en wattpad? :V)
así que nos vemos el jueves.
-Arturo.
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