Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7: Gratitud

Al día siguiente me desperté con cierta preocupación, ya que anoche cuando llegué Zack no se encontraba en casa. Se fue del bar sin despedirse y mantuvo su celular apagado toda la noche.

Tenía miedo de que algo malo le hubiese sucedido...

Después de arreglarme me dirigí a la cocina para preparar mi desayuno; pero, al llegar allí, me encontré con algo inesperado o, mejor dicho, con alguien...

—¿Qué haces aquí? —indagué, confundida y ligeramente descortés.

—Hola —saludó amablemente una de las chicas que estaba anoche en el bar, concretamente la del cabello castaño y rostro angelical—. No sabía que vivías con Zack...

Era la chica que estaba interesada en él...

—Sí, así es... —respondí con una sonrisa forzada—. Él... ¿te trajo? —pregunté con temor de escuchar la respuesta.

—Sí, pasé la noche aquí —contestó y yo sentí como si un balde de agua fría me hubiese caído encima.

—Entiendo... ¿Ya desayunaste? —indagué, forzando la sonrisa nuevamente en un débil intento por fingir que todo estaba bien. Ella, por su parte, se limitó a negar con la cabeza a modo de respuesta.

No mentiré.

¿Estaba celosa? Sí.

¿Me sentía dolida? También.

¿Quería que aquella desconocida de rostro adorable desapareciera de mi vista? Obviamente.

Pero no podía maltratarla. Ella no tenía culpa alguna, así que debía ser amable.

—Por cierto, olvidé presentarme. Soy Bonnie —dijo con una sonrisa.

—Es un placer. Yo soy Phoebe —respondí con el mismo tono aflable.

—Lo sé. Caleb habló mucho de ti anoche —comentó mientras yo servía jugo en dos vasos.

—¿Ah, sí? ¿Y Zack? —indagué con curiosidad, ofreciéndole la bebida.

—Gracias —emitió al recibir su jugo—. Pues... Zack no habla mucho... —contestó con una sonrisa nerviosa.

—¿Aún sigues aquí? —inquirió una tercera voz.

—Zack... —musitó.

—Zack, ¿quieres jugo? —le ofrecí para relajar el ambiente porque, a juzgar por su expresión, no estaba muy contento de ver a Bonnie.

—Pensé que cuando saliera del baño ya te habrías ido —me ignoró olímpicamente.

—Y ya me iba... pero Phoebe me invitó a desayunar... —se justificó, nerviosa ante la penetrante mirada de Zack.

—Es cierto, Zack. Yo la retuve. Ella quería irse, pero yo le pedí que se quedara —mentí para defenderla. Por alguna razón no me caía mal esa chica. Supongo que teníamos algo muy importante en común...

—¿Ahora son amigas? —replicó, incrédulo y... ¿molesto?

—Pues... —balbuceé, desviando la mirada.

—Me da igual —me interrumpió—. Y a ti... —dejó la frase suspendida, depositando su oscura mirada en la chica de frágil complexión que nos acompañaba.

—Bonnie —completó por él.

Dios, la había traído a su casa, había tenido sexo con ella y, ¿ni siquiera tenía la delicadeza de recordar su nombre?

—Bonnie... —repitió—, te pediré amablemente que cuando te tomes tu apetecible jugo te vayas de mi casa y no regreses —gruñó con fingida amabilidad, provocando que los ojos cafés de la chica se humedecieran.

—No tienes que hablarme así... Ya me voy... —le informó con un hilo de voz, bajando la mirada, gesto que provocó un dolor opresivo en mi pecho.

A pesar de que había logrado algo que yo anhelaba y por mucho que me esforzara no podría lograr, sentía empatía por ella.

—Gracias por el jugo, Phoebe —se dirigió a mí con la mirada triste, logrando conmoverme.

—Te acompaño a la salida —me ofrecí, guiándola—. Lo siento... A veces es un idiota... —murmuré en el umbral de la puerta para consolarla. Ella simplemente esbozó una pequeña sonrisa y luego se marchó—. ¿Se puede saber por qué carajos la trataste así? —exigí una explicación, retornando a la cocina para enfrentar a Zack.

—Es increíble tu facilidad para hacer amigos. La viste 5 minutos y ya la tratas como si la conocieras de toda la vida —comentó con sarcasmo.

—No, al que conozco de toda la vida es a ti y no te reconozco, Zack. ¿Se puede saber qué te pasa? —repliqué, ceñuda.

—No me pasa nada —contestó en un gruñido, rodeándome para evadir el asunto.

—¿O sea que así tratas a todas las chicas con las que te acuestas? —refuté entre el escepticismo y el sarcasmo, siguiéndolo de cerca mientras él se dirigía a la sala de estar.

—¿Cuál es tu interés en las chicas a las que me follo? ¿Te molesta que lo haga? —inquirió, girándose de pronto y quedando muy cerca de mi rostro, lo cual me hizo retroceder un paso, puesto que su cercanía repentina logró intimidarme.

—Yo no dije eso... —respondí con un ligero balbuceo, tragando en seco, nerviosa.

—Entonces déjame en paz —exigió con el entrecejo hundido.

—¿Traes a una desconocida a nuestra casa para tener sexo y pretendes que no diga nada? —rebatí, indignada.

—Repito la pregunta: ¿tienes algún problema con eso? —indagó con cierta altanería, arqueando una ceja.

—No... —mentí, ligeramente titubeante—, pero pensé que respetarías nuestro hogar... —agregué, ceñuda—. Pero bueno, como todos hacen lo que les da la gana yo también comenzaré a traer chicos aquí, así todo será más justo —anuncié para provocarlo y un brillo extraño cruzó por su mirada mientras tensaba visiblemente la mandíbula. Sin embargo, a pesar de lo irritado que lucía, se mantuvo en silencio.

—Haz lo que quieras —gruñó después de varios segundos, tomando las llaves de su moto sobre la mesita del centro para luego largarse.

—¡Zack, espera! —llamé su atención al ver su mano vendada—. ¿Qué te pasó? —pregunté con preocupación.

—Digamos que la noche fue más salvaje de lo que esperaba... —se limitó a responder con tono venenoso, dando media vuelta para después marcharse.

—¿Por qué te gusta ese idiota, Phoebe? —dije entre dientes mientras tomaba asiento en el sofá, tirando de mi cabello, frustrada.

><><><

Cora Thompson, la amiga que había hecho en el lugar en el que estuve encerrada durante los últimos meses, me había citado para vernos hoy, puesto que desde que abandoné su lugar de trabajo no habíamos sabido mucho una de la otra.

—Hola, Cora —saludé al llegar a la cafetería en la que me esperaba.

—Llegas tarde, Phoebe —comentó.

—Lo lamento. Tuve un contratiempo en la mañana... —me excusé, rememorando mi horrible discusión con Zack.

—¿Ese contratiempo tiene pene? —indagó, arqueando una ceja con un brillo travieso en sus exóticos ojos grises.

Cora, a sus 40 años, era una mujer sumamente atractiva. Siempre se vestía de forma elegante y a la vez profesional. Usualmente llevaba su cabello castaño recogido; sin embargo, hoy lo traía suelto, cayendo este hasta la mitad de su espalda, dándole un aire juvenil.

—¡Cora! —exclamé, cubriendo mi rostro, avergonzada.

—Phoebe, fui tu psicoterapeuta durante muchos meses... No debes sentir vergüenza conmigo —me recordó.

—Pues no creo que la palabra "pene" sea muy ética —opiné, divertida.

—Hoy no estoy aquí como tu psicoterapeuta, sino como tu amiga —rebatió con suavidad—. Quería saber cómo estabas... Desde que te fuiste no hemos hablado mucho...

—Lo sé... Lamento no haberte llamado con la frecuencia que merecías... —me disculpé con sinceridad—. He estado un poco ocupada.

—Tranquila —dijo, tomando mi mano cariñosamente—. Sé que esos dos están haciendo un buen trabajo contigo... Estás muy bonita. El piercing y los tatuajes te quedan muy bien, por no mencionar el naranja en tu cabello. Siempre has sido una chica linda, pero el nuevo look realza tu belleza.

—Gracias, Cora. Estoy diferente, pero no sé si estoy mejor... —repliqué, depositando la mirada en la mesa mientras una camarera nos traía dos capuchinos que mi amiga había pedido.

—No digas eso, Pheebs. Claro que tu nueva vida es mejor que la anterior... —refutó con suavidad—. ¿Acaso olvidaste todo lo que viviste...?

—No, claro que no... —musité con los recuerdos tan vívidos como el día que tuvieron lugar.

—Recuerdo cuando te encontré... Eras solo una adolescente... sola y desamparada... Estabas...

—Destruida... —completé por ella con una sonrisa amarga.

—Sí... —coincidió en voz baja—. En ese entonces había acabado de perder a mi hija en ese accidente... —rememoró con ojos vidriosos—. Ella solo tenía 16 años... Luego, cuando pensé que ya nada tenía el menor sentido, te encontré... —agregó, acariciando con su pulgar el dorso de mi mano y esbozando una pequeña sonrisa que hacía contraste con sus ojos humedecidos—. Fuiste la segunda oportunidad que la vida me dio, Phoebe... —continuó, dejándome sumamente conmovida—. Fue como si mi pequeña te hubiese puesto en mi camino para que no perdiera el rumbo... Cuando te conocí prometí que te ayudaría a salir adelante... justo como tú lo hiciste conmigo...

—Y cumpliste tu promesa, Cora —respondí—. Si no hubiese sido por ti, yo... —proseguí con un hilo de voz.

—Bueno, ya. No hablemos de cosas tristes. Todo eso ya pasó —dijo, secando el rabillo de sus ojos grises.

—Tienes razón —hablé, imitando su acción.

—Mejor cuéntame quién fue el causante de tu retraso. Fue uno de los dos chicos, ¿cierto? —indagó, bebiendo un sorbo de su capuchino.

—Fue Zack —contesté finalmente.

—Zack... —repitió—. Ese es el de los ojos negros, ¿no? —dijo y yo asentí—. El chico que te gusta... —canturreó, provocando que me sonrojara—. ¿Y por qué te retrasó?

—Bueno, ahora estoy viviendo con él porque, como bien sabes, no puedo regresar a mi antigua casa... Y hoy en la mañana tuvimos una discusión muy fuerte —narré.

—¿Cuál fue la razón? —preguntó, curiosa y analítica a la vez.

—Otra chica —respondí, desganada.

—Interesante... —comentó, bebiendo otro sorbo con interés.

—Realmente te gusta esto, ¿cierto? —repliqué; ceñuda, pero divertida.

—No negaré que prefiero que tus problemas sean amorosos y no los que tenías antes... —aclaró—. Ahora sufres como una chica de tu edad. La carga que llevaste estos últimos años era demasiado pesada para ti...

—A veces me pregunto cómo logré sobrevivir... —murmuré, depositando la mirada en la mesa.

—Hey —tomó mi mentón para que la observara—, todo eso ya pasó... Ya no eres la chica de ese entonces. Ahora eres una Phoebe fuerte y renovada, capaz de enfrentar lo que sea... incluso una discusión con Zack —añadió con tono bromista—. Entonces discutieron por otra chica...

—Bueno, ya ni siquiera sé por qué discutimos... —continué, confundida—. Él llevó a una chica a la casa, pero la maltrató. Yo le pedí una explicación y el desvió el tema diciendo que me importaban las chicas con las que estuviera... Le dije que no, pero también que iba a llevar chicos a la casa y él se largó, enojado —parloteé sin respirar siquiera.

—Ese chico es un dilema ambulante —opinó Cora.

—¿Verdad que sí? —coincidí.

—Y le gustas... —concluyó.

—¡¿Qué?! —chillé—. ¡No, claro que no! —aseguré.

—Sí le gustas —insistió.

—Me trató súper mal, Cora. Es obvio que no le gusto.

—La forma en la que te trató no estuvo nada bien, pero estoy segura de que le gustas —enfatizó.

—¿Por qué lo dices? —pregunté.

Después de lo que Caleb me contó y de la forma tan fría en la que Zack me solía tratar no pensaba que pudiera quererme; pero una parte de mí albergaba una pequeña esperanza.

—¿De quién fue la idea de que vivieras con él? —indagó.

—Fue suya.

—¿Lo ves? Quiere tenerte cerca de él —opinó.

—No, no es eso —descarté la idea—. No tenía dinero ni un lugar donde vivir. Caleb podía ofrecerme su casa, pero no les agrado a sus padres, así que Zack se ofreció porque no había opción. Estoy segura de que extraña su privacidad.

—¿Desde que vives con él ha llevado a alguna chica a la casa? ¿O tienes idea de si es algo que hace con frecuencia?

—En el poco tiempo que llevamos viviendo juntos nunca ha llevado a nadie —contesté, pensativa—. Y con respecto a tu segunda pregunta... No estoy muy segura...

—¿Recientemente tuvieron alguna pelea? ¿Hubo alguna disputa entre ambos por la que él quisiera desquitarse? —inquirió.

—No, Zack apenas me dirige la palabra.

Ante mi respuesta Cora se quedó en silencio, ensimismada.

—De repente lleva una chica a casa, cosa que nunca antes había hecho... Luego la expulsa, demostrando que claramente no le importa... —comenzó a enumerar los hechos—. Después se enoja porque tú la defiendes, dándole a entender que no estabas enojada y mucho menos celosa, como si él no te importara... Luego desvía la conversación en un intento desesperado por saber si tú tienes interés por él al querer conocer detalles sobre su vida amorosa... Y después se enoja aun más cuando lo amenazas con salir con otros chicos... Mi querida Phoebe, te informo que ese chico está loco por ti —concluyó su análisis.

—No, Cora... Eso no es posible... —me rehusé a creer.

—Si no quieres, no me creas; pero eso no cambia el hecho de que le gustas a Zack.

—Pero... quien te ama no te hiere... ¿cierto? —repetí las palabras que tanto Caleb me decía.

—Todos los seres humanos son capaces de amar, pero no todos conocen la mejor forma de hacerlo... Y mientras la aprenden muchas veces lastiman a la persona que quieren —reflexionó, dejándome meditabunda—. Y cuéntame, ¿ya conseguiste trabajo como cantante? —lanzó otra interrogante, sacándome de mi ensimismamiento.

—Sí. De hecho, los tres conformamos una banda llamada "Reformers".

—Reformers... —repitió—. Es un nombre interesante...

—"Reformar" es modificar algo con la intención de mejorarlo... —emití—. Eso fue lo que hizo la música con nuestras vidas... y es lo que queremos que nuestras canciones hagan con la vida de quienes nos escuchen...

—Estoy segura de llegarán muy lejos, Phoebe —opinó.

—Eso espero... Es un sueño que teníamos desde niños y justo ayer nos contrataron en un bar que está en el centro de la ciudad —conté con entusiasmo.

—Me gustaría verlos tocar.

—Puedes ir cuando quieras —la animé.

—Lo haré —prometió—. ¿Y cómo está tu otro amigo?

—¿Caleb? —emití y ella asintió—. Él está bien. Eso de ser guitarrista se le da genial. Ya tiene un montón de fans.

—Y supongo que no desaprovechará toda esa atención femenina —dijo, arqueando una ceja.

—No lo creo —respondí, divertida.

—¿Hay algo que no me estás diciendo, Phoebe? —inquirió, perspicaz. Realmente era buena en su trabajo.

—Pues... Caleb... se me declaró —confesé.

—Te gusta uno y se te declara el otro. La vida a veces no es como esperamos —comentó—. ¿Qué le dijiste?

—La verdad —contesté—. No puedo lastimar a Caleb. Es mi mejor amigo y lo quiero demasiado. No quiero que sufra por alguien que no le corresponde —dejé en claro.

—Hiciste lo correcto, Pheebs —opinó.

—Creo que ahora lo mejor será enfocarme en la música. El amor no parece ser lo mío —dije, desganada.

—También deberías enfocarte en tu hermana —refutó, llamando mi atención—. ¿Has vuelto a verla?

—Sí... —musité.

—¿Y cómo te fue?

—Ni siquiera pude hablarle —admití—. Entré en pánico y huí. No sé qué voy a decirle cuando la vea. La abandoné cuando tan solo tenía 4 años...

—Estoy convencida de que Flori te ama y será capaz de perdonarte... Además, tú no quisiste abandonarla. Las circunstancias te obligaron a hacerlo —me recordó.

—Hubiese querido llevarla conmigo... pero solo tenía 15 años... La habría arrastrado al mismo infierno que yo viví... —me lamenté.

—Exacto, Phoebe. Deja de sentirte culpable y habla con tu hermanita —me aconsejó.

—¿Realmente crees que me perdonará por haberme ido? —indagué, temerosa—. Éramos tan unidas y me fui sin ninguna explicación...

—Ahora tal vez no lo entienda porque es muy pequeña, pero cuando crezca no solo te comprenderá; sino que te verá como una guerrera. Lo que viviste no fue nada fácil, Phoebe... Y hoy estás aquí, de pie, fuerte... Eso es de admirar —reconoció.

—Gracias, Cora... —contesté, conmovida ante sus bellas palabras—. Gracias por salvarme en aquel entonces y por seguirlo haciendo hoy... —añadí, secando una lágrima rebelde que rodó por mi mejilla.

--------

Buenas, buenas, nefronitas de mi riñón :D
Lo prometido es deuda... Aquí está el otro capítulo :D
Qué les pareció??
Los leo!
Zack se puso letal :v
Y qué les pareció el personaje de Bonnie? :D
Salió poco, pero eventualmente la veremos otra vez :)
Y tenemos una nueva aparición de Cora :D
A mí me cae muy bien :)
Cuidó mucho de nuestra pequeña Phoebe :')
Qué opinan de ella? :D
Espero que les haya gustado el cap.
Hasta el próximo.
Chauuu.
Dato random: Bonnie me parece un nombre muy cute, justo como imagino al personaje :) El nombre de Cora lo escuché en una telenovela brasileña que vi hace muchos años (yo aquí hablando como si tuviera 50 :v). El personaje me caía mal :) pero el nombre me parece original :D
No olvides seguirme en Instagram como daia_marlin. Por allá subo cositas relacionadas con mis historias :)

Fotito de cómo imagino al personaje de Bonnie :)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro