Comienzo de los viajes
—Señorita __________— el joven pelirrojo tocaba a la puerta de su habitación en aquel castillo —le llegó una carta de la señora Castafiore
—¡Ah!, pase, no se preocupe— dijo está desde dentro, quien se encontraba acomodando sus maletas para empezar sus viajes —¿Podría leerlo mientras continuo con esto?, Si no le molesta, claro— sonrió mirándole
—Por supuesto que no, es un gusto— devolvió la sonrisa y procedió a leer
"Mi querida __________, espero que ya te encuentres mucho mejor, ha pasado una semana desde que partí de Moulinsart y supongo que comenzarás tus viajes ahora, quizá nos encontremos por los Estados Unidos, ojalá disfrutes de la compañía del joven Tintín, te aseguro que es muy agradable"
Firma
Bianca Castafiore
El mencionado en la carta joven pelirrojo aclaró su garganta después de haber leído la carta, sus mejillas asimilaban el color de su mismo cabello.
—La señora ya me conoce muy bien, soy bastante impaciente...— comenzó a reír por lo bajo la contraria
—¿A qué hora nos iremos, señorita?— guardó la carta en su respectivo sobre y la dejó sobre la mesita cerca de la entrada
—El avión sale al medio día, ya terminé de hacer mis maletas— cerró la misma y sonrió, volteando a verlo
—Muy bien, iré a preparar los últimos detalles, con permiso— la reverenció ligeramente y salió de la habitación después de un "propio" por parte de ella
En cuánto cerró la puerta de la habitación de la chica ella se desplomó en la cama.
—¡Señora Castafiore!, ¿¡Por qué siempre me pone en esa situación!?— se tapó la cara con sonrojo
—Señora Castafiore... ¿Por qué siempre me pone en esa situación?— y el joven se acomodó el cuello de su camisa con el mismo sonrojo que ella
(...)
—¡Muy bien, entonces buen viaje mis muchachos!, Me gustaría mucho acompañarlos, pero tengo que atender algunas situaciones con la propiedad en estos días, lo siento— el viejo lobo de mar se despedía de ambos jóvenes
—No se preocupe capitán, ya iremos de viaje con la señorita otra ocasión, si ella gusta
—¡Por supuesto!, Esperaré con ansias— sonrió
—Bueno, corran o los dejará su avión, afuera está el taxi que Néstor llamó, cuidense mucho— les dió la mano a ambos pero a Tintín posteriormente lo abrazó
Cuando se separaron la cara del joven pelirrojo estaba un poco desaliñada, por lo que la joven lo miro algo curiosa.
—Espero volver a verla pronto, señorita Aberdeen— sonrió el capitán y se despidió por última vez
Tintín subió el equipaje de ambos al taxi, y luego ellos mismos subieron al vehículo.
—Por cierto, señor Tintín, hubo un ligero cambio de planes, iremos primero a América, ahora que ya no tengo que seguir el programa de la señora, será mejor ir primero con mi madre a Vancouver y luego regresar a Europa para quedarme en Escocia de una vez, pagaré su vuelo de vuelta a Bélgica, no se preocupe— sonrió
El la miró rápidamente en cuanto comenzó a darle su explicación, no le emocionaba mucho el pensar en el final del viaje, apenas comenzaba algo que espero durante una semana y ella hablaba ya del final de este.
—Por supuesto, muchas gracias— asintió con una sonrisa cálida, aunque no muy sincera
Ella le devolvió la misma, y se comenzó a sentir un poco nerviosa por no saber de qué hablar con él, era obvio que no solo sentía una amistad sincera entre ambos, pero prefería no decir nada, por el bien del joven.
¿Y por qué?, ¿Por qué esconder tales sentimientos?, La joven __________ no era de quienes pensaba que guardar esta clase de cosas era lo correcto, ella quería decirle sus sentimientos sin más, pero... ¿Qué es lo que tanto oculta su familia?.
Ella quiere evitar involucrar a su amigo pelirrojo en tal peligro, le preocupaba un poco llevarlo con ella a Vancouver y Verona, pero no pudo hacerlo desistir de su decisión, era bastante terco a su manera.
La galería de arte en Aberdeen guardaba piezas bastante importantes, piezas que han tratado de ser robadas durante varias ocasiones.
La abuela de __________ era la última vigilante de estas piezas en la galería, sus padres se fueron de Escocia para evitar verse involucrados, se preocupaban, pero al tener la atención sobre ellos, tuvieron que irse a otros países un poco retirados para evitar levantar sospechas y encargarse de la galería desde la distancia.
Para su mala suerte entonces, ella tiene que encargarse en su proximidad de cuidar la galería, quisiera no hacerlo sola, pero sus padres le han dicho que involucrar a alguien sería ponerlo en peligro automáticamente.
Cuando le envío el telegrama a sus padres sobre su retraso les avisó sobre su compañía en los viajes, ellos le dijeron que con gusto, pero que tuviera cuidado de decir su apellido a otras personas desconocidas durante el viaje o contarle a él la verdad de la situación, porque si lo hacía, lo implicaría en el asunto sin salida.
Ella pensaba mucho en decírselo, cuando estén a solas completamente, sin que nadie escuche y decirle que no se hable del tema a menos que estén completamente solos, pero de solo pensar en ello... Se sonrojaba.
—¡Señorita __________!— de sus pensamientos la interrumpió Tintín
—¿Qué sucede?— alzó una ceja
—Tiene que ponerse su cinturón, ya vamos a despegar— miró su cintura y procedió a hacer lo dicho
Se rascó la cabeza desconcertada, apenas comenzó a pensar en todo eso y estaba en el taxi, ahora ya está en el avión a punto de salir, los pensamientos te sofocan y te sacan de la realidad.
—¿Está bien?, Desde que salimos de Moulinsart la veo un poco distraída— volvió a interrumpirla
—Si, claro, no se preocupe, es solo que... Estoy divagando un poco— soltó un suspiro algo pesado
—No tengo la intención de entrometerme, pero, ¿Se puede saber sobre qué?, Parece tenerla muy ocupada... O más bien, preocupada, no quisiera dejarla cargar sola algo así— ella sonrió, por lo que a él le contagió la misma sonrisa
—Bueno... La verdad es algo muy trivial, problemas familiares— rió un poco
—¿Algo en lo que pueda ayudar?— ella quería decirle que si, absolutamente, pero sonaría bastante tonta al decirle que quería pasar el resto de sus días con el en la galería de arte, al menos eso pensaba ella
Ella se mordió ligeramente el labio algo nerviosa y miró hacia un lado, pensando en decirle o no la situación, el aún estaba preocupado por ella.
Finalmente decidió algo en lo que espera no haberse equivocado.
—Señor Tintín, ¿Podría contarle algo en el hotel a solas?— el se sorprendió un poco, pero asintió repetidamente
—Claro que sí, seré todo oídos— sonrió de lado
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Ola jeje
Un capsito
Shaushau!!
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