Al llegar a la oficina cuelgo la gabardina en el espaldar de la silla y enciendo la computadora. Tengo muchos correos, pero el que más llama mi atención es uno de Stella a primera hora de esta mañana.

De: Stella Cooper

Para: Katerine McClean

Fecha: martes, 20/10/2015, 7:25 AM

Asunto: Reunión.

Katerine, necesito que en cuanto llegues cites a todo el personal del piso para que esté en el salón de reuniones a las 9:00 AM. El Sr. Price ha insistido en que quiere conocer a todo el personal hoy. Esto es de máxima prioridad. Encárgate de los preparativos para la reunión.

PD: Me preocupa mucho que no esté todo el mundo como él quiere, y me refiero a todos, incluso el personal de servicio.

Stella Cooper Presidenta Ejecutiva de TecFall.

Wau, este tipo sí que viene a por todas. ¿Porque quiere conocer a todo el mundo hoy? ¿Acaso no tiene tiempo para hacerlo más adelante?

Comienzo a escribirle una respuesta a mi madre para que no esté preocupada.

De: Katerine McClean

Para: Stella Cooper

Fecha: martes, 20/10/2015, 7:45 AM

Asunto: Reunión.

Stella, no te preocupes, ya estoy enviando el correo a todos para que estén informados y sean puntuales. Todo estará bien.

Katerine McClean Asistente Personal de Stella Cooper.

Y comienzo a enviar los correos a todos los participantes para que estén puntuales en el salón de reuniones. También pido que lleven unos aperitivos, botellas de agua y café, pues no tengo idea de cuanto se pueda extender la reunión.

En cuanto termino de enviar los correos me dirijo al salón de reuniones para verificar que todo esté limpio y en orden.

El salón de reuniones es inmenso, con una enorme mesa donde caben perfectamente sentadas 40 personas. Tiene enormes ventanales panorámicos cubiertos por unas densas cortinas de color rojo vino. Corro las enormes cortinas y dejo a la vista los ventanales mientras la lluvia afuera cae incesante. Las sillas son del mismo color de las cortinas y las voy acomodando a cada una en su sitio, a pesar de que ya están acomodadas. Todo debe salir a la perfección.

Creo que eso es todo, aquí cabe todo el personal que labora en esta planta, incluyendo al personal de limpieza. Si mas no recuerdo, en esta planta no llegamos a treinta personas.

Quince minutos más tarde, regreso a mi escritorio y para mi sorpresa tengo un mensaje de Jessy.

De: Jessy

Para: Katerine

Fecha: martes, 20/10/2015, 8:05 AM

Asunto: ¿?

¿No crees que todo esto es un poco extraño?

Jessy.

El correo lo escribió hace un rato ya, me acomodo en mi silla y le contesto muy rápido.

De: Katerine

Para: Jessy

Fecha: martes, 20/10/2015, 8:20 AM

Asunto: ¡Extraño!

Creo que extraño no es la palabra, más bien intrigante y excéntrico la verdad. No te preocupes, ya todo está listo para la reunión. Dentro de cuarenta minutos el gran misterio se resolverá y conoceremos finalmente al Sr. Price de una vez por todas.

Kate.

El tiempo pasa lentamente. Mientras miro el reloj, es como si este no caminase. Cuanto más lo miro, más lento me parece que va. Aún faltan quince minutos para que comience la reunión. Así que me levanto y voy a verificar, una vez más, que todo esté bien organizado para que así transcurra el tiempo más aprisa.

Ya hay unas cuantas personas en el salón de reuniones. Los aperitivos están en la mesita al fondo, y en cada sitio de la mesa hay una botella de agua y un vaso de cristal.

Todo perfecto.

Me siento en mi puesto de siempre, a un lado de la cabecera de la mesa. Lo único malo del puesto que he escogido es que queda de espalda a la puerta. Cuando decido cambiar hacia el otro extremo para quedar de frente, alguien más se adelanta y se sienta allí.

«Creo que lo mejor será quedarme aquí sentada entonces.» —me digo mientras vuelvo a sentarme.

—Veo que está todo listo.

¡Mierda!

Jessy detrás de mí me hace pegar un salto en la silla.

— ¡Me has asustado! —le digo con la mano aún en el pecho mientras con la otra la empujo por el hombro.

Mi corazón late desbocado. Estoy muy nerviosa por esta reunión y Jessy ha incrementado mi nerviosismo aún más asustándome.

—Disculpa, no era mi intención asustarte. —me dice mientras me mira entrecerrando los ojos.

—No es tu culpa, estoy nerviosa. —le respondo con sinceridad.

—Tú, nerviosa. ¿A qué se debe tu nerviosismo esta vez?

—Hay algo que no te he contado. —le digo mientras ella se sienta aprisa a mi lado, que de casualidad aún no ha sido ocupado por nadie.

—Pues suéltalo ya. —me dice mientras se acomoda girándose hacia mí.

—Stella fue a cenar con el Sr. Price la otra noche.

— ¿Y tú como lo sabes?

—Porque le hice la reservación. —miento, no puedo contarle la verdad.

— ¿Y que tiene que ver que ella haya ido a cenar con él?

—Pues que Stella, lo convenció para que no trajera a su propia asistente y se quedara conmigo.

—Ah. ¿Y cuál es el problema?

—Bueno, aparte de que me pondrá a prueba para ver si soy tan buena como Stella le hizo creer. ¿Qué pasa si cuando me conoce decide deshacerse de mi sin siquiera ponerme a prueba?

— ¿Y porque haría eso?

—Vamos Jessy, ¡mírame! Sabes que no tengo material de asistente personal, soy todo lo contrario.

—No te entiendo, hasta ahora lo has hecho perfecto. Si no fueras buena, Stella ya te hubiese despedido.

—Sí, pero—detengo mis pensamientos mientras agacho la mirada hacia la mesa—...siento que no voy a cumplir sus expectativas.

—No entiendo bien a que te refieres. —dice entrecerrando los ojos.

—Cuantas asistentes conoces que usen gafas y se vistan con jeans en lugar de faldas cortas ajustadas, por no decir que usen poco maquillaje.

—Hoy traes falda. —me dice sonriéndome.

—No estoy bromeando. —replico muy seria.

—Está bien. Puede que no seas el "prototipo" de asistente personal que todos se imaginan—me dice haciendo un gesto en el aire con las manos—...pero si él te valora solo por tu apariencia en lugar de tus aptitudes en el puesto, entonces es un imbécil.

— ¿Tú crees? —inquiero esperanzada.

—Claro que sí, ya verás que cuando te conozca, no querrá deshacerse de ti.

—Eso espero.

En ese instante, todos comienzan a sentarse apresurados, al parecer ya se acercan por el pasillo. Creo que este es el mejor puesto después de todo. No quiero estar sentada frente a los cristales panorámicos que dan al pasillo y ver a mi madre y al Sr. Price llegar, eso solo aumentará mi nerviosismo y ansiedad actual. Jessy a mi lado se gira hacia atrás para verlos antes de que entren, y entonces se me acerca y me susurra al oído.

—Olvídate de Brad Pitt, será mejor que te agarres a esa silla, porque te vas a caer de ella en cuanto conozcas al Sr. Price. —me dice mientras yo la miro entrecerrando los ojos.

—No digas idioteces Jessy. ¿Porque me tendría que agarrar de la silla? —le pregunto muy bajito.

—Por eso. —dice señalando hacia la puerta que se abre en ese mismo instante.

—Buenos días a todos, gracias por estar aquí con tan poca antelación. Quiero que todos conozcan al Sr. Price. —dice Stella mientras entra en el salón de reuniones y se detiene a la cabecera de la mesa.

El entra después que ella, y en cuanto lo veo, me quedo helada. Esto no puede ser. Es imposible.

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Espero les guste este capítulo. ¿Ya se imaginan quien es?
Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto.
Xoxo
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