Capítulo 17
Cuarenta y cinco minutos más tarde estoy tocando a la puerta de la oficina de Leonard.
—Adelante. —responde con un cansino tono de voz.
Entro en su oficina con una bolsa de nylon negro doblada sobre mi brazo y dos bolsas de papel en una mano. Leonard se me queda mirando intrigado entrecerrando los ojos.
—¿Me puedes acompañar? —le pido mientras él me mira aun entrecerrando los ojos—. Hay algo que no te he mostrado de la compañía. —le digo con una sonrisa.
Él se pone de pie y me sigue.
— ¿Puedes coger la taza de café? —le pido mientras él la coge de mi escritorio y después continuamos caminando rumbo al ascensor.
Pasamos frente a Jessy que se nos queda mirando preguntándose de que va todo aquello.
—Me tiene intrigado todo lo que llevas en las manos. —me dice mientras señala la bolsa de nylon que llevo en mi mano doblada con cuidado para que no se arrugue.
—Ya lo verás. —responde mientras me detengo frente al ascensor.
El presiona el botón de llamada y en cuanto las puertas se abren entramos. Con la mano libre saco una llave del bolsillo de mis jeans y la introduzco en el panel haciéndola girar. Las puertas se cierran y el ascensor comienza a subir un piso más arriba y las puertas se vuelven a abrir. Guardo la llave y salimos a un recibidor con una doble puerta. Justo al lado de esta, hay un panel con una pantalla táctil. Coloco mi mano en ella y después de iluminarse en verde las puertas se abren dando paso a una habitación.
— ¿Puedes poner tu mano aquí? —le pido después de introducir un código en la pantalla táctil.
Leonard no habla, solo mira impresionado aquello. Coloca su mano y la pantalla se ilumina a los pocos segundos, primero en rojo y después en verde.
—Ya está.
—¿Dónde estamos? —pregunta mientras nos adentramos en la habitación.
—Esta es la sala de descanso. Nadie sabe que existe, Stella ordenó construirla en secreto, ni siquiera aparece en los planos.
— ¿Porque me has traído aquí? —pregunta intrigado.
—Toma—le quito la taza de café de la mano y le tiendo la bolsa de nylon y una de las bolsas de papel—. Allí tienes un baño para que te des una ducha, te afeites y te cambies de ropa—le señalo un extremo de la habitación—. La cama esta por allá para que descanses un rato. No te preocupes yo me encargaré de todo, ten—le digo tendiéndole una llave—. Esta es la tuya. Puedes venir siempre que lo desees o lo necesites. Ya configuré la pantalla con tus huellas digitales. No regreses hasta que estés descansado y más presentable. Te pondré el desayuno sobre la mesa. —le digo mientras me dirijo allí y dejo la taza de café y la otra bolsa de papel donde hay unos muffins y una botella de jugo. Él no dice nada. Yo solo doy media vuelta y salgo de allí de regreso a la oficina. Jessy me aborda cuando salgo a la recepción.
— ¿Qué sucedió con él hoy?
—Tuvo un problema familiar, no se encuentra bien. Lo mandé a que descansar. —le digo brindándole una sonrisa.
—¿No sabía que eras la jefa ahora? —me dice enarcando una ceja.
—Lo convencí. —le digo giñándole un ojo.
—Ya. ¿Qué tal el sexo con el jefe?
—¡Jessy!—la regaño. —Aquí no. Hablamos después.
—Está bien. Pero me vas a tener que dar todos los detalles...
La dejo hablando sola mientras camino hacia la oficina. No tengo ganas de hablar sobre eso en estos momentos, mucho menos recordarlo. Pero sé que a ella no se le va a olvidar. Mi teléfono suena con una alerta de correo y me sorprendo al ver uno del Sr. Price, de su correo privado.
De: Leonard
Para: Katerine
Fecha: lunes, 2/11/2015, 8:22 AM
Asunto: Asistente Personal.
Ahora entiendo la insistencia de Stella porque te conservara. Gracias por la ropa y el desayuno. Todo estaba delicioso.
Leonard.
Le respondo a su correo a toda velocidad.
De: Katerine
Para: Leonard
Fecha: lunes, 2/11/2015, 8:24 AM
Asunto: Asunto familiar.
Tu solo descansa, y regresa cuando te encuentres presentable. Al que pregunte, tuviste un problema familiar.
Disculpa por haberte preocupado.
Katerine
Su respuesta llega rápido
De: Leonard
Para: Katerine
Fecha: lunes, 2/11/2015, 8:25 AM
Asunto: Consejo.
Voy a seguir tu consejo y descansar un rato. Nos vemos más tarde.
Leonard
Su mensaje me hace sonreír por un momento. Pero después recuerdo lo sucedido entre nosotros y comienzo a odiarlo una vez más.
La mañana transcurre rápido. Ni siquiera recuerdo que Leonard no está aquí. Al mediodía se abre la puerta de mi oficina y el hace su entrada. Luce mejor que en la mañana, y el traje que he escogido para él, resalta el color de sus ojos azules. Está peinado como de costumbre, aunque tengo que aceptar que me gusta más cuando tiene el cabello desordenado, lo que me recuerda algo importante.
¿Cómo será nuestra relación ahora?
¿Acaso tenemos una relación?
Ahora que nos hemos acostado en dos ocasiones, cabe la posibilidad de tener algo.
— ¿En que estás pensando? —su pregunta me toma por sorpresa y hace que baje de mi nube.
«En ti. Estoy pensando en ti.»
—Nada. ¿Qué tal el descanso?
—Bien, lo necesitaba en verdad. Estaré en mi me dice mientras se encamina hacia allí.
Como es mediodía voy en busca de Jessy para salir a almorzar. Es cerca de allí, así que no creo necesario que Joel nos acompañe. Nos dirigimos hacia la cafetería a la que siempre vamos y en cuanto comienzo a comer Jessy inicia su interrogatorio.
— ¿Me contarás lo que sucedió? —pregunta mientras yo le doy una mordida a mi hamburguesa.
— ¿Dónde? —pregunto haciéndome la desentendida.
—Vamos Kate, sabes que me gusta escuchar todo lo que te sucede, y ahora mucho más ya que implica al nuevo jefe.
—Solo nos acostamos, nada más.
No puedo contarle lo que me ha dicho Leonard. Supongo que no es un secreto, pero no quiero preocupar a Jessy. Ya bastante tengo con lo de un guardaespaldas que vigile por mi seguridad.
—Anoche por teléfono me dijiste que ya te has acostado con él, ¿cuándo fue eso?
—¿Recuerdas el extraño con el que me acosté en la fiesta del Drake hace dos años?
—Sí, con el que perdiste la virginidad. —que memoria tiene ella.
—Exacto. Pues resulta que es él.
— ¡Que! ¿Y como lo supiste?
—Tenía una marca distintiva que al momento reconocí. —no quiero decirle que tiene un tatuaje en toda su espalda y mitad del pecho.
Mi teléfono suena en ese instante, pero cuando voy a ver quién es, se apaga. Creo que se me ha quedado sin batería.
—¿Y como se tomó el hecho de que se había acostado dos veces contigo?
Bueno si descontamos la seguridad que me ha puesto por lo que sucedió con su prometida, la verdad es que se lo ha tomado bastante bien.
—Bastante bien. —respondo mientras comienzo a comer mi hamburguesa.
—Entonces, ¿están juntos? —¿lo estamos? No tengo ni idea, eso es algo que tendré que conversar con él. Ni siquiera sé si se siente atraído o tiene sentimientos por mí. Bueno si no le atrajera no se hubiese acostado conmigo, ¿o sí? Quizás para el solo fue sexo sin compromiso con la primera persona que se encontró—. ¡Kate! —Jessy me llama haciendo que vuelva a la realidad—. ¿Me responderás lo que te pregunté?
—No lo sé—le contesto con sinceridad—. No sé en qué punto estamos.
— ¿Y Daniel?
Esa es otra interrogante más. Le envié un correo ayer, pero no me ha contestado aún. No sé qué ha sucedido con él.
—Está ocupado. —le miento.
— ¿Ya se conocieron?
—No, aun no. —contesto mientras pienso en eso.
Si tuviese una relación con Leonard, no pensaría en Daniel. Aunque me interesaba mucho una relación con Daniel también. Con Leonard es algo por completo diferente. Entre nosotros hay atracción física y sexual, sin contar que estoy enamorada de él y que el sexo fue genial. Con Daniel, siento que nos conocemos, y tenemos muchas cosas en común, pero no me siento ni remotamente como cuando estoy junto a Leonard.
Tengo aclarar mis sentimientos. Tengo que aclarar las cosas con Leonard sobre si tenemos o no una relación. Y después, llamaré a Daniel. No quiero darle expectativas en una relación que no sé si vamos a tener o no.
—Bueno, si no te terminas tu hamburguesa será mejor que te la lleves, debemos regresar. —me dice ella mientras mira la hora.
He perdido el apetito. Otra vez. Dejo mi hamburguesa a medio comer y regresamos a la oficina. Jessy va contándome sobre su viaje a New York con Alexander, pero yo no le estoy prestando mucha atención. ¿Nunca has tenido el presentimiento de que te están vigilando?
Pues yo me siento de esa forma mientras caminamos rumbo a la oficina. No quiero decirle nada a Jessy, eso solo la preocupará y después tendré que darle muchas explicaciones. Miro con disimulo en todas direcciones, pero solo veo personas que caminan al igual que nosotros a esa hora.
—Espera Jessy, debo recoger algo en el auto. —le digo cuando pasamos junto a este.
Desactivo la alarma y abro la puerta. Cojo el cargador del móvil y vuelvo a cerrar y poner la alarma. Continuamos caminando hacia la oficina, pero continúo con la misma sensación de que estoy siendo vigilada. Cuando llegábamos a la puerta me giro hacia atrás una vez más, pero no puedo ver a nadie.
— ¿Qué te sucede? —me pregunta Jessy ya en el ascensor.
—¿A que te refieres?
—Desde que salimos de la cafetería te noto nerviosa, mirando en todas direcciones.
—Es que tengo la sensación de que alguien nos vigilaba, ¿tú no? —decido confesarle.
—Creo que acostarte con el jefe te ha vuelto paranoica. —no la regaño porque vamos solas en el ascensor.
—Quizás. —es lo único que le contesto mientras ambas reímos y las puertas del ascensor se abren.
Entonces me encuentro con un Leonard, furioso, realmente furioso, parado justo afuera del ascensor. Y dejo de sonreír al instante. ¿Qué sucedió?
—¡A mi oficina! ¡Ahora! —grita en tono demandante mientras camina apresurado y yo lo sigo.
¿Acaso me he metido en un problema? Lo sigo hacia su oficina sin decir nada. Y cierro la puerta después de entrar.
— ¿Porque apagaste el teléfono? —me pregunta encarándome.
Luce como un animal enjaulado.
—No lo apagué, se me quedó sin carga. —le contesto.
—¿Qué pasó con el guardaespaldas? —puedo notar que está molesto por el tono de su voz.
— ¿Qué hay con él?
—¿Que parte de que no puedes salir sin protección es la que no entendiste? —me dice mientras me agarra por los brazos y me sacude como para que yo reaccione.
—Me has dicho que es para traerme y llevarme, no pensé que también lo necesitase para cuando saliera a almorzar—le grito soltándome del agarre de sus brazos que comienzan a hacerme daño—. Además, no sucedió nada. —pero mientras le digo eso recuerdo la sensación de sentirme vigilada.
— ¿Qué sucedió? —me pregunta autoritario mientras examina mi rostro.
—Nada. —respondo mientras agacho la cabeza pensativa.
Quizás no es nada, no voy a preocuparlo con una tontería.
— Katerine, ¿qué sucedió? —me pregunta una vez más levantando mi cabeza para que lo mire a los ojos.
—Solo que tenía la sensación de que nos vigilaban mientras almorzábamos y de camino a aquí.
—¡Lo sabía!—dice mientras se separa de mí y camina hasta los ventanales donde se detiene de espalda a mi mirando a la distancia—. Al parecer necesitarás más protección de la que esperaba.
— ¿Qué quieres decir con eso?
—Que necesitaras un guardaespaldas a tiempo aun dándome la espalda.
— Estás bromeando, ¿cierto? —le digo riendo.
—¿De veras crees que estoy de broma? —dice girándose mientras me mira muy serio. Y yo dejo de reír.
—No. ¿Pero no pretenderás que Joel ande a tiempo completo a mi lado?
—Es algo necesario Katerine. No quiero que te suceda nada. —dice hablando en voz baja.
No entiendo cuál es la preocupación que tiene por mí.
— ¿Porque te preocupa tanto mi seguridad? —le pregunto intrigada.
—No quiero que por un error mío te suceda algo—¿se siente culpable por habernos acostado? —. Por favor—me pide en una súplica—. No discutas más, o tendré que tomar otras medidas a las cuales no quiero tener que recurrir.
Por la forma en que me mira en ese momento creo que no me gustaría saber cuáles serán las otras medidas.
—De acuerdo. —respondo resignada.
No puedo negarme. No cuando me lo pide de esa forma y mucho menos cuando mi vida, según él, está en juego.
Salgo de su oficina y trato de concentrarme en el trabajo. Pero es imposible. Continúo pensando en todo lo que está sucediendo. Busco mi teléfono. Nada. Ni un mensaje ni una llamada de Daniel. Decido que voy a encararlo. Marco su número y espero. Uno...dos...tres tonos. El teléfono continúa sonando y nada, él no responde, cuando voy a colgar contesta.
—Hola Kate. —suena agitado por teléfono.
—Hola. ¿Por qué no me has contestado los mensajes o me has llamado? —le exijo.
Él es el que ha estado detrás de mí, y después de una semana de conversaciones, la verdad yo me hice ilusiones de una relación con él.
—Disculpa Kate, he estado ocupado. Mi teléfono no tenía carga y tengo la computadora rota. —la verdad es que no suena muy convincente, pero decido creerle.
— ¿Cuándo nos podemos conocer? —le pregunto esperanzada.
—En estos momentos no puedo Kate, tengo problemas personales y debo partir hacia Londres, no sé cuándo regrese.
—Oh, lo siento, no tenía idea.
—Creo que lo mejor será dejar esto hasta aquí Kate. No quiero que te hagas ilusiones con una relación que no será posible por el momento. Créeme a mí me duele mucho tener que decirte esto, no sabes cuánto deseaba que nos conociéramos en persona. Pero no ha podido ser. Si algún día regreso de Londres te llamaré para encontrarnos—no puedo creer lo que estoy escuchando—. Te tengo que dejar, debo tomar un avión. Cuídate Kate, nos vemos algún día. —es lo último que me dice antes de colgar.
¿Que acaba de suceder? Ni siquiera nos hemos conocido. Tenía tantas ganas de conocerlo. Pero creo que es mejor así, al menos me ha hablado claro y ha sido sincero conmigo. Es mejor terminar todo ahora y no continuar alimentando esperanzas en una relación que no va a suceder. Y yo que pensaba olvidar a Leonard con Daniel. Niego con la cabeza mientras aclaro mi mente. Tengo que olvidarme ahora de los dos.
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Espero les guste este capítulo. ¿Que piensan de Daniel?
Déjenme sus comentarios y no olviden dejar su voto.
Xoxo
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