Antonio regresaba a casa después de cumplir con su turno «no te dejes convencer por su mirada bonita» Antonio conducía a velocidad por la carretera despejada, era de noche y por esa carretera nunca había nada en la noche, excepto los viernes y sábados en la noche cuando las mansiones del sector organizaban fabulosas fiestas por cualquier "buen" motivo, ya sean: bodas, recolección de dinero, cumpleaños, fiestas de divorcio, babyshowers y demás.

Su madre ganaba dinero organizando fiestas, cuando él tenía nueve años su padre se fue con una mujer de veinticinco años y dejo a su madre en la calle, lo único que le siguió pagando a Antonio fue el colegio, la madre porque jamás había movido un dedo en su vida fue a pedirle ayuda a sus amigas, las cuales le dieron la espalda. Un día por su cumpleaños la madre que ya había conseguido un trabajo estable, y ganando lo suficiente para vivir al margen.

Decide hacerle una fiesta de cumpleaños. Se habían gastado los ahorros pero la fiesta quedado fabulosa, tanto que Adela contrató a su madre para que haga el cumpleaños de Zafira, y de esta manera todo el mundo le empezó a pagar por organizar fiestas, así consiguieron salir de la pobreza y recuperar su estatus social.

Flashback

Antonio dormía pero ella tenía todo preparado para el gran día, había contratado una mujer que hacia ricos postres pero no era muy caro, la decoración había sido reciclada pero cambiada, gastó mucho menos de lo que imaginaba «a Antonio le va a encantar su cumpleaños».

Sonó el timbre de la puerta principal — ¿quién es? —preguntó algo confundida, la fiesta sería dentro de cinco horas, la señora de los postres tenía que venir una hora antes, porque alguien vendría a esta hora. La mujer decidió abrir la puerta de todas maneras, cuando sacó el picaporte y giró la chapa encontró atrás que estaba su buena amiga «la asquerosa que le había dejado de hablar sólo por ser pobre.»

Hola, mira cariño me voy de viaje y me gustaría que cuides a las niñas mientras me voy de viaje, te doy $500 si aceptas— Adela la miró, entró con Zafira y Clara, en silencio y si decir una palabra caminaron junto con sus maletas de ruedas que tenían como dibujo a Barbie, por la pequeña sala del apartamento y se sentaron sin decir nada esperando que, Adela diera la orden de que se podían quedar.

¿Qué dices? Si aceptas el dinero, o estas llena de orgullo prepotente— Adela la miro con altanería y prepotencia, a ella no le quedo otra que aceptar el dinero, después de todo con los $500 habría recuperado lo que había invertido en la fiesta de su hijo, incluso hasta le sobraba más de la mitad del dinero.

¿Cuántos días se van a quedar?— preguntó «puedo sacarle un poco más si se quedan más de tres días» —una semana— le dijo secamente Adela —es mucho tiempo, tendría que llevarlas al colegio y regresarlas a su casa, tal vez por $800— ella estaba nerviosa pero sabía que si negociaba podría sacarle más dinero a la arpía de Adela.

Adela le viró los ojos -que patética, me hubieras dicho cuanto cobras y te lo hubiera dado— Adela reviso su cartera, y sacó dos fajos de billetes, sólo tengo los $500,los otros $300 te los doy el día que me las entregues —Se acercó donde ambas niñas y les besó la frente luego de hablar con ellas un rato se despidió de la mujer que cuidaría a las niñas por una semana.

Adiós niñas— se despedía con la mano mientras se acercaba a la puerta, y finalmente se fue. Zafira y Clara sacaron una cámara fotográfica y Zafira comenzó a tomarle fotos a todo lo que veía, Clara la seguía como fiel ayudante, ambas intentando ser muy serias recorrieron toda la casa fotografiando y riendo, de repente se toparon con una puerta llena de estampitas de cosas científicas como: microscopios, tubos de ensayo, libros; y cosas de anatomía como: huesos, un cerebro, y órganos que no conocían.

Que asco Zafira, aquí ha de vivir un caníbal come personas, yo me voy— cuando Clara se viró, Zafira la tomó por el brazo fuertemente, —no seas gallina— y Zafira con la otra mano abrió la puerta, cuando entraron encontraron más cosas científicas y libros de cosas que no entendían, Clara se sentó en la cama y lo empezó a mover —levántate, levántate— le gritaba, pero Antonio hacia caso omiso, Zafira se acercó lentamente y besó al niño, fue un largo beso.

Antonio se levantó asustado porque el beso había incluido lengua —bien, te levantaste, ahora si vamos a jugar, me muero de aburrimiento- Zafira botó a Clara de alado de Antonio y se sentó ella —¿cómo te llamas?— miró al niño —soy Antonio— el niño no podía creer que había recibido su primer beso «fue asqueroso, pero seré el primer niño de mi clase en haber sido besado».

Soy Zafira y ella es Clara— Clara tímidamente saludó al niño, Clara se fue de la habitación por orden de los ojos de Zafira.

Dime Antonio, ¿tienes novia?— Antonio se le abrieron los ojos como platos «me dio un beso y ahora seré su novio» —no— Zafira sonrió de oreja a oreja —la niña que esta afuera se llama Clara, y ella sueña con su príncipe azul, yo pienso que serias el novio ideal para Clara— Antonio no esperaba eso así como no esperó el beso —si claro, seguro seré su novio.—

Zafira sonrió satisfactoriamente después de que su plan resultó -algo más, no le digas a nadie, ni a Clara- Antonio preguntó el por qué pero ella sólo le dijo que sería una sorpresa lo de su noviazgo.

La mamá de Antonio, Antonio, Zafira y Clara fueron en un camión lleno de cosas de cumpleaños a un parque que estaba lleno de juegos inflables, mesas para sentarse, y la más importante de todas las mesas... La mesa de la torta, los chupetes, las sorpresas y demás dulces.

Pasaron las horas y todos los niños empezaron a llegar incluso el propio Felipe había llegado, la madre de Felipe y la de Antonio tenían una buena relación, aunque los niños no tenían una buena relación. Zafira vio que toda su clase había llegado y llamó a Clara -te acuerdas que me dijiste que querías un novio- Clara la miro extrañada —si—Zafira tomó del brazo a Clara y corrieron hasta donde estaba Antonio —te presento a tu novio— Clara y Antonio se tomaron de la mano y sonrieron.

Felipe jugaba con otros niños de su clase cuando vio a lo lejos que se acercaba Clara, su Clara tomada de la mano con Antonio, el hijo de la amiga de su mamá, Felipe reventó de rabia y se fue con Zafira —viste como estaba cogiendo de la mano- Zafira simplemente sonreía -porque no le pegas y le demuestras quien manda, tu sabes como a Clara le encantan los héroes— y obedeciendo ciegamente el niño fue a darle un golpe al niño, pero sólo pudo empujarlo en el lodo porque Clara se había puesto furiosa.

Antonio estaba enlodado, sin novia, y sin amigos —hola— la dulce voz de una niña había alegrado su triste cumpleaños —soy Julia— la niña blanca y de pelo negro, le tendió la mano para que se pueda levantar —soy Antonio— la tomó de la mano y se levantó -¿quieres ir a jugar?— Julia sonrió —si primero me cuentas un chiste-

Como pudo hacer eso, Felipe es tonto, le voy a poner la ley del hielo— Clara estaba sentada furiosa junto a Zafira -Clara cálmate, no es para tanto— Zafira no podía aguantar la risa -¿no es para tanto? Acabo de perder a mi novio— Zafira le viró los ojos —es sólo un tonto niño— Zafira se levantó del césped donde estaban sentadas y señalo con su dedo índice, a lo lejos Antonio se reía con una niña.

Fin de Flashback

Entró a su apartamento después de mucho tiempo pensar en el parqueadero de su edificio. Había pensado mucho, Julia era el amor de su vida, o al menos eso pensaba. Toda su vida habían salido, hasta que él desarrolló un extraño amor adolescente por otra «Zafira, como olvidarla» justo cuando Julia se mudó a China.

Volvieron ha salir cuando Julia regresó después de la graduación, dijo que iba a estudiar leyes, luego dijo que sería modelo y entre tanto no hizo nada. Ahora tendría que vivir con sus padres porque él no mantendría a una infiel «¿cómo pudo hacerme eso?» subía las escaleras, abrió la puerta con su llavero, que su mejor amigo de la secundaria le había regalado.

Cuando entró a la sala puedo oler que en la cocina se estaban horneando galletas de avena «mis favoritas», Antonio no se iba a convencer por una simple bandeja de galletas, tenía que terminar con la mujer que había amado desde siempre, con la que perdió su virginidad, con la que alguna vez pensó en casarse «había comprado los anillos de boda».

Julia salió de la cocina con su delantal que decía "The Doctor's Companion" haciendo referencia a la serie de ciencia ficción "Doctor Who" o "Doctor Misterio" en Latinoamérica, Antonio era fanático de esa serie desde que era un niño, esa era una de las razones por las cuales quería ser doctor, la siguiente había sido ayudar al prójimo, y todo eso.

Julia tenemos que hablar— dijo Antonio firmemente, Julia se acerca a Antonio y lo besa —dime amor— Antonio le restriega en la cara todas las evidencias que tiene para demostrarle que ha estado con una mujer a sus espaldas. Julia grita, Antonio grita más —¡espero que pienses en lo que estas haciendo!— Julia se va del apartamento, Antonio se recuesta en el sofá «si vuelves mañana te prometo que te perdonaré»

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<<dejé su mensaje después del tono>>

Hola, soy yo- Julia se pusó nerviosa -hace semanas que no se nada de ti ¿donde estas?- Julia se sentó en la banqueta del paradero, cerca de la casa de sus padres —te extraño— Julia nunca en su vida había tomado el bus, pero todo era por ella, lo había dejado todo por ella —el plan funciono— se acercó el último bus que pasaba cerca a la casa de sus padres.

Antonio se creyó lo del detective y las evidencias que le pusimos— Julia se subió al bus. —Zafira solo quiero que sepas que te amo— Julia colgó y se sentó junto a la ventana, esperando que el amor de su vida le conteste lo que ella quería escuchar «nos iremos juntas y nos amaremos por siempre».