Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

👑3. Roxanne👑

Canción: Something just like this — The Chainsmokers & Coldplay

"Lo siento.
Me atrapaste con tu sonrisa
y yo no hice nada para evitarlo.
Solo me dejé llevar."

La duda me acabó invadiendo. ¿Y si sí era su hija de verdad? No había pensado que no sabía nada de su vida privada y podía ser madre, o tener un novio o esposo que ya le querría tanto como mi mente, siempre tan exagerada y extraña, me estaba haciendo pensar a mí. No tanto, seguramente.

Al menos descubrí su nombre, Roxy. Seguro que era el diminutivo de algo. Busqué por Internet porque no quería confundirme y el nombre que en realidad era me fascinó: Roxanne.

—¿Qué haces aquí, Lilly?

—Mamá me dijo que te diera esto para el restaurante pero no sabíamos que iba a llover. —miró el cartel y sus ojos brillaron—. ¿Puedo ponerlo yo? ¡Por favor!

Ese comentario hizo que un suspiro prolongado saliera de mi boca. No sé si de alivio  o de ternura por el brillo en los ojos de la niña. Me recordaba tanto a mi hermana pequeña que la sonrisa no tardó en aparecer en mí.

No entendía por qué pensaba así. No me reconocía. No debería darme alivio eso, yo no tenía nada que hacer allí.

<<No quieras a nadie antes de conocerle... No te enamores de nadie antes de conocerle bien... Subconsciente, tenías que superarlo. >>

—Claro que puedes —se acercó a la barra y sentó a la pequeña allí mientras le quitaba el abrigo—. ¿Mamá te dejó venir sola?

—No, me dejó en la esquina y dijo que hablaría contigo.

—Entonces quizá me haya llamado. Espera aquí, no te muevas. Voy a por celo —cogió su abrigo y lo colgó en un perchero mientras la niña se le abrió el cartel, que resultó ser blanco y negro, sin querer.

"Día de la mujer: 8 de marzo."

Lo había olvidado por completo. En la universidad también había algunos carteles pegados, me parecía que ponía algo que había ese día en la Plaza Mayor. Quizá un discurso de varias personas, quizá alguna actividad... Pero ni siquiera sabía dónde estaba exactamente la plaza así que difícilmente iba a llegar.

Roxanne, al fin podía llamarla por su nombre, salió de la cocina con celo y cogió en brazos a la niña. Las dos juntas pusieron el cartel en el cristal y Lilly aplaudió de lo bien que había quedado. Sonreí desviando la mirada a la pantalla y negué con la cabeza, divertido.

—Está torcido —dijo la otra camarera.

—Mentira, está genial —negó Roxanne.

—¿A qué juegas?

Me sorprendí cuando vi a la niña pequeña mirándome con esos ojos verdes que brillaban por la luz del portátil. Sonreí contento y cerré la ventana del trabajo, entrando en Internet para buscar unos juegos a los que siempre jugaba con mi hermana.

—A nada. ¿Quieres jugar tú a algo?

—¡Sí!

Me levanté de la silla y ayudé a que ella subiera mientras esperaba ansiosa a que pusiera un juego. Ella señaló uno de unos muñecos y le pulsé, haciendo que saltara de la emoción. Me reí mientras veía sus ojos clavados en la pantalla y su enfado al ver que perdió porque no saltó lo suficiente.

—Te quedarás aquí hasta que la tormen... ¿Lilly?

Su mirada preocupada recorrió todo el espacio pero su amiga nos señaló y abrió la boca sorprendida. Nuestra mirada se juntó y eso le hizo parar un poco la velocidad con la que se estaba acercando.

—Está haciendo un trabajo, déjale el ordenador.

—Tranquila, no importa —dije. Me miró interrogativa y sonreí—. No estaba avanzando mucho de todas maneras, no es importante. Además, eso le mantendrá entretenida un rato mientras espera, ¿no? —asintió y me sonrió de vuelta.

—Bueno... No creo que su madre tarde mucho. Gracias.

Un tirón de la manga de mi camiseta me hizo girarme hacia la pequeña que me miraba atenta. Señaló la pantalla y vi que había vuelto a la página principal de los juegos. Ya veía que se había cansado del anterior.

Sonreí y me agaché para mirar mejor el ordenador. Pulsé otro juego que estaba señalando. Era de coches y ella rio contenta. Se cansó rápido ya que perdía así que eligió uno de ropa. Perdió la mirada en todos esos conjuntos que debía escoger mientras yo recogía las hojas del trabajo que tenía tiradas por la mesa.

Roxanne perdió la mirada en el cristal donde las gotas de lluvia hacían carreras de quién llegaba antes abajo. Estaba tan concentrada que seguramente no se enteraría si alguien le hablara. Desvió la mirada y volvió dentro. En unos segundos, salió con un papel y un bolígrafo y se sentó en una mesa cercana a la nuestra, supuse que sería para controlar a la niña.

—¡Mira! ¿A que está guapa?

La voz de la pequeña me hizo despertar del pequeño sueño en el que estaba viajando. Me había sentado en una silla al lado de ella. Había puesto todos los conjuntos encima de la chica modelo. Reí y asentí a la vez.

—Sí, está preciosa pero, ¿no crees que así tendrá mucho calor? Quizá esté mejor solo con uno.

—No sé cuál elegir. Es muy difícil.

—De eso trata el juego, de mantener a las niñas ocupadas para que no rompan ninguna cosa mientras corren por todo el lugar —contestó la otra camarera que entró en la cocina en cuanto dijo esas palabras.

—Solo lo hizo una vez y fue sin querer, deja a la pobre niña —intervino Roxanne despegando la mirada del papel en el que no paraba de escribir—. No le hagas caso, tú no tuviste la culpa. El vaso estaba en el peor lugar en el momento indicado.

—¿Está enfadada? —preguntó, tímida, Lilly.

—Claro que no pero ya sabemos de alguien que no va a tener hijos —afirmó ella guiñando un ojo a la pequeña haciendo que su sonrisa apareciera de nuevo. Y la mía también.

Pasamos ahí metidos un poco menos de una hora. Cada vez me reía más con las ideas de la pequeña. Acabó poniendo una camiseta encima del vestido para que no cogiera frío. Roxy también se rio cuando lo hizo pero siguió a lo suyo de inmediato. No sabía de qué trataba pero llegó a ocupar una cara entera de la hoja.

Desvié la mirada hacia ella y me di cuenta de que lo estaba releyendo por décima vez en lo que llevábamos de hora. Se levantó y dobló la hoja, haciendo que mi vista cayera en el título: "Discurso día de la mujer". En ese momento, lo supe. Ella iba a hablar en la reunión que iba a tener lugar en la plaza...

—Al fin ha pasado un poco la tormenta —señaló la otra camarera por el cristal—. Creía que nos tendríamos que quedar aquí todo el día.

—Es que te tienes que quedar todo el día —indicó Roxanne riéndose y entrando en la cocina. Salió con la chaqueta ya seca de Lilly y esperó a que bajara de la silla—. Me ha dicho tu madre que va a venir a buscarte ahora, así que tienes que estar preparada, ¿vale?

Ella asintió mientras bajaba y agradeció la ayuda cuando le puso la chaqueta.

Me sorprendí cuando mi móvil empezó a sonar y vi el nombre de mi amigo en la pantalla. ¿Habría despertado después de la fiesta que tuvo el día anterior? No me acordaba a qué hora había llegado pero sabía que era tarde. En fin, estaba acostumbrado a que hiciera eso todos los fines de semana.
—Dime.
—Oye, ¿dónde estás, tío? —preguntó con una voz ronca—. Acaba de caer una buena tormenta, ¿quieres que vaya a buscarte a algún sitio?

—A buenas horas me lo... ¿Qué quieres?

—Nada, creía que te habías perdido, como no te sabes la ciudad... Espera... Estás en el restaurante, ¿verdad? ¿Desde cuándo vas los sábados también? Estás loco.

—Desde siempre solo que no te enteras porque llego antes de que te despiertes. Ya voy para allá, no quiero oír ni una sola palabra.

Oí una carcajada al otro lado de la línea y colgué, suspirando. Mi mejor opción era quedarme todo el día, hasta que se le pasara la bobada pero seguro que iría a buscarme y eso sería vergonzoso porque montaría un espectáculo. Así que, a mi pesar, recogí las cosas y me colgué la pequeña mochila del ordenador en el hombro.

La pequeña me miró interrogativa y le sonreí. Esa niña era genial y se veía que tenía un tierno corazón dentro. No la había visto nunca por aquí pero una mañana nos había sobrado para ser amigos.

—¿Ya te vas? —preguntó sonando un poco... ¿Disgustada? Asentí mientras me acercaba al cristal para mirar fuera—. ¿Y cuándo vuelves? ¿Vas a venir otro día?

—Claro, seguro que nos encontramos más veces.

—¡Vale...! —se quedó un segundo callada y me miró con sus ojitos verdes—. ¿Cómo te llamas?

—Kyle.

—¡Roxy! ¡Tengo un nuevo amigo! —gritó corriendo hacia donde se encontraba y ella se rio, asintiendo.

Su mirada coincidió con la mía y levanté una mano para despedirlas. Roxanne me devolvió el gesto con una amplia sonrisa y pude irme alegre como siempre... Aunque ese día fue mucho mejor que los anteriores.

Buenaaaaaaaas ya llegué!!!

¿Qué os parece Lilly? Sé que con el tiempo la amaréis tanto como yo lo hago.

Nos leemos!!!

💙RGD💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro