Capítulo Treinta y Siete: Familia InfoNews
Capítulo treinta y siete: Familia InfoNews.
Me siento como estoy suponiendo se sienten los padres de un recién nacido que deben aprovechar los momentos en los que el bebé duerme. Hacemos nuestro mejor intento de no ser ruidosos mientras él recarga mi espalda de la puerta de su habitación y sus manos se deslizan por mis costados.
Hay algo sobre el toque de Edmun que siempre se siente cómo ser tratada como una obra de arte invaluable, la manera en la que sus dedos ya sea de manera tierna o apasionada me recorren, siempre dejan una marca ardiente sobre mi piel.
Se aleja lo suficiente para ayudarme a quitar mi camisa y para quitar la suya. Deslizo mis dedos por cada surco en su abdomen. Su cuerpo siempre será algo que me fascinará, la manera en la que sus músculos se tensan con mi toque, la capa sutil de brillo por el sudor y la poca salpicadura de vello bajo su ombligo que hace cosquilla en las yemas de mis dedos.
A diferencia de aquel primer encuentro entre nosotros, no tengo dudas sobre mis movimientos o timidez sobre explorar su cuerpo, así que aplano mi dedos sobre su abdomen y un sonido bajo proviene de él mientras deslizo mis dedos debajo de su pantalón holgado, no encuentro más barrera de telas y de inmediato mis dedos tienen contacto con esa piel tersa y dura de su erección. Miro fijamente a su rostro mientras lo toco.
Sus manos se apoyan a cada lado de mi cabeza mientras baja la vista a mis manos, una bajando su pantalón y la otra sosteniéndolo, también bajo mi vista un poco hipnotizada sobre el contraste de mi mano sobre él. Me gustan los sonidos bajos de satisfacción que escapan de él, la manera en la que empuja hacia mi mano. No hay vergüenzas, retenciones o mandatos, no hay juegos de poder, solo somos nosotros dos.
—Me gusta esto —susurra.
—A mí también, pero lo que más me gusta es no temer a hacerlo.
Acerca su rostro al mío y deja un beso húmedo en mi boca antes de recargar su frente sobre la mía. Miro su boca cuando se estira en esa sonrisa a medias que me tentó mucho desde un principio.
—No temas a hacer más, niña buena.
—Parece que me alientas —susurro con diversión porque intuyo lo que quiere.
— ¿Me hace eso un niño malo?
No puedo evitar reír y veo cómo su sonrisa se vuelve una completa. Presiono mis labios en un beso en el centro de su pecho antes de bajar poco a poco mi cuerpo hasta apoyarme sobre mis rodillas, noto la manera en la que su cuerpo se tensa cuando siente mi respiración contra él y luego se estremece cuando siente mis labios, la humedad de mi boca y la manera inexperta en la que lo tomo.
Lo hago mi ritmo y en mis condiciones incluso cuando él no puede evitar embestir un poco sus caderas contra mí, una de sus manos se enreda en mi cabello y aunque no me presiona, poco a poco me instruye a encontrar la manera en la que nos guste a ambos. Me gusta, disfruto la manera en la que se estremece y maldice en voz baja, cómo no puede tener control sobre las reacciones de su cuerpo, cómo me pide más y cómo me vuelvo más audaz.
—De acuerdo, arriba, niña buena. No quiero correrme en tu boca y garganta, no esta vez.
—No iba a tragarlo —digo para llevarle la contraria cuando me ayuda a levantarme.
Todo lo que hace es reír mientras deshace el broche de mi sujetador y su boca atrapa una de las puntas erguida de mis pechos, su mano masajea el otro torturándome con pulgar en lentos círculos. Recargo mi cabeza de la puerta y dejo que su atención en mis pechos me enloquezca, cada lametón, beso, succión, pellizco y mordida tiene una conexión directa con el latido entre mis muslos y me muevo contra él en busca de fricción.
Edmun tiene una capacidad increíble para desarmar mis piezas y unirlas a su manera.
Me hace girar y ubica mis manos contra la puerta mientras baja mi pantalón junto a las bragas, salgo de ello pateándolos a un lado. Siento sus nudillos recorrer las curvas de mi trasero, recargo mi frente de la puerta.
—Te pintaría cómo una noche estrellada —murmura deslizando sus dedos por mi espalda baja—. Una mezcla de azul y negro, con pequeños brillos por toda tu espalda —siento sus besos en el centro de mi espalda y luego el mordisco en mi hombro.
Sus manos se desplazan por mis costados y hacia adelante, primero sus manos sobre mis pechos, luego una descendiendo por mi estómago hasta mi vientre, baja mucho más hasta con sus dedos tocarme de manera experta en donde más lo ansío y luego uno de sus dedos hundiéndose lentamente haciéndome estremecer. Me insta con su pierna a abrir más las mías.
—Aquí adelante te pintaría cómo un cielo en el atardecer, rojo, naranja, amarillo, algo de blanco y un poco de azul —aprieta su mano sobre mi pecho y su mano abajo se mueve con más entusiasmo—. ¿Sabes por qué te pintaría ambos cielos?
—No —Apenas puedo susurrar.
—Porque cuando te toco, beso o estoy dentro de ti, siento que tengo el maldito cielo en mis manos. Nadie se siente, mira y ama cómo tú.
—Te amo —susurro y quisiera repetirlo una y otra vez a medida que hace que mi cuerpo se caliente y las olas de placer se miren tan cerca—. Te amo.
—En realidad pintaría más que cielos en ti —otro dedo se une a la exploración, en su búsqueda de darme placer—. Podría pintar sobre tu piel una y otra vez, miles de colores, miles de perspectivas, miles de pinturas, porque sencillamente eres el lienzo más importante y valioso en el que alguna vez puse mis manos. Eres el mejor arte.
Sus palabras, sus toques, su cercanía, todo me acerca a ese precipicio en el que termino de saltar mientras me estremezco y gimo en un orgasmo. Sus dedos salen de mí y se arrastran hasta mi abdomen pegándome de su cuerpo, haciéndome sentir su dureza contra mi espalda baja. Su otra mano hace un lado mi cabello y siento la caricia de su nariz contra el lóbulo de mi oreja.
—Te amo, Valerie —susurra antes de palmear mi trasero haciéndome sobresaltar— y precisamente porque te amo no hay manera en la que no me hunda en ti antes de que pierda la razón.
»Aún estoy en mis sentidos para recordar el condón, no te muevas.
No hay manera en la que vaya a moverme, no hay manera en la que huya de esto. No hay manera en la que deje que su pasado nos separe.
Cuando vuelve, se ubica de nuevo detrás de mi espalda y una de sus manos va a mi cadera, lo siento alinearnos y luego acariciarme.
— ¿Me extrañaste?
— ¿Quieres hablar en este momento? —digo con la respiración agitada.
—Parecía un buen momento —Se burla antes de abrirse paso dentro de mi cuerpo haciéndome gemir—. Te extrañé.
No hay más palabras, pero sí muchos gemidos y jadeos. El sonido de su cuerpo encontrándose con el mío en cada embiste amenaza con enloquecerme mientras se mueve a un ritmo que me hace sentirlo al completo. Bajo la vista cuando siento una de sus manos deslizándose por mi vientre mientras la otra se mantiene en mi cadera, se pierde entre mis piernas y me estremezco. Embiste con fuerza y rapidez ocasionando que en una de esas mi frente golpee la puerta.
—Mierda, lo siento —dice desacelerando sus estocadas.
Sale de mí y me hace girar para ver el área golpeada, tengo tanta adrenalina y estoy tan excitada que no siento el golpe, así que le sonrío y le digo que estoy bien.
Me alza y enredo mis piernas entorno a su cintura, se adentra de nuevo a mi cuerpo y presiona mi espalda contra la pared mientras entra y sale de mí, retomando sus movimientos haciéndome perder la razón nuevamente. Besa y muerde mi cuello, me aferro a su cabello, sudamos y nos rozamos mientras escalamos cada vez más alto. Una de sus manos nuevamente se desliza entre nosotros y solo basta unos intensos toques de sus dedos para que mi mundo se sacuda y me apriete a él entorno a un orgasmo que me hace ver borroso. Navego entre mi orgasmo sin parar porque aún se mueve contra mí en busca de su liberación y eso solo alarga mi placer. Lo siento estremecerse y dice mi nombre en voz ronca mientras se apoya en mí y respira de manera agitada.
—Me molesta que me enloquezcas —dice con la voz enronquecida, saliendo de mí—. Desprecio siempre pensar en ti, pero lo más idiota es que aun así también lo amo —Suelta un bufido—. Supongo que eso de ser un novio no es tan malo.
Rio y lo abrazo, sintiendo su sudor mezclarse con el mío, esas palabras son tan él, tan genuinas que solo me hacen sonreír sabiendo que Edmun está aquí conmigo, que estamos juntos.
***
15 de mayo, 2016.
—Se miran cómo una familia feliz —dice Dietmar antes de morder una manzana—. Se miran bien.
Edmun deliberadamente lo ignora mientras se concentra en mirar a Lucas, quien se encuentra acostado en sus piernas pero con su cabeza descansando sobre la palma de su mano, él bebé permanece tranquilo con sus ojos medio abiertos y moviendo sus pequeños puños.
— ¿Qué tanto lo miras? —pregunta Dietmar— Vas a intimidar al pequeño Luke.
Por supuesto que Dietmar ya tiene apodos para mi sobrino, insisto, creo que él piensa que es el muñeco con el que jugamos.
—Trato de capturar sus rasgos en mi mente, desde Valerie no veía a alguien tan inocente.
— ¿Ya no me veo inocente?
—Sí, pero sé de lo que eres capaz —Me da una intensa mirada y alza levemente una de las comisura de sus labios—. Se vuelve un bebé más bonito con el pasar de los días, nació un poco feo, pero ya no lo es.
—Ni siquiera diré algo al respecto —digo.
—Creo que se parecerá a nosotros —dice Michelle desde la mesa leyendo un libro.
— ¿Eso crees? —pregunto animada de que se uniera a la conversación.
—Sí, tiene tu nariz, bueno también viene siendo la nariz de Celine —informa.
—Te lo dije, tiene tu nariz —apoya Edmun—. Ahora está calvo, pero apuesto que será castaño cómo ustedes, tal vez con tus ojos...
—Que son casi iguales a los míos —dice mi hermano—. Lucas se verá bien y lo más importante, nos tendrá a nosotros.
—Siempre nos tendrás, pequeño Lucas —digo acariciando la nariz del pequeño y sonriendo cuando hace una mueca.
—De verdad se ven bien —repite Dietmar—. Me hacen desear tener sobrinos.
—Tienes un sobrino —dice Edmun sin siquiera verlo.
—Lo sé, Alesso es un sobrino genial con un acento italiano que intento ignorar —refunfuña Dietmar—. Quiero un sobrino cerca de mí.
—Qué pesado —Le dice Michelle—. Crearás tensión, eso es algo que se habla en pareja no con un hermano chismoso.
—Todo lo que te escuché decir es mierda, así que te ignoraré.
—Ay, cómo me duele —dice Michelle y apuesto a que mi hermano rueda sus ojos mientras Dietmar le muestra el dedo medio—. Qué maduro.
—Qué dolor de culo.
—Qué molestos son los dos —Los corta Edmun.
—Qué amargado —dice Dietmar.
—Qué insistente —señalo.
—Qué estúpidos estamos siendo en este momento —acaba Michelle y por raro que parezca, los cuatros reímos.
—Sí, esa fue una discusión tonta —digo.
—En fin, iré a investigar en el teléfono qué podemos cenar hoy, alguna receta desafiante que me evite pensar en otras cosas —avisa Michelle yendo a su habitación.
Recargo mi cabeza del hombro de Edmun mientras escuchamos a Dietmar hablarnos de su sobrino Alesso, cuando veo a Edmun noto que hay un brillo en su mirada, creo que él desearía conocer o ser más cercano con su sobrino, pero no pregunto al respecto; sé que Alesso vive en Italia con su madre Livia. No hago preguntas respecto a la vida de la familia de Edmun, él me dijo todo sobre su pasado y llegamos a un acuerdo no dicho en voz alta en donde no sabré más de lo necesario sobre los trabajos de su familia o desenlace de a lo que se dedican.
No pienso juzgar, no lo defino por su pasado y no fingiré que todos sus hermanos no existen, pero tampoco tengo intenciones de saber o involucrarme dentro del crimen organizado y él lo entiende, eso es lo importante.
Mi teléfono vibra y veo que llegan múltiples mensajes, pese a no abrir ninguno veo que en su mayoría la premisa es "las noticias", así que con algo de miedo abro el buscador en el teléfono y escribo mi nombre.
No hay anonimato.
En su lugar está mi vínculo familiar con la familia Town. Los títulos son amarillitas y escandalosos. Todos dejan en claro que soy la hija mayor de un asesino de sangre fría, algunos pintan que hui de una familia enfermiza, otros que soy parte de un culto, algunos van más allá para decir que rechazo y aborrezco a toda mi familia. Personas de este lugar me definieron como "la hija descarriada" de la familia mientras hablaban de mi infancia a reporteros que seguramente les dieron unas pocas libras a cambio.
Mis manos tiemblan mientras leo un artículo tras otro, Edmun a mi lado también lo hace y toma mi barbilla haciéndome verlo.
—Dietmar, toma a Lucas —pide.
—Con gusto —responde viniendo por el bebé perezoso que se acurruca contra su pecho—. Aw, te gusta estar conmigo ¿Verdad? Eres el bebé calvo más bonito que he visto...
Dietmar se va por el pasillo arrullando al bebé con halagos hacia ambos. Me concentro en la mirada de Edmun que limpia una lágrima que rueda por mi mejilla.
—Sabíamos que se sabría en algún momento —dice con serenidad— y sabemos que no eres nada de esa mierda de la que hablan. No les debes explicaciones, pero si quieres aclararlo, hazlo a tu paso, cuando lo desees.
»No te tortures leyendo basura que unos desconocidos escriben de ti para obtener atención. Eres mucho más que eso y ya establecimos que un apellido no va a definirte.
Tomo lentas respiraciones y asiento, me atrae para un abrazo y acurruco mi rostro contra su cuello, su mano sube y baja por mi espalda reconfortándome. Me da mi tiempo para calmarme de este momento abrumador.
—Llama a tu agente, discutan el próximo movimiento que harán. Todo estará bien, Valerie.
—Voy a llamarla —susurro saliendo de mi escondite.
— ¿Necesitas que te deje sola por privacidad?
—Está bien, quédate aquí.
Dana parece estar esperando mi llamada así que ella no tarda en contestar. Conversamos mucho, pese a que esto ha sido abrumador, esperábamos que sucediera en cualquier momento por lo que ella ya tiene preparado el comunicado que discutimos anteriormente y el cual será emitido en el programa de mañana en InfoNews.
—Valerie, debes darme alguna solución sobre el programa. Los superiores le están exigiendo razones a Karl y él lo ha extendido todo lo que puede. ¿Necesitamos pedir más tiempo?
— ¿Cuánto podrían darme?
—Tal vez unas dos o tres semanas.
—No creo que en tres semanas mis hermanas estén bien —Debo ser realista—. Necesito más.
Pero ambas sabemos que no pueden darme más. Cierro mis ojos sintiendo más lágrimas por qué sé lo que tendré que hacer incluso si siento que me rompe el corazón.
—Esta producción es nueva, Valerie, ahora eres un escándalo y Karl no te despediría, pero él responde a superiores y sabes cómo funciona esto.
—Lo sé —susurro.
—También sabes lo que sucede a continuación si no puedes volver en el tiempo máximo que podría pedir ¿Verdad?
—Sí...
—Muy bien, ¿Qué quieres que diga? La decisión es tuya.
—No puedo volver ahora —digo finalmente.
Hay unos largos segundos de silencio y la escucho suspirar.
—Lo entiendo. Redactaré la carta y trataré de llegar a algún acuerdo, pero sabes lo que esto significa ¿Verdad?
—Sí, renuncio a una parte vital de mi vida —Me quiebro.
Cuando la llamada finaliza, Edmun me abraza sin hacer preguntas. Me deja llorar y lamentarme, pero luego también me escucha decir con mi propia voz que voy a levantarme, porque ya no soy esa mujer que cuando se cae se queda en el suelo. No, ahora me levanto porque nunca más dudaré de lo que soy capaz, de mi fortaleza y capacidad para superar las adversidades y creer que cuando todo este tormento pase, estaré bien.
***
17 de mayo, 2016.
Estoy agotada, física y emocionalmente. Así que estoy acostada en posición fetal en mi cama viendo a Lucas dormir a mi lado. Se ve relajado, tranquilo e inocente y es la manera en la que debe vivir su infancia.
—Espero tu mami entre en razón pronto, cariño —susurro.
Hoy ha sido un día tan agotador.
Comenzó con despedirme de Edmun por unos días porque él tiene asuntos que atender en Londres, toda su vida no se puede paralizar por mí, sin embargo, prometió volver en cuanto pusieran en orden varias cosas. Tuvimos esa conversación.
Esa en donde le hice saber que por unos meses estaré en este lugar viendo los posibles avances de mis hermanas y cuidando a Lucas, le di la opción de la salida, no tiene que arrastrarse conmigo en este futuro inmediato tan incierto, pero todo lo que hizo fue rodar sus ojos y besarme, sacarme la ropa y decirme cuán estúpidas eran mis palabras mientras estaba dentro de mí. Dijo algo sobre ser un equipo y sobre adaptarse a este momento de mi vida.
Dejó a Dietmar con nosotros bajo el pretexto de que era la garantía de que volvería, un mal chiste. Dietmar se quedó cuidando a Lucas mientras Michelle y yo fuimos a visitar a Denise, los médicos ven mejoras en ella y despertó por unos breves minutos en donde estuvo alterada, debieron sedarla una vez más y el médico me recordó que era muy necesario que mi hermana recibiera ayuda profesional, al igual que nosotros, para superar todo lo que sucedió.
La segunda parada fue más agria, fuimos a la estación de policía a reportar y pedir que se abriera una investigación a la iglesia a la que Valter acudió toda su vida adulta, puesto que nuestras sospechas sobre la posible existencia de una secta eran cada vez más grandes, lo último que necesita este lugar es que se repita la historia.
Posterior a ello, Michelle y yo hicimos nuestro recorrido hacia la casa en la que crecimos, con los cofres llenos de las cenizas de mamá y de Jason. Es en el lugar donde decidimos dejarlo por el momento, al menos se ve más respetuoso que dejarlo dentro del maletero del auto y me negaba a tenerlos en la casa en donde vivimos temporalmente.
Estar de nuevo dentro de esa casa se sintió cómo un drenaje de energía, era escalofriante y estaba llena de tanto sufrimiento y malos recuerdos que no aguantamos más de veinte minutos. Celine debe decidir qué hacer con las cenizas de Jason, pero es algo a lo que ella aun no puede enfrentarse y una visita a su casa fue nuestra última parada.
Hablar con Celine fue cómo hablarle a una pared, al menos ella fue un poco más receptiva con Michelle, pero no lo suficiente. Ella no quiso escuchar sobre Lucas y cuando mencionamos a Jason todo lo que hizo fue llorar y llorar hasta quedarse dormida. Conversé con la mujer que se encuentra cuidándola y me dijo que es difícil hacerla comer o asearse, pero que está haciendo lo mejor que puede su trabajo. Aproveché de entrar a la habitación de Lucas y lloré cuando vi lo bonito que era todo, lo preparados que estaban mi hermana y su esposo para ser padres.
Llorando llené un bolso con ropas para él, mantas y tomé pañales para que no se pierdan. Cuando Michelle y yo salimos de la casa de Celine, nuestras paradas habían terminado. Cada punto al que fuimos hoy, se sintió cómo un bloque siendo puesto sobre mis hombros, el peso de tantas responsabilidades amenazó con hacerme colapsar, pero cuando llegué a casa y estuve con Lucas en mis brazos, Michelle y Dietmar conversando, la llamada de Edmun diciéndome que estaba en su casa, me sentí mejor.
Conseguí hace dos horas un psicólogo al que iremos todos los hermanos, incluso si debo arrastrar a Celine fuera de su casa. Y hace una hora le hice una grieta a mi corazón escribiendo un correo que aún no envío a mis amigos.
Acaricio con mi dedo la mejilla de Lucas y suspira en sus sueños.
—No te preocupes, Lucas, tendrás una hermosa infancia, me estoy asegurando de ello —susurro—. Fuiste un bebé muy deseado y eres amado, nunca estarás solo y Valter jamás te hará daño.
»Cuando seas un adulto muchas veces sentirás que el mundo se te viene encima, pero ¡Ánimo! Siempre nos levantaremos. ¿Y adivina? Parece que somos un equipo. Un equipo de un loco hablador, un aspirante a chef, un bruto encantador y yo, una tía que te ama mucho —suspiro—. ¿Sabes? Lo positivo de todo esto es que no sé si antes tu mami me hubiese dejado conocerte y compartir contigo, me alegra de no haberme perdido la oportunidad de abrazarte, te amo pequeño.
Giro y tomo mi teléfono antes de acostarme de espalada. Abro el correo en borrador, de destinario se encuentra los nombres de mis amigos del programa: mi familia. Lo leo una vez más.
"Los amo.
Esa es la manera correcta de iniciar este correo, dejando muy en claro que los amo con la vida.
Hace años solo era una joven acomplejada que no sabía en dónde estaba su voz, alguien cohibida que temía no encajar o agradarle a quienes serían sus compañeros de trabajo, nadie me advirtió que ellos serían mi familia y que me aceptarían con mis virtudes y defectos.
Recuerdo mis manos temblando y cuán fría estaba cuando me reuní con la mayoría de ustedes y con el cerdo de Kennedy (Breana aún no llegaba a iluminar el estudio y Parker todavía no nos deslumbraba con su encanto; Adelaide posiblemente se encontraba estudiando y Austin era demasiado genial para un programa con desconocidos).
Parece mentira decir que puedo ver en mi mente perfectamente cómo me topé con Derek en el ascensor: "Dime que vas al piso nueve, eso me alegraría mucho" debo admitir que estaba algo deslumbrada por lo cómodo que Derek parecía cuando tras asentirle me preguntó si sería una de las estrellas de su vida y me conversó sobre él y lo que esperaba del programa.
Todavía puedo recordar el abrazo que se sintió tan natural de Holden cuando lo saludé, nunca había conocido alguien que fuera tan abiertamente cariñoso desde el principio; aceptémoslo, los británicos tenemos fama de ser muy fríos.
Elise bromeaba, nunca vi a alguien sentirse tan cómoda y poco después Rayan llegó con una sonrisa agradándome inmediatamente. Nunca esperé que alguien tan diferente a mí pudiera sentirse cómo una parte de mí y eso sucedió cuando conocí a Krista, la recuerdo congeniando de inmediato con Elise e intentando adentrarme a la conversación.
Esto es incómodo de admitir, pero Jocker, tuviste impacto en mí desde el momento en el que te conocí.
Cuando estuvimos en ese lugar en donde sin tanta ceremonias Kennedy comenzó a hablarnos de la idea del programa, al ver alrededor supe que grandes cosas pasarían y por primera vez en mucho tiempo, sentí que no tenía miedo del futuro (al menos no tanto).
Programas tras programas, ustedes se convirtieron en algo más que compañeros, se volvieron mis amigos. Unos amigos que me hacían sentir cómoda, que bromeaban conmigo, se preocupaban y me hacían feliz.
Se volvieron mi familia.
Y dos años después, cuando Breana llegó, estaba asustada sobre no agradarle porque ella era tan despampanante que admito me hice la idea equivocada antes de que con una sonrisa ella me dijera "¡Vaya! No pensé conocerte tan pronto, eres genial" y me hiciera saber que todo estaría bien.
Han sido años, amigos, de alegrías y tristezas, hemos tenido altibajos y algunas diferencias que hemos podidos solucionar, en cada recuerdo los encuentro: cenas, celebraciones, fiestas hechas por Holden, momentos tristes, momentos difíciles, siempre hemos estados los uno para los otros. No todos tienen la fortuna de conseguir a esas personas que no por sangre se vuelven tu familia, no los elegí, siento que ustedes me eligieron y bueno, tal vez, esa fue la única cosa buena que Kennedy hizo: hacer que nos encontráramos.
Me alegra que a nuestra familia se unieran Adelaide y Austin, eso nos hizo aún más fuertes y geniales ¿Cierto?
Ustedes han estados en casi todos los momentos importantes de mi vida, me han ayudado a levantarme en cada caída, me han acompañado a soplar las velas en cada cumpleaños, me han visto llorar y sonreír, me han escuchado llorar y reír. Me han dado besos de la amistad (Derek eso es contigo), me han invitado a fiestas legendarias (sí, Holden, hablo de ti), he aprendido insultos loquísimos (Elise eres un genio), me volvieron un caramelo (gracias Breana, lo siento Rayan), ¡Me volvieron tía! (gracias Ryry), aprendí a ser mejor debatiendo y obtuve conocimientos nuevos (eternamente agradecida, Jocker y Parker), me sentí una mentora genial (Austin ¿Alguna otra pregunta?), encontré a mi persona (Krista si las personas tienen otra mitad, eres la mía) y aprendí a que todo es...Lindo (Adelaide). ¿Lo ven? Tienen demasiado impacto en mi vida.
Desde hace un tiempo para acá, las cosas no han sido fáciles. Ustedes saben que crecí en una familia complicada, pero es mucho más que eso.
Nací dentro de una familia con un radicalismo hacia la religión. Fui orillada a temer de lo que debía creer. Valter es un monstruo horrible al que una vez llamé padre. Sí, las cosas terribles que leyeron sobre los asesinatos son ciertas. Él asesinó a mi madre, marcó a mi hermana y dejo a mi sobrino sin un padre. No tengo nada que ver con sus crimines, llevar su sangre no me hace cómo él.
Mi familia en este momento pasa un momento muy difícil y me necesitan. Hay muchos trozos que debo levantar, pero no se preocupen, estoy siendo fuerte porque he aprendido de los mejores a dar lo mejor de mí y ser una mujer fuerte que no se deja caer.
Debido a estos problemas familiares es preciso que permanezca aquí por un tiempo ¿Cuánto? No podría definirlo, hay muchas heridas que ayudar a sanar, no por obligación, es porque lo deseo, porque quiero que mis hermanos estén de pie y consigan su felicidad, quiero ayudarlos y sé que ustedes pueden entenderlo.
Sin embargo, tomar esa decisión ha conllevado a consecuencias y creo que es justo que lo sepan de mí y no de terceros, porque lo merecen:
Estaré fuera del programa.
Escribo esto con lágrimas en los ojos, sintiendo una grieta en mi corazón, pero sé que son las consecuencias de mi decisión. Las puertas no han sido cerradas de manera definitivas, pero sé que tampoco puedo volver diciendo "aquí estoy de nuevo, recíbanme ", créanme no ha sido fácil. Pero no hay que sufrir, no estar en el programa no significa que ya no seremos familia.
Prometo que los veré siempre que pueda, Austin aun puedes hacerme consultas. Jocker y Parker todavía podemos debatir por vídeollamadas. Breana seguiré siendo tu caramelo, Derek todavía puedes enviarme besos de la amistad, Holden esperaré mis invitaciones a las fiestas, Elise por favor enséñame más de tu repertorio, Krista sigues siendo mi persona y Adelaide todavía todo será...Lindo.
Siempre seremos familia, siempre seré parte de InfoNews. Quién sabe, tal vez algún día vuelva a estar ahí junto a ustedes haciendo lo que amo.
Sé que esta noticia no es lo que esperaban leer, pero sé que también lo entienden.
Ahora imaginaré que lloramos juntos mientras nos abrazamos.
De verdad muchas gracias por todos, familia. Ustedes fueron los primeros en enseñarme lo que es la felicidad.
Los amo con la vida, nos vemos pronto.
Valerie Evans."
Y finalmente deja de ser un borrador cuando presiono "enviar."
Holisss, bueno, no hay mucho que decir. Excepto que les envío pañuelos y abrazos para procesar esto.
Espero se me estén cuidando mis amores, tomen sus precauciones y sigan indicaciones para mantenerse a salvo de esta pandemia.
Capítulo dedicado a mi reina, Willa. Porque se caló desde el principio que le dijera de que iba esto y lo sufrió incluso de realmente leerlo. Porque somos un equipo y eso nunca cambiará, porque ti amu mucho.
Recuerden que si tienen fanarts o quieren saber cuando se actualiza (a veces Wattpad no avisa) la historia tiene página de facebook: Saga InfoNews de Darlis Stefany. Los adelantos en mis redes: instagram (DarlisStefany) y stories de facebook en la página Darlis Stefany. Mayormente para contestar, en el tiempo que trato de dedicar para ello, me encuentro más en mis mensajes privados de Instagram y en Twitter: Darlis_Steff, porque se me hace más cómodo por esos medios. Ahora se suma que por YOUNOW (DarlisStefany) estaré haciendo en vivos para hablar de mis historias, adelantos, etc.
Espero les guste.
Un beso.
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