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Capítulo Treinta y Seis: Lucas


Capítulo treinta y seis: Lucas.


14 de mayo, 2016.

Deslizo mi dedo por su pequeña nariz, por sus mejillas y sonrío viendo cómo su entrecejo se arruga. Bosteza y vislumbro su pequeña lengua con rastro de color blanco debido a que recientemente acaba de tomar su biberón. Su cuerpo descansa sobre mis piernas y su cabeza en mis manos mientras lo balanceo con suavidad.

Lucas se mira muy cómodo, yo también lo estaría si fuese ajeno a todo el desastre que explota a mi alrededor. Bostezo y mis ojos se vuelven llorosos, tengo tanto sueño y estoy tan agotada.

Agotada física y emocionalmente, siento que estoy de pie sobre un suelo que no deja de tambalearse. También sé que no debo aferrarme al pequeño Lucas, después de todo espero que en cualquier momento mi hermana se sienta lo suficiente estable para ser la madre que él necesita. Por mucho que cuide de Lucas tengo en claro que no soy su madre.

Celine salió hace dos días del hospital, le hice saber que estaba dispuesta a ir a casa con ella para ayudarla con el bebé, se negó. Le dije que ella podría venir conmigo a la casa en la que nos estamos quedando, no quiso.


— ¿Qué quieres, Celine? Dime en qué puedo ayudarte —Imploré. Volteó a verme.

—Quédatelo, ese niño no es mío.


Me dolió por ella y por el bebé, ambos se necesitan y ella sumida en el dolor de la pérdida de su esposo, no es capaz de verlo. ¿Cuánto tiempo le durará este rechazo? Contraté a una cuidadora para estar con ella, porque he llegado a temer que incluso ella pudiese hacerse daño y esa persona también se encargará de que ella acuda a cada sesión de terapia que necesita, mi hermana en este momento es la cascara de una persona.

Así que me encuentro temporalmente haciéndome cargo de Lucas, no es mi responsabilidad, pero ¿Cómo podría darle la espalda? Incluso cuando ha hecho que no duerma porque llora por las noches, me he quemado haciendo su biberón, he discutido un montón con Edmun cuando intenta orientarme y la falta de sueño me hace arisca, me he ensuciado de popo de bebé y he sido vomitada, todo eso en tan pocos días, no lo dejaría a su suerte. No renuncio a ayudar a éste bebé.

—Valeria —Me sobresalto con la voz de Dietmar detrás de mí.

Le doy una leve sonrisa y él besa mi mejilla. Limpia sus manos de su pantalón del pijama – sí, aún está en pijama aun cuando son las tres de la tarde – y estira sus manos hacia el bebé.

—Te ayudo con Lucas y tú vas e intentas entrar en razón a tu idiota hermano ¿Va? —negocia.

—De acuerdo.

—Gracias, de verdad gracias —Toma al bebé de mis brazos—. Siento que en este momento odio un poco a Mich.

Observa el rostro de Lucas y sonríe, besa su frente y lo acurruca contra su pecho; creo que Dietmar considera a Lucas una especie de muñeco o se lo quiere quedar, se derrite cada vez que lo tiene en sus brazos.

—Entonces, iré con Mich.

—Por favor, si sigue así podría matarlo —Lo miro y parece avergonzado—. Es decir, lo digo en broma, no es real.

Me guiña un ojo y comienza a tararear una nana para Lucas. Bostezo y camino hacia la habitación de Michelle. La casa cuenta con tres habitaciones de las cuales una de ellas la comparten mi hermano y Dietmar, Edmun tiene una para sí mismo y ocupo la más grande con Lucas. No somos el intento de una familia feliz, solo somos cuatro personas y medias conviviendo bajo las circunstancias.

Continuo en Preston por mis hermanas y Lucas, Denise sigue en el mismo estado de salud complicado, sin mejoras. Edmun y yo no hemos conversado sobre nuestra relación incierta, pero él ha estado aquí y eso conlleva a que Dietmar, quien es su responsabilidad, se encuentre con él.

Toco la puerta de la habitación en donde se encuentra Michelle y no me responde, suspiro y abro la puerta. Michelle...No ha sido él, toda esta situación lo ha afectado demasiado, no ha sacado a relucir lo mejor de sí mismo. Cierro la puerta detrás de mí y lo veo sentado en la cama, camino y me dejo caer a su lado.

—También son mis hermanas —rompo el silencio pasados unos minutos—. También fue el hombre al que llamé padre y a ella la llamaba mamá.

»También me siento asqueada de Valter y lamento que nuestra madre trazara este final, pero agradezco que mis hermanos estén con vida. Me duele que no hables conmigo, que reflejes tu malestar en nosotros...Tú ni siquiera has querido cargar a Lucas.

Michelle suspira y luego voltea a verme, su labio inferior tiembla y grandes lágrimas caen por su rostro, tomo su mano en la mía.

—Si no me hubiese ido...

—Si no te hubieses ido pude haber tenido que hacerme cargo de tres cuerpos —Digo con crudeza— o tal vez estaría esperando que dos hermanos despertaran en el hospital.

—O podría haber evitado todo esto si hubiese estado.

—Todas esas posibilidades son válidas, pero no hay vuelta atrás, Mich. Este es el presente y mientras lo aceptamos, nos apoyamos como familia. Es un momento horrible de nuestras vidas, pero avanzaremos.

» ¿Por qué estás tan enojado con nosotros? —pregunto, sacude su cabeza en negación.

—No estoy enojado con ustedes, no podría. Pero no sé cómo manejar esta situación —Voltea a verme—. Valerie, toda mi vida fui un cristiano muy devoto, mi padre lo llevaba a un extremo en dónde pensé que todo era pecado.

»Desear el mal, odiar, el rencor, todo ello estaba mal y hoy solo puedo pensar en que lo odio, en que de verdad desearía que muriera. No dejo de pensar que todo sería mejor si él dejara de respirar y...Y no siento la culpa —Más lágrimas caen—. Me quedo esperando por una culpa que no llega.

»En ese hospital, con mis manos alrededor de su cuello...Creo que hubiese seguido, si no me detenían...Podría haberlo matado. ¿Te das cuenta? Tal vez sus genes están muy dentro de mí y tengo esa malicia en mis venas, quise tanto acabar con él, con el hombre que llamé por más de diecinueve años padre y que amé, quien un día vi cómo un ejemplo a seguir.

Trago y no sé muy bien qué decir, no soy la mujer que siempre tiene las palabras correctas. También deseé que él...Muriera cuando supe lo que había hecho, pero no deseé matarlo y con honestidad no sé qué decirle a Michelle al respecto. No puedo decirle que está bien, pero tampoco sé cómo decirle que está mal.

—Estaba encontrándome, haciendo mi vida, sonriendo y aceptando quién soy, pero una vez más él tuvo que arruinarlo todo. Mató a nuestra madre, le arrebató la vida al esposo de Celine y ahora ella es esta horrible madre que no quiere ver a su hijo —Su voz se va alzando—. Torturó a Denise casi matándola, tal vez la razón por la que ella no despierta es porque no quiere ¿Qué tan difícil será enfrentar la vida para ella?

»Entonces, ¿Por qué él respira? ¿Por qué? ¿Por qué simplemente no muere cómo la escoria que es?

Lo atraigo hacia mí y lo abrazo, permitiéndole llorar, también derramo mis propias lágrimas preguntándome si en algún momento ellas van a acabarse. Siento que llevo una eternidad llorando, desde que pensé que Edmun había desaparecido, hasta hoy. Ningunas han sido lágrimas de felicidad.

—Va a pagar, Mich. Apenas y comienza su castigo, la muerte no sería suficiente. Y tú no eres cómo él, no lo eres.

—Intentaré...Lidiar con toda esta mierda —Ahí vienen las malas palabras que ahora son sus amigas—. Lo siento, Valerie. Parece que no tomo esto bien.

—No soy la única con la que debes disculparte.

—Lo sé —suspira—. En este momento Die me odia.

—Y Lucas desearía un abrazo de su tío Mich —murmuro.

—Siento vergüenza —confiesa—. Sentía que le fallé por haberme ido, pensé que porque Valter mató a su padre y no merecía que me amara, que nuestra familia no lo merecía.

—Es un pensamiento estúpido porque lo que Lucas necesita es a su familia, amor de los que quedamos y nos encargaremos de que no pase por lo que nosotros vivimos.

Guardamos unos minutos de silencio en donde lo abrazo y parece perdido en sus pensamientos. Me gustaría abordar el tema sobre por qué le pidió a Dietmar acabar con Valter o tal vez la pregunta directa tendría que ser ¿cómo lo sabe? Dietmar aseguró e incluso juró que él no le había dicho nada por protegerlo, que está tan sorprendido cómo nosotros. Sin embargo, antes de que pueda formular la pregunta, Michelle habla.

—He estado pensando... —Hace una pausa y traga—. Valter...Él se reunía aparte en la iglesia con una minoría, a veces algunas cosas...Eran extrañas. ¿Qué pasa si era algo más?

— ¿Cómo un culto oscuro o una secta? —pregunto mortificada, él asiente.

— ¿Y si era algo más que un fanatismo religioso? ¿Y si hay más cómo él?

—Eso sería espeluznante.

Asiente e intentando aligerar el ambiente menciona el hecho de que espera que Celine entre en razón sobre Lucas. Hablamos otro poco más y luego me dice que irá a disculparse con Dietmar y conocer realmente a Lucas; sus ánimos no son altos y veo mucha negatividad persistente en él, pero esta conversación ha sido buena y tengo fe de que poco a poco vayamos retomando nuestras vidas y lidiemos con este presente que nos tocó vivir.

Lo veo irse, bostezo de nuevo y me pongo de pie saliendo de la habitación. En el camino me encuentro a Edmun saliendo de su habitación con el teléfono contra su oreja, se detiene al verme y alza un dedo, lo tomo cómo señal de que espere un momento.

Recargo mi espalda de la pared y lo observo. Confieso que me gusta que su cabello esté algo más largo a tal punto que tiene unas pocas ondas y podría tener una pequeña cola en la parte de arriba. Su barba también es un poquito más abundante, nada cómo cuando lo conocí, pero si más que hace un par de meses y toda esta familiaridad del pantalón de algodón, la camisa de mangas corta blanca cuello V y pies descalzos, por un momento me hace querer fantasear sobre un escenario muy diferente al actual.

—Son unas malditas bestias, ¿Por qué me molesto en enseñarles? —gruñe frunciendo el ceño—. Gracias por recibir las pruebas por mí y por cuidar a Gring...No seas imbécil, Alex —Parece que sonreirá ante lo que le dicen—. ¿Y te duele? Pues bien merecido.

» ¿El veinte? Pues estamos a catorce, sí, tengo tiempo... ¿Qué tipo de caja? —Su semblante se torna serio—. No, no la tomes o abras. Déjala en mi casa, si explota al menos ahí no hay personas...Sí, sí es gracioso... —Suspira y rueda sus ojos—. Vale, vale, papá, no necesito sermones sobre lo que es gracioso y que no. Ahora voy a colgar, cuida a Gring, es la garantía de que me sigas cayendo medianamente bien —Ahora sonríe levemente—. Lo que digas, Alex.

Finaliza la llamada y quedo con ganas de conocer la conversación completa que sonó demasiado interesante. Él suspira y se recarga contra la pared, frente a mí.

— ¿Quién dijo que cuidar a un recién nacido era divertido? —dice—. Te ves cómo un caos, niña buena.

—Gracias, ¿Te gusta esta imagen? Porque de manera similar me veré cuando sea madre —digo con ironía y tarde me doy cuenta del peso de mis palabras.

Él enarca una de sus cejas y noto la sorpresa en su expresión, eso no lo esperaba y en realidad, yo tampoco.

— ¿Es esa una indirecta para hacerme padre en un futuro? Reformulo la pregunta: ¿Es esta una insinuación sobre un nosotros en tiempo futuro? Creo que estoy recibiendo muchas señales.

Se despega de la pared y camina hacia mí, levanta mi barbilla con sus dedos para que nos veamos con fijeza, dejo ir una lenta respiración cuando su pulgar acaricia mi labio inferior.

—Debemos hablar, Valerie. No me molesta apoyarte y estar para ti, pero no soy un jodido santo y de verdad me gustaría saber en dónde estamos parados. Si odias mis entrañas, si mi pasado es demasiado, si me quieres fuera de tu espacio o me aceptas.

»No me gustan las incertidumbres ni las señales confusas, conmigo las cosas deben de ser claras para saber a qué me estoy enfrentando.

—Hablemos...

—Necesitas primero dormir y yo comenzar a revisar las pruebas de las bestias a las que enseño. Más tarde ¿De acuerdo? —Asiento y deja un beso en mi frente—. Descansa, niña buena.

— ¿Y si Lucas despierta?

—Dietmar considera que es su muñeco —Se encoge de hombros— y sé de bebés.

Le doy una leve sonrisa, él deja un beso en mi nariz y se aleja. Le doy la espalda y camino hacia mi habitación. Me dejo caer sobre la cama y bostezo, tomo mi teléfono de la mesa de noche y veo la hora, pero más que fijarme en la hora, me doy cuenta de la fecha.

Adelaide. Hoy es su cumpleaños.

Abro mi WhastApp y veo los nuevos mensajes de mis amigos y los muchos que hay nuevamente en el grupo. He hablado con mis amigos, todos ellos quisieron venir, pero preferí que no lo hicieran...Podría generar un caos mediático y hasta ahora he sabido manejarlo porque no conocen mi vínculo familiar con todo esto, sé que en algún momento se sabrá, los chismes siempre se revelan por terceros.

Amaría tenerlos conmigo en este momento y sé que ellos quieren apoyarme, pero necesito discreción. Al menos hemos podido hablar por teléfono y fue bastante lamentable cuando al preguntar por el funeral les hice saber que los cuerpos habían sido cremados sin ningún tipo de ceremonia y de hecho los cofres con las cenizas se encuentran en el auto alquilado, en la maletera, no sé qué hacer con ellos aun. Al menos sé que Celine debería responder por el de Jason.

Así que en lugar de ir con cada uno de ellos de manera individual para dar mi reporte del día, escribo por el grupo que me encuentro bien, que hoy se siente mejor que ayer, que hablé con mi hermano, que el pequeño Lucas está bien y cuidar de un recién nacido es difícil, les hago saber que los extraño y que agradezco que estén para mí. Es un mensaje bastante largo que me hace muy consciente de lo mucho que estoy extrañando mi vida en Londres, a ellos, mi apartamento, mi rutina y mi paz. Pero me digo que todo pasará y que esto me hará más fuerte.

Escucho el audio de Dana, mi agente, preguntándome qué vamos a hacer puesto que en una semana y media de mis semanas de descanso dadas por Karl terminan. Entiendo la amabilidad de Karl, pero también sé que es un trabajo y necesitan de mi presencia, solo que todavía no llego a una decisión y tengo una absurda fe de que en una semana mágicamente todo mejore sobre la vida de mis dos hermanas.

Le escribo rápidamente a Dana que le escribiré y llamaré pronto para que discutamos sobre esto y de nuevo le agradezco que tenga preparado cualquiera acción para cuando se sepa que todo el asesinato atroz fue cometido por mi padre. Todos saben que soy discreta sobre mi privacidad, siempre leo entradas o comentarios sobre teorías respecto a mi familia o no tener una, y muchas veces en entrevistas han querido obtener información, pero siempre he sido recelosa sobre ello, tener otro apellido ayuda y el hecho de que por respeto a Valter en este pueblo nadie se atreviera a vincularnos. Sin embargo, en la actualidad sé que en cualquier momento eso cambiará.

Veo los nuevos mensajes en el grupo.


Holden: te extraño cada día, el bello ángel de mi vida. Lo bueno de mi maldad. Lo puro de mi perversión...Mi Valerie.

Krista: Awww déjame copiar lo que dijo el muñeco de arriba: RT.

Derek: oye, Kris no seas cínica. Es tu mejor amiga, créate tus propias palabras.

Derek: yo en cambio, como exprometido herido si puedo decir RT a Holden y tomar sus palabras sin escribir

Parker: cuánto dolor sobre la boda fallida, Derek. Pensé que lo estabas superando.

Derek: lo hago.

Derek: Krista y Breana son mi nueva combinación.

Breana: tengo novio.

Derek: Uhmmm ¿Es así? Pequeño detalle que no importa.

Breana: ¡Derek!

Derek: ¿Qué? Además sabes por qué lo digo.

Adelaide: ¿Qué? ¿Por qué lo dices? ¿Qué no sabemos los demás? No sabía que eras un ciego cómo Rayan.

Rayan: JAJAJAAJ qué graciosa es la cumpleañera.

Adelaide: lo sé. Además de graciosa soy...

Austin: ¿Linda?

Adelaide: exacto, peluchito.

Jocker: entro en la conversación, Austin. Y sí, ella es linda.

Austin: y fastidiosa también :)

Jocker: Ade no es fastidiosa.

Jocker: Val, me alegra que estés bien, no dudes en decirnos si necesitas algo y por favor avísanos cuando podamos ir a verte.

Rayan: te echamos de menos. Summer te envía un fuerte abrazo.

Elise: Summer tuvo una reconciliación hermosa con Breana.

Derek: ¿Y sabes con quién más hubo una hermosa reconciliación? Es que si te cuento...

Adelaide: cuéntame a mí. ¡Quiero saber!

Austin: chismosa.

Adelaide: como si todos USTEDES no quisiera saber.

Parker: también me gustaría saber

Elise: yo sé.

Elise: pero de verdad te extrañamos mucho, Val. El programa no es lo mismo sin ti.

Krista: haz lo que tengas que hacer, pero no te olvides de volver.

Valerie: ustedes están locos.

Valerie: también quiero saber de qué habla Derek.

Valerie: lo extraño y amo mucho. Espero verlos pronto.


Bostezo una vez más mientras salgo de la conversación, entro en mi agenda y marco el número de Adelaide. No sé si es una bendición o maldición, pero nunca he sido capaz de olvidar las fechas de cumpleaños.

—Valerie —dice con sorpresa, sonrío.

—Feliz cumpleaños a ti, Adelaide.

—Gracias...Qué te tomes la molestia de llamar es lindo.

—No podía no felicitarte, incluso si esta es la primera vez que te llamo.

—Sí, estamos estrenándonos por llamada —Bromea—. ¿Cómo estás, Valerie?

—Creo que esa tendría que ser mi pregunta para ti.

—Tonterías, sé que no es un buen momento y aun así agradezco que te tomaras el tiempo de felicitarme.

—Mi relación con mi madre fue complicada —confieso—. De pequeña estuvo presente y era buena, pero cuando mi padre se molestaba o era muy disciplinario, nunca intervenía. Era fiel creyente de que en la casa el hombre, esposo, manda.

—Pensamiento horrible.

Asiento aunque ella no puede verme. Le digo sobre lo extraño que se siente que me duela que no esté, pero el resentimiento de nuestra relación madre e hija es muy fuerte; esa relación en donde me cuidaba a las espaldas de mi padre y luego me cerró las puertas de la casa y su corazón porque Valter no me quería en sus vidas. La pérdida de mi madre se asemeja y al mismo tiempo es diferente a la de Adelaide.

La mamá de Adelaide al menos no le dio la espalda y siempre estuvo ahí haciéndole saber que la amaba, hacía cosas por ella y siempre le sonreía. Me hubiese gustado que la mía hubiese hecho algo tan simple cómo pintar las uñas de mi mano y se lo hago saber.

—No mentiré diciendo que tuve la mejor mamá del mundo, pero me amó y la amé —dice— y sé que no fue perfecta, pero no me hizo odiarla y es la madre que cada día extraño. Hoy ella estaría despertándome cantando muy horriblemente feliz cumpleaños, me daría alguna bonita ropa, me llevaría a comer o se esforzaría en sorprenderme con un regalo que me gustase.

»Es mi segundo cumpleaños sin ella y aun así, todavía al despertar cierro mis ojos de nuevo esperando su voz desentonada cantando —Se le quiebra la voz—. Perder a mamá fue una mierda.

Lo sé y la cosa es que lloro la horrible muerte de mi madre, la crueldad con la que fue tratada y el que no quedáramos en buenos términos. Pero... ¿Cómo extrañarla si hace tanto estuvo fuera de mi vida? ¿Cómo atesorar momentos que no tuvimos? Era mi sangre y lamento que muriera, escuece e invade mi mente, pero escuchar a Adelaide hablar de su dolor me hace sentir que el mío es un eco del suyo.

¿Está eso mal? ¿Hay algo mal en mí? Cómo madre ella me falló, me dio la espalda y le restó valor a mi amor, nos hicimos desconocidas. Fue más esposa que madre y no le pesó, vivía con un monstruo al que alababa, uno que frente a sus ojos golpeó a sus hijos. No digo que mereciera la muerte, mucho menos esa, nadie lo merece, solo digo que aun cuando duele no me deja un vacío intolerable porque desde hace muchos años, ella dejó el vacío ahí solo que ahora es más palpable, más real.

— ¿Valerie?

—Lo siento solo estoy cansada. Lamento haberte puesto triste con la conversación en tu cumpleaños.

—No, no, ha sido agradable hablar de Brenda y sobre extrañarla.

—Espero tengas un cumpleaños genial, diviértete mucho.

—Si no muero, espero puedas estar en el próximo cumpleaños.

—Así será. Lo prometo.

Hablamos otro poco y luego la llamada finaliza. Me acuesto y pienso sobre mi infancia, los pocos recuerdos felices que conservo conmigo. Sobre mis momentos agradables con mi madre, los recuerdos parecen escasos o tal vez los borré de mi memoria. Suspiro y cierro mis ojos, pese al cansancio me cuesta mucho dormirme y el sueño no es tranquilo.

Quisiera seguir durmiendo, pero un llanto es demasiado potente para permitirlo. Me incorporo y me quedo viendo con fijeza a la nada, intentando ubicarme mientras el llanto parece aplacarse. ¡Ah, claro! Es mi sobrino, estoy aquí y mi vida es un caos en este momento, ¿Cómo olvidarlo? Paso las manos por mi cabello cómo si quisiera tirar de el. Me levanto y voy hacia el baño que comparto con Edmun, conectado por nuestras habitaciones. Lavo mi rostro y cepillo mis dientes. Salgo hacia la sala y me paralizo viendo la imagen.

Edmun sentado en el sofá con Lucas acostado entre sus brazos y en su otra mano sosteniendo el biberón del que succiona con entusiasmo el bebé. El niño trae puesta la camisa, pero está sin pantaloncillo solo en pañal. El talco y el pañal sucio a un lado me hacen saber que se encuentra con una colita recién limpia. Edmun lo mira y parece estar hablándole mientras lo alimenta.

—Oh, cielos ¿Qué le hace esto a mis ovarios? —susurro, llevando una mano a mi vientre porque la imagen parece gritarle a mis órganos "mira qué bonito se mira con un bebé".

Camino, avanzando hacia ellos y notando que ni mi hermano o Dietmar se encuentran aquí. Edmun alza la vista hacia mí, los alcanzo y sin decir palabra alguna, tomo el pañal sucio llevándolo hacia la papelera, lavo mis manos y vuelvo para sentarme a su lado.

— ¿En dónde están los jóvenes de esta casa? —pregunto.

—Dietmar acompañó a Michelle a ver a Denise, tu hermano dijo algo sobre ir a ver a Celine después —Gira el biberón de forma circular y luego lo retira del bebé que se queja—. Dormiste poco más de cuatro horas, se fueron hace dos —El bebé anuncia que va a llorar, él baja a vista—. Oye, Lucas, sé de esto ¿De acuerdo? Se supone debes hacer pausas para no atragantarte, calma, no te estoy robando tu comida, evito que te mates por comer con desesperación.

Dicho eso, vuelve a darle el biberón y el bebé deja de quejarse, sonrío y dejo mi índice cerca de su mano, de inmediato Lucas la sostiene entre sus dedos pequeños, amo cuando hace eso, sus ojos están medio abiertos mientras sus mejillas se mueven a medida que succiona.

Aprovecho la oportunidad para ayudar a Edmun, encargándome de vestirlo con su pantaloncillo y colocándole unos calcetines, beso uno de sus pies cubierto y casi me patea la cara, eso me hace reír.

— ¿No tienes trabajo pendiente? —pregunto a Edmun—. Pinturas, cosas de artes qué hacer, compromisos.

—Cada respiración que tomo no se trata de crear pinturas, en mi mente también trazo y pinto. Sí tendré que ir a Londres pronto, tengo asuntos de los cuáles encargarme, te haré saber cuándo deba irme —Aleja el biberón vacío de la boca codiciosa de Lucas—. Niña buena, tu sobrino parece un bebé avaricioso, todo lo que quiere hacer es comer. Amigo, ya no hay más, no contribuiré a que tengas sobrepeso.

A Lucas eso no le gusta, él comienza a quejarse antes de comenzar a llorar. Edmun frunce el ceño con desagrado mientras lo alza frente a su rostro y lo mira llorar, sacude su cabeza y me lo ofrece, riendo tomo al bebé comelón, ubicando su cabeza sobre mi hombro mientras palmeo su espalda intentando liberar sus gases, por suerte es un bebé genial que los suelta con facilidad.

Edmun me indica que hablará con su agente por teléfono y se aleja, me quedo con el bebé que no tarda en dormirse. Lo llevo hacia mi habitación y lo acuesto en la sencilla cuna temporal en la que duerme, salgo de la habitación y vuelvo a la sala con la misión de ir a la cocina. Tengo hambre y falta poco para la cena así que reviso qué podríamos cocinar mientras como una manzana.

—Mich dijo que cocinaría.

Me volteo mordiendo la manzana y miro a Edmun, mastico y trago para poder hablar.

— ¿Lo dijo? —Casi sonrío.

Michelle no había cocinado desde que esta noticia cayó sobre nosotros, eso tiene que significarse algo bueno ¿Verdad? Doy un último mordisco a la manzana y desecho lo no comestible mientras digo lo bien que me parece que mi hermano quiera volver a hacer algo que le gusta. Edmun solo se encarga de mirarme sin emitir ninguna palabra.

Lamo mis labios, suspiro y rodeo el largo mesón; flexiono el cuello de un lado a otro para liberar tensión, todo bajo la atenta mirada de Edmun.

—Entonces, este es el momento en el que hablamos —digo.

—Teniendo en cuenta que Lucas bebé hambriento no lloriquea, parece el momento perfecto —Estira su mano hacia mí—, pero no aquí. Vayamos a mi habitación.

Miro de él a la mano que me ofrece y ladeo mi cabeza a un lado, él enarca una de sus cejas, un gesto muy Edmun.

—No lo sé, nosotros solos en una habitación es demasiado peligroso, Edmun.

— ¿Demasiada tentación?

Por primera vez en días, rio y dejo mi mano sobre la suya. Cuando la toma e intenta caminar, pongo resistencia y resopla viéndome con impaciencia, rio otro poco más.

—Edmun, nosotros no nos debemos una conversación.

— ¿Ah, no? Me parece que sí.

—No —Sacudo mi cabeza—. Antes de que esa llamada entrará, había llorado, te había abrazado diciendo mis temores sobre irme o quedarme a tu lado.

—Lo recuerdo.

—No nos debemos una conversación, nos debemos una respuesta —Dejo ir su mano y le doy la espalda.

—Valerie...

—Has visto lo disfuncional que es mi familia, un asesino era el cabeza de ella y su sangre corre por mis venas. Cometió crímenes que seguro los grandes delincuentes admirarían o temerían. ¿Crees que tener su sangre me hace mala persona?

—No, eso sería una idiotez.

— ¿Crees que soy culpable de sus pecados?

—Niña buena, sabemos que la respuesta "no".

—Este algún día será mi pasado, ¿Me definirá? La hija de un cruel asesino que adornó todas las noticias nacionales e internacionales.

No me responde y me giro a verlo. Niega con su cabeza mientras me mira, tomo una profunda respiración.

—Me alegra saber qué piensas así. Aseguras eso porque sabes que no elegí a mi familia, no elegí esta situación y me aparté cuando vi que esta no era la vida que quería ¿Te suena familiar?

—Un poco.

Doy pasos hacia él, no se mueve. Deslizo mis manos por su pecho pasando por su cuello hasta detenerme en su rostro. Siento la barba bajo las palmas de mis manos y la sensación ya mes tan familiar. Mis pulgares acarician sus pómulos ocasionando que una lenta respiración escape de sus labios.

—Mi hermana no es la mejor madre en este momento, mi hermanita no quiere despertar y cuando lo haga no sé en qué condiciones estará, mi hermano tiene un fuerte instinto de querer matar a Valter y lucha contra ello. Tampoco les daría la espalda a mis hermanos, tú no se la darás a los tuyos.

»Aun sabiendo todo esto de mí, ¿Me quieres en tu vida?

—El 79% del tiempo me encanta tu presencia —Frunzo el ceño y se encoge de hombros—. Créeme, eso es bastante viniendo de mí.

»Respondiendo a tu pregunta, te querría en mi vida. Me gustan las obras de artes, pero tú en particular, eres una obra de arte que amo. Te amo.

Paso mis brazos alrededor de su cuello y me pongo de puntillas, sus manos van a mis caderas y agradezco que se agache lo suficiente para que no me disloque el cuello. Con mi nariz acaricio la suya.

—Tú también eres una obra de arte que amo. Eres el hombre conmigo en los buenos y malos momentos. Si a mí no me define nada de lo que mencioné, ¿Por qué te definiría a ti?

»Eres más que tu familia, Edmun y aunque el miedo está presente, te amo lo suficiente para no dejarte ir.

—Eres lo más bonito —susurra con la intención de besarme, pero alejo mi rostro—. ¿Ahora qué?

—Moritz —susurro.

Me mira abriendo un poco sus ojos y luego ríe, cómo solo pocas veces lo he escuchado hacerlo, entrecierro mis ojos hacia él porque tengo la ligera sospecha de que se divierte a mi costa.

—Buen intento, niña buena, pero así no se pronuncia el nombre —Me indica—. Moritz, así suena.

—Moritz —Lo intento de nuevo queriendo imitar su pronunciación y sigue riendo—. Moritz.

—De acuerdo, de acuerdo, no importa. De igual manera soy Edmun.

—Edmun —susurro.

—Correcto.

— Schwarzenberg —intento y de nuevo ríe—. ¡No lo estoy diciendo mal!

—No, pero presiento que lo practicaste mucho.

—Tenía que tener la pronunciación perfecta del apellido de mi pintor favorito.

—En serio, el hecho de que pinte te pone mucho, niña buena. Te excita, te enciende.

—Eres un bruto —golpeo su hombro.

—Shhh, protestas demasiado.

Acorta la distancia y su boca se posa sobre la mía. La emoción es real, lo extrañé tanto. Siento que finalmente nos hemos reencontrado en medio de un caos. No sé cómo será el mañana, honestamente temo de ello, pero al menos por hoy me permito sentir esta felicidad.




JEJEJEJE holis. Espero de corazón se encuentren bien y estén siguiendo las pautas dadas para mantenerse a salvo, es muy importante que de verdad guarden la cuarentena. Necesito que estén sanos y sus corazones fuertes para que sigamos esta montaña rusa.

Capítulo dedicado a @Thais_liana gracias por tanto apoyo y amor, te envío muchísimos abrazos.

Recuerden que si tienen fanarts o quieren saber cuando se actualiza (a veces Wattpad no avisa) la historia tiene página de facebook: Saga InfoNews de Darlis Stefany. Los adelantos en mis redes: instagram (DarlisStefany) y stories de facebook en la página Darlis Stefany. Mayormente para contestar, en el tiempo que trato de dedicar para ello, me encuentro más en mis mensajes privados de Instagram y en Twitter: Darlis_Steff, porque se me hace más cómodo por esos medios. Ahora se suma que por YOUNOW (DarlisStefany) estaré haciendo en vivos para hablar de mis historias, adelantos, etc.

Espero les guste.

Un beso.

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