Capítulo once: Un extraño escenario
Capítulo once: Un extraño escenario.
13 de marzo, 2016.
Aplico crema hidratante en mi rostro mientras escucho a Krista hablar, algo que hacemos todas. Hay un cosquilleo emocionante en mi interior porque disfruto un montón cuando nos reunimos todas las chicas del programa una vez al mes y hacemos esto: beber vino o champagne, atender nuestro cuerpo y piel, hablar y ponernos al día, simplemente pasarla bien.
— ¿Y, entonces, dormiste con él? —La interrumpe Elise totalmente impaciente quitándole el celular porque Krista acaba de hacer una pausa por darle atención a su celular, la tecnología nunca se alejará de ella o ella no se alejará de la tecnología—. Usa tu celular luego, necesito que continúes tan interesante historia.
—El final es predecible. Tuvimos sexo. Fin de la historia —dice, dirijo mi mirada a ella con mi boca ligeramente abierta—. Y me gustó.
Estoy dudosa entre preguntar si está segura de que se siente bien. La relación de Krista con Garrett fue bastante larga, una de sus relaciones más serias, tanto así que ella esperaba que en cualquier momento él se propusiera; además de ello, ella no ha cerrado esa historia con Garrett puesto que luego de que él terminará con ella en víspera de año nuevo, ellos no han vuelto a verse o conversar, incluso cuando todo el escándalo de la orgía de Garrett salió a la luz. No sé si se siente realmente bien de haber intimado con otra persona luego de tanto tiempo con una pareja estable.
Sexo casual, fue eso y me sorprende darme cuenta que no es eso lo que me inquieta, es saber si mi amiga lo hizo porque quiso o simplemente como un medio, resultado de una racha de despecho que, aunque esconde, aún está ahí.
— ¿Y eso estuvo...Bien? —Tanteo, dejándome caer al lado de Breana en la cama, ella se encuentra viendo una revista con una mascarilla de aguacate en su rostro.
—Sí, es decir, tuve mi orgasmo y él fue bueno —Sonríe Krista, pero me conoce bien—. Estoy bien, Val. Lo hice porque quise, antes de estar en una relación estable con Garrett, tuve encuentros con otros hombres. No tuve sexo ahora porque quisiera herirlo o arrancarlo de mi piel, lo hice porque mi cuerpo reaccionó y me hice cargo de lo que quería. Vivo mi sexualidad, lo hice por mi placer. Fue bueno, la pasamos muy bien y él no era un idiota.
»No estoy buscando entrar en otra relación, solo la pase bien y no me arrepiento.
—Esa es mi chica. ¡Viva el sexo! —Brinda Elise tomando de su vino. El timbre de su casa suena—.Esa tiene que ser Adelaide y Alexa.
La veo ponerse de pie y salir de su habitación. El celular de Breana suena y sonríe mientras parece que responde un mensaje, luego deja su celular a un lado y voltea a verme.
— ¿Qué?
—De verdad parece que estás en una nube con Gabriel.
—Él me hace sentir bien, cuando estamos juntos se siente bien y lo quiero —Me sonríe—. En el pasado fuimos muy jóvenes y cometimos errores...
—Es más como que él cometió un error —corrige Elise llegando con Adelaide, Alexa y para mi sorpresa, Alice detrás de ella—. Te fue infiel, pero sí, eran jóvenes.
Breana hace una mueca y le lanza una mala mirada.
—Como decía, cometió errores y éramos jóvenes, la vida nos dio una segunda oportunidad y la estamos tomando. Yo me siento bien, él me gusta y... —Sacude su cabeza—. Es una persona increíble.
—Ella sonríe mucho desde que está con él —señala Krista dándole la razón—. Es una pena que no sucediera algo con otra persona, pero Breana está siendo feliz con Gabriel y eso es genial.
— ¿Con qué otra persona? —pregunta Alice mientras nos saluda. Le doy un fuerte abrazo cuando me alcanza.
La verdad es que las hermanas Hans, Alice y Alaska, son increíbles. Mientras estuve casada con su hermano pasar tiempo con ellas y conocerlas era una de las cosas que más me gustaba, era como conseguir pequeñas hermanas. El cariño siempre será el mismo.
— ¡Traje golosinas! —anuncia Alexa sentándose en el suelo y tomando esmaltes de uñas que se encuentran ahí—. Por cierto, Alice. Hablan de Rayan.
— ¿Tienes un lío amoroso con Rayan? —Parece sorprendida.
—Es más como que nunca tuvo un lío amoroso con Rayan y eso la amargó —aclara Adelaide acostándose en un lado libre de la cama y comiendo unas patatas—. Algo que todos lamentamos.
—Todos éramos fieles apoyadores de Stavis —dice Alexa—, pero Stavis por ahora se encuentra enterrado y vemos como ella suspira por el atractivo Gabriel. Porque todas admitimos que Gabriel es un pedazo de algo bueno para la vista.
—Hubieses hecho una pareja bonita con Rayan —Le dice Alice sonriendo—. Pero me alegra que seas feliz con Gabriel, parece una buena persona.
—Lo es. ¿Vas al recital de Summer? —Me pregunta Breana. Le doy una sonrisa dudosa porque algo me dice que ella quisiera tener mi boleto, el que Rayan me regaló.
—Sí, es esta semana. Iré con Holden, la señora Davis y Rayan.
— ¿Podrías mandarme fotos?
—Claro, Bre —aseguro y ella me sonríe.
—Gracias —Su sonrisa crece—. Ahora, creo que tú tienes muchas cosas que contarnos —Enarco mis cejas con total sorpresa mientras ella se pone de pie y camina hacia el baño para quitarse la mascarilla. Elise ríe y volteo a verla.
—Sobre Edmun, ese tosco y sexy amigo de mi escritor versátil.
—Oh —Es todo lo que digo.
—Ese "oh" suena tan interesante —dice Adelaide y me toma por sorpresa.
No es que Adelaide y yo nos llevemos mal, de hecho tenemos muchas conversaciones interesantes sobre cosas que nos interesan, sin embargo, creo que ella siente que podría no agradarme hablarle y yo siento que podría incomodarla. Sé que podríamos ser buenas amigas si lo intentáramos.
—Por favor, cuéntanos. Viviré a través de ti porque mi mitad no se decide a que soy su alma gemela y hay alguna idiota rondándolo —Se queja Alexa, recuerdo entonces nuestra conversación.
—Ella no es desagradable, Alexa, pero admito que tú eres mucho más genial, Alexa —Garantiza Elise.
—Lo sé, soy demasiado genial, es por eso por lo que le estoy dando la oportunidad de rectificar su error.
Abro mi boca con sorpresa de la audacia y seguridad de tal declaración, es como si estuviese brillando a causa de la cantidad de confianza que emana de ella. La miro...La admiro. Salgo de mi asombro cuando escucho a Adelaide reír, volteo a verla.
—Es muy amable de tu parte darle la oportunidad a Alex de fijarte en ti, Alexa. Muy amable —Le dice y Alexa le arroja una de las patatas de la bolsa que acaba de abrir.
—Cállate, mata ilusiones. Estamos hechos el uno para el otro, y él lo sabe. Solo está asustado de sentir tanto por mí y prefiere lo estable y tranquilo de esa mujer.
Alexa lo dice con tal convicción que le creo y parece que no soy la única porque todas, incluyendo a Adelaide, se quedan en silencio observándola. Sus mejillas se sonrojan pero su boca hace una mueca triste.
»Es verdad, yo sé que él siente algo, porque cuando hablamos...Y los libros, solo que ahora está ésta mujer y no lo entiendo —Hace un puchero bastante ridículo, pero no es en lo que me concentro, si no en el tono de su voz, no suena para nada como su típica alegría. Breana se sienta a su lado y de manera amistosa golpea su hombro con el suyo.
—Y si el sentimiento es fuerte y reciproco, en algún momento estarán juntos —Le asegura Breana y el puchero de Alexa crece.
—No me consueles tú diciendo eso, que entonces siento que nunca sucederá. Eres un ejemplo horrible —Se queja Alexa y Elise ríe, Breana resopla y vuelve su atención a mí.
—Pero volvamos a ti, caramelito de miel. ¿Qué sucede con Edmun? Porque ese es su nombre ¿Verdad?
—Podríamos simplemente llamarlo señor pasión —Se burla Krista, siento mis mejillas enrojecer—. Miren la manera en la que se sonroja.
Todos los ojos están puestos en mí y es una de esas ocasiones en las que aun sonrojándome, no me siento incómoda por ser el centro de atención, me atrevería a decir que lo disfruto un poco, porque estas cosas no suelen sucederme. No soy yo la que habla de chicos, intereses amorosos o algo tan apasionado como lo que estoy viviendo con un hombre que es tan diferente a lo que creía era mi prototipo de hombre ideal.
—No sé qué es lo que estamos haciendo —Hablo finalmente—. Solo sé que sea lo que sea...Se siente bien. Cuando estoy con él no debo pensar en que considerarán las personas que es bueno o malo, hago lo que yo deseo —Me encojo de hombros y no puedo evitar sonreír—. Él no me juzga, no me miente ni finge. Es honesto, me dice lo que pasa por su cabeza y es directo. No me dirá lo que quiero oír, solo me dice lo que quiere decir sin importar si es muy brusco.
»No lo sé, es difícil de explicar y como dije, no sé qué es lo que hacemos, pero me gusta. Sí, supongo que lo hace.
— ¿Supones? Cariño estás tan sonrojada como si estuvieses pensando en sexo con él —Señala Elise recargando su copa de vino—. Te gusta y nadie puede culparte. Amo a Matthew y es caliente, pero tengo ojos y sé que Edmun es un tipo que cualquier mujer quisiera escalar.
—Es ardiente —señala Adelaide.
—Es sexy —Le sigue Krista.
—Parece un muy, muy, buen protagonista de libro caliente. Eso lo dice todo —Por supuesto que eso viene de Alexa.
—Él es algo más —murmuro viéndolo en mi mente. Sus facciones y esas mínimas sonrisas, incluso aquellas que han sido plenas, han sido pocas, pero significativas.
— ¿Y han tenido sexo? —pregunta Alexa—. Porque esos son los detalles importantes.
— ¡Alexa! —Esta vez es Adelaide la que le arroja algo: un dorito.
—No —respondo sin poder evitar tirar de un hilo inexistente de mi camisa—. Han existidos momentos...Interesantes, pero no hemos estado en ese nivel físico y con honestidad no sé si pasará.
—Va a pasar —dicen Elise y Krista al mismo tiempo antes de reír.
— ¿Por qué dicen eso? ¿Ven algo que yo no?
—Val, solo con mencionar su nombre te sonrojas y parece que tu mente se va a un sitio un tanto más adulto —Krista me guiña uno de sus ojos antes de proseguir sus palabras—. Él...No es que te vuelva una mejor versión de ti, porque solo tú tienes ese poder. Él simplemente te ayuda a reencontrar esa parte de ti que te asusta explorar, pero que siempre has sabido habita en ti. Porque todos lo vemos, cuando hablas de los temas que te gustan pasión.
» ¿Cuándo haces el programa? Eres fuego, cuando debates, cuando defiendes algo en lo que crees.
—Cuando hablo del pintor —aporta Breana—. Es como si soltases un millón de chispas.
—Está en ti y no creas por un momento que eso se debe a Ed —Volteo a ver a Elise ahora que comienza a hablar—. Ese fuego es tuyo, él te ayuda a sacarlo afuera, pero eres tú y eso está bien. Me gusta verte así de viva y aunque Ed puede ser un imbécil en ocasiones por sus muy crudas palabras, es un buen hombre, al menos me lo ha parecido.
—Sí, al menos él no es idiota y te regala libros para luego irse a salir con otra mujer —comenta Alexa.
—Nunca pensé que podría obtener tanta información en estas tarde chicas, pensé que solo hacían cosas como hablar sobre lo lindas que eran —agrega Alice haciéndonos reír, luego le sonríe a Adelaide—. Gracias por invitarme
Todas ellas diciendo que ven eso en mí, que es algo mío, han ocasionado un nudo en mi garganta. Parpadeo varias veces intentando ahuyentar la humedad. Mi mirada se encuentra con la de Adelaide y la corro antes de que pueda notar el desastre sensible que soy en este momento.
—Iré por agua —Me excuso, levantándome y saliendo de la habitación de Elise.
Una vez llego a la cocina, recuesto mi espalda de la pared junto a la nevera y tomo profundas respiraciones. Tengo amigas grandiosas que con simples palabras causan una emoción en mí y no quiero llorar porque me haya parecido desagradable, al contrario, ha sido tan maravilloso de escuchar la manera en la que me ven, quizá, he sido yo la que siempre ha visto lo que la costumbre mi crianza me enseñó y no la realidad.
Tal vez, esa pasión siempre ha estado en mí y yo simplemente no supe verla...Hasta ahora. Cubro mi boca con la mano y cierro mis ojos porque repentinamente siento unas incontrolables ganas de reír. Soy un desastre de emociones desde hace unas semanas, se siente como si estuviera en algún tipo de reencuentro conmigo misma. En las últimas semanas me he sentido más cómoda con mis elecciones, decisiones y vida de lo que he estado en toda mi vida y eso es bueno.
Eso es muy bueno.
—Luces...Linda.
Abro mis ojos y me encuentro con Adelaide recargada del mesón mientras me observa con una pequeña sonrisa. Quito la mano de mi boca y me enderezo. Muy pocas veces hemos estado solas, mayormente estamos rodeada de una u otras personas mientras mantenemos conversaciones. De nuevo, no es que nos odiemos o no nos agrademos, creo que se trata de una incomodidad de no saber cómo hacerlo, queremos pero no sabemos cómo.
No soy la ex resentida o desagraciada y ella no es la novia resentida de que anterior a ella hubo alguien. Me gusta el ingenio de Adelaide y es inteligente, ella una vez me dijo que me admiraba por el trabajo que hago y tenemos buenas conversaciones entre nosotras con otros, solo, nos falta familiarizarnos un poco más con la idea de que lo volvemos incómodo cuando no debería ser así. Supongo que hoy podríamos empezar con ello.
—Linda —repito y sonrío, la he escuchado decir muchas veces eso y por la manera en la que Jocker sonríe cuando lo hace, supongo que es una cosa muy de ella—. ¿Es linda la manera en la que me veía un poco boba soñolienta?
—Yo diría más como linda toda feliz y relaja —Se encoge de hombros.
—Gracias —Sonrío.
Permanecemos un largo minuto en un silencio incómodo e inquieto, luego ella suspira y mira sus pies en calcetines antes de volver su atención a mí.
—No tendría que ser incómodo ¿Sabes? —dice, asiento con lentitud—. Sé de tu historia con Jocker, incluso cómo ocurrió. No puedo pretender que Jocker no tiene historia antes de mí, ni tachar que estuvo casado contigo —Se encoge de hombros—. Recuerdo que cuando te conocí y los vi debatiendo por primera vez, me preguntaba cómo era posible que no estuviesen juntos cuando podrían ser la pareja perfecta.
—No lo éramos.
—Sí, pero yo lo creí ¿Sabes? Para mí simplemente tenía sentido. Porque me pareciste inteligente, preciosa e intimidante ante la manera confiada en la que abordabas ciertos temas y eras capaz de seguirle con fluidez, porque solo el cielo sabe que a veces no es fácil seguirle un debate a Jocker cuando se vuelve intenso y súper mega inteligente.
No puedo evitar reír y ella sonríe. Toma impulso para sentarse en las sillas altas que pertenecen al mesón y yo relajo mis hombros viendo que esta conversación va por buen camino.
—Es verdad, a veces siento que sabe demasiado —concuerdo.
—Yo entiendo que tuvieras sentimientos por él, porque Jocker es una persona excepcional, y tú también lo eres. Nunca he pensado que seas una mala persona o desconfiado de tu amistad con él, tampoco me molesta, porque tú nunca has sido irrespetuosa conmigo o mi relación.
—Me gusta que él sea feliz contigo, lo nuestro es una amistad. Nuestro matrimonio es parte del pasado y eso está bien, hemos avanzado, crecido y madurado. Su amistad es importante para mí, pero hasta ahí llega nuestra relación, no debes preocuparte por ello.
—Y no lo estoy. Y no porque tú no seas una ex patea traseros —Bromea—, pero confío en él, en lo que tenemos y por sobretodo, sé que tú eres una persona que no se interpondría entre nosotros y eso me hace respetarte tanto.
»A veces recuerdo aquel cumpleaños de Holden cuando me dijiste que tuviera cuidado con Jocker, que era una estrella inalcanzable.
—Me disculpo por ello, me doy cuenta ahora de lo rudo que pudo haber sonado eso —Me siento avergonzada de haberle dicho aquello.
—No, no, no tienes que disculparte, no me ofendió en aquel entonces y mucho menos ahora. Solo que pienso que tú sabías de los planes de Jocker y una parte de ti, quizá, solo me advertía sobre mi corazón porque él se iría en algún momento. Sin darte cuenta, intentabas de alguna manera lanzarme la pista, pero yo tenía demasiadas hormonas por Jocker como para prestar atención —Se ríe y yo sonrío.
— ¿Tú de verdad lo amas? —cuestiono.
—Locamente, de una manera que me hace reír como tonta porque no creí que alguna vez yo, la persona que llaman mata ilusiones, compartiera tantas de ellas con otra persona que se ha vuelto mi apoyo y amor —Se sonroja levemente—. Fui a trabajar de mala gana buscando mantener mi hogar y hacer algo de mi vida, y conseguí a un hombre increíble así como grandiosos amigos. Lo amo mucho y trato de que él nunca lo dé por sentado, que siempre sepa que significa mucho para mí.
—Me hace feliz escucharlo, porque sé que él te ama de la misma forma. Eres su persona especial y me alegra que te haya encontrado. Y como él me lo dice a mí, sé que yo encontraré a mi persona especial en algún momento y él será feliz como yo lo soy por él.
—Incluso, seguro le da una charla sobre que debe tratarte como una reina.
—Seguro.
—Y eso será lindo —declara haciéndome reír—. Y yo creo que tal vez esa persona especial para ti está muy cerca.
No soy tonta, entiendo lo que me dice, pero dudo que sea Edmun. No porque lo menosprecie o crea que no sea suficiente, es tan simple como intuir que no estamos en la misma página. Él quiere algo físico, está atraído y eso no está mal si los dos estamos de acuerdo con ello.
—Tú crees...Olvídalo.
—Puedes decirme, por favor dime, que luego quedo con la duda —Une sus manos como si implorara.
— ¿Tú crees que está mal tener sexo fuera de una relación?
Enarca sus cejas de un modo que supongo se lo ha pegado Jocker y luego baja sus manos. Sonríe.
—Bueno, esto será incómodo de admitir, pero Jocker y yo...Eh, no éramos exactamente novios cuando lo hicimos, y nuestras citas, yo ni siquiera sabía que eran citas. Nunca he considerado que sea malo, solo depende de cómo te sientas.
»Cuando yo era más joven, tenía miedo de experimentar sexo con los chicos porque era estúpida y juzgué mucho a mamá, decía que temía ser como ella en ese aspecto. De lo cual me siento avergonzada, porque si bien la vida de mamá no era la que me hubiese gustado para ella, proclamaba mucho sobre la vida sexual libre cuando juzgaba la de mi propia madre. Tarde aprendí mi lección —Sacude su cabeza luego de hacer una mueca triste—. La cosa es que desde mi punto de vista, si es consensuado, hay pasión, ganas y deseos no está mal. Somos dueños de nuestros cuerpos y tenemos la oportunidad de tomar nuestras elecciones y decisiones, entonces, ¡Diablos! ¿Por qué no?
—Me gustaría tener una lista de razones de por qué estaría bien hacerlo —confieso.
— ¡Ufs! Estás con una experta en ellas —Se baja de la silla totalmente entusiasmada—. Uno: el sexo quita la tensión de nuestros cuerpos. Dos: No se trata sobre qué opinen los demás, se trata de lo que tú quieras. Tres: Si te lo preguntas es porque quieres y cuarto, pero no menos importante: porque deseas a Edmun, quieres hacerle todo tipo de cosas traviesas.
—Es una buena lista.
—Te dije que soy una experta en ellas —Se ríe—, pero te haré unas preguntas y dime sí o no, sin pensarlo dos veces. ¿Has pensado en Edmun y tú teniendo sexo?
—Sí.
— ¿Te gusta mucho?
—Sí.
— ¿Te sientes mal ante la idea de desearlo?
—No.
— ¿Te sientes incómoda con él?
—No.
— ¿Te gustaría hacerlo con él?
—Sí...Él me...
— ¿Emociona? ¿Excita? ¿Pone? ¡Dios! Pasó mucho tiempo con Alexa, lo siento por eso.
—No te preocupes —Me rio.
—Por como lo veo, no se trata de que piense yo u otros, si no de que tú de verdad le tienes ganas —Ambas reímos ante sus palabras.
—Esto fue...Bueno, hablar. No tiene por qué ser incómodo.
—Creo que ahora podremos hacerlo mejor, ¿Cierto, Valerie?
—Estoy de acuerdo con ello, Adelaide —Despego mi espalda de la pared—. Ahora volvamos o pensarán que estoy buscando el agua en algún manantial.
— ¿Crees que no saben que estamos conversando? Te puedo apostar que Alexa está un poco más allá escuchándonos.
— ¡No es cierto! —Grita Alexa.
— ¿Lo ves? Saben que estábamos teniendo esta importante conversación.
Voy a responder pero el timbre de la casa suena. Elise grita que abramos la puerta y que matará a alguien si pidió pizza para romper sus planes de cenar sano la noche de hoy. Sigo a Adelaide hacia la puerta y cuando ella abre, mi boca se abre ligeramente mientras tomo una lenta respiración por mi boca.
Matthew pasa la mano por su cabello lleno de ondas y le da una amplia sonrisa a Adelaide, al igual que Alex, pero Edmun solo le asiente.
Edmun. Está aquí...Y yo tengo mi rostro blanco con la crema hidratante.
Decido retroceder con lentitud para que no me vea, lo cual va genial mientras Matthew le habla a Adelaide.
— ¡Cuidado con la tortuga! —Grita Alexa, reforzando el hecho de que sí nos espiaba.
Volteo y casi cometo un tortusuidio. Alexa se acerca y toma a la pobre tortuga que no entiendo cómo es que está fuera de su terrario. La veo ubicarla en su palma mientras acaricia el cascaron de la pobre tortuga asustada y le susurra palabras. Alexa es bastante especial.
Sacudo mi cabeza y vuelvo mi atención al frente, mi plan de escape ahora es un fracaso porque los tres hombres me observan mientras Adelaide está más interesada en tomar las bolsas de comida que traen con ellos, a eso le llamo yo: tener prioridades.
Aclaro mi garganta y doy un saludo tentativo con mi mano, Alex me devuelve el saludo y Matthew me sonríe, Edmun solo me observa.
— ¿Quién es? —Grita Elise desde su habitación.
—Tal vez si abrieras tu puerta lo sabrías —grita de regreso Matthew cerrando la puerta detrás de ellos, ya sabes, hay mucha confianza—. Hola, Alexa.
—Hola —saluda alegremente aun sosteniendo la tortuga de cuyo nombre no recuerdo el nombre—. Salvé a tu hija de ser aplastada o hijo.
—Lo cual te agradezco...
Él deja de hablar viendo detrás de ella, sigo su mirada solo para ver a Elise acercarse con una sonrisa. Es como si el resto no existiéramos mientras lo alcanza, se pone de puntillas, pasa sus brazos alrededor del cuello de Matthew y como si fuese un imán en busca del metal, su boca colisiona con la de él. No es un beso corto o tranquilo, es la clase de beso que te hace cuestionarte si van a arrancarse la ropa frente a ti y ni siquiera entiendo por qué todos lo vemos.
—Sabes a vino —Le dice Matthew y ella ríe alejándose solo un poco porque la mano de él se ubica en su cadera—. Me dijiste que harías la cena para tus amigas y me asusté, así que como estábamos jugando cartas, decidimos pasar por comida y hacer una llegada de emergencia.
—Tú decidiste —Corrige Edmun dejando en claro que no tiene nada que ver con esta sorpresa.
— ¿Pretendías cocinar? —cuestiona Breana saliendo con una mascarilla verde que supongo se aplicó en mi ausencia—. ¡Querías matarnos!
—Esta vez iba a hacer algo muy bueno.
—O muy malo —dice Matthew y ella golpea su abdomen.
¿Alguien más nota que Alexa está aplicando un poco la estrategia Breana? Parece un poco como que evita ver a Alex lo cual tiene que costarle un montón si tomamos en cuenta que seguramente tiene los nombres de sus futuros hijos.
—Comida china y tailandesa. Me gustas tus elecciones, Matthew —felicita Adelaide, Breana se acerca y toma las bolsas de la mano de Alex—. Vamos a servir. ¿Se quedan a comer, chicos?
— ¿Es un código para preguntarle a Matthew si se queda a comerse a Elise? —pregunta Alexa sonriendo mientras sube y baja sus cejas. Alex sonríe y Alexa lo mira. Sí, ignorarlo no le funciona muy bien.
—No, es un código para comer, no para sexo —dice Krista saliendo con el teléfono en su mano—. Si Elise quiere ser comida igual no va a importarle que estemos a una pequeña distancia, a mí no me importaría.
—Exacto —concuerda Elise y debo ser la única que considera que todo esto es extraño.
—Nos quedaremos —Le responde finalmente Matthew a Adelaide.
—Eh... ¿Hola? ¿Nadie me presenta? —Ni siquiera había notado a Alice.
—Oh, ella es Alice Hans, hermana de Jocker —presenta Elise, cuando ella dice el nombre de Edmun, Alice voltea a verme y desearía que fuese más discreta porque cuando vuelvo mi vista a él, ya no está serio, la comisura derecha de su boca está, de una manera muy leve, alzada.
—Muy bien, tomen asiento. Iremos a servir la cena —anuncia Adelaide, Breana y Alice van con ella, el resto camina hacia los sofás descartando la mesa.
—Eh, yo iré al baño —anuncio alejándome con rapidez al baño más cercano.
Cierro la puerta detrás de mí y me siento culpable de mojar el suelo de Elise mientras intento ser rápida quitando la crema de mi rostro y estoy muy frustrada cuando consigo mojar mi camisa también. Mi rostro está sonrojado debido a lo fuerte que froté mi piel y estoy sin una pizca de maquillaje, no suelo usar mucho porque me gusta el maquillaje básico cuando estoy fuera del programa, pero es la primera vez que Edmun me verá sin él. Veo mi pantalón de chándal y camisa holgada. Ni siquiera cuando fue a mi casa a almorzar estuve tan desarreglada, pero se supone hoy sería tarde de chicas.
—Relájate —Me susurro a mí misma y abro la puerta solo para chocar contra un cuerpo duro.
—Hola, niña buena —murmura y cuando alzo mi vista de su pecho contengo un jadeo porque él lo hace:
Él me sonríe y yo inevitablemente, también sonrío.
Holissss, espero y se encuentren bien.
Quería dejar este capítulo antes de que me vaya de viaje en un par de días a Guadalajara. Para los que no saben, estaré firmando en la fil este 1 de diciembre a las 18:00hr, pueden encontrar toda la información en mi cuenta de ig.
Ahora, con respecto al capítulo:
1. La conversación de las chicas sobre Edmun.
2. La charla de Adelaide y Valerie sobre su relación.
3. Adelaide enlistando por Valerie las razones para hacerlo con Edmun y haciéndole una ronda de preguntas rápidas.
4. La visita inesperada.
5. Ese final.
Espero les guste.
Un beso.
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