Capítulo cuarenta y cinco: A salvo.

Valerie.

2 de julio, 2016.

—Oye ¿Qué sucede? —susurro agachándome detrás de ella.

Denise se encoge aún más en sí misma abrazándose las piernas. Pese a que no hay sollozos, las lágrimas caen por sus mejillas y su expresión es de tristeza. La abrazo y recargo la barbilla de su cabeza, sus manos se aferran a mis brazos cómo si deseara tomar mis fuerzas cómo suyas.

—A veces solo quiero llorar y aunque hay tantas razones para ello no puedo siquiera enumerarlas —confiesa en un susurro—. Me siento sola y atormentada. A veces mis pensamientos son tan fuertes que no puedo silenciarlos.

»A veces me duele tanto que no identifico en dónde está la herida. Todos dicen que no estoy rota, pero me siento así. No sé qué hacer para no sentirme así, no sé cómo ser feliz.

—Cariño, pasaste por mucho, tal vez no lo ves, pero eres increíblemente fuerte —Beso su cabeza—. Los demás no podemos saber qué tanto te duele, pero sí podemos apoyarte a salir adelante.

Las citas con el terapeuta han estado ayudando muchísimo, incluso cuando el cambio es pequeño, se sienten cómo grandes avances y siempre estaré agradecida de que Denise sea tan abierta con el hecho de recibir ayuda. Todavía finge que está bien y se esfuerza muchísimo en hacernos creer que está saliendo adelante, pero hay algunas veces cómo estas en la que la situación la supera y la encuentro llorando en algún lugar. También la escucho llorar en ocasiones por las noches o en el baño. Le duele siempre, pero pocas veces nos deja ser parte y sostenerla en medio de ese dolor.

Permanezco abrazándola durante largos minutos cómo lo hemos venido haciendo Michelle y yo durante todo este tiempo de adaptación al que hemos venido acostumbrándonos.

Hay un quejido de bebé y cuando alzo la vista me encuentro con Michelle sosteniendo a Lucas, quien no deja de chuparse uno de sus pequeños puños mientras patalea. Mi hermano nos da una larga mirada analizando la situación y luego se aclara la garganta.

—Creo que deberíamos irnos, ya es hora del almuerzo. ¿No quedó adorable Lucas?

Evalúo al bebé de casi dos meses usando un enterizo de felpa que lo hace parecer alguna especie de peluche y un sombrero que da la impresión de que irá a alguna playa. Me levanto y estiro la mano ayudando a Denise a ponerse de pie; con los dedos limpio los restos de lágrimas en su rostro y le sonrío, cómo siempre se cubre parte del rostro con el cabello y ladea la cara para que se vea más el lado izquierdo ileso de cualquier tipo de daño.

— ¿Estás lista? —pregunto, su respuesta es encogerse de hombros.

Caminamos hacia Michelle y sosteniendo las dulces mejillas de mi sobrino dejo un beso en su nariz que lo hace resoplar de manera linda, le sonrío.

— ¿En qué pensaba tu tío Mich al ponerte ese sombrero que no combina?

—Se ve bonito —Defiende mi hermano acomodando al bebé de forma acostada entre sus brazos.

Por supuesto que Lucas odia la posición y comienza a lloriquear mientras salimos de la habitación. Denise camina en silencio hacia el auto al salir de la casa mientras que Michelle dice que no está muy seguro de si deberíamos ir sin comida, en medio de toda esa palabrería, él me entrega al bebé para que lo ubique en su puesto seguro mientras él sube al puesto de conductor porque hoy está a cargo. Desde que obtuvo su licencia, ama conducir siempre que puede.

Subo al puesto de copiloto y me abrocho el cinturón de seguridad, escucho a Denise hablarle en voz baja a Lucas que en respuesta hace esos adorables sonidos de bebé, ese es todo el sonido que hay en el auto mientras nos dirigimos a nuestro encuentro programado.

Los veinte minutos de recorrido hasta el lugar los empleo pensando en muchas cosas. Pienso en Edmun, por supuesto, no hay día en el que no lo haga. Lo extraño y eso no es una sorpresa, todo lo que supe de él fue aquella llamada en donde me garantizó que estaba bien y que había razones para no volver por el momento... Fue devastador que me hablara en códigos y fue aún más desconcertante mi serenidad para enfrentar la situación.

Siempre me preguntaré cómo de todos los hombres me enamoré de uno tan complicado, pero lo que nunca haré es arrepentirme de caer por él. Me es imposible lamentar o desear no haber vivido ninguno de esos momentos con Edmun. Espero tengamos la oportunidad de crear más momentos especiales, lo deseo tanto.

Él no me pidió que lo esperara, sin embargo, decidí hacerlo. Lo esperaré por tanto tiempo me sienta cómoda haciéndolo, al menos lo estoy llevando bien o eso me parece. Edmun se encuentra en algun lugar de Austria, lo sé, pido constantemente que él y sus hermanos se encuentren bien, que vuelva a mí sano y a salvo. Sin embargo, aunque me preocupa bastante su bienestar y me duele que no hablemos, no puedo dedicarme a llorarlo o estancarme en un sufrimiento por los baches de nuestra relación. No, tengo demasiadas responsabilidades y una vida a la que no puedo ponerle pausa mientras lo espero. Si algo he aprendido es que cada día es valioso y no puedo desperdiciar ninguno de ellos.

La Valerie de antes, aquella que dudaba de su fortaleza, se hubiese sentado a llorar y sufrir con muchísimas ideas sobre perder al amor de su vida, se hubiese concentrado únicamente en esa persona e ignoraría sus propios problemas por miedo a enfrentarlos. Pero la Valerie de hoy es la persona en la que siempre debí convertirme, una mujer que he descubierto que puede con todo y más.

Una mujer que cambió su vida en pro de muchas cosas y que hasta ahora, aun cuando a veces solo llora, se mantiene de pie. Descubrí que soy esa persona capaz de levantarse sola y con ayuda, una persona que apoya y se deja apoyar. Descubrí que soy una novia comprensiva y también me di cuenta de que incluso cuando muchas cosas me asustan, no me escondo.

Creo que mis hermanos y yo lo estamos haciendo bien. Pasamos por algo muy rudo de lo cual las consecuencias aún se vislumbran, pero cada día lo tomamos cómo un reto para mejorar, cada uno lleva una batalla, pero nos apoyamos y trabajamos cada día en llegar a un punto donde poco a poco el dolor en nosotros vaya disminuyendo.

He aprendido a no sentir culpa por no sufrir por la muerte del hombre que durante años llamé padre. Valter Town se suicidó en su celda una madrugada luego de haber participado en una pelea que lo dejó con serios golpes. Tengo mis dudas sobre su muerte, aunque no lo diga en voz alta, pero él era un hombre que creía que el suicidio era el peor de los pecados y era tan arrogante que todavía se creía un ser puro que había actuado en nombre de Dios, es por ello que me resulta difícil comprender que se suicidara, sin embargo, sea cuál sea el caso, ese hombre que durante años fue nuestro verdugo y que hizo tanto daño, ahora está muerto y no sé si sea cruel admitirlo, pero me siento más tranquila con su muerte sabiendo que no nos hará más daño.

Michelle aun desea estudiar cuando se abran las inscripciones en la escuela de gastronomía, Denise sigue viendo a su terapeuta y aunque aún esconde su dolor, trata de ser más abierta con nosotros. Celine ha mejorado notablemente, ha aceptado poco a poco la pérdida de Jason y de hecho nos ha pedido almorzar con ella hoy en su casa.

¿Y yo? He estado trabajando en artículos, hago meditación con clases de internet, escribo sobre mis sentimientos cada vez que puedo, hablo con mis amigos, salgo a caminar en las mañanas y me ejercito por las tardes. Extraño cada día el programa, extraño también cada día a Edmun, extraño mi vida en Londres, extraño muchas cosas...Pero me digo que esta solo es una pausa temporal y que poco a poco llegaré de nuevo a esos puntos de mi vida y que se sentirá mejor porque ahora soy una mejor versión de mí.

El llanto repentino de Lucas me saca de mis pensamientos, parece molesto y apuesto a que se encuentra pataleando.

— ¿Qué le sucede? —pregunto.

—No lo sé, solo decidió molestarse —responde Denise.

Es algo bueno que llegamos un minuto después a la casa de Celine porque Lucas no deja de llorar hasta que bajamos del auto y lo cargo. Lo alzo frente a mí y lo miro lloriquear un poco más bajo, su rostro está sonrojado y su expresión es de disgusto.

Momentáneamente pienso en lo impresionado que estaría Dietmar de ver cuán grande está Lucas, también lo sorprendería que le está saliendo cabello. A veces creo que el bebé lo extraña, lo creo cuando tiene ataques de llantos repentinos o se molesta en las noches cuando duerme solo, sé que de alguna manera Dietmar también debe extrañar a su muñeco humano.

—Ya, calma, bebé ¿Por qué tan molesto? —murmuro besando una de sus mejillas.

Emite un pequeño grito de molestia, pero se calma cuando lo acurruco contra mi pecho. Noto el nerviosismo de Denise a mi lado cuando nos acercamos a la puerta de la casa de Celine, ellas no se han visto y la menor de ellas todavía está muy centrada en el pensamiento de que Celine no quiere verla o la culpa, espero ese no sea el caso.

Sostengo a Lucas de tal manera que su espalda está contra mi pecho y mi brazo alrededor de su estómago para que sea capaz de verlo todo, es su posición favorita. De esa manera es cómo Celine nos encuentra cuando abre la puerta.

Físicamente se ve mejor, no está pálida, ha recuperado algo de peso y sus ojeras se han reducido considerablemente. Ella nos ve a cada uno de nosotros, persiste demasiado en el rostro de Denise y le resulta difícil ocultar la impresión de ver las quemaduras por primera vez, luego su vista baja al pequeño que le devuelve la mirada con los dedos en la boca. Sus ojos se humedecen y traga antes de hacerse a un lado para dejarnos pasar.

Somos guiados hacia la mesa, resulta un tanto raro que no se haga una conversación inicial y solo pasemos directo a comer. Michelle deja el cochecito de Lucas a su lado y lo ubicamos ahí antes de tomar asiento. La mesa está bien puesta y cuando Celine trae la comida, todo es delicioso...Es solo que el ambiente es demasiado denso e incómodo.

Todo lo que se escucha son los tenedores y cuchillos, Lucas haciendo soniditos, y uno que otro carraspeo de garganta de alguno de nosotros. Todos nos damos miradas de reojo sin saber muy bien qué hacer o cómo actuar.

Por un lado Denise y Celine no se habían visto desde antes de aquella horrible noche, tienen mucho que decirse. Desde hace tres semanas Celine no veía a Lucas, ella se siento cohibida conmigo y Michelle no termina de entender muy bien las actitudes de Celine y yo solo quiero que hablemos.

—Te ves bien —Le dice Michelle a Celine cuando creo que el silencio me volverá loca.

—Gracias, Mich. Tú estás diferente, de buena manera, claro —Ella ve a Denise que tiene la vista clavada en el plato—. Denise, te ves...

—Cómo un adefesio —completa ella y Michelle dice un "basta" mientras yo murmuro su nombre dolida por las palabras—. Así me veo y tal vez pienses que me lo merezco, tengo parte de la culpa...

—No te mereces eso, tú ni nadie —Interrumpe Celine con los ojos llenos de lágrimas—. No eres un adefesio.

—No lo soy, solo me veo cómo uno ¿Cierto?

— ¡No eres ni te ves cómo un maldito adefesio! Ahora comete tu estúpida comida —grita Michelle.

Veo cómo Lucas se sobresalta asustado y luego comienza a llorar, mi hermano siendo él que está más cerca, lo balancea en el coche mientras le murmura palabras que logran tranquilizarlo. Celine observa a Luca con nostalgia y quiero creer que con anhelo.

Continuamos comiendo en silencio y para cuando terminamos, siento que todos queremos salir huyendo. Michelle y yo recogemos los platos y nos encargamos de lavarlos dándole la oportunidad a nuestras hermanas de conversar y de que Celine se familiarice con la presencia de Lucas.

— ¿Crees que estarán bien? —Me pregunta Michelle pasándome un plato para que lo seque.

—Se deben esa conversación, estarán bien.

Asiente entendiéndolo y continuamos en silencio con lo nuestro, lo miro de reojo notando los cambios que físicos que está obteniendo. Su cabello se ondula entorno a sus orejas por lo largo que está, se ha estado ejercitando conmigo por lo que su complexión se vuelve cada vez más fuerte, además de que insiste bastante en comer sano. También se ve más a gusto consigo mismo, confiado...Adulto, se ve diferente al chico que lloró abrazándome mientras me decía que se sentía diferente y le gustaban los chicos. Hemos recorrido tanto camino desde ese encuentro, resulta sorprendente.

—Estoy orgullosa de ti, Mich.

—Yo siento infinito orgullo por ti, Val —Me sonríe—. Te admiro muchísimo, eres demasiado fuerte.

—También estoy orgullosa de mí —admito y siento cómo me sonrojo.

—Y eso está bien, no es ser vanidosa, es reconocer tu valor.

—Siento que en meses he recorrido tanto para llegar a ser la persona que siempre estuvo en mí, pero que me daba miedo mostrar.

—Puedo entenderlo, finalmente estoy conociendo quién soy.

Sus palabras me traen una tranquilidad y alegría inesperada, es todo lo que siempre quise para él. Suspirando él me entrega otro plato.

—Los extrañas ¿Verdad? —pregunta tras un largo silencio—. Nos adaptamos bien a ser nosotros tres y medio, pero no puedo evitar notar la ausencia de Dietmar, él es verdaderamente mi amigo...No tuve antes amigos así y no puedo evitar preocuparme por él.

»No conozco en detalle su pasado o la vida que lleva, pero sé lo suficiente para saber que todo es complicado y riesgos. Creo que él no volverá —Traga y deja de fregar ante sus palabras—. Noches anteriores cuando le pregunté si se había decidido a qué estudiar, me dijo que lo sabía todo de la misma manera en la que toda su vida supo para que eran sus habilidades.

»Que él sabía para lo que era bueno aunque no todos serían felices por eso. También hablaba con añoranza de su hogar, sus hermanos...Sentía que no terminaba de encajar aquí —Me da la una larga mirada—. Die no volverá, Valerie ¿Lo sabes, verdad?

Me tenso y no respondo, no quiero hacerlo porque pensar en no ver más a Dietmar me rompe el corazón. Michelle murmura un "es la verdad, pero él será feliz" y me aferro a esa declaración porque espero que sea cuál sea el lugar en dónde Dietmar haga su vida, él sea feliz, lo merece.

Terminamos de fregar y secar los platos, conversamos otros pocos minutos y decidimos volver a la sala cuando escuchamos a Lucas llorar. Nos detenemos al llegar porque él se calma en los brazos de su mamá.

Celine finalmente lo está sosteniendo y eso me hace inexplicablemente llorar.

Con el dorso de la mano me limpio las lágrimas mientras siento el brazo de mi hermano pasar alrededor de mis hombros, lo veo y me da una pequeña sonrisa antes de que ambos volvamos a ver a Celine. Ella tiene lágrimas en el rostro mientras lo sostiene contra su pecho y le mece, parece estarle susurrando palabras. Lucas no llora, se mantiene tranquilo y a gusto en brazos de su mamá.

Denise aún se encuentra sentada en una silla frente a la mesa y se limpia sus propias lágrimas porque es evidente que una conversación importante pasó entre ellas. Permanecemos en esta escena por un largo rato hasta que Lucas se duerme contra el pecho de su madre y ella me pide tener unas palabras a solas.

Así que nos sentamos en el sofá de su sala de estar, ella aun acurruca a Lucas contra su pecho y no veo rechazo o recelos de su parte hacia el pequeño, creo que finalmente ella se encuentra en la aceptación. Sus primeras palabras se dedican a relatar sobre cómo se enamoró de Jason, su relación, el embarazo y la manera ilusionada en la que esperaban la llegada de su hijo.

Me habla sobre la incertidumbre de esa noche, el miedo y el dolor, sobre cómo el que debía ser el día más hermoso de su vida se volvió en algo oscuro. Escucho sobre su dolor, la confusión, culpa y rechazo. Escucho todo lo que tiene para decirme acariciando su espalda cuando comienza a llorar y sintiendo un nudo de emociones al comprender el tipo de dolor que experimentó al perder a quien llama su alma gemela, una madre que siempre fue amorosa con ella y casi perder a su hermana menor.

Trato de entender sus sentimientos, hago mi mejor esfuerzo en no juzgarla y aunque nunca podré experimentar con exactitud sus emociones, le hago saber que la comprendo. Acepto su agradecimiento por mi ayuda, me tranquiliza que diga que la terapeuta ha ayudado y me trae paz escucharla hablar con amor reencontrado hacia su hijo. Asiento hacia las largas palabras dedicadas a Dios, la manera en la que me dice que fue él quien le trajo paz y entendimiento, quien le ha dado las herramientas para reencontrar su camino y entender cuál es su próxima parada.

Y es justo ahí cuando las cosas se sienten confusas.

—Mi esposo era un misionero, viajaba y ayudaba a otros, de esa manera nos conocimos y aunque se estableció aquí conmigo, siempre tuvimos planes de retomar esos sueños y ayudar a los demás —Acaricia la espalda de Lucas—. He encontrado mis respuestas a mis plegarias, quiero hacer eso que Jason tanto amaba y reconectar con él. Quiero ayudar a quienes lo necesitan y en el proceso sanarme.

»He investigado y hablado con amigos de Jason. Hay una comunidad en Bolivia y Haití en las que quiero ayudar, es lo que deseo en mi corazón.

— ¿Cuándo? —Es todo lo que me sale preguntar.

—El próximo mes, es tiempo suficiente para organizarlo todo. Tengo ahorros y estoy elaborando un plan para que todo sea razonable.

—El próximo mes Lucas tiene solo tres meses, necesita vacunas y no es recomendable exponerlo de esa manera... —Su silencio me dice mucho—. Espera... ¿Pensaste en Lucas, verdad?

—Pensé en Lucas...Entiendo que antes estaba en una zona oscura donde no era capaz de verlo, pero pienso en mi hijo...Él es el mejor regalo que Jason me dejó.

Respiro con alivio ante la declaración, pero eso no me dura demasiado tiempo porque ella vuelve a hablar.

—Para ser la mejor madre necesito encontrarme. No puedo traer a Lucas conmigo, aún es muy pequeño y con honestidad no planeo que sea tanto tiempo, tal vez unos seis meses... —Estirando una mano toma la mía—. Agradezco toda la ayuda que me has dado, en el pasado dejé que las percepciones de otros me alimentaran y no fui capaz de ver la persona que eres.

»Gracias por lo que has hecho por mi hijo y por mí, precisamente porque veo cómo lo amas, quiero pedirte que lo cuides, por favor, solo durante los meses que necesito para sanar. No soy de pedir y si en verdad lo hago es porque creo que no soy la mejor madre para Lucas en este momento, no me siento bien, no sé lo que pasa conmigo, hay un vacío...

La entiendo, pero me está pidiendo hacer algo que si bien venía haciendo hasta ahora, la responsabilidad es inmensa. Estamos hablando de hacerme tutora legal, toma de decisiones, cómo ser una especie de madre...Es todo muy fuerte. Tener a Lucas era algo temporal mientras ella sanaba, no pensé realmente en la posibilidad de que fuese mi bebé o plenamente que estuviese bajo mis decisiones legales.

—Piénsalo, solo piénsalo ¿De acuerdo? Si no puedes o sientes que es demasiado, no iré y haré todo lo que esté en mí para ser la madre que él merece.

Asiento aun desconcertada por toda la situación y con la promesa de pensarlo. Ella me da una sonrisa y me atrae para un abrazo algo que no habíamos compartido en años.

—Lamento que nos haya hecho tanto daño.

—Ya no lo hará más —susurro.

Pero no sé qué tan real sea eso cuando el fantasma de su presencia aun agobia nuestras vidas, pero Valter no puede ser más fuerte que nosotros. Me niego.

***

11 de julio, 2016.

— ¿Tu hermana te pidió eso?

—Sí y entiendo por qué lo hizo al igual que sus razones, pero es bastante ¿No crees?

—Es muchísimo —dice antes de lamer el helado—. No pariste al niño ni pensaste en adoptar, pero de repente tienes las responsabilidades de una mamá y ahora incluso podría ser legal... ¡Endereza la espalda al bajar, Val!

Le doy una mirada de ojos entrecerrados y ella me arroja un beso antes de cambiar la canción del teléfono y continuar comiendo de su helado. Sigo su indicación y enderezo mi espalda al bajar sintiendo los músculos quemar.

Me encuentro en un parque haciendo ejercicio con Krista cómo entrenadora, porque mi amiga tomó un viaje en la madrugada para pasar un fin de semana conmigo y darme su tan necesitada compañía. La amo demasiado.

—Sin embargo, sé que quieres ayudar y que no le darás la espalda a tu hermana ni al pequeño.

—Ella está dispuesta a quedarse y mejorar, pero ¿Y si no funciona? —Al agacharme me dejo caer sentada sobre la grama—. Quiero ayudar, pero me da miedo que abuse de mi buena voluntad y haga algo cómo extender el tiempo o no regresar.

—Sí, sería triste que eso sucediera. Por eso es que si aceptas harás todo legal. Acuerdo de palabra y escrito, no es que si no aparece vayas a dejar a tu sobrino a cuidado de una casa hogar, pero es necesario algo que le dé el peso de que la ayudas a levantarse no a huir.

Suspirando acomodo la cola baja en la que sostengo todo mi cabello mientras la veo gesticular la parte de la canción que parece gustarle mucho, eso me hace sonreír.

— ¿Crees que soy una estúpida por pensar en acceder?

—Cariño, te conozco y sé que tus intenciones son buenas. No te hace estúpida querer ayudar.

Me estiro y tomo una de las botellas de agua, bebo y luego me limpio el sudor con una toalla; sin planearlo un largo suspiro escapa de mí porque tal como sucede mucho, Edmun viene repentinamente a mi cabeza.

Lo extraño, si no puedo verlo, al menos quisiera escuchar su voz.

—Muy bien, así qué... ¿En dónde está tu sexy novio? ¿Por qué aún no vuelve? ¿Por qué no está cumpliendo con sus deberes de darte orgasmos? Me parece una falta de respeto.

—Está vivo —Ella se pierde totalmente cuánto peso tiene esa declaración para mí, rueda los ojos—. Tenía asuntos familiares por resolver, no me abandonó o terminamos, solo que ambos tenemos vidas complicadas y vivimos con ello.

— ¿Por qué el amor es tan complicado? —resopla—. Espero todo se solucione y pueda pronto estar contigo.

—También lo espero.

— ¿Lo amas mucho verdad? Sé cuánto sentiste por Jocker, pero esto es diferente. No digo que hayas cambiado por él, pero te ayudó a redescubrirte. Eso es bonito.

»Que una relación saque lo mejor de ti y fortalezca tus virtudes es una prueba de que las cosas están funcionando. Apuesto que tú también has hecho mucho por él.

Pienso en la manera arisca de ser de Edmun, pero la forma en la que me dice que me ama y me lo demuestra con sus gestos, las sonrisas que me regala, los susurros cómplices, las palabras apasionadas que me desarman y la mirada intensa que siempre parece decirme tanto, una mirada que antes era todo misterio, pero que al verme se transforman en emociones que me hacen estremecer.

—Él es bastante especial, lo amo —digo—. Es un amor que no pensé sentir y mucho menos que fuesse correspondido.

—Cuando lo conocimos siempre pensé que toda esa hostilidad era un "te lo quiero hacer demasiado" —asegura y ambas reímos—. Espero y en su ausencia tengas un buen vibrador amándote y si lo tienes ¿Lo llamas Edmun?

— ¡Krista!

— ¿Qué? Los vibradores son divertidos y tener más de uno es la clave —Me guiña un ojo.

—Si tú lo dices...

—Oye ¿Te acuerda de que te hablé de que quería un trío con Holden y Derek? —Todo lo que hago es verla—. Bueno, probé las habilidades de Holden. Es un Dios en la cama, fuegos artificiales, realmente bueno. Sabía que sería bueno, pero en realidad fue espectacular.

Sigo viéndola y ríe ante mi silencio arrebatándome la botella de agua y bebiendo de lo que resta.

—Y no dañó nuestra amistad. Dejamos varios puntos claros. Lo hicimos dos veces en una noche.

— ¿Planeas ser explicita?

— ¡Hola! ¿Quién no quiere saber qué tan bueno es Holden en la cama?

— ¿Y si él habla de tus habilidades?

—Pues espero que si lo hace diga lo buena que soy —Asegura—, pero ¡Vamos! Solo te lo estoy diciendo a ti y apuesto que sí él se lo dijera a alguien, ese sería Jocker y Derek. Holden es un caballero y yo soy una dama.

—Una dama sucia.

— ¡Pero una dama! —Se ríe—. En fin, que tomamos la decisión y en el cumpleaños de Derek haremos la fiesta de tres, no fue tan fácil convencerlos porque creo que les asusta que volvamos mierda la amistad, pero les dije que pese a que los amo cómo amigos, no pienso en ninguno de ellos cómo un novio.

» ¿Y adivina? Tampoco me ven cómo una novia. Será algo de una vez, con ciertas reglas. Tampoco se lo diremos a los demás. Será divertido e interesante.

—Divertido —repito—. Será una locura...Espero y les funcione, no pienso que sea una buena idea, pero dudo que te lo saques de la cabeza.

—Eso va a suceder, lo haremos funcionar. Solo mira, tú te comiste a Jocker y él a ti, todo está bien. Todos sabemos que Derek y Elise se metieron manos aunque no se diga en voz alta, nada cambió en ellos.

»Breana se acostó con Holden hace años ¡Nadie lo comenta y todos lo sabemos! Y están de maravilla, lo loco es que con Rayan es que vuelven las cosas raras, cómo si no fuese obvio que están locos el uno por el otro —Toma una profunda respiración—. Ahora yo tuve sexo con Holden y estamos súper bien, así que voy por mi trío.

—Ese fue un buen resumen —Me rio—. Si alguien podría hacer funcionar esa locura sin dañar la amistad, esa eres tú sin duda alguna.

— Gracias por confiar en mí y mis habilidades —Me guiña un ojo— ¿Por qué no vienes al cumpleaños de Derek conmigo?

— ¿Quieres convertir el trío en un cuarteto? —bromeo y ella ríe.

—Solo ven a divertirte —Hace un puchero dejándose caer sentada a mi lado—. Un poquito de diversión. Sé que no le guardas luto al monstruo que fue tu padre y tal vez puedan venir a Londres para el cumpleaños, tus hermanos y tú.

—Esta vez tendré que decir que no, no puedo, lo siento. Sin embargo, voy a organizarme para ir a Londres de visita pronto ¿De acuerdo?

—Te extraño tanto —Deja un beso en la punta de mi nariz—. Siento que te estás perdiendo un montón de chismes.

—Por eso es que debes ponerme al día con ello —Le pellizco la mejilla.

Suspira teatralmente antes de comenzar a ponerme al día con las cosas sucediendo en Londres, cosas que me hacen preguntarme si acaso esperaban que me fuera para ponerlo todo más interesante, no creo que sea un año tranquilo para mis amigos.

No sé si Krista lo está exagerando todo, pero sé que disfruto de sus relatos. Su mirada se desvía de tanto en tanto a un lugar detrás de mí, sin perder el hilo de la conversación. También me hace saber que tuvo una medio conversación con Garrett, pero que todo fue tan confuso que se sintió cómo no hablar. Puedo ver cuánto le afecta todavía la situación con Garrett, pensó que compartiría su vida con él y las cosas no funcionaron, pero me hace saber que es un capítulo en su vida que en algún momento terminará de dejar atrás.

Cuando termina de ponerme al día toma un profundo respiro mientras yo sobreactúo toda la impresión que realmente tengo.

— ¿Crees que será ofensivo si le pregunto?

—Depende de cómo hagas la pregunta, debes tener tacto, Kris.

—Al volver le preguntaré directamente y cuál sea la respuesta te la diré —Me sonríe—. Extrañaba ver tu bonita carita en vivo y en directo.

—Lo mismo digo —Le devuelvo la sonrisa.

—Uhmm...Siento que desde hace rato ese tipo de allá nos ve —señala con la cabeza detrás de mí—. ¿Lo conoces?

Trato de voltear con disimulo y encuentro a un hombre vestido de negro viendo alrededor. Voy a sacudir la cabeza en negación a la pregunta de mi amiga, pero recuerdo algo, las palabras de Edmun en aquella llamada haciendo referencia a que estábamos a salvo ¿Acaso...? Poniéndome de pie le hago saber a Krista que es un "conocido" y que me dé un par de minutos para saludarlo.

El hombre con complexión de atleta e intimidante me ve acercarme sin parecer perturbado o tener intención de ocultarse. Siento los nervios aumentar, pero no me detengo hasta estar frente a él. Es bastante alto por la que debo ver hacia arriba de manera incómoda.

Abro los labios y por un momento tonto casi pregunto por Edmun, pero recuerdo su condición sobre el "anonimato" con respecto al nombre y estatus, así que pienso que tal vez deba preguntar por uno de sus hermanos.

— ¿Ellos te enviaron? —Es lo que termino por preguntar.

No responde solo me ve enarcando una ceja.

—Respóndeme o llamaré a la policía —Es una amenaza floja y hasta yo me doy cuenta de ello.

¿Qué pasa si en realidad este tipo es realmente y hará todo contrario a protegerme cómo tontamente estaba imaginando? Suelta un bufido y recarga la espalda de la camioneta negra detrás de él, su mirada es desafiante.

— ¿Niklas te envió? —Intento de nuevo, arriesgándome.

Lentamente una sonrisa se dibuja en sus labios y se inclina hacia adelante para susurrar sus próximas palabras:

—Estás a salvo, siempre lo estarás —dice con un acento que me hace recordar la primera vez que me encontré con Dietmar: austriaco.

Retrocedo con lentitud. Suponía por qué esta persona podría estar viéndonos, pero sus palabras son una confirmación con la cual no sé cómo sentirme. ¿Qué esté aquí quiere decir que estoy en peligro? No puedo evitar ver alrededor antes de regresar la mirada a él.

—No hay peligro, eres una pieza desconocida, pero el jefe siempre te cuidará. Siempre.

Me siento en un mundo paralelo en donde me hablan de jefes entorno a mi seguridad y en donde me descartan que pueda ser atacada. Con lentitud comienzo a alejarme y al llegar a Krista le digo que tal vez debamos volver a la casa. Volteo dándole un último vistazo al hombre y ya no está.

***

5 de agosto, 2016.

Mayormente Alexa me envía mensajes por WhatsApp sobre libros, para saber cómo estoy, conversar o sufrir, pero aparte de mi cumpleaños nunca me había llamado...Hasta ahora. Así que cuando veo su nombre en el identificador de llamada, contesto pensando que tal vez todavía está afectada, molesta y aceptando que el hecho de que Alexander Rae se comprometió.

Así que al contestar estoy preparándome para ser una buena oyente y hacerle saber que hay muchos peces en el mar, que Alexander no es malo por haberse enamorado incluso si duele que esa persona no sea ella, que afuera habrá alguien para su bondadoso corazón. Preparo miles de mensajes de apoyo, pero ella me desarma con sus palabras:

—Vi a Edmun y tengo un mensaje de él para ti —Una larga pausa de hace—. Y no, no estoy jugando. Austria y Edmun ¿Te suena?

—Me suena —susurro sentándome porque siento que podría colapsar ante la sorpresa.

De todas las personas, nunca, jamás, imaginé que Alexa Blake fuese quien trajera consigo algo de luz sobre el estatus de Edmun, que ella tuviera un mensaje de su parte para mí, pero ¿Cómo?

—Dijo que no podía decirlo por teléfono porque es paranoico o algo así —Suena emocionada—. No sé qué demonios sucede, pero esto es tan romántico ¡Y peligroso! O eso intuyo, un ardiente romance ¡Me encanta! Todo fue sorpresivo, es que necesitamos vernos y conversar sobre cómo esto sucedió.

»Me dio una carta para ti ¿Cuándo puedes venir a Londres? Necesitamos hablar, de verdad, necesitamos hablar sobre muchas cosas ¡Y debo darte la carta! Él insistió bastante, me hizo prometerlo.

Necesito leer esa carta.

Necesito ir a Londres por ella y descubrir quépalabras Edmun me hizo llegar.

Holisss, espero se encuentren bien. Ya estamos bien cerquita del final, gracias por sus votos y comentarios❤

Recuerden que si tienen fanarts o quieren saber cuando se actualiza (a veces Wattpad no avisa) la historia tiene página de facebook: Saga InfoNews de Darlis Stefany. Los adelantos en mis redes: instagram (DarlisStefany) y stories de facebook en la página Darlis Stefany. Mayormente para contestar, en el tiempo que trato de dedicar para ello, me encuentro más en mis mensajes privados de Instagram y en Twitter: Darlis_Steff, porque se me hace más cómodo por esos medios. Ahora se suma que por YOUNOW (DarlisStefany) estaré haciendo en vivos para hablar de mis historias, adelantos, etc.

Espero les guste.

Un beso.