Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|8| ENTREVISTA


   ¿Volveré a verlo? ¿Vendrá a buscarme? No lo sé.

   Nada más bajar del avión con mi equipaje fui al locutorio más cercano y me compré otra tarjeta SIM. Registré solo a las personas más cercanas y del mundo laboral. Nadie más. Dejé a todos los contactos del pasado atrás. ¿Acaso los necesito? ¿Quería un nuevo comienzo? Pues lo tendré. Aunque, la ansiedad no desaparecerá porque en cualquier momento podrán aparecer los asesinos o Giovanni. Aunque, entre casi ciento cincuenta mil personas no creo que me encuentren tan fácilmente. ¿No?

   Decidí coger un taxi para ir a mi nuevo piso, aunque me iba a salir muy caro, pero no me importaba. No me veía con fuerzas para ir en el transporte público con dos maletas. Mis ahorros no se verían perturbados por sacar cien euros de más.

   El piso estaba ubicado cerca del centro, así que luego podría salir a comprar comida, productos de limpieza y sábanas nuevas. Las calles estaban más limpias de lo que esperaba y había muchos turistas bien temprano por la mañana. Agradecí al taxista por ayudarme a bajar las maletas y dejarlas en la entrada del edificio. No era lujoso como la casa en la que estuve ayer, pero era más que aceptable y no me iba a quejar después de que casi me lo hubiesen regalado. Suspiré aliviada al ver que había un espacioso ascensor. Mi planta era la tercera, el piso uno.

   Abro la puerta y casi lloro de felicidad. A pesar de todo lo que había sucedido, aquí estaba. Empezando un nuevo capítulo en mi vida, sola y lista para todo. Tenía techo y trabajo. ¿Qué más podía pedir?

   Mis padres pueden estar en paz. Me gustaría que supiesen que no estoy en peligro, no soy feliz, pero estoy viva. Después del esfuerzo que hicieron, del sacrificio y todo lo que habían dado por mí, valió la pena. Dejaron su país y su familia atrás. Y estaré siempre agradecida. Todos los días de mi vida pienso en ellos, en sus rostros que temo olvidar. Realmente me entristece como con el paso de los años voy olvidando pequeños detalles, la forma en la que sonreían o sus voces. Las fotos no son suficiente.

   Cierro los ojos y trato de recordar cómo me sentía en sus brazos. Tan diferentes y confortantes. Los brazos firmes de mi padre y como me sentía protegida del mundo, del dolor. Mi espacio seguro, era él. Y como ella me rodeaba con ternura, intentando que sintiese el afecto que no siempre supo transmitirme.

   Los echo de menos.

   Llamé a Ura, explicando que había cambiado de número. No hizo preguntas. Hablamos brevemente, también sobre dinero. Cada mes le pasaría una parte para pagar las deudas. Me dijo que alquilaría mi habitación, cosa que no me molestó, al contrario, así podría sacar un dinero.

   Cuando llegué a casa a por mis maletas estaba dormida. Pensé en despertarla y contarle todo. Además, necesitaba descubrir que era aquello que no podía (según ella) contarme. Pero, decidí dejarla dormir. Le di un beso en la mejilla y me fui después de ducharme. Tal vez, y aunque no haya querido verlo antes, a Ura se le vaya algo la cabeza. Lo que pasó esa noche, la quemadura que aún tengo, pudo deberse a otro factor. A lo mejor... No lo sé, Es una locura que voy a dejar atrás.

   Cogí un taxi al aeropuerto y llegué por los pelos.

   El piso es luminoso y agradable, aunque se nota que ha estado vacío un tiempo. Consta de un espacio abierto donde hay un rincón para el salón y una cocina abierta con lo necesario y suficiente. A la derecha hay un pasillo con dos puertas. La primera es el baño, azul y blanco, reformado hace relativamente poco. Y, por último, mi habitación. Mi santuario. Mi rincón de la tranquilidad.

   Encima de una bonita y simple estructura de cama hay un colchón nuevo en el medio, metido en una bolsa plástica transparente, con la etiqueta.

   Al lado izquierdo hay un armario empotrado, lo cual agradezco. Y al lado contrario una mesilla de noche y una pequeña terraza. Subo del todo la persiana y salgo al exterior. Hay excrementos de gaviota, así que tendré que limpiarlo, pero las vistas son geniales. Me despertaré todos los días viendo el mar Adriático.

   Pongo encima de la cama las maletas y comienzo a ordenar todo. Mientras estoy colocando unas sudaderas, encuentro la invitación de Vincent, mi jefe. Decidí llevármelo junto al vestido. ¿Iré? De ningún modo.

   He aprendido la lección. Decidí dejarme llevar y tener una aventura de una noche con un desconocido. Todo salió terriblemente mal. Aunque, ¿cómo pude pensar que era buena idea irme junto a un desconocido en mitad de la noche? Encima, con la intención de mantener sexo con él. ¿Tan desesperada estoy? Dios mío, cómo he sido tan insensata. Es decir, la situación no es para tanto. Hay miles de personas que lo hacen a diario y no pasa nada. Pero, ahora no puedo confiar tan fácilmente. Tomé una mala decisión. Y, si solo hubiese sido eso... Tengo miedo de volver a verlo alguna vez, pero, no puedo evitar sentirse terriblemente decepcionada por otro lado. Me atrapó. Sus ojos, su sonrisa y su forma de hablar. Ni siquiera lo conozco, solo no puedo evitar sentirme así.

   Supongo que, después de lo que pasó con Edgard, quise tomar riesgos, ser diferente, hacer locuras... Pensé que me haría feliz. Puede que, en otras circunstancias, podría haber acabado bien, pero, no, no tiene sentido para mí. La tontería me ha durado dos días. No. Esto no es madurar, es tratar de ser un adolescente rebelde. Voy a vivir sola, por primera vez en mi vida. Sin Ura, sin amigos, sola y soy responsable de mí. Nadie va ver por mí, yo soy la que decide cada día por mi seguridad.

   Basta. Todo fue un desastre y tengo el miedo de que vengan a por mí. He borrado todo contacto con Giovanni, menos mal que no le conté nada sobre mi destino. Iré a mi trabajo e ignoraré a mi jefe si me pide explicaciones. Pero, ¿y si no voy y me echa tanto del trabajo como del piso? No había caído en la realidad del asunto.

   De pronto, recibo una llamada de Gabi. Debe de estar preocupada con todos los mensajes eliminados que le dejé anoche. Encima, el audio que le envié no me dejó borrarlo, con lo cual me voy a llevar unos gritos.

   —Lo siento —me apresuro a decir antes de que regañe.

   Suspira.

   —Tenemos nuevo drama.

   —¿Qué ha pasado? —pregunto, asustada.

   —Antes de que te lo diga... ¿¡Tú eres consciente del susto que me acabo de pegar!? Me dices que te vas con el desconocido sexy y luego me borras quince mensajes y me sale que el contacto ya no está disponible. Meena, tú no eres así —un sentimiento de culpabilidad se instala en mi interior—. Soy de las que apoyan vivir la vida al máximo, pero, con cabeza, tía. Comprendo que estés mal por Edgard y quieras salir de la rutina, pero, no así.

   —Sí, lo sé. Tienes razón. Perdón por haberte preocupado —me siento en la cama—. No lo sé Gabi, solo me estoy dejando llevar y ha sido un error. Al final no pasó nada con él, bueno, sexualmente no pasó nada. Fue una completa locura Gabi, no sé por dónde empezar.

   —¿Qué pasó? ¿Algo malo? ¿Se propasó?

   —No, no es eso. Primero, cuéntame que ha pasado. ¿Pasó algo con Roberto? ¿Te habló?

   —Ese sinvergüenza me ha llamado toda la noche, seguramente cuando la pobre de su novia no estaba con él—masculla con rabia, aunque yo sé que está rota por dentro—. No, no es eso. He recibido una invitación, la misma que recibiste tú, pero, sin vestido. ¡Quiere una entrevista! ¡Si se entera mi jefe me asciende al segundo!

   Me hielo.

   —¿Vincent Tjäder te invitó a la ópera?

   No me lo creo. Este hombre es un completo casanova.

   —No, ese privilegio es tuyo —bromea—. Como han inaugurado los hoteles, quiere anunciarlo y aclarar todas las especulaciones sobre su familia y la supuesta huelga de los obreros por malas condiciones laborales. Es pasado mañana, en el mismísimo hotel. Está esperando una respuesta y quería saber qué te parece.

   Resoplo, el trabajo es trabajo. Además, he notado el entusiasmo en su voz.

   —Claro, Gabi, por supuesto, acéptalo. Somos adultas, no tienes que pedirme permiso solo porque sea mi jefe y tengamos dudas de sus intenciones conmigo —aclaro—. Es una gran oportunidad para tu carrera, además así nos vemos que te necesito cerca estos días.

   —Muchas gracias, esto me vendrá bien para desconectar. Trabajo. Encima, ¡me ha elegido a mí de todos los profesionales! Es que, es el mismísimo heredero de TODO —dice con emoción.

   —Uy, que te veo venir. No te obsesiones con el trabajo para olvidar a Roberto.

   —¿Y qué hago, Meena? —noto su voz quebrada y se me rompe el corazón—. No sé cómo tú has sido tan fuerte con lo de Edgard, yo ni siquiera tenía una relación romántica con Roberto y siento que esta ha sido la traición más grande de mi vida.

   —La diferencia es que yo al final de nuestra relación estuve de luto, por así decirlo. Mientras tú te enamorabas cada día de Roberto, y es normal porque él te daba pie, yo aceptaba que nuestra relación estaba rota. Yo no rompí con él ese día, sino hace meses atrás cuando me di cuenta que no había amor, y otra mujer.

   —Te lo juro, no sé si volveré a enamorarme de nuevo... Me duele tanto, tanto. Todo ha sido en vano, tantos años, tantos momentos y encuentros. Nunca había compartido mi vida de una forma tan intensa con nadie. Conoce a toda mi familia, sabe absolutamente todo de mí. Él lo sabía, sabía que me iba a enterar y que me iba a matar. Sabía que estaba enamorada de él, y lo que me jode es que creí que todo era real. Acaso, ¿los ojos mienten? Yo vi cómo me miraba, y a ella no la miró así. Como a mí...

   Sé que está llorando.

   —Todo acaba de pasar, estás muy afectada y creo que necesitas tiempo, y sobre todo tiempo para ti. Has estado dos años esperando que te quiera, no es justo Gabi. Eres una mujer increíble y él no lo ha valorado—le digo con el mayor tacto que puedo—. Haz esa entrevista, viaja, nos lo pasaremos bien juntas. ¿Si?

   —Gracias Meena, eso haré. Ahora recogeré mis cosas y me iré lo más rápido de aquí. Voy a buscar un hotel en Rímini.

   —¿Qué dices de hotel? Tú te vienes aquí conmigo, y así de paso me ayudas a decorar.

   —¡Síííí! Está bien, me fascina el plan —me encanta lo rápido que se anima—. Vale. Primero iré a ver a mi madre y mañana por la tarde estaré ahí, y si no te importa, aprovecho a quedarme unos días. A lo mejor si le caigo bien a tu jefe, me uno a vosotros a la cita.

   Pongo los ojos en blanco.

   —Si hace nada te pareció un sinvergüenza, ¿ahora quieres que vaya?

   —Es que, pienso que tiene unas intenciones evidentes. Pero, tú decides si ir o no. Te apoyaré sea cual sea tu decisión. Solo lleva cuidado.

   —No lo sé Gabi, estaba segura de no ir... Pero, me puse a pensar, ¿qué hago si me echa del trabajo y del piso?

   —Pues te vienes a mi casa en ese caso. Tú no vas a ser la tonta de nadie.

   —Vale, pues si le llego a ver en el trabajo le diré que estaba enferma. Es una excusa creíble, ¿no?

   —No, pero él no tiene forma de saberlo. Evita llamarme en la entrevista, así no me pregunta por ti.

   —¿Sabrá que estamos relacionadas y por eso te habrá pedido que justamente tú le hagas la entrevista? Es decir, eres muy buena en tu trabajo y tienes tú mérito, solo me ha extrañado —explico, esperando que no le ofenda.

   —Sí, tranquila —me dice —. Yo también lo pensé, por eso mismo quise saber qué opinabas. No creo que se haya puesto a ver las fotos de mis redes sociales del 2015 contigo.

   Nos reímos, charlamos un poco más y quedamos de vernos mañana. 

***

Hola lectores!!!! ¿Cómo estáis? Espero que estéis genial y hayáis disfrutado otro capítulo. Quería agradecer nuestros comentarios y votos, gracias por estar aquí. 🥰💫❤️🤭

¿Qué pensáis de Vincent Tjäder y su invitación?

Un abrazo, Neferet ❤️❤️❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro