|15| ¿OTRA VEZ?
¿Lo cojo o no?
Tal vez no es suyo, pero, deshecho la idea.
¿De quién sería sino? ¿Quién más sería tan pesado y clasista para hacer algo así? Solo él.
Aunque vaya a ser un error lo cojo, pero, no cómo él se espera. Agarro con brusquedad la caja verdosa y deshago el lazo de seda. Se me cae la tapa al suelo, pero no me importa. Busco la nota entre el papel crepé y la hallo. Lo sabía, es suya.
"Señorita Rakt, quería invitarla a una agradable cena mañana por la noche, a las 21:00 h, ya que la última vez se vio apresurada de irse. Tendrá un chofer esperándola con antelación como la primera vez.
He elegido yo mismo este presente, espero que no lo desprecie y me conceda el honor de vérselo puesto.
V .T."
Cometo el segundo error y me atrevo a mirar el regalo. Madre mía...
Algo bueno tenía que tener. Tiene buen gusto.
Es otro vestido, este de un color hermoso, ámbar, de una tela suave. Es sin mangas, con una abertura en la parte del estómago, que parece dividirla pieza. Hay algo más. Viene con un fular para el cuello.
Aunque me guste, solo es ropa y si piensa que voy a caer está equivocado. ¿Esta vez por qué tengo que ir con él a algún sitio? ¿En mi día libre? ¿Está loco? Sin duda. Tiro todo a la caja y le doy una patada, quedando esta en la esquina del rellano. Espero que su mensajero lo vea y le de mensaje por mí. Yo hoy saldré a pasármelo bien y olvidarme de todo.
Antes de irme me echo perfume y cojo el bolso.
He salido con tiempo suficiente, son casi las nueve de la noche. El cielo se ha teñido de negro, pero las luces de los restaurantes y diversos bares iluminan las calles. Hay mucha gente de todas las edades, tanto niños corriendo como ancianos dando un paseo. Y luego estoy yo, caminado, mirando todo con curiosidad y diversión. Cuánto ambiente hay. Nunca he sido una persona cerrada o que no le guste salir, de hecho, hubo un tiempo en el que lo disfrutaba, pero, han cambiado muchas cosas en mi vida.
Vuelvo a mirar el mensaje de Bianca: A las 21:30 h en Estasi.
Supuse que ese era el bar. Lo busqué en Internet y seguía las indicaciones mirando a la pantalla. Esta vez me negaba a perderme e ir preguntando a la gente. A lo lejos puedo ver el mar, y decido que mañana mismo iré a pasear por la zona costera, incluso a pasear descalza por la arena. Seguramente en verano podré disfrutar del mar. Pocas veces había tenido la oportunidad de ir a la playa de vacaciones o algún fin de semana familiar. Mi madre siempre quiso ir, pero sus trabajos sin derecho a vacaciones no se lo permitían. A veces recuerdo lo infantil que era de pequeña cuando llegaban las vacaciones del colegio y todos mis compañeros se iban a la costa y les pedía a mis padres ir, haciéndoles sentir mal.
En el último año de instituto mi clase decidió hacer un viaje a Napoli y fui solo para divertirme con Gabi y fue increíble. No socializamos mucho con nuestros compañeros, pero de igual forma lo pasamos en grande. En otra ocasión, cuando Edgard y yo cumplimos un año juntos, le rogué para ir de viaje de aniversario a Lampedusa, una isla al sur de Italia, con unas playas hermosas. Se negó, porque odiaba el tacto de la arena y decía que el sol le afectaba mucho. Lo celebramos en mi casa viendo una película.
Entre mis recuerdos agridulces llego a la calle del bar, pero no me había percatado mientras me aproximaba cómo había cambiado el ambiente. Al menos esta calle, lucía más cuidada y los restaurantes que había parecían más sofisticados. Llego hasta el supuesto bar de cervezas, pero por la entrada parece que sirven caviar en la copa. ¿Será aquí?
Miro el letrero: Estasi
Le envío un mensaje a Bianca, junto con mi ubicación.
"Estamos dentro, te esperamos", escribe.
Con falsa confianza, abro la puerta del local y veo un pasillo con dos barras a ambos lados. Hay estanterías hasta el techo llenas de hermosas botellas de bebidas alcohólicas, iluminadas con bombillas enormes colgadas del techo, con un estilo industrial. Paso entre la gente sentada y de pie junto a las barras y busco a Bianca, pero de momento, no la encuentro.
Sigo avanzando por el pasillo, que parece indicar que hay una estancia mayor. Y, es así.
Es más espacioso de lo que parecía por fuera. Hay por lo menos veinte mesas. ¿Cómo espera que la encuentre? ¿Paseándome por todo el lugar y dar el cante? Ya me siento extraña vestida de esta forma mientras la gente va demasiado arreglada. Bueno, al menos no seré la única.
Camino entre la gente, evitando pasar por las mesas, aunque me veo forzada a pasar al lado de un sofá dónde hay un grupo de hombres trajeados, ya que sino los camareros no pueden pasar con las bandejas llenas de cócteles.
—Señor De Rosa, creo que no nos ha entendido bien... —escucho de pronto, y me giro, mirando hacia a mi derecha. Sin pensarlo.
Y, como por arte de magia, lo veo, entre todas las personas, destacando entre el resto. Sentado en un sillón, con las piernas cruzadas, seriamente mirando a la persona que tengo delante. No me ha visto todavía, pero yo no puedo dejar de mirarlo. No puedo avanzar.
—Señor D'abrosca marcamos un límite y... —responde, con neutralidad y a medida que habla, sus palabras se apagan. Nos encontramos.
Veo sorpresa en su gesto pero, huyo antes de que alguno de los presentes se percate de mi presencia.
Mi corazón va a mil, no esperaba encontrarlo aquí, de hecho, solo esperaba verlo en el trabajo y tener una conversación con él para saber qué estaba pasando. ¿¡Por qué la vida no deja de ponérmelo en las narices!?
Busco a Bianca y finalmente la localizo en una de las mesas del final, junto a varias mujeres y algunos hombres. Voy hacia allí con prisa, pero, al estar a pocos metros veo que soy la única que va vestida como para ir a un concierto. ¿A qué discoteca van a ir vestidas así? Tal vez llevo mucho tiempo sin salir y en este tipo de zonas hay que vestirse con más finura.
Bianca me ve y se aproxima hacia mí.
—Meena, te estábamos esperando —se acerca sonriente, y casi me caigo para atrás de lo guapa que está.
Lleva un vestido negro pegado que le queda de vicio y su maquillaje realza sus ojos verdes. Me mira con disimulo de arriba abajo y no es la única. Su grupo pone una sonrisa falsa cuando me acerco y me va presentando. ¿Por qué accedí? ¡Esto no es lo que me había dicho!
—¿Y de qué os conocéis? —pregunta una de ellas nada más sentarme en una silla de terciopelo. Me aliso la chaqueta en las piernas, nerviosa, sabiendo que Giovanni está a varios metros de distancia.
Esto no es lo que esperaba. Me quedaré un rato y en cuanto pueda salgo pitando de aquí.
Bueno, debería darles una oportunidad. ¿Acaso no quería socializar? Merezco pasármelo bien, pase lo que pase. ¿Y qué si he visto a Giovanni? Él que siga con su vida, no debería entrometerme en asuntos que no me corresponden. Puedo terminar en peligro, no debería confiar en él. Sin embargo, no puedo evitar buscarlo con la mirada, solo para controlar dónde está.
—Del trabajo.
—Bueno, de hecho, nos conocíamos desde hace tiempo, en Verona y ahora de casualidad hemos acabado ambas aquí —completa Bianca—. ¿Quieres algo de beber? ¿Voy a pedirte algo? Hay unos cócteles de vicio.
Le digo que no es necesario, pero insiste y desaparece, dejándome sola con sus amigos. En el momento que se va, se ponen a hablar entre ellos y me quedo callada, buscando las palabras adecuadas o algún tema interesante de conversación.
—Tu nombre era Meena, ¿cierto? —se acerca uno de ellos, con una sonrisa amable.
—Sí, encantada, Tomasso, ¿verdad? —asiente y nos saludamos con dos besos en la mejilla.
A primera vista, parece el típico hombre que miras dos veces por la calle. Es de altura media, con el pelo moreno y arreglado. Me mira con interés y una sonrisa cautivadora, pero, no me atrae. Es atractivo, solo que tengo en mente a una persona a pesar de que me resista.
Lo veo a lo lejos, y me está mirando, aunque trata de apartar la vista. Hago lo mismo, aún agitada.
Me vuelvo a centrar en Tomasso.
—¿Llevas mucho en Rímini? Nos comentó Bia que acababas de venir.
—Sí, bueno, no hace demasiado, de hecho, es la primera noche que salgo por la ciudad —comento.
—Bueno, verás que bien nos lo pasamos hoy.
Seguimos hablando durante un buen rato. Me unió a la conversación con los demás, lo cual agradecí y antes de que llegase Bia con una bebida llamativa, ya nos estábamos riendo. Al final me cayeron mejor de lo que esperaba los amigos de mi compañera de trabajo. Me sentía cómoda, sobre todo con Tomasso, quien no dejaba que me aburriese. Sin embargo, podía percibir que Bianca nos miraba de reojo de vez en cuando. Pensaba que quería asegurarse de que estaba cómoda, hasta que se sentó con disimulo entre los dos, lo que me dejó claro que no le hacia gracia que estuviese tan cerca de su amigo. Por mí no hubo problema, ya que en vez de mirar a Tomasso, buscaba a Giovanni con la mirada. Aunque, pasadas las doce de la noche lo perdí de vista. Debía de haberse marchado, lo cual me decepcionó.
—¿Os parece si ya nos vamos a una discoteca? ¿A Libertá? O ¿Follia? —pregunta Bianca, levantándose y poniéndose un abrigo de piel.
Todos se decantan por el primero y accedo. Creo que me quedaré más.
Cogemos nuestras pertenencias y vamos a pagar. Me sorprendo cuando Tomasso decide invitarme, apartando con educadamente mi billete y dándole a la camarera su tarjeta. Algunos sonríen mientras nos lanzan miradas cómplices, en cambio Bianca se dirige al servicio.
—Esperad si queréis fuera, ahora vamos.
Les aviso y aceptan, aunque Tomasso me pregunta si estoy bien.
—Sí, sí todo bien. Gracias por la invitación, pero no era necesario. Para devolvértelo te invito luego a una copa —le digo con amabilidad, sin querer dejarle un mensaje equivocado.
Acepta y sale del establecimiento.
Me apresuro a ir al baño. Quiero asegurarme que Bianca esté bien. He visto cómo lo ha mirado toda la noche y cómo hablaba con él. Le gusta, o al menos me ha dado la sensación de que sí y a mí desde el primer momento no me ha llamado la atención de esa forma, ni siquiera después de hablar con él. No es mi tipo y solo le vería como un amigo o compañero de copas.
Entro y Bianca se está retocando el maquillaje. Me mira y pone una sonrisa.
—¿Te espero? —me pregunta, guardando el colorete en barra.
—Solo quería asegurarme que no se malinterpretan las cosas.
Me mira con duda. A lo mejor estoy a punto de crear una situación incómoda. Sigo con ello, para que no quepan dudas por si acaso.
—No estoy interesada en Tomasso, que tal vez lo ha parecido pero quería que supieses que no. Después de lo que pasó en el trabajo no quiero que tengas esa imagen de mí —me explico.
—¡No te preocupes tanto mujer! —Suelta una corta risa y me coge del brazo amistosamente. Sigue:— Tomasso está loco por mí desde hace años... Tenemos sexo de vez en cuando. Solo con llamarlo viene corriendo. Yo solo me divierto con él, no quiero nada serio. De hecho, pensé que te estaba gustando y te lo iba a decir luego para evitarte el chasco. Entonces todo mejor, así no te llevas una desilusión si te rechaza.
La observo, sintiéndome aliviada pero al mismo tiempo un poco ofendida. Es decir, bueno, si Tomasso está enamorado de ella no lo demostrará públicamente, porque en varias ocasiones le ha dado la espalda. Es igual, mejor de esta forma. Decido no dar importancia a la situación y creerla, ella lo conoce. Pensé que la situación era al revés. Supongo que no todo el mundo expresa lo que siente con tanta facilidad.
—Perfecto, entonces vámonos.
Salimos del bar lounge y nos encontramos a sus amigos fumando. Nada más verme, Tomasso se apresura y se pone a mí lado. Hace cinco minutos hubiera malinterpretado sus intenciones, pero con la aclaración de Bianca deja claro que solo es una persona atenta. Tampoco puedo ser tan creída y pensar que solo por amabilidad le atraes a una persona. De igual forma, no lo correspondería.
—Meena, ¿me acompañas a comprar tabaco? Está al final de la calle, hay un 24 horas —asiento, así aprovecho y compro una cajetilla para la semana. Un progreso es un progreso.
Los del grupo sueltan una risita y veo como Bianca resopla, dejándome algo confusa.
Lo acompaño en silencio. Aprovecho y saco el teléfono para ver si tengo alguna notificación de Ura o Gabi, pero nada.
—¿Mucha vida social? —pregunta Tomasso y me río.
—Todo lo contrario, tengo menos de diez contactos en el teléfono y solo hablo con mi tía y mi mejor amiga —comento, con burla.
Se ríe junto a mí.
—Si quieres puedes añadir el mío y podemos tomarnos algún día un café, o una copa, lo que mejor te venga.
"¿Está ligando conmigo o solo está siendo amable?" Pienso, desorientada.
Giramos a la derecha y veo el cartel del 24 horas, a poca distancia. Las calles están prácticamente vacías.
—Hm, sí claro, no habría problema quedar todos juntos —digo a propósito, esperando a qué especifique lo que quiere.
Frena su paso, a solo unos metros de la pequeña tienda.
—Bueno, me refería más bien a algo solos, si no te importa.
Responde, lo cual me sorprende.
Efectivamente, está coqueteando conmigo. Bueno, que esté enamorado de Bianca no hace que no quiera verse con más personas si no tienen nada serio. Sin embargo, no estoy interesada. ¿Qué le digo?
No obstante, antes de poder contestar, mi atención se desvía hacia unos hombres al otro lado de la calle. Son corpulentos y me resultan familiares. Demasiado.
Me congelo en el sitio. La vista no me falla.
En mi mente comienzan a reproducirse los recuerdos de esa noche. La catedral, el eco de los disparos, un grito de terror, esa expresión de miedo, esos ojos mirándome con pánico.
Son ellos. Los asesinos de la catedral, al menos los cómplices.
Pienso que no puede ser, hasta que veo como aparece Giovanni en la escena y lo arrastran con violencia hacia un callejón.
***
¡HOLAAAA! ¿Cómo estáis? Estoy emocionada porque tenía ganas de subir el capítulo. ¿Os ha gustado? ¿Qué pensáis de las acciones de Bianca? ¿Giovanni siendo arrastrado por esos hombres? ¿Qué hará Meena? Y, lo más importante, ¿qué le pasará a Giovanni?
Dejadme en comentarios vuestras teorías, que me encanta leerlas heheh y si me dejáis vuestro voto lo apreciaría hermosas/os💗💗💗💗💗
Una pregunta, ¿os gustaría que hiciese una playlist del libro para ir escuchándola? Suelo escuchar canciones al escribir los capítulos y a lo mejor os gustaría. ¡Me lo decís💗!
He comenzado a escuchar esta playlist de Youtube y me ha encantado: / He is obsessed with you..//playlist~ (Part-1) de Buttercup~.
(No me juzguéis por el nombre hhehehheehhe, besos)
Neferet💗
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