—¿¡Qué!?

—Qué encontré a mi mate —volvió a repetir la misma frase que dejo asombrado a su hermano.

—¿¡Pero cómo!? Si se supone que Valentina era tu mate —inquirió viendo al grisáceo.

—Son pocas las veces, pero un Alpha puede tener dos mates y si ambos reclaman al Alpha tendrán que someterse a una lucha a muerte donde el ganador será el que se quede con vida y ese sé quedará con el Alpha —dijo mientras veía por fuera de la ventana —. Pero como Valentina me rechazó no habrá problema y agradezco que lo haya hecho, no soportaría vivir a su lado para siempre.

—Pero sabías perfectamente lo que pudo haber pasado a causa de su rechazo —reclamó enojado el azabache.

—Lo sé, pero pude recuperarme y ahora que tengo otro mate me lo llevaré al Santuario.

—Pues te felicito hermano, ¿y se puede saber quién es?

—Es el erizo albino que siempre anda con aquel erizo cobalto con el que siempre hablas.

—No siempre, son pocas las veces que hemos llegado a hablar.

—Si lo que tu digas hermanito, ¿te apetece ir a caminar?

—Claro —dijo y ambos salieron de la casa y comenzaron a caminar.

En el camino se toparon a Scourge y Knukcles y se unieron a la caminata, y de pronto escucharon música y se extrañaron, ya que normalmente no se escuchaba música tan seguido.

Tenían dispositivos para poder escuchar la música pero no los usaban tan a menudo, se acercaron a donde se escuchaba la música.

Se asomaron y pudieron ver al cobalto con su grupo de amigos, bailando un remix de canciones.

Cada quien veía los movimientos de cada uno de los que estaban allí, el único que no bailaba era el zorro de dos colas ya que este estaba poniendo la música.

Shadow observaba como se movía el cuerpo del cobalto, era el que movía más su cuerpo y hacía ver más reales esos movimientos.

Pasados unos minutos terminaron de bailar y se les notaba cansados pero no lo estaban.

—¡Eso estuvo genial chicos, es la mejor coreografía que han hecho hasta el momento! —gritó emocionado el zorro mientras aplaudía y saltaba.

—El que mejor lo hace es Sonic.

—No que va chicos, solo bailo y ya —dijo mientras tomaba agua de una botella.

—No, tú dejas que tu cuerpo se mueva por sí solo y tú no lo controlas. Dejas que se suelte —comentó el erizo albino. Este había regresado ese día y lo primero que hizo fue ir con su grupo de amigos.

—Ay chicos no es para tanto, además, es lo que me gusta hacer.

—Bueno, tomen un descanso y solo un ensayo más y terminan por hoy —comentó el zorro mientras le regresaba a la música —. Y Rookie, intenta sonreír un poco más estás muy serio y en un baile nadie debe estar serio. Intenta por lo menos sonreír un poco.

—De acuerdo —dijo el lobo con desgano.

—¡Bien! Vuelvan a sus puestos y empiecen a bailar —dijo poniéndole "Play" a la pequeña bocina que estaban ocupando.

Y comenzaron a bailar de nuevo pero eso sí, sin darse cuenta de los pares de ojos que los estaban observando.

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