Después de aquella escena tan adorable, ambos tomaron sus caminos volviendo cada uno a su debido hogar.

Sonic al ya estar alejado de la vista de Shadow se transformo, dio un suspiro pesado y se comenzó a regañar a sí mismo. Pero dejo de hacerlo al escuchar unos ruidos provenir de unos arbustos.

Se acerco y con ambas manos movió los arbustos para saber que era lo que ocasionaba aquellos ruidos.

Al asomarse se sorprendió.

-Esto no puede estar pasando.

En casa de Manic y Sonic.

-¿No crees que Sonic ya se tardo? -pregunto Rookie mientras terminaba de acomodar una mesa.

-Ya sabes que puede tardarse miles de años y para el solamente serían como diez minutos.

-¿Pues que tanto hará que se tarda tanto?

Se escucho como la puerta se abría de golpe, y por ella se veía al cobalto con algo en sus brazos.

-Sonic...

-¿Eso es...?

El cobalto solamente asintió, Rookie y Tails se mostraron asustados.

-¿Qué vamos hacer? -pregunto asustado el zorrito mientras juntaba ambas manos.

-No podemos decirle al líder, podría cundir el pánico en todo el pueblo. Debemos ocultarlo y llevarlo de regreso a la Isla Dragón antes de que vengan sus padres por el.

Sonic dirigió su mirar hacia la pequeña cría de dragón que tenía en sus brazos. El sabía que tenían un gran problema.

-Solo espero y no sea un Alpha el que venga por el -dijo el zorrito sentándose en una silla mientras respiraba frenéticamente.

-Tendremos que llevarlo de vuelta, si es un Alpha el que viene por él el pueblo correrá peligro -aclaró el cobalto.

-Pero el Alpha Shadow podrá con el, de igual manera el dragón Alpha solo vendrá por y no creo que le haga daño al pueblo.

-Así no funcionan las cosas Tails, un dragón Alpha salvaje atacará el lugar donde permanezca la cría y será su objetivo dañar al lugar que robo a la cría. No le importará si la cría llego sola al lugar donde allá llegado, y si el Alpha Shadow se encarga de la situación será peor; el dragón se irá pero volverá con los miembros más fuertes de su manada y harán todo lo posible por recuperar a la cría.

Muchos que conocían al cobalto sabían que a este siempre le importaba la seguridad del pueblo a pesar de que nadie lo tomará en cuenta.

Y sabían que no le gustaba arriesgar la vida de nadie.

-¿Entonces qué haremos? No podemos dejarlo aquí, en cualquier momento empezará a llorar y llamará la atención de los demás -dijo el lobo acercándose al cobalto para ver más de cerca a la cría de dragón, dándose cuenta de que era un Dramillon.

-Yo lo llevaré.

-¿¡Qué!?