Capítulo 10.
Rato después.
—Han progresado mucho chicos, me sorprenden cada vez más —dijo el zorrito felicitando al trío de erizos y al lobo.
—Gracias por eso Tails.
—Oigan, ¿qué les parece si vamos a dar una vuelta? —pregunto el erizo de púas alborotadas.
—Me parece una genial idea.
El cobalto se puso nervioso y asustado a la vez, rápidamente hablo antes de que sus amigos se dirigieran a la orilla.
—Y-Yo mejor los observó desde aquí, no me siento en condiciones para volar. El ensayo me dejo muy cansado —dijo con una sonrisa nerviosa.
—¿Cómo? Pero si a ti te encanta volar, ¿por qué no quieres ahora? —pregunto confundido el lobo.
—No tengo ganas, tal vez en otra ocasión pero hoy no. Yo los observaré desde aquí.
—En ese caso, me quedo contigo —dijo el zorrito posándose a su lado.
—Bien, observen las maniobras que aprendí mientras estaba en las montañas —dijo con orgullo el albino.
El albino corrió hacia la orilla del barranco seguido por Manic y Rookie, primero se lanzó el albino y después los otros. Tardaron varios minutos y el cobalto ya se estaba empezando a preocupar.
Iba a acercarse pero después sintió como algo lo agarro por ambos brazos, dio un grito asustado creyendo lo peor.
—«¡Soy yo!» —mencionó riendo al ver la cara de asombro del cobalto.
—¡Silver!, ¿¡en qué momento!? —pregunto exaltado, en ningún momento lo vio alzarse al cielo y tampoco había visto a los otros. Se dio cuenta que Rookie llevaba en su lomo a Tails.
—«En el momento que me transforme les dije que se fueran por otro lado, en cambio yo me logre camuflajear temporalmente. Alcé el vuelo y fui hacía donde estabas tú»
—¿Temporalmente?
—«Unos cinco minutos, no puedo mantenerme camuflajeado por mucho más tiempo»
—¡Eso es increíble Silver! —dijo emocionado.
El albino ayudo al cobalto a que se subiera a su lomo y pudiera estar más cómodo.
—«¿Qué les parece si vamos y observamos la Aurora Boreal? —pregunto Manic observando a sus amigos.
—«Es una buena idea, hace mucho que no la veo de cerca»
—¿Pues qué esperamos? Vayamos a verla —ánimo el zorrito comenzando a dar pequeños brincos.
Los dragones volaron a la famosa Aurora Boreal, tan famosa y reconocida por todos. Ya que allí fue donde un Alpha Antiguo volaba junto al fantasma de su pareja ya fallecida. Aquel Alpha no tuvo la oportunidad de convivir con ella por lo que la Diosa Luna le permitió volar junto a ella pero solamente la podría ver en la Aurora Boreal.
Fue una historia muy famosa que demostró que a pesar de todo, puedes encontrar a tu otra mitad y convivir el tiempo que se les fue arrebatado.
Todas las parejas disfrutaban ir allí a volar, ya que se sentía la vibra y amor que transmitía esa pareja por tan felices y amados que fueron.
Los chicos llegaron a la Aurora Boreal y la observaron sin alejarse de la Isla.
—Amo mucho la historia de esta Aurora —dijo con felicidad.
—«Es una leyenda en el pueblo, siempre escucho a los padres contarselas a sus hijos, otros dicen que es un mito y otros dicen que es falso» —dijo con decepción el albino.
Mientras ellos hablaban, el cobalto se mantenía sumido en sus pensamientos.
Recordaba cuando su madre le contaba esa historia para que pudiera dormir y todo inocente preguntaba si podía ser pareja de quien sea y su madre lo miraba triste y simplemente le decía que durmiera.
Eso le daba a entender que no puedes tener a quien amas.
Prometió no enamorarse de nadie que fuera superior, pero falló.
Su corazón ya lo tiene alguien.
Y ese alguien, es el Alpha Shadow.
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