Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Un día glorioso y especial

Jungkook había notado algo extraño en el comportamiento de Taehyung esa mañana cuando despertaron, este estaba más agresivo de lo normal, no dejaba que tocara sus cosas, ni siquiera su panza, se abrazaba a sí mismo y desprendía un aroma muy diferente, más dulce, la nata había eclipsado por completo su aroma a fresas, olía delicioso, pero, no era normal, así que llamó a su madre quien le dijo que posiblemente estaba a nada de entrar en labor de parto. Lo cual le estresaba, porque se había adelantado.

Espero paciente, preguntándole cada cinco minutos si estaba bien, pero Taehyung decía que se sentía cansado, que todo estaba en orden, no fue hasta las cinco de la tarde que comenzó con pequeños dolores en su espalda y vientre.

—Según internet esto es tardado ¿Cómo te sientes?

—No lo sé, no duele mucho.

—Ya preparé todo, sólo queda que llegue el taxi y nos vamos al hospital—le sonrió nervioso sentándose frente a él.

Taehyung le miró con los ojos muy abiertos, mordió su labio inferior, sus manos estaban frías y Jungkook lo notó, así que las tomó entre las suyas y las acarició para que entrara en calor.

—Todo estará bien.

—Tengo miedo—susurró al tiempo que ligeras lágrimas caían por sus mejillas, Jungkook lo abrazó con fuerza.

—Todo saldrá bien, yo estaré contigo, no te preocupes. Nos tenemos que ir.

Se levantó tomándolo de la mano, le sonrió tratando de darle ánimos. Taehyung miró alrededor con melancolía.

—Cuando regresemos...

—Ya no seremos dos sino tres.
























Baekhyun corría por todo el hospital seguido de Chanyeol, quien apenas y podía caminar, habían recibido el mensaje de Taehyung y estaban asustados y entusiasmados con la noticia, les indicaron el camino y corrieron al ver a Jimin.

—¡Jimin!

—Hola Baek—sonrió.

—¿Dónde está?

—En la habitación, salí a llamar por teléfono, pero entren, ya casi lo llevan a quirófano.

—Gracias—asintió rápidamente.

No dio tiempo de nada, cuando menos lo supo ya estaba abriendo la habitación, su vista se fijó en Taehyung quien estaba en una camilla de hospital, siendo abrazado por Jungkook, ambos lucían pequeños y asustados, su corazón se estrujo.

—Mi TaeTae—susurró acercándose, Jungkook se hizo a un lado para permitirle abrazarlo.

Taehyung se puso a llorar como un bebé. —Baek, viniste.

—Claro que vine—le sonrió—. Ya es hora ¿No? ¿Emocionados?

—Tengo miedo.

—Es normal bebé, pero vas a ver que todo va a salir bien ¿Te dieron algo para el dolor?

—Me pusieron una inyección en ms espalda, la epidural, hace poco, Jungkook me ayudó a no moverme.

Jungkook hizo una ligera mueca, porque haber visto aquello le había dado terror, estaba tan preocupado por Tae y tan desdichado porque estuviese teniendo dolor que sentía ganas de llorar de la impotencia.

—Gracias—dijo Baek mirando a Jungkook quien le sonrió. En esos meses había tenido la oportunidad de convivir un poco con él, dándose cuenta que era excelente alfa con su hermano, estaba feliz de aquello.

—¿Mis padres saben? —preguntó con una mueca triste.

—Les dije...ellos...Tae...—suspiró—. Lo siento.

—Está bien—bajó la mirada mordiendo su labio inferior.

—Mira...

—Jungkook—dos personas más ingresaron a la habitación, Baekhyun miró con una ceja alzada a Namjoon, que venía de la mano de otro chico alto y pelinegro.

—¿Qué hace él aquí? —preguntó pasmado.

Taehyung se aclaró la garganta. —Él es SeokJin el hermano de Jungkook, es el destinado de Namjoon.

Baekhyun le miró perplejo. —Vaya que el mundo es pequeño.

Jimin entró seguido de Yoongi, ambos tenían el rostro lleno de seriedad, estaban pensando en su pequeña charla de unas horas antes y lo jodido de la situación.

—Te compré un chocolate—dijo Jimin a Tae, todos le miraron mal—. Uy, se lo daré cuando salga, vaya, amenecieron bravos.

—Gracias Jimin—suspiró y tomó con fuerza la mano de Jungkook.

Nuevamente la puerta se abrió, todos se volvieron espectanetes simplemente para ver a las enfermeras, quienes le llevarían al quirófano.

—Es hora muchacho—dijo una de ellas—. Despídete y que tu alfa nos acompañe.

—Buena suerte Tae—dijo SeokJin.

—Todo va a salir bien—susurró Namjoon.

—Hermanito tu puedes.

—Cuñadito fuerza.

—Acá te espero con el chocolate Tae, sabes que podrás hacerlo te amo.

Yoongi le sonrió de lado. —Disfruta tus últimos momentos de libertad.

Jungkook rio y los acompaño despidiéndose de todos, quienes al quedarse en la habitación se miraron en silencio.

Baekhyun miró con reproche a Namjoon antes de salir. —Iré por algo de tomar, espera aquí Channie.

—Llamaré al trabajo.

—Bien.

Salió rápidamente, estaba preocupado y nervioso, su padre le había mandado un mensaje diciéndole que cualquier cosa que pasara le avisara, pero Baekhyun estaba tan molesto que no le respondió nada, no estaba de acuerdo con la actitud de sus padres, con lo fácil que había sido para ellos darle la espalda cuando más lo necesitaba, Taehyung no lo sabía porque no quería preocuparlo, pero él ya no vivía con sus padres, se fue después de que la exigencia y el maltrato siguiera, aunque la condición para irse no fue la mejor, aceptó porque no tenía otra opción. No quería eso para su hermano, ni mucho menos para su sobrino.

—¿Baek? —escuchó que le llamaban mientras estaba en la maquins expendedora, observó a Namjoon con una mueca—. Sé que no quieres hablar conmigo, pero...

—Claro que no queiro hablar contigo—respondió de manera tajante—. No después de ver a mi hermanito deshecho por ti.

—Yo no quería lastimarlo.

—Pero lo hiciste.

—No es algo que elegí Baek, simplemente sucedió, en verdad lo lamento, tu sabes lo mucho que lo quería, y por eso quiero preguntarte algo.

—¿Sobre qué?

Namjoon rascó su cabeza nervioso. —¿Recuerdas la noche de mi fiesta de despedida? Tú pasaste por Tae en la madrugada.

Baekhyun hizo una mueca. —El idiota estaba tan borracho que apenas pude meterlo a la casa sin que mis padres se dieran cuenta.

—¿Notaste algo extraño en él?

—No—negó—. ¿Por qué el repentino interés?

—Baek, tal vez suene raro que te pregunte esto, pero ¿A qué olía Tae?

—¿Aparte de alcohol? —elevó una ceja tratando de recordar, hasta que soltó una carcajada—. Ah, le pregunté por qué había bebido alcohol de chocolate, apestaba a chocolate, siguió apostando todo el día siguiente.

Namjoon tragó en seco. —¿Chocolate?

—Sí, siempre llegaba oliendo a ti, pero ese día no lo hizo.

—Había mucho licor de sabor—susurró con un nudo en la garganta—. Gracias por responder.

—¿Tú y Tae están bien?

—Lo estamos.

—Bien entonces.

Baekhyun se fue dejándolo con millones de preguntas, y pocas respuestas. Pero, había algo de lo que estaba seguro, no conocía a nadie más que tuviera el aroma a chocolate tan intenso, como Jeon Jungkook.





















Taehyung sentía las caricias de Jungkook en su cabello, estaba tan nervioso que su mente se encontraba en blanco, escuchaba muchas cosas, pero no podía sentir ni ver nada.

—Lo haces bien amor.

—Ni siquiera estoy haciendo algo—susurró.

—Haces más de lo que te imaginas—rio besando su frente.

—¿Te imaginaste alguna vez que estarías a los diecinueve años esperando el nacimiento de tu hijo?

—No, pero es increíble.

—¿Realmente podremos con esto?

—Podremos con todo—suspiró—. Taehyung te amo más de lo que pensé amar, así que, estoy feliz.

—¿Vas a llorar cuando lo veas?

—Quiero llorar ahora y no lo estoy viendo.

—También yo. Se siente raro, osito sabe que lo estamos esperando ¿Verdad?

—Lo sabe bien.

—No me dejes Jungkook. Nunca lo hagas.

—Jamás podría dejarte, te amo demasiado. Juntos hasta el final.

—Juntos—asintió.

—Aquí está, bienvenido al mundo cachorro—dijo el doctor con alegría.

Al momento de escuchar aquel llanto, que se quedó tatuado en sus mentes de por vida, a través del lazo, sintieron un sinfín de emociones que hicieron que se miraran a los ojos con lágrimas de felicidad pura, no sólo ellos estaban felices, sino también sus lobos, que chillaban de la dicha, su osito estaba ahí, ahora eran padres.

















Jimin y Yoongi miraban fijamente por el vidrio que daba a los cuneros, específicamente al bebé de apellido Jeon, parpadeaban en silencio, tragaron en seco antes de mirarse con la mayor incógnita de sus vidas.

—Mierda—susurraron al mismo tiempo.








Nos leemos pronto 💜

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro