—Eso me hace cosquillas—rio intentando con todas sus fuerzas no moverse.

—Estoy en lo último—dijo completamente concentrado en su obra de arte—. Espera un poco más.

—Dime qué es, ay se mueve dentro.

—Osito basta—susurró con los labios pegados a su ombligo—. Papá tiene que trabajar en esto.

—Tenemos hambre.

—Ya casi acabo—bufó.

—Bueno.

Miró hacia abajo, Jungkook estaba muy concentrado, pintando con acuarelas corporales un osito, habían visto hacer eso a una pareja en internet y quisieron probarlo, porque últimamente tenían mucho tiempo libre. Taehyung estaba mejor, se sentía más tranquilo al lado de Jungkook y su osito también se sentía feliz, se movía mucho, aunque eso significara sentir un poco de dolor, pronto estaría con ellos.

—Debemos comprar las cosas Tae, no podemos esperar más.

—No es mi culpa que no se deje ver.

—Compremos colores neutros.

—¿Es muy necesario?

Jungkook soltó una carcajada. —Nacerá y tiene que tener ropa, donde dormir, pañales y donde bañarse.

—Eso es caro.

—Por eso hemos ahorrado.

—Yo no, tú si—susurró con un puchero.

—No digas eso, haces más de lo que piensas—le sonrió—. Además no creas que no sé que Baek te da dinero y con eso compras cosas de la despensa. Así que ayudas. Bien, terminé.

Se levantó y tomó su mano para que le siguiera, lo puso frente al espejo de cuerpo completo, sus ojos brillaron al ver el dibujo de un osito en un fondo de cielo azul y nubes blancas. Era muy lindo.

—¿Te gusta? —preguntó con una ceja alzada.

—Me gusta mucho—asintió dándole un beso en la mejilla.

—Te tomaré fotos—dijo sacando su celular—. Posa.

—¿Sexy o lindo?

Jungkook la pensó unos momentos. —Lindo para el álbum, sexy para mí colección especial.

Soltó una carcajada, pero comenzó a posar de diferentes maneras, Jungkook le tomó demasiadas fotos, se preguntaba qué haría con ellas. Después de eso pasaron a comer algo, porque se moría de hambre, estaba entrando en su último trimestre, las cosas se estaban volviendo más reales a ese punto. Deseaba que todo saliera bien.

—¿Listo para dejarte ver hijo? —susurró Jungkook cuando le ayudaba a colocarse los tenis.

—Dudo que lo haga, es terco como yo—bufó.

—Pobre de mí—dramarizo.

Una vez que estuvieron listo salieron del departamento, el frío aún se sentía, pero no era tanto como meses atrás, la familia de Jungkook estaban muy al pendiente de ellos, el nuevo ciclo escolar comenzaba en una semana, ambos irían porque era el último periodo, aunque Taehyung dudaba el poder terminarlo, tendría que hablar con su asesor y ver las opciones que tenían, Jungkook ya no rechazaba peleas, era con lo principal que se mantenían, aunque el alfa estaba en búsqueda de un trabajo de medio tiempo.

Era difícil vivir de esa manera, ayudaba el hecho de que el padre de Jungkook se hiciera cargo del pago del departamento, pero nada más, el alfa no quería depender de sus padres, estaban al límite, y le preocupaba, pero no quería rendirse, daría lo mejor de sí, su entrenador le había dicho que podía firmar con alguna compañía y tendría mejores peleas, esperaba que fuera cierto, sino tendría que elegir algo más rentable. Se lo había prometido a su padre, porque, haría cualquier cosa menos estar en el negocio familiar, uno del que no estaba orgulloso, pero tampoco repudiaba.

Llegaron al hospital apenas la hora prevista, los pasaron de inmediato porque casi perdían la cita, la doctora Kang les sonrió.

—Bienvenidos ¿Cómo estamos hoy?

—Bien—dijo Taehyung con una sonrisa.

—¿Alguna incomodidad?

—Me duele mucho la espalda y mis pies se hinchan.

—Eso es normal, me llegaron tus análisis de sangre, estás muy bien en cuestión de tus niveles de glucosa están en orden, ahora sólo queda esperar un poco más, se supone que tu fecha programada es para el quince de abril. Puede que el último mes aparezcan contracciones falsas, te voy a estar monitoreando, eres joven y primerizo, esperemos que no te adelantes.

—Bien—asintió—. Falta poco.

—Dos meses, no te preocupes, todo ha salido bien hasta el momento, lo ideal es que continúe de esta manera, vamos a ver al bebé.

Taehyung y Jungkook se pusieron de pie, ayudó a su omega a subir a la camilla donde descubrió su vientre, era redondo y bonito, le colocaron aquel gel frío y tomó su mano con fuerza.

—Ahí está—dijo mostrando la pantalla—. Veintiocho semanas, mide treintaisiete centímetros, y pesa aproximadamente un kilo.

Los ojos de Jungkook brillaban, era hermoso. Taehyung estaba muy concentrado en lo que escuchaba y sus ojos no dejaban de mirar la imagen.

—¿Podemos ver el sexo?

—Esperemos que ahora se deje ver—movio el transductor—. Bueno, está en mejor posición que el mes pasado.

—Vamos hijo—susurró Jungkook en voz alta.

—Aquí está, ven esto—señaló la pantalla—. Felicidades, ustedes van a tener un hermoso varón.

El tiempo se detuvo por un momento, Jungkook sintió su corazón latir con fuerza, Taehyung lloraba, estaba feliz, se abrazaron diciendo cosas lindas en el oído, ahora sabía lo que su osito era y lo esperaban con ansias.

—Esto es lindo—susurró Taehyung—. Gané.

Ambos habían apostado, Taehyung no dejaba de decir que era un niño, mientras que Jungkook apostaba por una niña, aunque en realidad no le importaba que fuera, estaba feliz por tenerlo.

Las cosas de bebés eran caras, Jungkook supo que a partir de ese momento, el dinero se volvería algo esencial, pero de alguna manera lo obtendría, compraron cosas esenciales, una cuna, pañales, ropa de bebé de diversos colores y formas, mantas, una bañera y cosas de higiene.

Cenaban tranquilos, cansados por estar dando vueltas por ahí, cuando la puerta se escuchó, Jungkook se levantó, yendo a abrir, al hacerlo sonrió.

—¡Tendremos un niño! —exclamó Jimin emocionado, entró corriendo, para abrazar a Taehyung y comenzar a gritar juntos.

Detrás de él entró Yoongi, al verlo boqueo, este empujaba un cochecito de bebé, que tenía dentro otras cosas.

—Jimin me tuvo en el centro comercial toda la maldita tarde, yo elegí el color negro, porque es practico, se supone que tiene portabebé y puedes acoplarla a cuando crezca.

Jungkook no hizo más que sonreír apenado. —No tenían porqué hacerlo.

—Es nuestro primer sobrino, y como no vamos a tener hijo, es lo justo.

—¿Vamos? ¿Desde cuándo van en el mismo paquete?

—Cállate—bufó.

Ambos fueron a la sala, en donde Taehyung abrió mucho los ojos al ver el regalo de sus amigos, comenzó a llorar y Jimin le abrazó.

—No tenían que hacer eso.

—Claro que sí—dijo Jimin con una sonrisa—. Es nuestro primer sobrino, además como no vamos a tener hijos, sirve de experiencia.

—Vaya, si que vienen en el paquete—susurró Jungkook.

Jimin sacó las cosas que habían llevado para el bebé, estaban emocionados, Taehyung no podía sentirse más feliz y agradecido, Yoongi se sentó a mirarlos a ambos, había una idea rondando en su cabeza, una que quería desechar a como diera lugar, porque de no hacerlo, y si investigaba, tal vez lo que encontraría significaría un desastre o un alivio, era demasiado hasta para él.

—Bueno ¿Cómo lo van a llamar?

Jungkook y Taehyung se miraron. —Aún no sabemos—dijo el primero.

—Ni idea—suspiró.

—Bueno, no pueden llamarlo osito, piensen en algo, Jimin es un lindo nombre.

—Se escucha mejor Yoongi, sólo digo.

Taehyung soltó una carcajada. —Ni lo piensen.

—Yeonjun o Sunyoul, son lindos ¿Te gustan Tae?

—Se escuchan bien, podemos decidir entre esos.

Yoongi soltó una carcajada. —Bien, esto es raro, jamás pensé estar aquí hablando sobre nombres de bebés.

—¿Cómo le pondrías a tu hijo Yoongi? —preguntó Taehyung con una ceja alzada.

—Demonio dos, porque el primero soy yo.

—Idiota—rodó Jimin los ojos.

Los cuatro se rieron, estaban felices, por la llegada del nuevo bebé.

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