Taehyung estaba solo esa mañana, Jungkook se había ido a entrenar porque tendría una pelea pronto, él estaba aburrido y algo adolorido, su espalda baja le estaba matando, aunque había leído que era completamente normal tomando en cuenta que estaba en el inicio de los siete meses, su bebé aún era difícil de ver, siempre estaba en mala posición, así que no sabían lo que sería, a ese paso lo averiguarian cuando naciera.

Estaba feliz, tranquilo de que los padres de Jungkook no les hayan dado la espalda, ahora sabía que podían contar con más personas. Se sentía melancólico, sus padres no querían verlo, BaekHyun trataba de tranquilizarlo diciéndole que les diera tiempo, pero a esas alturas dudaba en verdad que estos pudieran perdonarlo alguna vez.

Le sorprendió que la puerta hubiese sido tocada, al abrir sonrió al ver a Jimin quien le dio un fuerte abrazo, lo pasó al departamento aún estaba haciendo mucho frío afuera.

—Hola amigo desaparecido, hace dos semanas que no te veía ¿Dónde estabas?

Jimin se encogió de hombros. —Por ahí.

—Ajá, por ahí, ¿Así se llama Yoongi ahora?

—¿Cómo sabes que estuve con Yoongi? —cuestionó con una ceja alzada.

—Yoongi le dijo a Jungkook—le sonrió—. Ellos si se cuentan las cosas.

—No te dije porque no quería que pensarás cosas raras—bufó—. Pero, ya que lo sabes, te voy a decir que estoy seco amigo, nunca había tenido tanto sexo en mi vida, me encanta.

—Asquerosamente innecesario—hizo una mueca de asco antes de lanzarle un cojín—. Aunque me alegro que te hayas divertido, yo estoy feliz, la visita de los padres de Jungkook salió mejor de lo que pensaba.

—Me imagino que si y estoy feliz por eso—le miró con preocupación, no quería alterarlo ni mucho menos, pero sabía que no podía ocultar las cosas por mucho tiempo, menos cuando era sobre algo tan delicado.

—Tienes esa cara otra vez.

—¿Qué cara? —elevó una ceja.

—La cara que pones siempre que vas a decir algo desagradable. Dime ¿Qué hiciste?

—Yo nada—relamió sus labios—. Pero, sí tengo algo qué decir.

—Me preocupas ¿Qué pasa?—preguntó con una mueca.

—Yoongi y yo fuimos a la fiesta de Zico, la de bienvenida a Namjoon—suspiró—. Ahí los escuchamos hablando de algo.

—¿De qué?

—De la fiesta de despedida—bajó la voz—. Zico dijo que...

—¿Qué? Jimin por favor no te detengas que me causa ansiedad, sólo dilo. ¿Namjoon sabe que es su bebé? Es eso ¿Verdad?

Jimin negó con una mueca, tomó aire y se sentó más cerca de él. —Zico habló sobre esa noche, dijeron que había sido demasiado alocado, y que pasaron cosas...le dijo a Namjoon que tú lo habías engañado.

—¿Qué? —gruñó entrecerrando los ojos—. ¿Por qué mierda dijo eso?

—Porque te vieron saliendo de esa habitación, y poco rato después salió un chico desconocido.

—Espera, no entiendo ¿Qué tratas de decir?

—Namjoon dijo que esa noche no había estado en la casa, Zico dijo que te habías acostado con alguien más. Taehyung, el bebé no es de Namjoon.

Los ojos de Taehyung se abrieron en demasía, comenzó a negar con el rostro deformado de confusión e incertidumbre.

—Eso es mentira, no pueden decir eso.

—Taehyung ¿Hay alguna posibilidad? Dijiste que estabas muy borracho ¿Estás seguro que era Namjoon? Trata de recordar ¿Lo viste al despertar?

—Es que...no me quedé, terminamos y dormimos abrazados, pero estaba oscuro, no recuerdo mucho, sólo que Baek me llamó, fue por mí y quedé dormido en el auto, ni siquiera sé cómo le hizo para llevarme a mi habitación.

—Mierda Tae.

—Jimin, si eso es cierto....entonces...¿Quien...? —cubrió su rostro antes de comenzar a sollozar, Jimin lo abrazó de inmediato, no podía entender cómo se sentía, pero sabía bien que aquello había sido un golpe muy fuerte.

—Tranquilo cariño, no es tu culpa.

—Pero...¿Qué le voy a decir a Jungkook?

—La verdad, estoy completamente seguro de que a Jungkook no le va a importar.

—No sé que pensar yo...me siento un...

—No lo digas, no lo eres, un error lo comete cualquiera, pero mira, ve el lado positivo, al menos ahora no vas a tener que tener si Namjoon está cerca del cachorro, porque no es su bebé y...Lo siento, no era para que llorarás más.

—Esto tiene que ser mentira, debo hablar con Namjoon.

Se levantó, Jimin lo hizo también cuando vio que se dirigía a la puerta, se puso un gran abrigo y salió casi corriendo, el peli naranja negó y corrió detrás de él.

—¡Espera Tae! ¿Qué se supone que vas a hacer?

—¿En qué viniste?

—Tomé el auto de papá ¿Por qué?

—Llévame—dijo sin mirarlo.

Jimin suspiró, pero asintió, no podía detener a Taehyung, porque si era algo que él quería y necesitaba, lo único que podía hacer es apoyarlo, ambos subieron al auto, su padre había llegado el día anterior y le había prestado el auto, en un acto de arrepentimiento por no haber estado con él.

—¿Sabes llegar?

—¿No recuerdas las veces que te llevé a escondidas? Tae...realmente no creo que Namjoon esté mintiendo.

—¿Estás de su lado? —preguntó indignado.

—No, claro que no, jamás lo estaría, pero, tú más que ninguno de nosotros conoces a Namjoon ¿Crees que él sería capaz de mentir?

Taehyung tragó el nudo que tenía en su garganta, recordando a Namjoon cuando ambos estaban saliendo, siempre siendo amable y protector, no podía imaginar a él mintiendo, mucho menos si sabía que eso podría afectarle de alguna manera.

—No, no lo sería.

—Tae, sea lo que sea que te diga, no estás solo. Será lo mismo.

—No lo será Jimin, antes al menos estaba seguro de quién era el padre del bebé, aunque no fuera a formar parte de su vida, pero ahora...esto es mucho.

—Entiendo.

Jimin era malo hablando, sí, para él aquella situación no era tan compleja, pero no estaba en los zapatos de su amigo, no tenía forma de entender lo que sentía, mucho menos porque no era él quien estaba esperando un hijo de un extraño.

Llegaron a la casa de Namjoon, Taehyung le miró con una mueca.

—Esperame en la siguiente calle, le diré que hablemos en el parque de enfrente.

—Estaré al pendiente.

Bajó del auto, al principio tenía una idea muy concreta de porqué estaba ahí, sin embargo, ahora no estaba seguro de lo que estaba por hacer, subió los escalones, había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuvo ahí, la familia Kim, siempre trato de hacerlo sentir bien y en familia, recordaba los fines de semana en de paseo, adoraba a sus padres, y ahora ellos adoraban a alguien más. Tocó el timbre esperando, sólo deseaba que SeokJin no estuviera ahí.

Espero un poco antes de que la puerta se abriera, la señora Kim le miró sin expresión, antes de abrir mucho los ojos y sonreír en grande.

—¡Taehyung! Mi dulce niño, hace tanto que no te veía, ¿Cómo estás? Tan lindo como siempre.

—Hola señora Kim, me alegra verla, se ve radiante.

Ella le sonrió con cariño, a esas alturas pensaba que ella no se había dado cuenta de su panza por el abrigo o tal vez, no quería hacérselo saber.

—¿Qué te trae por aquí?

—¿Se encuentra Namjoon? Tengo que hablar con él, es importante.

—Oh, sí, está adentro ¿Quieres pasar?

—No—negó con una sonrisa—. Quisiera esperarlo aquí sino le molesta.

—Claro que no, espera un poco, ya le llamó—se adentró a la casa sin cerrar la puerta, Taehyung mordía sus uñas nervioso.

Por un segundo pensó en irse, estaba a punto de dar la vuelta cuando el rostro de Namjoon apareció detrás de la puerta, este le miró con una ligera sonrisa.

—Mamá me dijo que estabas aquí, pero no lo creía, hola ¿Cómo estás?

—No muy bien—susurró apenado—. Quiero hablar contigo ¿Tienes tiempo?

—Claro, ¿Quieres pasar?

—¿Podríamos ir al parque? —señaló el parque de enfrente, Namjoon salió y cerró la puerta.

—Vamos entonces.

Ambos caminaron en completo silencio, esos rumbos eran su lugar especial, siempre los recorrían juntos, se sentaron en la misma banca de siempre, la última vez que estuvieron ahí Namjoon había terminado con él.

—Te ves triste ¿Sucede algo?

—Esto es difícil de decir—relamió sus labios—. Yo...quiero saber algo.

—Puedes preguntar lo que quieras, vamos, soy yo.

—Namjoon, ¿Tú y yo estuvimos juntos en tú fiesta de despedida? —no le miró, apretó el asiento de hierro de la banca con fuerza.

Namjoon le miró perplejo, tragó en seco antes de suspirar. —No Tae, no estuvimos juntos.

Taehyung soltó un sollozo que estremeció todo el cuerpo de Namjoon, la pregunta le extrañaba, y todo estaba yendo a un rumbo que no le gustaba.

—Tae—se acercó, pero no sabía si debía tocarlo o no—. ¿Por qué me preguntas eso?

—Yo....perdón, lamento....esto no puede estar pasando.

—No te entiendo, por favor, explícame.

—Tienes que ser tú—le miró desolado—. No me mientas.

—Te juro que...jamás te mentiría con eso Tae, por favor dime que pasa.

—Se supone que en esa fiesta yo te mandé un mensaje, diciendo que nos veríamos en la habitación principal en unos minutos...yo estuve contigo esa noche y quedé embarazado.

Los ojos de Namjoon se abrieron en demasía, su pecho sufrió una opresión al comprender lo que estaba pasando, todo ese tiempo pensó que Taehyung le había engañado, pero verlo perdido confesando aquello su corazón se rompió.

—Tae—se acercó tomando sus manos, mirándolo a los ojos—. Esa noche los idiotas de mis amigos me intoxicaron de alcohol, me alentaron a brincar a la piscina, mi celular quedó inservible, ¿Recuerdas que al día siguiente te marqué de otro número? —Taehyung asintió, recordaba a Namjoon haberle dicho algo sobre su celular, pero, él siempre estaba perdiendolos o arruinandolos, así que no le tomó importancia—. No vi tu mensaje Tae, me quedé dormido en el pasto, pesque un resfriado, cuando recobre la conciencia tú ya no estabas, me quedé tranquilo de saber que Baek había pasado por ti.

Un escalofrío recorrió el cuerpo entero de Taehyung, apretó las manos de Namjoon mientras comenzaba a llorar con más fuerza, si Namjoon nunca estuvo con él, entonces ¿Quien había entrado a esa habitación? ¿Con quién hizo el amor? ¿Quien era el padre de su cachorro?

—Yo siempre pensé que habías sido tú, estaba tan ebrio que...

—Maldita sea—gruñó Namjoon—. Te juro que voy a encontrarlo y lo mataré.

—Fue mi culpa—sollozo.

Namjoon lo abrazó a su pecho. —No Tae, no es tu culpa, yo debí ver ese mensaje, debí cuidarte como siempre lo hacía, tú no eras bueno bebiendo, yo...tú pensaste que era yo.

—Me siento—no terminó la frase, ni siquiera podía hablar o pensar de manera coherente—. Yo...

—No fue tu culpa, no, aquel imbecil...mierda.

Namjoon sabía bien que Taehyung llamaba demasiado la atención, que era hermoso y tenía un cuerpo precioso, además de su personalidad dulce y divertida, que cualquier alfa quisiera tener, una persona especial, alguien que sabía que si dejaba cualquiera estaría detrás de él, por eso no le parecía descabellada la idea de que alguien pudiese aprovechado el momento para tomarlo. Estaba furioso, y no podía pensar en algo coherente..

—¿Qué le diré a Jungkook? Él...no quiero que piense mal de mí.

—Taehyung nadie tiene derecho a pensar mal de ti, nadie—bufó, pero entonces retrocedió a las palabras de Taehyung—. El no es el papá ¿Verdad?

—No lo es—susurró con una opresión en su pecho, su omega chilló dentro de él en protesta.

—Tae ¿Él lo sabe? —preguntó preocupado.

—Sí—asintió bajando la mirada—. Dijo que no le importaba, que me amaba y ama a este cachorro, ha sido tan bueno y considerado que no lo merezco.

Namjoon suspiró. —Si pensabas que era mi hijo ¿Por qué no me dijiste nada?

El momento que tanto temía había llegado, lo que pensaba como una pesadilla, estaba frente a sus ojos, había imaginado muchas veces ese momento, en donde él tendría que confesarle la verdad a Namjoon, pero nunca pensó que sería tan rápido y mucho menos después de saber que él no era el padre. Ya no había qué temer, pero se sentía avergonzado.

—Porque habías encontrado a tu destinado, y sabía bien que no podrías responder a este bebé, que no harías un lazo con él y que no podrías reconocerlo como tuyo, no quería que lo rechazaras, tenía miedo.

—Lamento tanto esto—su rostro reflejaba dolor, porque aunque la situación estaba más allá de sus manos, no quería hacer sentir mal a Taehyung, no quería verlo sufrir y saber que había pasado por tanto pensando que ese bebé era suyo, le dio un remordimiento terrible—. Aunque, si me hubieras dicho y si yo supiera que ese cachorro es mío no te habría dejado solo.

Taehyung le miró entrecerrando los ojos. —Eso no habría sido posible.

—Tal vez no podría estar a tu lado como pareja, pero si como amigo, Taehyung, creo que jamás te lo dije claramente, pero para mí eras muy especial, teníamos tantos planes, que dejarte fue difícil, siento que te he fallado de muchas maneras, por no haber entrado en aquella habitación, por haber ido a ese intercambio, por haber encontrado a mi destinado. Amo a Jin, realmente todo con él es tan especial y perfecto, pero, eso no deja de lado que en mi corazón aún estés presente—apretó su mano con cariño—. No habría podido estar a tu lado como se debía, siendo tu alfa, tal vez mi lobo no habría reconocido al cachorro como su cría, pero, yo, Kim Namjoon habría hecho lo posible porque tú estés bien, me habría hecho cargo, no te hubiera dejado solo. Jamás lo haré Taehyung.

Tal vez era el significado de esas palabras, combinado con los colores del pasado, de recuerdos que en su mayoría habían sido buenos, porque Namjoon era un buen alfa, alguien especial, que siempre le dio un lugar, que le escuchaba, enseñaba y admiraba, quien siempre le dijo que podía cumplir sus sueños. La primera persona que había amado.

Eran esos sentimientos confusos que comenzaron a hacerlo sentir mal. Negó una y otra vez tratando de despejar su mente.

—Lo siento—susurró con una mueca—. Por todo.

—Yo soy quien lo siente, buscaré al responsable.

—No importa.

—Importa Tae, hay que saber qué fue lo que pasó esa noche.

—Yo...—el sólo hecho de pensar en una posibilidad terrible le hizo sentir náuseas, comenzó a sollozar, ese día estaba siendo pesado, se levantó—. Me tengo que ir.

—Espera Tae, te llevo.

Pero, no dejo que se acercara, salió corriendo, el auto de Jimin llegó a tiempo, porque se estacionó frente a ellos, salió del auto asustado por el rostro de su mejor amigo.

—¡¿Qué paso?! —cuestionó mirando específicamente a Namjoon.

—Vamonos, por favor—sollozo corriendo al auto, para entrar.

—Tú...

—Cuídalo por favor Jimin—suspiró mortificado.

Debido a su semblante, Jimin no quiso acusarlo más, simplemente salió de su enojo y entró en el auto, estaba mirando de reojo a su mejor amigo mientras avanzaba lejos.

—¿A casa?

—No—negó abrazando más fuerte su propio cuerpo—. No quiero ver a Jungkook, no sé cómo verlo, por favor, llévame contigo.

Al ver sus ojos, vio la desolación, Jimin jamás podría negarse a su mejor amigo, no lo haría. Asintió y se dirigió a su casa, estaba preocupado, llegando llamaría a Yoongi, él también tendría que hacer su labor de mejor amigo.

—Estoy aquí para siempre Tae.

—Gracias—susurró mordiendo su labio inferior.

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