Taehyung andaba por la calle con las lágrimas recorriendo sus mejillas, estaba molesto y asustado, por no poder tener un momento de tranquilidad, porque la vida era tan injusta que cuando estaba siendo feliz la realidad le caía encima, estaba asustado por la forma en la que esto podría afectar a su cachorro, había salido lo más rápido que pudo, para no tomar el aroma de Namjoon.

Sabía que Jungkook lo estaba siguiendo de cerca, pero erróneamente ninguno había dicho algo, se mantuvieron a una distancia considerable, perdidos en sus propios pensamientos, Jungkook estaba envuelto en una serie de emociones que no podía descifrar, algunas más negativas que otras, no comprendía cómo es que su hermano era el destinado del ex de su novio que a su vez era el padre del cachorro que él quería como suyo. Todo estaba siendo un desastre. Pero, sobre todo, el dolor de saber que Taehyung tal vez amaba más a Namjoon de lo que quería admitir.

Caminaron hasta el departamento que estaba a unas calles de distancia, subieron en completo silencio, el aura entre ellos era decadente, al entrar al departamento y despojarse de sus cosas, Taehyung se sintió más seguro, el miedo irracional que tenía su omega estaba aligerandose, porque todo el departamento olía a Jungkook y a él. Estaba seguro ahí.

—¿Quieres cenar algo? —preguntó incomodo—. Hay...hay pastel o...

—No—dijo Jungkook—. Come algo tú, yo iré a dormir, tengo sueño.

Taehyung le miró alejarse con un peso en el pecho, le siguió de cerca, observando cómo entraba al baño, no quería que este se molestara, pero todo aquello estaba siendo muy confuso, su corazón estaba destrozado, no podía creer que la persona por la cual Namjoon lo había dejado era específicamente SeokJin, el hermano de su novio. ¿Cómo se supone que ocultarian al cachorro? No quería que Namjoon se acercara y que su hijo reconociera el aroma, porque eso podía ser muy peligroso para ambos.

—Jungkook...

Jungkook se quitó la ropa para ponerse la pijama, no lo miró, simplemente avanzó a la cama y se acostó debajo de las cobijas, él también comenzó a quitarse la ropa, salvo que no usó su pijama, sino que se puso la playera de manga larga de Jungkook, se acostó detrás de él, mirando su gran espalda.

—Lo siento.

—Descansa. Por favor, déjame dormir.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, porque a pesar de todo, Jungkook nunca lo había tratado mal, jamás le daba la espalda al dormir, y que lo hiciera esa noche ponía peor a su omega, derramó sus lágrimas, se acercó con temor y rodeó su cintura con su brazo, se pegó a su espalda y sollozo, Jungkook suspiró y se volvió, abrazandolo a su pecho.

—No llores, sólo vamos a dormir.

—Lo siento.

—¿Por qué lo sientes? Está bien, entiendo que verlo fue...yo, lo entiendo Tae.

—¿Qué es lo que entiendes? —preguntó pasmado.

—No ha pasado mucho tiempo, tú...pude que sigues sintiendo cosas por él, por eso verlo te causó conflicto, al final del día él es el padre del cachorro.

—No Jungkook—se sentó en la cama y le miró, debido a la luz de la lámpara aún podía ver sus expresiones, estaba triste, limpió sus lágrimas y negó—. No es por eso que actué de esa manera, mi omega se sintió apresado, tengo miedo de que su aroma pueda llegar al cachorro y lo reconozca como padre, yo...

—¿Por qué terminaron Taehyung? —preguntó lo que estaba rondando por su mente en esos momentos.

—Me dijo que estaba destinado a otra persona, fue antes de que yo supiera del bebé, supe que no servía de nada decirle sobre el embarazo, porque aunque fuera su hijo no lo reconocería como tal, su alfa lo iba a rechazar y mi cachorro podía sufrir, yo...

El peor de los miedos de Jungkook floreció, porque siempre había creído que ellos terminaron porque su relación no estaba bien, no por intervención del destino, ahora que sabía la realidad estaba intranquilo, el miedo de que Taehyung estuviese aún enamorado de Namjoon le llenaba de celos.

—¿Aún lo amas? —preguntó con el dolor de su corazón.

—No—respondió rápidamente—. No Jungkook.

—¿Qué sentiste al verlo?

Pero Taehyung no podía responder a eso, porque ni siquiera se había tomado el tiempo de pensar en lo que significaba su regreso y lo que sintió al verlo.

—No lo sé—dijo honestamente—. Pero, no es amor, yo te amo a ti.

—No tiene nada de malo que lo ames, al final del día él es el padre del bebé, yo no soy nada.

Taehyung comenzó a llorar, estaba demasiado sensible, Jungkook preocupado por su llanto que sus ojos sólo afirmaba lo que pensaba, lo tomó de los hombros acariciando para que se tranquilizará.

—Tae, está bien.

—No, no está bien—negó sin parar de llorar.

—No pasa nada.

—Si pasa—balbuceo.

—No llores así, le hará mal al osito.

—¡No digas eso! —le miró lleno de dolor—. ¿Por qué dijiste eso?

—Tae...

—Dijiste que eras el padre del cachorro, me dijiste que lo amabas como tuyo, ¿Por qué de repente dices esas cosas? Es nuestro, es tú bebé.

Jungkook sintió un nudo en la garganta, soltó el aire lentamente y asintió.

—Lo siento, tienes razón no debí decir eso.

—Namjoon no es el papá, tú lo eres, por eso tengo miedo, no quiero que algo cambie, no quiero que esto se arruine. Jeon Jungkook te amo, más de lo que pude amar alguna vez, sólo a ti, no me importa nada más, sólo que te amo y que somos tuyos.

—Son míos, sólo míos, pero deja de llorar, amor está bien, entiendo, es sólo que, tengo miedo de no haber llegado a tu corazón.

—Eres tonto Jungkook—dijon abrazandolo con fuerza—. Te amo demasiado.

—También yo—suspiró acostándose en la cama, llevándolo consigo.

—¿Qué le diremos a Jin?

—Entre menos sepa es mejor, no tenemos que estar cerca de Namjoon, así que...mientras eso no pase estaremos bien.

—Diremos que fue la impresión del momento, nada más.

—Bien.

Jungkook estaba en una encrucijada, porque Jin era su hermano, y Namjoon el destinado de este y no había forma ahora de que el destino los separara, pero tampoco quería que se enteraran de la realidad, porque su hermano podría estar dolido y el cachorro podria reconocer el aroma de su padre, que lo rechazaría, causándoles dolor, no podía permitirlo. No ahora.

Taehyung se levantó temprano, porque el hambre que tenía era tanto que le estaba causando náuseas, se levantó tratando de no despertar a Jungkook y fue a la cocina, ahí, sentado con una taza de café en la mano estaba Jin, al verlo se avergonzó por completo, pensando en lo que había pasado la noche anterior.

—Buenos días—dijo bajando la mirada.

—Oh Tae, buenos días, preparé el desayuno, por favor siéntate.

Asintió indeciso, no sabía cómo reaccionar a él, no quería que las cosas empeorarán.

—Gra...gracias, Jungkook sigue durmiendo.

—Lo sé—suspiró—. Toma, espero te guste.

El plato de comida frente a él lucia muy bien, tomó los palillos y comenzó a comer, no tenía una idea de SeokJin, no lo conocía, antes lo odiaba, porque pensaba que era el culpable de que su relación con Namjoon terminara, pero la realidad era que nadie tenía la culpa, tal vez el hecho de conocer y enamorarse de Jungkook le había hecho cambiar de opinión, o que aquella persona que antes no tenía un rostro, ahora estaba frente a él, era el hermano de su novio y se veía dulce y amable.

—Tae, lo lamento, en verdad lo siento.

Elevó su vista y le miró. —Está bien, realmente siento haberme ido así, pero, la impresión fue mucha.

—No te preocupes, lo entiendo muy bien, yo...jamás pensé que serías tú la personas de la que mi hermano llevaba enamorado tanto tiempo.

—Yo tampoco creía que serías tú. Creo que esta sigue siendo una broma del destino—rio por lo bajo.

SeokJin suspiró.  —Quiero decirte algo, cuando Namjoon y yo nos conocimos, cuando supimos que éramos destinados, él estaba muy afectado y dolido, me habló de ti, y de lo miserable que se sentía por haber roto todas esas promesas que te hizo, yo también me sentí mal, no quería irrumpir entre ustedes, pero el destino es algo que no podemos pasar por alto, siento mucho el dolor que pudimos causarte.

Taehyung suspiró y le miró con tristeza, alargó la mano y tomó la de SeokJin, estaba reviviendo el dolor, la traición, pero en sus ojos veía que este realmente sus intenciones no habían sido malas, que no quiso lastimarlo.

—Hay cosas que don inevitables, no los culpo ni estoy molesto con ustedes, antes lo estaba, los odiaba, pero entendí que si el destino había alejado a Namjoon de mi, es porque simplemente él no era para mí. El destino no se equivoca. Deben ser felices.

—Tae, hay algo que quiero preguntarte, lo siento si sueño intrusivo, pero...necesito saber.

—¿Qué pasa? —alejó su mano lentamente. Estaba temeroso de cualquier pregunta de este.

—Es una duda...¿El bebé realmente es de Jungkook?

Sus ojos se agrandaron, no sabía qué contestar, SeokJin esperaba su respuesta, pero esta no llegó, porque ambos se distrajeron con Jungkook quien entraba adormilado a escena, les miró con una ceja alzada, Taehyung le dio una sonrisa tensa.

—A desayunar Kookie—dijo SeokJin con un suspiro.

—Extrañaba tu comida hyung—dijo con una sonrisa.

—Entonces come.

Se sentó al lado de Taehyung quien  se pegó a él, últimamente su omega estaba muy sensible al aroma del alfa, Jungkook le dio un beso en la mejilla y acarició su vientre.

—¿Cómo amanecieron? ¿Sigue dormido?

—Al parecer sí—asintió con un sonrojo.

SeokJin les miró con una sonrisa. —Ustedes son lindos juntos.

—Lo somos. Sobre lo de ayer hyung...

—Está bien, entiendo que fue sorpresivo, no se preocupen, supongo que tendremos que ir lento ¿No? No queremos inconodarlos.

—Gracias por entendernos—suspiró con una sonrisa—. ¿Cuándo le diremos a nuestros padres?

—Dijeron que querían venir para año nuevo, creo que ese sería el momento, estos días los pasaré con Namjoon y su familia...—paró al ver el semblante serio de Taehyung—. Lo siento.

—No tienes que irte.

—No es eso Kook, ellos quieren conocerme y pasar estas fechas con ellos, pero seguiré viniendo.

Jungkook asintió con una mueca. —Estoy feliz de que seas feliz hyung.

—También estoy feliz, sobre todo porque tendré un sobrino.

Taehyung sonrió en grande. —Gracias.

—Espero que se parezca a Jungkook.

SeokJin miró como ambos deshicieron su sonrisa, pero Jungkook abrazó por los hombros a Tae y le dio un beso en la sien.

—Yo espero que sea igual a Tae, será un bebé hermoso.

—Lo será—asintió con un nudo en la garganta.

—Te dije que no vinieras.

Jimin le miró con una ceja alzada. —¿Por qué no?

Yoongi gruñó, dejó que entrara a la casa, ambos caminaron, estaba claro que Yoongi se encontraba solo.

—¿Y tú padre y hermano?

—Fueron con la abuela a pasar navidad—bufó—. Yo me quise quedar, bueno tenía qué.

—¿Por qué?

No hubo respuesta, los labios de Yoongi lo callaron, lo acorraló en la pared y empezó a besarlo con necesidad, su aroma era tan intenso, que supo lo que estaba pasando. Su celo.

—Tendré que llamar a papá y...

—Cállate—susurró en su oído. Su alfa estaba tomando el control.

—Apesta a menta.

—Candy, Candy, Candy, mi dulce amargo Candy.

Gimoteo al sentir la mano dentro de sus pantalones, era excitante.

—Oye, se supone que tendremos una navidad con Tae y Jungkook.

—Mi celo y el de Jungkook llegan al mismo tiempo, ambos estarán ocupado.

—Oh bueno—tomó su cabello y dejó que este lo llevara a la cama—. Feliz navidad entonces.

—Feliz navidad Candy.

Se viene el celo del kook

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