Te nececito.
A veces siento como si estuviera en un bote, en un río sinuoso, navegando asía un infinito mar oscuro, flotando y flotando; alejándome de donde quiero estar, de quien quiero ser...
El secreto de los suspiros Capítulo 3 "Te nececito"
La misma pareja se encontraba en aquellos columpios en donde su amistad surgió, pero no el mismo día, si no, uno lejano a este.
Se podría decir que su lazo a predurado muchos meses que se ha fortalecido, ya no se hablaban con timidez, si no como buenos amigos que lleban la confianza del uno del otro, aún que los sentimientos de la pequeña la confunden, seguía desconociendo ese sentimiento que solo lo puede ver con estar con el Son, trataba de ignorarlo pero su corazón latía con fuerza negándose aquella acción.
Se encontraban solos como es habitual en ellos, en los columpios que se mecian, o solo la pequeña Najimi que se mecía con fuerza y el Son la observa con serenidad.
No es como que la pequeña Najimi no tengo amigos, de echo, es la que más tiene, siendo amigos de todos en el colegio, o en su mayoría.
Pero no quería dejar a Goku por que ya lo hiso una vez.
Ese día en donde comprendio muchas cosas del Son, como de si misma y la curiosidad de su pasado recordando el abrumador dia.
—————
Tenia que dejar al Son por que el maestro le mando a llamar a si que sin opción alguna tenia que dejarlo solo, le explico la situación al azabache, algo que el entendió.
Solo pudo obervar como la silueta de la chica desaparecía ante sus ojos volviendo ese mismo vacío en sus ojos gobernando otra vez en el.
al pasar de las horas regreso en busca de Goku que no lo pudo encontrar, eso le trajo confucion, pregunto a varios de sus amigos como compañeros preguntando por su paradero, pero sin noticia de él.
Su corazón se sentía angustiado que incluso se acostumbro a su compañía y con su ausencia el corazón no encontraba el calor que el azabache dejó. Como una marca el cual no puede quitarse.
Necesitaba la ayuda de un maestro, pero estos estaban en otros asunto el cual no la podían atender.
La reputación del Son no es que ayudase, ya que los de su propia sección no quería saber nada relacionado con el.
Los minutos pasaban y el desespero se hacia notar, que asta incluso el maestro noto su ausencia, incluso así, notando el desespero de la pequeña.
Pregunto por su paradero a la Osana que al borde del llanto explico la situación.
El maestro tomando carta en el asunto decidió buscar al Son sin levantar alarmas en los otros estudiantes.
La búsqueda duró unos minutos, el desespero de la azabache se itentificaba al no haber ningún rastro y el maestro solo pudo pensar en un lugar el cual no an indagado en la búsqueda del Son.
El bosque.
Un bosque el cual se encontraba a espaldas del colegio, se le informó a la pequeña que con rapidez se adentro al bosque sin mirar atrás.
Esto lo alarmó de sobre manera, ya que el bosque no es un lugar que cualquiera pueda ir, así que con su sangre en las piernas siguió a la pequeña que con la vista ya no la percibía.
Hoja a hoja apartaba con sus manos corría sin mirar atras, nada era su guía, solo un camino sin destino.
Solo sentia como algo dentro de sí le comenzó a guiar, ahora el camino sin rumbo, se torno lleno de luz...
En mi vida hay un oscuro vacío, gracias a ti no estoy perdido, pues eres la luz que ilumina mi camino, la cual mantiene mi corazón encendido...
Ahí lo pudo obervar, tan solitario como el primer día que lo conocío, tan extraño pero a la vez curioso.
Su corazón dio un gran salto al observar esa espalda que encima una roca se prostraba que enfrente suyo se encontraba un río y al rededor lleno de árboles característico de una selva.
–(...)–
–Lo que provoca que una piedra caiga de unas montañas es el desmoronamiento de la tierra, pero lo que provoca el impacto de la roca es, en ocasiones, trágico. Estoy siendo arrastrado por lo inexorable que me he vuelto. He desconocido a mis cercanos; Los he defraudado. Bajo los restos de un árbol se encuentran sus raíces, esas que siguen aferradas, esas que los sostuvieron asta morir –Cada palabra, cada oración, cada dolor que salía del Son, solo eran parte de un pasado, uno oscuro, uno trágico, que su pobre alma carga el peso, se cuestiona si todo esto valdrá la pena; cuando solo quería poner orgullosa a la persona que una vez le dio calor.
Todo escuchado por la Osana que por momentos le desconoció, pero dentro de sí le Afirmaba que era el, ese cabello en forma de palmera que se mecía junto a sus prendas.
Todo estaba en un profundo silencio asta que un paso en falso piso una rama que el sonido refutó en los oídos de ambos.
Al sentir el inesperado ruido no se alarmó, de echo, estaba en esa misma pocicion; creyó que no la había escuchado, pero no estaba más equivocada.
Con serenidad su cuerpo dejó su antigua pocicion y bajo para quedar frente a la Osana que se paralizó al ver su mirada oscura conectada con la suya.
De un momento dado le ofreció una sonrisa, una honesta, como el primer dia que se presentaron, tan llena de melancolia.
No cabía duda, era el.
En un momento de emoción su cuerpo salto hacia el Son que en un abrazo le atrapó; todo la frustración y el desespero por encontrarlo desaparecio al instante que el abraso se dio el cual Goku correspondió.
Algo quedo claro ese día, algo que siempre quedará en la Osana.
El no necesitaba de ella, ella necesitaba de él...
—————
El recuerdo acabó y le observo, tan sereno mirando el jugar de los otros niños con un balón, observando con esa mirada serena la felicidad que daba un pequeño balón.
Puede que el no se lo dijera, pero sabía que el quería experimentar la divercion, como un simple objeto llenaba de felicidad y divercion.
¿Podria olvidar sus penas con un simple objeto?.
Lo pensó, y decidió en ayudarle en conseguir amigos pero eso solo significaba una cosa.
Ya no seria la única amiga del Son.
Eso le trago angustia o ¿Celos? pero sería muy egoísta pensar en si misma que en la felicidad del Son donde el miraba el jugar obervando una felicidad ajena.
Ella no era así, ella pensaba en sus amigos primero y el Son no seria la excepción; Pensó en como ayudarle pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un balón que cayó en los pies del Son.
Un niño un tanto mayor a ellos probablemente un grado mayor al de ellos, se acerco en busca de un objeto que a los pies del Son lo encontró.
–Oye chico, ¿podrías pasarme el Balón? –Hablo dirigiéndose al Son que entendiendo lo que quería, se paro del columpio y con su pie derecho golpeo el balón dirigiéndose a las manos de aquel chico que con las palmas lo atrapó.
Fue un buen lanzamiento si era sincero.
–Vaya ¡buen lanzamiento!, ¿Te gustaría unirte a nosotros? –Ofreciéndole al Son la oportunidad de jugar con ellos espero por una respuesta, el chico tenía habilidad.
Ante tal pregunta No sabía que responder, es la primera vez que algo así le pasaba, en busca de ayuda miro a la Osana con ojos brillosos en busca de ayuda en buscar una respuesta.
Le obervo, y no pudo evitar en verlo más tierno.
Lo pensó, y esta era la oportunidad para que el azabache pudiera conseguir más amigos, así que manos a la obra se acerco al Son y le susurró en su oído.
–Debes aceptar, así podrás jugar con ellos, te aseguro que te va a encantar –Le susurró dándole a ánimos de aceptar pero sintió como una mano agarraba su prenda con temblor.
Era el Son que con la cabeza gacha sujetaba con la punta de sus dedos en la ropa de la Osana como si no quisiese separarse de ella a causa de sus inseguridades de hablar con otras personas que no fuera ella.
Dicha acción causó un tinte roja en las mejilla de la azabache que no supo que hacer ante la acción tierna del Son.
Muy diferente en aquellas ocasiones donde su mirada fría observava a la nada.
Al ver las acciones de la pareja se dio una idea de lo que pasaba, una errónea tal vez, pero tenía la solución.
–Si quieres, ella puede venir, no tenemos ningún problema con ello –Ellos al escuchar la petición del azabache, cada inseguridad se fue, y observo a la Osana apretando un poco más sus prendas impaciente de una respuesta de sí quería acompañarle.
Al obervar la tierna mirada del Son, no tubo más remedio que aceptar poniendo contento al chico que ansioso les guio hacia el partido en donde les explico el asunto asía sus compañeros de equipo en donde aceptaron sin problema alguno.
Un partidos se llevo, a pesar de ser menores si que daban a resaltar sus habilidades en el fútbol, por parte de Najimi ella tenía experiencia en esto desde mucho más antes, y por parte del Son; no se sabe donde aprendió el manejo de aquel balón, era como si hubiera aprendido con tan solo ver.
El cansancio el sudor brindaba sus cuerpos, el partido había finalizado en un empate contra otro grados mayores a ellos, fue un gran partido que hiso que sus respiración se cortas brevemente.
Ya se habían despedido de los otros que jugaron con ellos, un partído en el que no hubo conflicto alguno, solo uno amistoso en donde la divercion y la energía de su juventud invadía su ser.
Los minutos pasaron y se dieron en la obligación en descansar en un banco para recuperar un poco de su energía que en el partido habían gastado.
Los segundos pasaron en donde ese pequeño lapso sus respiraciones se normalizó y con todo eso se relajaron dejando que sus cuerpos sea tomado por la banca.
Pensó, y este era el momento en donde tenía que hablar con él Son sobre la amistad que tenía que buscar u hacer por su cuenta.
–Goku, ¿Puedo hablar con tigo? –Pregunto al Son que sin dudar asintió sin mucho problema.
–He estado pensando.. y creo que tendrás que hacer amigos por cuenta propia –Sin contexto alguno le hablo estaba confundido de lo que realmente quería decir así que en forma de confusión ladeo la cabeza.
Al ver confusión del Son, intento ser un poco más directa.
–Lo que trato de decir, es que quiero que hagas más amigos por tu cuenta, no importa que solo sea uno, o que sea hombre o mujer, solo quiero que hagas amigos –Al ya entender a lo que se refería, otra pregunta se le planto en la cabeza, una en donde una pequeña inseguridad surgio.
–¿Por que? –Pregunto Goku a la Osana que iba a responder pero el Son prosiguio.
–¿Por qué? Acaso te quieres deshacer mi? –Pregunto agachado su cabeza trayendo pensamientos equivocados de lo que la azabache realmente quería decir.
Al escuchar tal pregunta y la reacción del Son le impacto y se preocupo sobre los quivocados pensamientos que ha de pasar por su mente, una mente llena de inseguridades.
–¡Eso no es verdad! –Balbucion en un grito hacia el Son que no reacciono siguiendo con su cabeza gacha asta que la Osana le obligo agarrando desde su mejillas con su mano abierta hacia donde ella obligandolo a verle.
–Solo quiero que tu también seas feliz –Lo compredio, al fin le comprendio, era claro que ella era tan etenta a él que vio sus expresiones al ver una felicidad ajena a la de él.
–Pero solo uno –Prosiguiendo con su ojos llorosos le dijo con un tono seria que puso nervioso a Goku pero tampoco le recriminó, por que también se sentiría celoso al verle a ella con otro amigo que no sea el.
La luz del sol se reflejaba en las ventanas dando a un pizarrón donde una niña peli morena se encontraba obervando a los otros niños, se sentía angustiada, cuando seria el momento en donde tenga el valor para por lo menos hablarle a alguien; cada que alguien se le acercaba se iba con miedo al ver su expresión seria. No era su intención ser así, era su timidez que le obligaba a actuar así, solo quería un amigo el cual compartir sus pensamientos y charlar del gusto del uno al otro.
Pero como si el destino le escuchase, le concedió ese deseo.
La puerta rechino dando a entender que alguien entró. El nervio le domino, pero la curiosidad le hablo e hiso que se voltease para ver de quien se trataba.
Era un niño, uno un tanto peculiar, por su cabello en punta en forma de una peculiar palmera. Creyó ya averlo visto antes, pero no pudo recordar.
Pero se dio cuenta que miraba de más y encontró la mirada oscura del azabache que encajo con la suya.
En un intento rápido, aparto la cabeza mirando a otros lugar con su carada enormemente enrojecida a causa de la vergüenza, pero aumento más al sentir que le tocó el hombro.
–Hola –Serenamente le hablo, sentía como quería desmayarse, era una lucha entre ella misma, quería responderle, pero no podía, así que se volteo para agarrar valor en verle.
Su cara se torno seria con una sombra entre sus ojos obervando al Son que no se intimido, de echo, le pareció curioso, pero eso no lo iba a detener.
–¿Quieres ser mi amiga? –Preguntando de repente, su cara pasó de ser seria a una completamente sorprendida, este chico le estaba diciendo si quería ser su amiga, era como si el destino en verdad había escuchado sus súplicas.. sus pensamientos.
Su cara se torno enrojecida nuevamente, quería correr, quería desmayarse, pero eso implicaría rechazarlo; no quería eso, por su puesto que no lo quería.
Le obervo y paciente el le espero, no la apresuraba solo paciente a su respuesta.
Esta talvez sería la única oportunidad que una situación como esta se le presentase, así que con todo el valor del mundo decidió contestarle.
–S‐si, quiero ser tu amiga –Apenadamente hablo en un tono bajo que afortunadamente el Son pudo escuchar perfectamente.
Quería desmayarse, por fin uno de sus sueños estaba cumplido, quería correr, quería correr de alegría de alfin conseguir un amigo.
–Mi nombre es Goku, Son Goku, ¿Cual es el tuyo? –Pregunto a la chica que ahora ya no tenía la determinación de hablar, la vergüenza se apoderaba de ella, pero penso y agarro una tiza que al borde de la pizarra se encontraba y empezó a escribir a la vista del Son.
–Komi, Shouko Komi... –
Fin de cap.
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