Los misterios que rodean a una familia de vampiros tras el nacimiento de su última descendencia puede poner de cabeza la jerarquía nocturna de Axtrinia.

La familia Roosevelt es la última que queda dentro de los círculos de vampiros de sangre pura en la ciudad victoriana Narciso. Esto los convierte de facto en los dirigentes de su raza no solo en la ciudad de Narciso pues, cual pulpo que extiende sus tentáculos, la poderosa familia ha procurado extender su influencia por todo el continente de Axtrinia. ¿Qué los hace tan poderosos? Sencillo, solo sus tres miembros consiguieron sobrevivir lo suficiente sin mezclar su estigma y seguir creando a estos seres nocturnos, dependientes de la sangre, entendidos como muertos vivientes.

¿Cómo surgió el primer vampiro no creado por la mordedura de otro? El vampiro original si se quiere entender así. Solo el señor Augusto Roosevelt posee esa información y la guarda cual diamante, pues es ese secreto lo que, a fin de cuentas, mantiene en la cabeza a su linaje.

La señora Lyra Roosevelt y su hermano Lewelyn Roosevelt debían casarse y engendrar al próximo descendiente justo como habían hecho sus antepasados según la tradición. Para su infortunio, siempre llega un punto de quiebre a lo establecido y fue así para ellos. Lyra, la hija de Augusto, fue maldita por un aquelarre de brujos lo que la llevó a concebir los hijos de un extraño. La familia siempre engendraba gemelos y tras el parto la madre quedaba estéril, siendo los Roosevelt los únicos capaces de dar a luz entre los vampiros; el hecho de ser esto posible siquiera una vez ya era un privilegio acotado para el resto de vampiros.

Con Lyra maldita y la estirpe concebida como impura, el nombre de la familia caería en desgracia, perdiendo su posición superior dentro de las familias vampíricas, al menos eso creían sus miembros. Los Roosevelt nunca contaron con la repentina muerte de Augusto, el cabecilla de la familia y por ende la completa desaparición del secreto que permitía engendrar más vampiros puros sin necesidad del conocido e incestuoso método.

Esto es lo que pude leer de la historia que escribe mi pareja, Gabriel, para uno de los concursos de nuevos escritores en los que suele participar. Me pidió ayuda con lo que había escrito, pero, lo que jamás imaginé es que al terminar, el hombre que tanto amaba, se convertiría en mi asesino, poniéndome así en una situación de lo más peculiar.

Nunca pensé que con ayudarle, se refería cínicamente a que renaciera en su historia como Lewis Roosevelt, el gemelo humano nacido del vientre maldito de Lyra Roosevelt.