Un día nuevo llegó, lo primero que hicieron fue desayunar y luego fueron a pescar.

Ambos tenían unas sonrisas brillantes, tenían miradas coqueta y uno que otro roce intencional.

- ... debes pararte derecho y lanzar la caña - tomó sus brazos y los pegó a su pecho, movió sus muñecas dándole una mejor postura.

Disfrutaba de la cercanía que ahora tenían, el pecho de Minho pegado a la espalda del menor, podía oler su perfume, su cabello le hacía cosquillas su mejilla.

Después de unos unos minutos, la caña de pescar se movió.

- Hyung, creo que pesque algo - dijo con una sonrisa.

Empezó a jalar esta y enrollar el hilo, Minho ayudó al menor, en segundos un pez salió.

- ¡Mira hyung~! - gritó eufórico.

Minho veía como le sonreia a él  solo él, no podía negar que se veía muy bonito, talvez era esa etapa por la que pasas y todo lo que haga esa persona te parece bonita pero encerio él admiraría día y noche aquella sonrisa.

- Felicidades - hicieron un hi five y le dio un abrazo. Pasaron unas horas ahí, al finalizar el día tenían una gran cantidad de carne asada.

- Me gustó mucho salir, la estoy pasando muy bien contigo -  dijo el menor mientra se llevaba un pedazo de carne a la boca.

- Y a mi me gusta que te guste - sonrió e hizo la misma acción.

Vieron como la noche cayó y los colores violetas se apoderaban de cielo.

- Minnie...quisieras ir a una cena conmigo... No como amigos - tomó su mano- sino como alguien quien queré conocerte más a fondo.