Despertar solo, cuando esperas tener un mañanero, no se siente para nada bien. Me levanté de la cama, desnudo, y fui hasta la cocina. Sehun estaba preparando algo y, por suerte, no estaba usando el fuego. Me acerqué despacio y lo abracé con fuerza, casi levantandolo del suelo; él se asustó, pero, unos segundos después, supo que era yo.

- Chanyeol...

- No me gustó.

- ¿Qué?

- Me dejaste solo allá arriba.

- Te.. tenía que preparar el desayuno.- Lo miré por unos momentos.

- ¿En tu día libre? Y ¿tan temprano?

- Sí... No quería perder la costumbre.

- Sabes... hablando de costumbre - rocé mi parte baja con su trasero- sería bueno que se vuelva costumbre despertar juntos. ¿No? - Él se sonrojó.

- Yo creo que... aún tenemos cosas de qué hablar. - Besé su cuello y mis manos bajaron a sus caderas, repetí la acción de choque y él gimió. - Chan...

- Estoy de acuerdo, pero antes voy a castigarte por dejarme solo y por tratar de fingir que nada pasó.

Bajé sus pantalones de pijama y los arrojé lejos. Sehun intentó detenerme pero cuando tomé su boca, la lucha se terminó. La remera me estaba molestando, aunque podía soportarlo. Levanté su pierna izquierda y me abrí pasó en su cálido interior.

- ¡Ah!

- ¡Arg! Eres tan caliente.

- Chan... esto es... incómodo. - Volví a besarlo.

- Te recuerdo que es un castigo Sehun. - sonreí.

Él hizo un adorable puchero que, para su desgracia, solo aumentó más mi calentura. Las penetraciones pasaron de suaves a erráticas. Era una postura bastante devergozada, Sehun gemía con cada impacto y, en un intento por adquirir más seguridad, rodeó mi cuello con su brazo izquierdo acercándome aún más. Me hubiera gustado estar frente a un espejo... así podría ver como mi pene invadía su interior, como su pecho y su rostro tomaban ese hermoso color rosa, como su cabello se desordenaba cada vez que inclinaba su rostro para besarme. Para ver... como estaba rendido a mí.

Estábamos en nuestro mundo. Cualquier persona podría ingresar a la casa y no nos daríamos cuenta. Antes del final, solté su pierna, lo incliné sobre la mesa y arremetí contra su cuerpo. El clímax fue la gloria. Nos vinimos tan duramente y casi caímos al suelo.

- ¡Ah!

- ¡Argg!

Por unos segundos no rompimos la cópula, queríamos estar unidos un poco más. Ayudé a Sehun a acomodarse un poco... sería un largo día.

Durante el desayuno, pude notar su preocupación, su mente estaba en otra parte. Sabía que la sala sería el lugar de reunión y yo estaba más que preparado para eso.

Me bañé y vestí rápidamente. Él ya me estaba esperando abajo, siempre fue terroríficamente puntual. Entre sus manos, un sobre de color madera parecía un cristal pronto a romperse. Al contrario de lo que él tal vez esperaba, me senté a su lado y rodeé su cintura con mi brazo. ¿Impertinente? Sí. ¿Enamorado y dispuesto? Obviamente.

- Chanyeol...

- Dime. - Pude ver en sus ojos una sombra de duda que lentamente se desvaneció.

- Yo... tengo muchas cosas que decirte. - Miró el sobre y luego a mí. - Pero no estoy...

- Sea lo que sea, estará bien para mí.

- Está bien... - suspiró, y comenzó a abrir el sobre, pero sus dedos se frenaron en los bordes - soy... un doncel... Chanyeol, eso...

- Eso quiere decir que podemos tener hijos o ¿me equivoco?

- Sí...

- También, significaría que después de nuestros dos encuentros, sin protección, podrías quedar embarazado. - él se sonrojó y asintió.- Oh, perfecto. ¿Cuándo nos casamos?

- ¡Chanyeol!

- ¿Qué? Pensaste que voy a dejar que andes por ahí sin mi apellido. ¡Claro que no! El embarazado más lindo de todo este lugar es mío, eres mío.

- Chanyeol...

- Además, puede que aún no estés embarazado... entonces, voy a tener que seguir esforzándome para darte ese bebé. - Tomé sus manos.- Voy a ser un buen semental. - Me golpeó.

- No digas esas cosas tan fuerte.

- Estamos solos Sehun.

- Aún así.

- Ya lo sabía...

- ¿Qué?

- Lo que no querías contarme, lo que tenías guardado.

- ...

- Siempre te deseé. Siempre busqué una oportunidad. Siempre quise ser el único. Siempre te he amado y por eso, quería conocer hasta el último de tus secretos... pensé que eso me haría sentir especial y lo hizo.

- Chanyeol...

- Cuando descubrí que eras un doncel, estaba feliz, era inevitable. Pero, antes de llegar a casa, los hechos del pasado comenzaron a atormentarme y me dieron una lección y, a la vez, me hicieron ganador... Pensé en las personas que se habían acercado a ti durante estos años y en... la terrible posibilidade que había de que eligieras a alguien más y me dejaras. Era menor, inmaduro y no había ninguna conexión entre nosotros, en comparación, ellos eran superiores. Jamás me dejé vencer, tu siempre me elegias a mí; pero en ese momento pensé... ¿y si te enamorabas de alguien? Estoy seguro de que si conocían tu secreto ellos no se hubieran rendido. - lo miré - Eres como una joya en una tienda de bijouterie, único. Volví a casa aterrado, más que nunca, y te busqué por todas partes, tenía que decirte todo. - lo besé - Te amo tanto.

- Yo también te amor Chanyeol. Lo lamento... pero tenía mucho miedo. En mi familia no estaba bien visto ser doncel... tube que huir y empezar de nuevo. Cuando conocí a tu madre, no tenía ninguna intención romántica con ella, solo estaba tratando de ayudarla. Estaba atacada por el alcohol y le invité un vaso de agua, supongo que ella lo entendió mal. Sin embargo, comenzó a hablarme de su bebé... y algo dolió dentro de mí. Una mujer, en ese estado, tenía un hijo que la estaba esperando, se sintió tan injusto... En verdad, quería conocerte y sentir aunque sea un poco de lo que no...

- Eso no importa, no necesitas eso. Vamos a tener nuestros propios hijos, como debe ser.

Sehun derramó unas lágrimas y asintió mientras yo lo abrazaba.

Perdimos tanto tiempo en tonterias, pero era el tiempo que necesitábamos.