CAPITULO 9🍴
Hoy es viernes, hace una semana que pasó lo de Damián y nuestra pequeña disputa, una semana en la que no hemos vuelto a hablar, así que sí, él ha cumplido con su parte del trato y se ha mantenido alejado de mí, de vez en cuando cruzamos miradas pero él no se inmuta y siempre me sostiene la mirada sin en cambio yo siempre termino por apartarla, pero de ahí no pasa nada e inexplicablemente eso me decepciona, en todas las clases que compartimos siempre nos sentamos lo más lejos posible el uno del otro, si eso no es saber cumplir su palabra, entonces no sé qué es.
Últimamente he pasado mucho tiempo con Zed, Logan y Natalia –mis nuevos amigos, me atrevo a decir– y hemos estado saliendo juntos a comer a diversos locales de comida, incluso Mel también se nos une de vez en cuando, lo cual es genial pero quien si no se nos acerca es Damián, claro que eso solo pasa cuando estoy yo, en esos casos siempre se la pasa con Verónica, parecen uña y mugre, nunca se separan a menos que sea necesario y yo me pregunto si Damián no se harta de ella, enserio, es insoportable, pero de ahí en fuera cuando yo no estoy con ellos Damián se la pasa con sus amigos, lo sé porque cuando los veo en la Uni él está ahi sin su odiosa novia. En fin, así es como me la he pasado esta semana, aburrida básicamente.
Hoy cuando se acaban mis clases y estoy a punto de irme Natalia se me acerca y me dice:
-Sharon, iremos al restaurante que esta por la Interestatal 10, se llama Wood Land ¿Vienes? – me dice mienras intenta evitar que el viento levante su vestido, lo cual me da un poco de risa, se parece a Marilyn Monroe en su famosa foto dónde aparece con un vestido blanco, y más aún porque Natalia trae un lindo vestido color blanco que le llega arriba de las rodillas, este trae unas delicadas flores rojas en el dobladillo, es mono realmente.
-Sí, claro – le digo mientras abro la puerta de mi auto.
-Genial ¿Sabes dónde queda o nos sigues?
-No, si se dónde queda, ya llego en un rato Nat.
-Bien, ya nos vemos – me dice y se marcha.
Nat es una chica muy dulce y tierna, además de guapa, aún al dia de hoy me pregunto porque tuvo esa reacción ante la mension de Ryan el otro dia, pero he desidido dejar ese tema por la paz y no indagar mas. Durante esta semana solo e visto una vez a Ryan, además de que lo ignore durante ese día y no fue difícil ya que cuando me veía con Nat, Zed o Logan siempre pasaba de largo como si no me conociera, desde ese día no lo he vuelto a ver ya que a faltado ha clases, muy extraño ahora que lo pienso... alejo esos pensamientos que se que no me llevarán a ningun lado y me subo a mi adorado Jeep para después dirigirme hacia Wood Land.
Cuando llego todos ya estan ahí, y cuando digo todos, es todos, Damián y Verónica también.
Mierda.
Tengo que huir, no puedo estar en el mismo lugar que Damián y Verónica pero antes de que me baje del coche Natalia ya está en la ventanilla, asi que antes de que hable Nat le digo:
-Oye Nat, no podre quedarme, acabo de recordar que he quedado con Mel para ir al centro comercial – "mentirosa" me dice esa voz interna, y tiene razón ya que por supuesto que no he quedado con Mel.
-Oh, ¿Enserio, Sha? Bueno, no te preocupes, Mel ya viene para acá la invite y de inmediato acepto, espero y no te moleste que haya arruinado sus planes – me dice una Nat averdonzada. Pobre, no se merece que le mienta "deja de ser una dramática" me dice esa voz en mi cabeza y tiene toda la razón, estoy haciendo un drama por nada.
-Para nada, no te preocupes, por supuesto que no me molesta. Ahora si me permites bajar del auto te lo agradecería – le digo con una sonrisa, ella asiente y se aleja para que abra la puerta y pueda salir.
Vengo vestida con una falda estilo militar que me llega al muslo, una de mis favoritas a decir verdad, está la a complementa una playera de color verde oliva de tirantes, junto con unos botines negros, mi cabello está suelto y esta vez sí llevo mis gafas en vez de mis lentes de contacto ya que me siento más cómodas con las primeras, raro, lo sé.
En cuanto bajo del auto Zed deja de hablar con Logan y se me acerca.
-Wao, pero mira nada más que tenemos aquí, una sexy militar, así hasta cometo delito a propósito para que me arrestes y me castigues – me dice Zed y una sonrisa de medio lado aparece en sus labios –. Estas hermosa, bueno, siempre lo estás, pero hoy estas deslumbrante ¿Dónde guardabas esas preciosas piernas? Deberías de presumirlas más, nena– me dice y me guiña un ojo.
Yo me pongo roja como un tomate, no puedo creer que en verdad me haya dicho eso, avergonzada recorro con la mirada el lugar y mi bochorno aumenta aún más cuando veo que todos nos observan, pero me sorprendo cuando me topo con un Damián enojado, el cual observa a Zed como si lo quisiera matar ahí mismo, si las miradas mataran seguro que Zed ya estaría muerto.
Damián no es consciente de que lo observo así que decido barrerlo con la mirada, trae unos jeans negros, una camisa negra y unas botas del mismo color, se ve impresionante, pero la vista me la arruina Verónica cuando se pone enfrente de ojos bonitos para llamar su atención, ella casi casi le pone sus pechos en la cara a Damián y eso funciona para distraerlo y que le preste atención.
Ella trae un minisculo vestido de color rosa el cual solo le tapa lo justo, se podria decir, apostaria a que si se estira se le podrian ver los calzones, pero con esos semejantes tacones dudo que se pueda estirar más.
-Yo, mmm, bueno, no lo sé – le digo a Zed sin saber que más decirle.
Zed trae unos jeans azules junto a una camisa blanca y zapatos de vestir, tan diferente a Damián...
Nat suelta una pequeña risita y se va a lado de Logan, él cual observa a Damián divertido. Logan trae unos vaqueros azul obscuro, acompañados por una playera gris junto a unos zapatos de pana color café.
Ahora Damián solo nos observa a Zed y a mí, y Verónica vuelve a quedar en segundo plano, otra vez, y al ver que Damian no le presta atención ella dirije su mirada hacia nosotros, pero a mi en particular me lanza una mirada de desprecio.
Uf, alguien se ha enojado.
-Bueno Sharon pues esas piernas son geniales, lúcelas mas – me dice Zed mientras me guiña un ojo, y eso no hace mas que aumentar mi sonrrojo.
-Gracias Zed – le digo.
-No hay de que, preciosa.
-¿Piensan pasar al restaurante o se quedaran aquí a alabar unas piernas comunes y corrientes? – dice Damián.
Auch, eso dolió.
Creo que algo se reflejo en mi cara porque Zed se voltea hacia Damián y le dice:
-Deja de ser un puto gilipollas con ella Damián y si quiero quedarme aquí toda la tarde a admirar sus hermosas piernas lo haré – le dice enojado.
-Como quieras, pero yo si tengo hambre, así que entraré – dice Damián. Se da media vuelta y empieza a caminar hacia la entrada del restaurante, seguido por Verónica.
-No le hagas caso Sharon, créeme, tus piernas son geniales. Damián a estado de un humor de perros últimamente, seguro que no era su intención decirte eso, ahora vamos y entremos que ya hace hambre – me dice un Zed sonriente, le regreso la sonrisa.
Logan se va adelante con Zed y yo voy atrás con Nat.
-No dejes que las palabras de Damián te afecten, como dijo Zed, tienes unas preciosas piernas, es más, tú eres preciosa – Nat me hace señas para que me acerque más a ella y me dice:
-Incluso eres mejor que Verónica, por lo menos tú si piensas no que ella ¡uf!
Sin poder evitarlo suelto una carcajada junto a Nat, los chicos voltean y se nos quedan viendo raro, sin en cambio Nat y yo seguimos riendo, para cuando llegamos a la entrada del restaurante ya estamos más calmadas y mi humor ha mejorado considerablemente.
Cuando entro al restaurante lo observo detenidamente. Las paredes son de madera de roble y en ellas están colocado diversos cuadros que van desde diferentes paisajes en las estaciones del año hasta artistas que no reconozco. Del techo cuelgan unas lámparas artesanales, mas como decoración que nada, ya que por las ventanas del restaurante entra suficiente luz y por la tarde cierran temprano.
En las mesas hay platos de porcelana y cubiertos de.... ¿Plata? Me acerco un poco a una mesa vacía y compruebo que si, efectivamente, son de plata, asustada por lo lujoso del restaurante comienzo a hacer cuentas para ver si podre pagar tan si quiera un platillo de este lugar, no, no creo, tendré que pedirle prestado a Mel.
-¿Admirando el lugar, bonita? – me dice Zed, sobresaltándome.
-Eh... si, es hermoso – le digo con un susurro a lo cual él sonríe.
Nuestra mesa es redonda, con un mantel rojo y sillas gruesas de madera clara, los platos son de porcelana blanca y cubiertos que supongo que son de plata. Es igual que las otras mesas, excepto por el color de la porcelana, el mantel y las sillas. Las demás mesas tienen platos de porcelana café, sus manteles son de color verde claro y las sillas son de madera oscura.
Qué raro.
Todos ya están sentados, menos yo, y solo hay dos lugares disponibles, uno está entre Damián y Zed, el otro entre Logan y Verónica. Debí de haber huido cuando pude. Pero antes de que me decida dónde es mejor sentarme una Melanie sonriente aparece a mi lado, ni siquiera me di cuenta cuando entro al restaurante.
-Hola a todos – dice Mel.
Todos excepto Verónica le respondemos con un hola. Mel se me acerca y me pregunta:
-¿Qué pasa Sharon, no sabes dónde sentarte? – sin esperar respuesta prosigue –. No te preocupes, ya lo resuelvo yo.
Estoy apunto de decirle que no cuando ella avanza hacia el lugar que esta entre Verónica y Logan, y se sienta.
Genial.
Sin remedio alguno me siento en el lugar que esta entre Damián y Zed.
Esta claro que Mel hiso eso a proposito, sabe todo sobre el huracán Damián y aún así me dejo este lugar, eso si que es maldad, pero ya hablaré con ella después.
-¿Qué te parece el Wood Land? – me pregunta Zed, y antes de responderle observo a los demás, todos ya están enfrascados en sus conversaciones, Mel con Nat, Logan con Damián y Verónica no hace más que retocar su maquillaje, así que decido dejar de prestarles atención y me centro en Zed.
-Esta muy bien diseñado, la verdad nunca había entrado – le digo.
-¿Nunca habías entrado aquí? -- me pregunta sorprendido.
-No
-¿Pero si sabías dónde queda?
-Eh, sí.
-¿Es enserio, Sharon? ¿Si sabías dónde quedaba, pero nunca habías entrado? – me pregunta y en sus ojos brilla la diversión.
Ahora que lo dice... el saber dónde queda un lugar pero nunca haber entrado es muy raro.
-Yo... Bueno, si – le digo con las mejillas ardiéndome.
-Bueno, pues disfruta que yo invito – me dice y me guiña un ojo.
-¿Qué? Oh no, yo puedo pagar mi propia comida – le digo apresuradamente.
-No Sharon, yo hice una apuesta con Logan, el perdedor tenia que pagar la comida de hoy, asi que tú tranquila y disfruta – me dice con una sonrisa.
Estoy a punto de protestar cuando un mesero se acerca a nuestra mesa.
-¿Qué desean jóvenes?
-Hamburguesas dobles para todos, por favor – dice una Nat animada.
¿Hamburguesas? ¿Aquí venden hamburguesas, en este lugar tan pijo? Wao, eso sí que no me lo esperaba.
-Enseguida – dice el camarero y se retira.
Cuando Nat ve a Mel y luego a mí su cara enrojece inmediatamente.
-Lo siento, ni si quiera les pregunte si querían eso, es que siempre pedimos hamburguesas y ya sabes, la costumbre – trata de explicarse y cada vez su cara adquiere un rojo más intenso.
-Tranquila Nat, a Mel y a mi nos encantan las hamburguesas – le digo tratando de calmarla.
-Gracias, para la otra les prometo que les preguntaré. Pero enserio, las hamburguesas que hacen aqui están muy ricas – dice Nat.
-Genial, confiare en ti para que hechices a mi lengua y la hagas bailar – le dice Mel y hace un extraño movimiento, causando que todos nos riamos, incluso Damián y Verónica, wao, tienen sentido del humor.
-Oye Zed ¿Por qué nuestra mesa es diferente a las demas? – le pregunto.
Zed voltea a ver a su alrredor y después a mí.
-No lo sé Sharon, a lo mejor es única y especial igual que tú – me dice y sonríe de medio lado. Su comentario no hace más que sonrojarme.
Unos segundos después llega el mesero con las hamburguesas y sin dudarlo todos empiezan a devorar la suya, y como era de esperarse, nadie ocupa los cubiertos.
Le doy un mordisco a mi hamburguesa pero casi al momento me detengo, comienzo a masticar y si, efectivamente, tiene cátsup y cebolla.
¡Puaj!
La catsup solo me gusta en las papas a la francesa y a veces en la pizza, pero nada más, no me gusta en ningun otro alimento, y en la hamburguesa menos. La cebolla no me gusta, en ningún alimento, lo sé, lo sé, sé que soy una exagerada pero no lo puedo evitar, me da asco.
Todos siguen comiendo sin darce cuenta de mi reacción, menos mal.
-¿Qué? ¿La princesita no come carne? – me pregunta Damián y me observa burlonamente.
Me limpio mi boca con una servilleta y le digo. –Para tu información, si me gusta la carne, la amo.
-Entonces ¿Por qué no te comes tu hamburguesa? – me pregunta con un interés exagerado.
-Fíjate que yo me la comeré cuando yo quiera – le digo, altanera.
-Bien – me dice y regresa su atención a su hamburguesa.
Yo regreso a mi comida, no puedo sacarle a mi hamburguesa lo que no me gusta, al menos no aquí, suspirando la vuelvo a morder, mejor pa dentro que pa fuera, palabras de mi abuela.
Estoy a punto de morderla cuando Melanie me dice:
-Oye Sha, la hamburguesa tiene catsup y cebolla... – pero cuando ve que mi hamburguesa ya tiene una mordida me mira sorprendida.
-Pero ¿Qué no se supone que no te gusta la catsup ni la cebolla?
Yo enrojezco cuando todos dejan su comida y me observan.
-¿No te gusta la cátsup ni la cebolla? – me pregunta Logan, sorprendido.
-Bueno yo... Si, pero no en las hamburguesas – le digo, avergonzada.
-Por eso no comías – me dice Damián.
No le contesto.
-Era de suponerse – me dice, resoplando.
-¿Qué cosa? – le preguntó y le lanzo una mirada curiosa.
-Es obvio que tú, la princesita Sharon, sería una ¿Delicada? o mejor dicho, una melindrosa – me dice, sus palabras solo destilan burla, al igual que sus ojos.
¿Princesita delicada yo?
-Fíjate que no soy nada de lo que dices, simplemente no me gusta el sabor de esos alimentos, y no por ello soy delicada, seguro que debe haber algo que tú no te comas, algo que te da asco – le digo, estoy empezando a enojarme.
-Pues no Sharon, yo si me como todo y no soy un delicado como tú
-¡QUE YO NO SOY ASI! – exploto.
Los demás de la mesa solo observan mi confrontación con Damián.
-¡Claro que si lo eres, no eres mas que una niñata caprichosa, hija de mami y papi! – me dice Damián con los ojos entre cerrados.
-¡Que no, yo no quiero ser así, por eso desidi dejarlos y vivir aparte! – le digo, enojada.
-Por favor Sharon, pero sí ellos te pagan la Universidad, además de tú casa y tus necesidades ¿No es así Sharon? – me dice con voz irónica.
Eso me detiene, tiene razón.
-Tú no sabes nada de la vida Sharon, ni mucho menos de lo que te rodea, es más, tienes razón, hay algo que me da asco ¿Quieres saber qué es? – me pregunta y sonríe de oreja a oreja.
Sin poder evitarlo asiento.
-Tú.
¿Yo? Sorprendida por su respuesta me quedo inmóvil, todos en la mesa se han callado y solo me observan, esperando mi reacción.
-Eres un malito infeliz Damián, tú no sabes nada – le digo en un susurro. Siento como las lágrimas empiezan a picar en mis ojos, pero no les permito salir, no aquí. Me levanto de la silla, lista para irme, pero antes les digo a los demás:
-Gracias por la invitación -- salgo del restaurante casi corriendo, sin importarme el tener todas las miradas en mí. Escucho como me llaman los chicos pero no me detengo y corro hasta dónde está mi auto.
Cuándo voy saliendo del estacionamiento observo por el espejo retrovisor y veo como Mel y los demas salen del restaurante, apresuradamente, excepto y como era de esperarse, no sale ni Damián ni Verónica.
No conduzco a casa, será el primer lugar a donde irá Mel, y en estos momentos lo menos que quiero es ver a nadie. Por lo que me estaciono en una cafetería que encuentro en la carretera, comeré y me iré.
Mi teléfono no ha dejado de sonar, enfadada lo apago y lo dejo en el auto para después entrar al local. Una vez dentro pido una malteada y un pastelillo, puesto que tengo hambre y en el restaurante solo le di una mordida a mi hamburguesa, pobre, no merecía que la abandonara.
¡Maldito seas mil veces Damián! Con solo con pensar en su nombre se me quita el hambre. No entiendo porque él es asi conmigo, yo no le he hecho nada ¡ABSOLUTAMENTE NADA! El no tenía porque haberse comportado así, y mucho menos decirme cosas tan feas como las que me dijo, en especial lo último de que le doy asco, eso se lo pudo guardar para si mismo, ¡Pero no verdad! me lo dijo, a la cara, sin amortiguar la caída, menudo idiota, además ¿Qué no sé lo que me rodea? Pero claro que sé lo que me rodea ¿Cierto? Y su comentario de que soy una delicada pricesita hija de papi y mami me hizo sentir mal, pero sé que tiene razón y lo odio por eso. Decidí irme de casa porque yo no quiero ser así, quiero mi independencia, mi libertad, pero eso no lo lograre si sigo dejando que paguen mis cosas, y solo hay una manera de lograrlo.
Tengo que trabajar.
Suspirando me termino mi comida y dejo dinero en la mesa, para irme a mi auto, lista para regresar a casa.
{}{}{}{}{}{}{}{}{}
Hola, mis amores✌¿Cómo están? Espero y bien.😊
Solo pasaba para desearles un Feliz Año Nuevo🌌y un muy buen inicio de año, espero y se la pasen Super Duper Iper Mega Bien el día de hoy junto a sus seres queridos 👪pacensela muy bien y que se diviertan😉.
Además e venido para agradecerles a todos ustedes que decidieron darle una oportunidad a mi novela, de verdad, muchas gracias, eso significa mucho para mí, los amo💗.
P.D: Nos vemos en el próximo año con más capítulos llenos de aventuras. Los amo😘bss y abrazos apichungadorres
Atte: Su escritora que los quiere, Nadi Love.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro