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CAPITULO 68

-Vamos, despierta Middleton - escucho que me llama una voz masculina antes de que sienta como alguien comienza a darme ligeras palmadas en mis mejillas.

Confundida me remuevo en donde sea que estoy acostada.

-Perfecto, ahora que estás despierta necesito que te espabiles para poder salir.

Comprendiendo de pronto todo lo que está por pasarme me resisto y aprieto más mis parpados, rogando por volver a caer en la inconsciencia.

-No funcionará el que te hagas la dormida, tienes cinco minutos para salir -él hace una pausa y carraspea. -Te espero fuera.

En cuanto escucho que se cierra la puerta del ¿auto? abro lentamente mis ojos, lista para... ¿Para qué? Si ni siquiera sé dónde estoy.

Tratando de despejar mi mente de lo que sea con lo que me durmieron, parpadeo y me siento, sin embargo, me detengo abruptamente, notando por fin que no estoy en un auto sino en una habitación. Sin entender nada vuelvo a parpadear varias veces, confirmando que no estoy alucinando y es que no es un cuarto común y corriente, sino que este es enorme, fácilmente aquí cabría una cama King Size, pero eso no es lo que me ha dejado con la boca abierta, sino el hecho de que toda la habitación está diseñada como si perteneciera al siglo XV.

-¿Qué mierda...? -susurro con desconcierto mientras me levanto de la cama matrimonial, la cual está cubierta con un edredón esponjoso, suave y de color dorado.

Sin detenerme comienzo a caminar alrededor de la habitación para poder verla con más detalle. Todas las paredes están tapizadas con papel color café y flores blancas, siendo así que solamente las esquinas presuman de un color dorado brillante, el cual también acompaña las esquinas de los diversos muebles blancos que están acomodados alrededor, tal es el caso de un ropero antiguo, un tocador enorme, una mesita de noche, un sillón en forma de L y la enorme cama con dosel en la que estaba acostada.

-Ya sal -exclama "El Cuervo" desde fuera del cuarto.

Pasando saliva me encamino a la puerta, no sin antes echarle un último vistazo a la habitación antigua.

-Me alegra saber que te encuentras bien, por un momento creí que dormirías toda la tarde, querida -me dice en cuanto me ve salir.

Ignorándolo le pregunto: -¿Dónde estamos?¿Qué es este lugar tan... -miro alrededor de donde nos encontramos parados, sorprendiéndome una vez más, ya que estamos en un pasillo con el mismo tapiz del cuarto, sin embargo aquí el piso está cubierto con alfombra roja y las paredes cuentan con pinturas que parecen datar de muchos años atrás. -Antiguo.

-Pensé que te gustaría dar un paseo en un lugar como este -dice con entusiasmo mientras admira nuestro alrededor, o al menos creo que lo hace ya que la máscara me impide decir con exactitud que expresiones tiene su rostro.

Negando con la cabeza lo miro con extrañeza, como si fuese un bicho raro. -No entiendo.

Encogiéndose de hombros me extiende su mano enguantada. -Por favor permíteme llevarte a nuestro destino.

Con desconfianza doy un paso atrás, chocando con la puerta de madera del cuarto. -Pero...

-Tranquila, no te mataré... Aún, así que toma mi mano y comencemos lo último de lo último.

Pasando saliva miro a mis lados, intentando buscar una salida. -¿Dónde estamos? -repito mi pregunta, pero él la vuelve a ignorar.

Suspirado decido tomar su mano, sintiéndome incomoda por la textura de los guantes. Sin más me encamina por el pasillo hasta que llegamos a unas hermosas escaleras bañadas en color blanco y dorado.

-¿Es que no sabían de la existencia de otro color? -pregunto con saña, consciente de que lo podría hacer enfadar, sin importarme realmente, digo, al final de cuentas me matará, y por lo que veo sería imposible salir de este lugar aunque lo intentara; parece un laberinto de lujo.

Sin soltarme bajamos las escaleras y me guía por otra habitación que no podría ser más que el comedor, pues una enorme mesa y mínimo veinte sillas de madera costosa se posan con orgullo alrededor de ella.

-Querida, recuerda que los diseños antiguos solían ser muy extravagantes y lujosos, además de que las familias adineradas de hace años deseaban lo mejor.

-No es como que eso haya cambiado actualmente. -señalo con un gruñido.

Soltando lo que parece ser una risa, asiente. -Sinceramente.

-No entiendo, ¿acaso planeas matarme en este sitio mientras finges ser el "bueno"? -señalo con amargura y con un poco de tristeza.

Negando con la cabeza me hace caminar a través de una enorme cocina, la cual está llena de utensilios y flores.

"¿Hay gente viviendo aquí?" me pregunto con extrañeza antes de salir a un enorme jardín.

-En realidad deseaba que pasaras tu último mal trago en un lugar menos lúgubre, ya sabes, al menos aquí podrías llorar rodeada de la naturaleza.

Mirándolo como si estuviera loco saco mi mano de entre la suya, aún sin creer que en verdad haya dicho lo que dijo.

-Estás loco -suelto, sin evitar exteriorizar mi desagrado.

Encogiéndose de hombros vuelve a tomar mi mano y me lleva por un hermoso camino de piedra caliza.

Dios mío, que hermoso lugar.

En silencio lo sigo.

-¿A-Adónde me llevas? -pregunto con nerviosismo.

-Tranquilízate, querida, solo nos quedan unos cuantos pasos.

Sin saber qué hacer vuelvo a mirar a mi alrededor, pero solo encuentro un lindo y enorme prado de flores y árboles frutales, sin ninguna puerta o algo que indique una salida de este lugar.

-Aquí estamos, ¿ves? te dije que nada más eran unos pasos.

Boquiabierta solo me quedo parada mientras visualizo la cabaña que está frente a nosotros. La cual no luce abandonada ya que esta luce cuidada y fresca.

-Querida, creo que llegó el momento de cerrar el acto final del circo de tu familia.

Apretando mi mandíbula vuelvo a quitar mi mano de la de él y me abrazo a mí misma.

-Mh -murmuro con escasez, cansada de todo y sin ánimos para terminar de confirmar lo que ya lleva rondando por mi mente.

-Ven sígueme -dice con seriedad antes de avanzar delante de mí y entrar a la cabaña.

Si corro podría perderme entre todo este lugar y...

-Ni se te ocurra intentar escapar, el lugar está acordonado con seguridad para justamente evitar eso.

Mierda, de nuevo ando pensando en voz alta.

Soltando un suspiro de resignación decido entrar a la cabaña, la cual es jodidamente hogareña con todas esas flores colocadas adecuadamente alrededor del lugar, además de poseer colores cálidos en todos los lugares correctos, como lo son los muebles y adornos.

-Siéntate -me indica en cuanto pasamos a la sala, para así posteriormente él desaparecer en una mini cocina, habiendo solamente una barra de madera como separación entre ambas habitaciones.

Mirando los sillones con fundas verdes que están colocados delante de la chimenea encendida, hago una mueca.

-No entiendo a qué viene todo esto, simplemente suelta la información y ya -digo con cansancio antes de dejarme caer en el sillón individual, donde a su costado da vista a una enorme ventana, ignorando la jodida pantalla plana colocada sobre la chimenea.

Saliendo de la cocina con una bandeja llena de fruta fresca se sienta frente a mí.

-Entiendo tu frustración, sé que no es fácil asimilar las cosas que te he estado contando...

-No pienso comer nada de lo que hay ahí -le interrumpo con brusquedad.

-Como gustes... -dice con lentitud mientras me observa con nuevo interés a través de su máscara de cuervo.

Incomoda me remuevo en mi lugar.

-Habla -le digo.

Inclinando la cabeza se agacha y toma una carpeta que está debajo de la mesita que está entre nosotros.

-Esto es parte de lo que pretendía contarte, que como ya has de sospechar, es sobre tus amistades, amistades que por cierto no fueron casualidad en todo este retorcido plan de Damián Montero para seducirte y matarte, ni de tu familia en su patético intento por mantenerte en secreto sobre tu vida como hija de la mafia.

Haciendo una mueca ante sus palabras me estiro y tiro de la carpeta de cuero, lista para el dolor emocional.

Levantando la mirada por un momento me centro en sus ojos, los cuales no muestran nada más que seriedad y oscuridad, como si estos fuesen un túnel que está a punto de atraparme, listo para nunca dejarme ir.

Carraspeando regreso mi atención a la carpeta.

-¿Qué hay aquí?

-Descúbrelo por ti misma, yo solo te iré hablando de ello.

Sin dudar más abro la carpeta negra, encontrándome con una foto de Melanie.

-Melanie .... Amiga de infancia, alguien supuestamente fiel hacia ti, lo cual está lejos de la verdad, porque además de amiga también era tu "seguridad" o bueno, la espía de tus padres. Hija de Larisa Rivadeneira y Luis Salvatore, amigos de antaño y fieles a tus padres. Narcotraficantes principalmente de droga camuflajeada con la producción de café. Pasa a lo siguiente.

Sin interrumpir le hago caso, esta vez me encuentro con un archivo lleno de letras pequeñas.

-Contrato donde puedes observar que Salvatore, antes de ser tu amiga primero es la espía de tus padres respecto a tu vida "lejos de ellos" -hace comillas imaginarias al aire. -Por eso te daban esa cierta libertad que te gustaba, confiando en que estabas vigilada, digo, ¿qué mejor que tu propia amiga cercana para estar al tanto de todo?

Enferma y dolida por esa esperada traición cierro los ojos unos segundos, entendiendo por fin porque mis padres estaban un tanto ausentes en cuanto a mi supervisión hora que me había mudado, sin embargo...

Abriendo los ojos señalo la foto de Mel. -No entiendo, ¿entonces cómo es que Damián llegó a mí? Si se supone que ella me estaba vigilando -pregunto con desconcierto.

-Excelente pregunta, y es que en realidad tu familia no sabía que los Montero andaban detrás de ti, no al menos hasta después, por ende, Melanie no sabía del plan de Damián. Además, incluyamos que ella no era en absoluto cercana a esa familia -meditativo observa la fruta y estoy casi segura de que desea agarrar alguna, pero no lo hará porque eso significaría quitarse la máscara y por ende, revelar su identidad.

Inclinando la cabeza me mira. -Mh... ¿No sé si recuerdes cuando fuiste secuestrada en el antro?

Asiento ligeramente, asustada de que incluso sepa eso.

-Bueno, eso pasó por culpa de uno de los ex socios de los Montero, el cual los traicionó, siendo así que este tipo estúpidamente decidiera tomarte como rehén para obtener lo que quería de ellos, en conclusión, poder, a lo cual todo le salió mal, como era de esperarse.

Sorprendida solo parpadeo mientras la información va filtrándose poco a poco en mí, recordando la excusa que me dieron para justificar ese suceso.

Con lentitud él se levanta de su lugar y se recarga en el respaldo de su sillón, sin dejar de mirarme.

-Pero en ese momento Melanie ya actuaba extraño.

Asintiendo señala el papel en mi mano. -Como te mencioné, ella tenía que dar informes y como recordarás ella fingió salir de viaje con sus padres, cosa que fue parcialmente falso ya que en realidad ella y sus papás fueron con los tuyos, más no salieron al extranjero -recargándose en sus brazos le da una mirada a la sala y asiente en lo que parece ser el visto bueno a la decoración. - En el informe de esa ocasión fue que se enteró de la verdadera identidad de los Montero, de ahí que ella cambiara drásticamente su actitud. He incluyamos el revuelo que causó saber de la presencia de esa familia cerca de ti, además de preocupación.

Sintiéndome un poco asfixiada trato ignorar el dolor sordo que se ha ubicado en mi pecho.

"Melanie, si en algún momento consideré perdonarte, con esto, has sellado tu destino y no para ningún bien" pienso con rencor y enojo, siendo su traición una de las más dolorosas, pero justas para no tener piedad ni de ella ni de nadie.

Ya no más.

Nunca más.

-Menos mal que no se enteraron de esa ocasión donde casi te matan en el otro antro. Ya sabes, esa ocasión cuando Damián te llevó a su cabaña y descubriste su infidelidad.

Conmocionada, no me muevo.

¿Él acaba de...? Oh, Dios, él no puede saber que ese día me acosté con Damián, ¿cierto?

Mierda sobre la cabeza de los Montero.

Sonrojándome como un tomate digo secamente:

-¿Cómo diablos sabes...? -avergonzada, sacudo la cabeza. -¿Qué con eso del segundo antro? ¿Ellos eran narcos o qué?

-Si, así es, esa vez fue un intento de ajuste de cuentas por la muerte del tipo que te secuestró la vez pasada.

-¿Él... Él está muerto? -pregunto con miedo.

Soltando un suspiro, asiente. -Claro, Damián no iba a permitir que te secuestraran y se fueran de rositas.

Mareada intento calmar los retorcijones en mi estómago.

Damián es un asqueroso, enfermo, asesino.

-Da vuelta -me indica El Cuervo con aburrimiento.

"Joder ¿Cómo puede tomar esa actitud tan mierda cuando sabe el daño que me está volviendo a hacer?" pienso con rencor, envidiando su actitud relajada. Pero no menciono nada y giro la hoja, encontrándome con un Ryan sonriente.

-Ahora, tus padres decidieron a su vez que Melanie no sería suficiente, así que decidieron "prevenir" -esta última palabra la dice con un tono burlesco, frunzo el entrecejo, desconcertada. -Y es entonces cuando Ryan llega a ti con ciertas actitudes... Un tanto raras.

Desconcertada intento unir los puntos, pero...

-No -digo con un hilo de voz.

No, no, no pudieron ser tan miserables como para... Dolida, dejo de ver la foto y me centro en él chico cuervo, el cual solo me mira con profundidad.

-Ellos decidieron mandarte seguridad encubierta y en esta ocasión el elegido fue Ryan Hoffman -carraspeando mira hacia la ventana. -Su misión principal era protegerte, pero luego fue el alejarte de Damián Montero y sus amistades, además de siempre estar monitoreando tu interacción con ellos, por eso te lo encontrabas en lugares que solías frecuentar, incluso a veces parecía un héroe con capa que llegaba a salvarte de la bestia de Damián.

Soltando lo que parece ser un suspiro él se encamina a mi lado y comienza a abrir la ventana, permitiendo que el olor de la naturaleza invada mis fosas nasales, pero ni siquiera eso logra calmar mi agitado corazón.

-Por supuesto que tus padres sabían que no sería una tarea fácil, por lo que incluso accedieron a que él te sedujese.

Sintiéndome como si todo el mundo se hubiese burlado de mí a mi espalda, solo me quedo ahí sentada mientras miro la foto de Ryan.

-Él -tratando de pasar el nudo en mi garganta lo vuelvo a intentar. -Él tenía novia desde ese entonces -afirmo, pues todo es más que obvio ahora que tengo esta información y la uno junto al secreto que me contó Damián y Ryan no quería que yo supiera.

Su vida como novio de otra chica.

-Correcto, él y su novia ya se conocían desde mucho antes, sin embargo, cuando se le solicitó que te cuidase he incluso te enamorara...

-Hijos de puta -gruño mientras cierro los ojos. -No puedo creer que él haya accedido a esto, o ella...

-A ella tus padres le salvaron la vida y...

Levantándome tiro la carpeta a la mesita, causando que caiga con estrépito. -No importa, eso no justifica el que... -enojada llevo mis manos a mi cabeza. -No justifica el que Ryan tuviera que "venderse" a alguien más como agradecimiento hacia una familia, ¡Maldita sea, ya no estamos en esas épocas donde la gente hacía eso!

Mirándome con lástima niega con la cabeza lentamente mientras los rayos del Sol golpean su espalda, haciéndolo lucir como un ángel peligrosamente mortal.

-Querida, es que tú aún no entiendes cómo funciona este mundo.

Frunciendo el ceño le señalo. -¿Y tú sí? ¿Acaso estás aquí porque le debes un favor a alguien o qué?

Sin inmutarse se encoje de hombros. -Puede que sí, o puede que no y que en realidad sea el nuevo enemigo que absolutamente nadie verá venir -dice con una voz burlona mientras se acerca a mí y toma mi mano para acariciarla, con desconfianza y sintiéndome extraña ante su toque le permito tenerla unos segundos antes de retirarla y alejarme, sentándome ahora en el lugar que él dejó.

-Me da igual, todos son asquerosos -digo con crudeza, aun sin creer que la chica haya estado de acuerdo con este plan tan retorcido que involucraba la fidelidad de su novio. -O sea que si todo hubiera salido conforme lo habían planeado y yo me hubiese enamorado de Ryan, ¿ella hubiera estado de acuerdo con que me casara con su novio?

Encogiéndose de hombros asiente. -Así es.

Escéptica solo parpadeo. -Esta gente está loca.

-Querida, por favor, toma la carpeta y pasa a la siguiente página.

Suspirando me giro y tomo la carpeta que me ofrece, hago lo que me dice y no me sorprendo de encontrar a Diago ahí.

-Cuando claramente vieron que todo su teatro se estaba derrumbando debido a la intervención de Montero, decidieron lanzar su segunda oportunidad.

-Diago.

-Exactamente.

Soltando una risa seca, saco la foto de Diago y la de Ryan, sin echarles un último vistazo las volteo y las comienzo a romper una y otra vez hasta que solo quedan pequeños trozos, los cuales decido lanzar al fuego de la chimenea, sintiendo como mi enojo y disgusto crecen tanto como las ardientes llamas.

-Déjame adivinar, Diago fue mandado como sustituto de Ryan, por eso este último decidió confesarme lo de su futuro hijo e irse.

-¡Ting, ting, la campana sonó, que inteligente eres Sharon Middleton!

Ignorando su sarcasmo me inclino hacia el fuego y solo observo como las lenguas de fuego crujen, prometiendo dolor a cualquiera que intente tocarlas.

Y justamente así es como me siento en este momento; capaz de dañar y destruir a todos quienes se han atrevido a jugar conmigo, manejándome como si fuese una maldita pieza de ajedrez.

-Pero entonces todo se fue a la mierda, perdí la memoria y toda mi familia junto a la traidora de Melanie decidieron volver a reconstruirme otra vida, total, si ya lo habían hecho antes, ¿por qué no hacerlo de nuevo?

Castigo, todos han de ser castigados, de eso me encargo yo. Prometo ante el sagrado fuego.

Levantándome regreso a mi lugar, El Cuervo solamente me analiza, sin intervenir, pues sabe que algo dentro de mí ha cambiado y que sea lo que es, ahora es de temer.

Y no está equivocado, porque si cabezas han de rodar, la mía definitivamente no será una de ellas, ya no más.

-Y eso nos lleva a las demás fotos, que como bien sabrás son las de... -sin terminar la frase espera a que yo le complemente, molesta llevo mi mirada a la carpeta que está en el suelo, sin ni siquiera recordar cuando la tiré, pero ahora las fotos han escapado de ella y entre estas están la de Natalia, Verónica, Kenndrew, Logan y Zed.

Quitando la mirada de ellas, solamente me quedo quieta, tratan de impedir que el sentimiento de traición siga expandiéndose por mi pecho.

-Di lo que tengas que decir -demando con seriedad. -¿Acaso ellos estaban ayudándolo a matarme?

-Sí pero no, todos ellos mostraron ese apoyo en un inicio hacía él, sin embargo, conforme fue pasando el tiempo se fueron retirando de la idea de ser parte ello, por supuesto, esto de manera lenta sin que Damián sospechase.

Soltando una risa llena de incredulidad me cruzo de brazos. -¿Por qué?

Encogiéndose de hombros se sienta en mi antiguo asiento. -Ellos creían que tú podrías hacerlo cambiar de opinión.

Soltando un bufido me acerco a El Cuervo y me dejo caer en el respaldo de su sillón mientras miro el techo de madera. -Claro, ¿en verdad ellos creían que una chica estúpida como yo haría cambiar de opinión al hijo de quienes fueron asesinados por mis propios padres?

Vaya tontería.

-¿Afirmas que tus padres fueron los asesinos? -pregunta con curiosidad.

Llamando de sopetón mi atención hacia él solo lo miro con frialdad mientras me siento frente a él, cavilando sus palabras.

-No lo sé, más bien, al parecer nadie lo sabe a ciencia cierta... Solo es la palabra de su tío la que influyó en él, por lo que veo -digo con severidad. -Es más, nadie puede asegurar que no haya sido el tío de Damián quien los mató.

-Oh, querida, me está encantado esta nueva faceta tuya -ronronea con voz grave mientras me mira con satisfacción.

Idiota.

Sonriendo cínicamente regreso mi atención a las fotos del suelo. -Todos ellos, o al menos Natalia y Logan tienen un pasado con Ryan, ¿cierto?

-¿Por qué lo dices, querida?

Estirándome tomo las fotos de la parejita.

-Cuando recién estaba tratando de saber que pasó entre Ryan y Damián descubrí que Natalia solía alterarse al preguntar sobre ellos, además de que Logan se ponía muy sobreprotector respecto al tema -frunciendo el ceño recojo también la foto de Kenndrew, siendo esta la que me causa cierta curiosidad ya que pareciese como si...

-Entiendo a qué te refieres, pero eso será algo que te tocará descubrir por ti misma -interrumpe mi extraño pensamiento.

Soltando de nuevo las fotos me centro en El Cuervo. -¿Es en serio?

Con aparente diversión asiente. -Tampoco soy tu Google, querida, hay cosas que tú tendrás que ir descubriendo poco a poco -al notar mi mirada llena de antipatía, solo dice: -La vida no es fácil.

Con fastidio le digo: -¿Qué sabes de Verónica y Kenndrew?

-Nada relevante. Ella como ya sabes es hija de criminales también, su familia ha sido benefactora de los Montero, donde el campo de las drogas en Asia es su fuerte, además de que como ya sabes, ella ha estado enamorada de Damián Montero, tanto que ambos hasta se fueron a vivir al extranjero, dejándote fuera de combate.

Sin inmutarme ante sus duras y dolorosas palabras solo espero a que mencione a Kenndrew.

Rodando los ojos se levanta de su lugar y se recarga en el respaldo de mi sillón, imitando mi anterior movimiento.

-Sobre Kenndrew extrañamente no hay mucha información más que era un niño bajo el cuidado de su tío, el cual le maltrata, y un día simplemente Kenndrew lo mató para poder huir. Después de eso él cayó en la calle y las drogas, hasta que el tío de Damián lo rescató de las calles y lo convirtió en uno de sus aliados más fieles bajo el mando de Damián.

"Aquí hay gato encerrado y yo seré quien vaya a por él, cueste, lo que me cueste, desate, lo que tenga que desatar, así sea incluso mi muerte" prometo, lista para usar todo a mi favor en este juego tan retorcido.

Ya veremos quien juega con quien, Damián y queridos padres.

Estoy lista para levantarme cuando de pronto él coloca sus manos sobre mis hombros, deteniéndome.

-Tengo una pregunta que hacerte -susurra cerca de mi oído, causándome miles de escalofríos por todo mi cuerpo. - ¿En verdad aún sigues creyendo que yo soy el malo? -pregunta con curiosidad.

Exaltada con su pregunta solamente miro mis manos en mi regazo, sin querer responder, pues soy consciente de que hace solo unas horas habría dicho que sí sin dudar, pero ahora...

Sin querer que vea mis emociones decido intentar levantarme de nuevo, él me lo permite, yo le doy la espalda mientras veo a través de la enorme ventana que da vista hacia el hermoso jardín donde los pájaros realizan diversos vuelos de un árbol a otro, los cuales son indiferentes a las dos personas que están en la cabaña, cautas y peligrosas.

-Middleton, si pudieras ver a tu familia y amigos de nuevo, ¿qué harías? -me pregunta con seriedad, dejando de lado su anterior pregunta.

Razonando toda la información que me ha sido otorgada, solamente me quedo en silencio, y a pesar de que en lo más profundo de mi corazón hay una horrible punzada llena de dolor, trato de hundirla, comprendiendo por fin que en esta guerra yo debo ser la reina y no un simple peón.

Volteando hacia él, sonrío. -No lo sé, tú dime.

Pero para ello, antes tengo que escapar.

***
¡Hola!
Espero que hayan disfrutado el capítulo, en verdad traté de hacerlo largo como recompensa por la falta de actualizaciones, por cierto, gracias por esperar, las/o quiero♡

Por cierto, espero que ya estén listas/os para el cierre de este primer libro, el cual ya está a máximo 3 capítulos de acabar :c
Que cosas...
.
Pero al final, en esta historia, ¿quién miente y quién no? ¿Quién en verdad está siendo sincero/a y quién no?
Recuerden, no todo es lo que parece... ¿O sí?
.
Jajaja nos vemos, cuídense mucho♡

Y en verdad,mil gracias por regalarme estrellitas y/o comentar en los capítulos, eso me ha ayudado mucho🥺❤

A.T.T.E: yo😂

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