Hermosa, esa es la palabra que define a Sharon Middleton Martínez; hija de la Mafia.

"Honoríficamente hermosa, lástima que sea yo quien te va a destruir" pienso con contradicción al volver a mirarla por el rabillo de mis ojos, aunque... Si he de ser sincero la verdad es que no me importa en lo más mínimo ser yo quien le revele su "verdad"

Sintiendo su mirada sobre mí, giro completamente la cabeza y le sonrío de lado. Nerviosa, vuelve a girar el rostro hacia enfrente y aprieta con fuerza sus puños posados en su regazo.

"Oh, sí, definitivamente nos hemos de volver a encontrar en un futuro Sharon Middleton"

-Relájate, querida –le digo con voz calmada antes de tomar mi bebida favorita; el Brandy.

Sin más interrupciones chasqueo de nuevo mis dedos a modo indicación para que entren a escena los actores que contraté para dar el gran espectáculo. Sin embargo no hace falta que yo lo vea pues ya sé que pasará, ¿y cómo no saberlo si yo mismo escribí el guion a interpretar?, y no es por nada pero fui un excelente escritor ya que logré resumir todo lo que ha vivido Sharon Middleton en escenas cortas pero específicas y claras...

Intentando ocultar mi sonrisa solamente me dedico a beber mientras analizo las reacciones de la hija de la Mafia, e internamente sonrío al ver la primera emoción reflejada en su bello rostro; la confusión. Con fingida seriedad alzo el brazo derecho y todo se detiene ante mi indicación.

Sin dejar de verla le pregunto:

-¿Qué viste en escena?

Sin mirarme señala a los actores. –No entiendo –dice con inquietud.

Sonriendo miro la escena ante nosotros, deleitándome con el significado que intenta dar la actriz al tener un semblante triste mientras le da la espalda al actor masculino, el cual, con un increíble odio en su rostro mira a la chica mientras sostiene un arma en su mano derecha, apuntándole a ella.

-Es sencillo querida, mira, él –señalo al actor. –Odia a la chica –señalo a la actriz –. Y la quiere matar.

-¿Por qué?

Regresando mi atención a Sharon, le digo:

–Antes, vuelve a mirarlos –le indico y me hace caso. –Nota como el chico no tiene los dedos en el gatillo, pero por el contrario posee una sonrisa malvada, ¿y sabes por qué?

Negando lentamente con la cabeza ella pasa saliva.

Sin aguantar más sonrío ampliamente, disfrutando del momento. –Fácil, antes de asesinarla él disfrutará de destruirla lentamente.

Sorprendida me mira directamente a los ojos y ahí es cuando noto el miedo y el horror en su mirada mientras va entrelazando lo que le digo.

-¿Por qué? –repite su pregunta con cautela.

-Porque ella es la hija de los asesinos de sus padres –suelto sin remordimiento.

Rápidamente ella niega con la cabeza mientras trata de retener sus lágrimas, el dolor siendo palpable desde la distancia.

-Un día simplemente a él se le informó que sus padres habían muerto, claro, después de que tuvieran una cita con una familia de gran poder –explico sin quitarle la mirada de encima pese a que ella ya no me mira. –Presumiéndose posteriormente que las cosas no salieron a beneficio de esa familia poderosa por lo que asesinaron a sangre fría a los padres del chico.

-Mientes.

Ignorándola tomo otro trago de Brandy mientras me reacomodo en mi silla y dejo de verla al notar su mirada en mí. –Después de eso el chico juró vengar a sus padres, así que un día junto a su tío simplemente planificó una magnífica idea para llevar acabo la venganza per-fec-ta, y esta se basaba en la hija de los supuestos asesinos –chasqueo los dedos para que los actores sigan con la escena, Sharon deja de mirarme y se centra en ella, donde ahora el actor cambia el arma por flores y la chica las toma. –El plan era sencillo, este consistía en enamorarla y mientras ella creía estúpidamente en las palabras bonitas que él le decía... Este se estaba encargando de destruirla mediante sus actos llenos odio.

Dejando de sonreír miro la escena donde el actor acaricia con una pistola la mejilla de la chica mientras ella lo abraza y sonríe, ignorante antes la peligrosa y falsa caricia.

-Sin embargo mientras el chico la enamoraba, él pasaba en realidad por una tortura debido a que en cada momento que estaba con ella él tenía que retener sus ganas de asesinarla.

No necesito mirar a Sharon para saber que está llorando pues el solo escuchar su respiración es más que suficiente. .

-Mientes... -repite.

Sin ánimos de seguir sentado me levanto de mi lugar y me coloco detrás del asiento de mi víctima. –Incluso él la llegó a humillar varias veces y estúpidamente ella se dejó hacerlo –en escena ambos actores toman asiento en una mesa. –Por ejemplo, un día en un restaurante mientras comían con sus amigos, él no resistió las ganas de atacarla mediante hirientes palabras.

-Cállate.

Cruzándome de brazos me permito detenerme para mirar a Sharon, la cual llora silenciosamente mientras sus hombros se sacuden a causa de los sollozos y sus manos tiemblan, pero nada de eso la detiene de ver con sufrimiento como la actriz toma una copa con vino y se la lanza al actor.

–Otro día –procedo, aún y cuando dudo de si seguir hablando o no. –Él incluso la llamó puta en medio de un lujoso restaurante.

-Detente, por favor... –me suplica girando su rostro hacia mí, sus mejillas siendo un rio de lágrimas.

Suspirando chasqueo los dedos y se cierra el telón.

-Sharon...

-No, no, no puede ser cierto, él no... No pudo... -niega con la cabeza. –Mis padres no mataron a los de Damián –suelta un sollozo lleno de dolor. –Ni mucho menos me quiere matar... Él, él me ama.

Mirándola con lástima me permito acariciar su suave cabello.

Estaría mintiendo si dijera que sus ingenuas palabras no removieron algo dentro de mí, pero aun así no puedo evitar decir:

-¿Tanto te amaba que te dejó tirada como basura cuando más le necesitabas? Porque digo, si esa es tu definición de amor entonces no sé qué tan mal estés por dentro para creer eso... Es más, tendrías que estar tan jodida para creer que humillar, mentir y traicionar a una persona es sinónimo de amor.

Abriendo los ojos con exageración me mira como su le hubiese dado una enorme bófeta en el rostro.

-Aléjate de mí, monstruo –dice con voz baja pero llena de seriedad.

Encogiéndome de hombros dejo de acariciar su cabello y con pesadez regreso a mi silla.

"Lo siento Middleton pero ya no puedes seguir en las sombras de la ignorancia" pienso con determinación.

-Incluso si ahorita me quieres matar, créeme cuando te digo que más adelante me agradecerás el que te esté abriendo los ojos –le digo con frialdad ante su mirada llena de resentimiento.

-Eres un ser tan miserable y asqueroso que me dan ganas de... -no termina su oración y solo se permite perforarme con la mirada mientras su rostro se enrojece por el enojo.

Sin inmutarme le digo:

-¿Prefieres que sigamos o ya no?

Estoy casi seguro de que dirá que me vaya al infierno cuando de pronto suelta un "sigamos" de su parte.

Sorprendido la miro con rareza, "¿Estás hablando en serio, Middleton? ¿Ni siquiera estás gritándome?"

-Quiero ver hasta donde puedes llegar con tus ridículas mentiras –dice con irritación.

Alzando una ceja niego con la cabeza, "Que así sea, hija de la Mafia"

Chasqueando los dedos se vuelve a abrir el telón y esta vez se muestra una cama donde el actor que interpreta a Damián Montero está acostado junto a una mujer diferente a la que interpreta a Sharon Middleton.

-Tanto era su repulsión hacia la chica que cuando la invitó a salir decidió dejarla plantada, aun y cuando sabía que ella le esperaba vestida con un hermoso vestido –carraspeando me permito echarle un ojo a Sharon, pero ella solo ve hacia el escenario, su belleza siendo opacada por su sufrimiento. –Tan poco le importaba su cita que mejor decidió quedarse en casa a follar con una amiga llamada Verónica. Y claro que él sabía que al otro día la chica estaría furiosa, por lo que miserablemente mintió usando como excusa la falsa muerte de su abuela, todo con tal de que su magnífico plan, ideado por años, no se viniera abajo, total, su abuela ya había muerto hace muchos años atrás...

-Hijo de perra –sisea con enojo.

No estoy seguro si me lo dice a mí o no, así que solo le ignoro mientras veo como los actores en la cama se abrazan. –Es más, tiempo después le importó tan poco que ya fuera novio de... –dudo un momento pero luego de un segundo continúo. –La chica Middleton, que hasta le fue infiel con dicha amiga, amiga que sabía de todo y apoyaba al chico ciegamente, ¿y cómo no hacerlo si para esa amiga él era su amor de infancia?

-Oh, Dios...Ya no lo soporto, por favor, para, para... Para -girando a verla noto como está llorando a mares a la vez que lleva sus manos a sus oídos, intentando no escucharme ya.

Suspirando y sintiendo verdadera lástima les hago un gesto a los actores para que se larguen. Posteriormente me acerco a ella y trato de quitar sus manos de sus oídos mientras ella no deja de repetir una y otra vez la palabra "cállate"

-Hey, querida, mírame –le pido con amabilidad una vez que quedo a su altura, ella deja de hablar pero mantiene los ojos en el suelo. –No llores por favor, él no merece tus lágrimas después de todo el daño que te ha hecho –intento consolarla, incluso me atrevo a envolver mis brazos a su alrededor, sorprendiéndome de que ella no me aparte y me deje sobarle la espalda con movimientos circulares...

-¿Pue-Puedo... Ir-Irme? –dice en voz baja.

Alejándome de ella me levanto y asiento. Sin mirarme se dirige rápidamente a la puerta y sale corriendo.

"Lo siento chica Middleton pero tienes que saberlo todo, incluso sí te vuelves loca en el proceso" pienso con desinterés antes de que entre "Alika"

Metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón termino de beber lo que queda de mi Brandy.

-¿La dejará irse libremente?

-Sí.

-Pero...

-Ya me encargué de que le sea imposible salir de aquí –digo con frialdad antes de quitarme el antifaz y dárselo mientras salgo de la sala, sin embargo me detengo en la puerta. –Ah, por cierto, si vuelvo a notar algún golpe, cortadura o un mínimo daño en Sharon Middleton, dense por muertos –sentencio, sin decir nada más me dirijo a mi habitación para tomar un baño.

-Diago y Ryan, ¿acaso todos son una bola de ineptos o qué? –pregunto con voz peligrosamente baja mientras analizo a dichos chicos sentados frente mí.

Ryan niega con la cabeza. –No señor, hemos estado buscando por cada rincón del país...

-No lo parece –puntualizo.

Carraspeando Ryan prosigue. –Señor, seguimos buscando detenidamente en todo el territorio junto a la policía y...

-Y ni así han logrado detectar una maldita pista de donde podría estar mi hija en estos cinco días –reclamo con disgusto, y no es para menos mi actitud pues hay cientos de personas desplegadas por el país en busca de mi niña pero ningún hijo de perra la ha encontrado.

"Inútiles" pienso con irritación.

-Entendemos su enojo y frustración, pero hay que tener en cuenta que quienes sean que se llevaron a la señorita Middleton idearon un plan demasiado perfecto, el cual no pudo haber sido efectuado sin antes haber tenido meses de análisis y planeación de estrategias –interviene Diago con rapidez pero sin perturbar la seriedad en su rostro lleno de ojeras y cansancio. –Tanta fue su elaboración que después de descuidar a propósito la escena del secuestro se encargaron de desaparecer sin dejar ningún rastro más que la camioneta abandonada en la carretera.

-Señor –habla Ryan con tensión. –Creo que es hora de desplegar un operativo para intervenir internacionalmente.

Sin pronunciarme ante tan desagradable idea solamente guardo silencio mientras con mecánica tranquilidad fumo mi puro.

"Dense por muertos malditos imbéciles" sentencio mentalmente hacia quienes tengan a mi hija.

-¡Maldita sea! –gruño a la vez que le doy un golpe al escritorio y me levanto de mi asiento. –Quiero vivos a esos hijos de la chingada –miro con demanda a los jóvenes sentados frente a mí. –Porque no se van a ir de este mundo sin antes haberme rogado de rodillas por su asquerosa vida.

Asintiendo Ryan y Diago no dicen nada, aceptando mi decisión. Pero a pesar de que la rabia está establecida en mí no puedo evitar angustiarme por las consecuencias que habrá ahora que esos imbéciles tienen a mi niña en sus manos, temiendo aún más por la información que podrían soltarle a ella.

Cerrando los ojos trato de no ir a hacer una locura, como por ejemplo; asesinar a algún Montero.

Sin previo aviso la puerta de mi despacho es abierta bruscamente, causado que esta choque con fuerza y resuene por todo el lugar.

-Rogelio, cariño, por fin han encontrado a alguien que nos puede guiar hasta ella –anuncia Sandra, mi esposa, entre lágrimas.

"Bendito sea el señor" pienso a la vez que los jóvenes y yo la seguimos rápidamente pasillo abajo hacia la sala de operaciones.

Una vez dentro no me sorprendo al ver a un tipo ensangrentado amarrado a una silla de metal.

-¿Dónde está? –pregunto sin reparos al susodicho.

El rehén de complexión rellena y cabello chino solo se centra en mirar sus zapatos.

-Lo capturamos en cuanto el imbécil intentó salir del país con papeles falsos –me informa Sergio, mi inspector estrella.

Sonriendo con maldad me acerco al tipo y sin piedad rápidamente lo tomo por el cabello y acerco a su cuello la navaja que siempre guardo en mi bolsillo del pantalón. –Habla ahora o...

-¿O qué? –me reta mientras me mira con burla. -¿De qué sirve que hable si al final de cuentas me terminaran matando?

Sin piedad alejo la navaja y se la clavo ligeramente en su pierna. Soltando un grito él intenta liberarse pero falla como el inútil que es.

-Fácil, o hablas y te mueres más rápido o no lo hagas y asume las consecuencias –le advierto con el mismo tono de burla que él usó.

Soltando un quejido observa con pánico la chorreante sangre que sale de su pierna.

Soltándolo asiento hacia Sandra, la cual mira impasible la escena. –Trae el instrumental –le solicito con seriedad, sin mediar palabra se dirige al estante "especial" y trae consigo una maleta negra.

-Ryan, Diago, ya saben que hacer –les indico a la vez que compruebo el filo de todos los cuchillos instalados a lo largo del acolchonado interior de la maleta.

-De ti dependerá el grado que quieras soportar –escucho que le dice Sergio al rehén, el cual aún no deja de lloriquear.

-¡Ustedes no entienden, si yo hablo él me matará! –grita entre sollozos.

Con que "él"...

Sin pensarlo mucho me declino por tomar mi cuchillo de caza, perfecto para traspasar la piel de manera limpia.

En cuanto el hijo de perra ve el arma en mis manos intenta salir del agarre de Ryan y Diago mientras lo encadenan en forma de X en la pared.

-Chicos, que efectivos, siempre tan impecables... -digo como si nada a la vez que Sergio va por la utilería de limpieza, sabiendo lo que se avecina.

-Si no te mata él, entonces lo haremos nosotros –digo con seriedad mientras lo miro sin ningún sentimiento visible.

Con la respiración agitada decide recurrir a mi mujer. –Señora, por favor, pido piedad...

Soltando una risita ella se acerca y lo toma de la barbilla.

-Eso debiste de haberlo pensado antes de siquiera haber pensado en hacerle daño a una de las mayores reliquias de la mafia –dice ella con desprecio antes de salir del cuarto.

Sonriendo me acerco y paso ligeramente mi cuchillo por su mejilla mientras él llora con desesperación y pide piedad.

-No, no, no... ¡Está bien, está bien, les diré todo lo que me pidan!

-¿Todo? –interrogo con satisfacción.

-¡Todo!

Magnifico. 

***
Holi🤗

¿Cómo han estado?
¿Ya están listas/os para leer el final del libro?

Y cuentenme, ¿ustedes quién creen que está detrás de todo este desastre?
¿Quién será el desconocido y por qué está haciendo todo lo que hace?
🤨
Si he de ser sincera para mí todos son sospechosos...
😈Muajajaja

Por cierto, quería decirles que en mi Instagram ya pueden encontrar el nombre y la portada del SEGUNDO libro del Secreto de la Mafia, por si quieren ir a echarle un vistazo 🥰
Mi usuario es @nadhi_love2468

Las/os amo muchoooo, que tengan una semana súper increíble, nos vemos prontito❣

A.T.T.E: yo😂