CAPITULO 6 🙍
Una vez fuera del aula suelto el aire que no sabía que estaba reteniendo. Se ha disculpado, de verdad lo ha hecho. Sorprendida me recargo en la pared del aula con la vista fija en el suelo.
-Hey, Sharon - levanto la vista y veo a Ryan enfrente de mí.
-Hola - le digo con una sonrisa.
-¿A qué sala vas ahora?
-Deja checo - le digo mientras saco el horario del bolsillo de mi pantalón -. Sala G
-Genial, yo también voy para allá ¿Nos vamos juntos?
-Si cla...
-No, ella se irá conmigo - dice una voz detrás de mí, no hace falta que voltee a ver de quien se trata, ya sé quién es.
Ryan observa a Damián detenidamente y viceversa; sus miradas no son nada amistosas y hay tanta tensión que se podría cortar con un cuchillo, no intervengo.
Al final Ryan es el que aparta la mirada.
-Nos vemos luego Sharon - me dice. Se da la vuelta y se va.
-Sí, claro - murmuro para mí misma.
¿Qué fue todo eso?
-¿Nos vamos? - me pregunta Damián.
-¿Vas a la misma sala que yo?
- Te escuche decir que vas a la sala G así que te llevo, de todos modos yo voy a la sala H.
-Pero ¿Por qué no dejaste que me llevara Ryan si él iba a donde yo? - le pregunto curiosa.
-Es un idiota - me contesta restándole importancia -. Además, quiero hablar contigo de algo importante.
-Está bien... - accedo, no del todo convencida por su respuesta.
-¿De que hablaban tú y Ryan antes de que llegara?
-¿Cómo sabes que se llama Ryan? - le pregunto extrañada, en ningún momento se presentaron.
-Lo conozco.
-¿Lo conoces?
-Si - contesta evasivo.
-¿Y de dónde se conocen? - le pregunto como si nada, estoy segura de que si muestro un interés mayor no me contestará.
-De antes - contesta y me lanza una mirada de advertencia.
-¿Son amigos? - insisto, estoy segura de que no.
-No exactamente ¿Nos vamos? - parece que le empiezan a incomodar mis preguntas porque pasa una mano por su cabello y empieza a andar sin esperar mi respuesta. No contestará.
-¿Qué es eso importante que me tenías que decir? - le pregunto mientras caminamos.
-Bueno, no me lo tomes a mal, más bien tómalo como un consejo.
-Bien.
-Aléjate de Ryan.
Su respuesta me toma por sorpresa, no me la esperaba.
-¿Por qué? - le cuestiono intrigada.
El me observa dubitativo, como si no supiera si decime o no la razón de su "consejo".
-Por favor, solo hazlo - termina por decirme.
-Pero ¿Por qué? - insisto.
-Sharon, solo hazlo, él es... él es malo para ti - sentencia.
Debe de estar bromeando.
- ¿Y tú qué sabes que es bueno o malo para mí? - le pregunto indignada.
-Sharon, es enserio, Ryan no te conviene.
-¿Y tú sí? - le digo con sorna - ¿Por qué habría de hacerte caso?
-En ningún momento te dije que yo te convenía ¿O sí?- contesta y me lanza una mirada burlona. - Te lo digo como un consejo, él es malo - me contesta irritado y apresura el paso.
-¿Por qué habría de creerte? - le digo empezando a enojarme -. Me refiero a que a Ryan no lo conozco más que a ti ¿Por qué creerte y alejarme de él? Además de que tú no has sido la persona más amable que digamos, sin en cambio Ryan si lo ha sido.
Él se pasa sus manos por su cabello, frustrado.
-Lo sé, lo sé, sé que no comenzamos con el pie derecho y que no nos conocemos lo suficiente como para que me creas, pero por tu bien espero que lo hagas.
Sus palabras me inquietan, más por la seriedad con la que las dijo que por otra cosa, por lo que por un momento me hace dudar de Ryan, pero más que nada mi curiosidad ha aumentado inmensamente con respecto a Ryan y Damián, debió de pasar algo grande entre ellos para que Damián me pida que me aleje del primero. Necesito saber que pasó y sé que con Damián no conseguiré respuestas por lo que contesto un simple:
-Ok.
-¿Ok? ¿Eso es todo lo que dirás? - me pregunta sorprendido.
-Si, bueno, no es como que contestes a mis preguntas.
-¿Entonces me harás caso?
-Con una condición.
-¿Qué condición? - me dice y frunce el ceño.
-Dime porque me dices eso de que Ryan es malo y que no me conviene, y te haré caso - le digo, aunque claro, no me alejare de Ryan, mucho menos ahora, solo se lo digo como último intento para que me dé información.
-¡No puedo decirte, no puedo! - me dice enojado.
-¡Entonces no me voy a alejar de Ryan! - le digo enojada también -. ¡Si no hay razón alguna no lo haré!
No me había dado cuenta que nos habíamos detenido hasta que empiezo a caminar rápidamente hacia la salida de la Universidad.
-¡Sharon! - me llama Damián -. ¿A dónde vas? ¡Allá no está tu salón! - lo ignoro y sigo caminando hacia el exterior.
Estoy enojada y confundida, en estos momentos no quiero ver ni hablar con Ryan ni Damián, por lo que salgo al exterior y tomo asiento en una banca que está bajo la sombra de un árbol, me pongo a observar la escuela; es enorme, parece un laberinto, en su interior hay tantos pasillos que si no llevas un mapa contigo la primera vez que la visitas, seguro que te pierdes, lo sé por experiencia, si no hubiese sido por una amable chica que me encontró en mi tercer intento de querer encontrar mi salón, seguro que nunca lo encuentro. Lo que más me gusta de la escuela son sus áreas verdes, son amplias y bonitas, hay bancas bajo los árboles para que te refugies del Sol y puedas charlar tranquilamente, definitivamente mi lugar favorito. Hay muy buenos maestros en la escuela, aunque Mel dice que son unos amargados y unos aguafiestas que no saben vivir y que solo quieren arruinar tu diversión. Sonrío ante aquello, pero está cae casi de inmediato en cuanto me pongo pensar en Damián y Ryan.
¿Qué demonios le sucede a Damián? ¿Quién se cree que es para venir a darme "consejos" sin fundamentos? ¿Tanto es su odio hacia Ryan? Digo, porque eso parecía, además de que Damián me dijo que Ryan es malo. Y lo más importante ¿Por qué Damián quiere que me aleje de Ryan? ¿Qué paso entre ellos para que se dieran esas miradas tan tensas? Repaso la conversación que tuve con Damian. Él me dijo que se conocían pero no me dijo de dónde, solo que se conocen de antes, además de que su forma de actuar era extraña...
Quizás un pleito por una chica o algo...
Muchas preguntas sin respuestas, lo peor es que solo hay 5 personas que me lo pueden decir, uno está descartado, pero siguen en juego 4. Observo la hora en mi celular y me doy cuenta de que se ha acabado la clase que comparto con Ryan, me levanto y me dirijo a la siguiente clase, rezando para que no vuelva a ver a ninguno de los 2.
No lo hago.
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-Está loco, no le hagas caso - me dice Mel rotundamente mientras caminamos por el centro comercial.
-¿Pero no se te hace extraño Mel? me refiero a que ¿Por qué razón Damián me diría eso sino fuera cierto?
-Claro, y te lo dice el chico que te ha tratado de maravilla ¿no? - me dice irónica -. A lo mejor el sexy de Damián estaba celoso y te dijo eso para que te alejes del sexy de Ryan - me dice mirándome con un brillo travieso en sus ojos.
¿Damián celoso de Ryan? No, no lo creo, ayer cuando me dijo lo de Ryan no parecía celoso, más bien parecía preocupado.
-No lo creo Mel.
-Bueno, entonces ¿Cuál es tu teoría del porque te dijo eso? - me cuestiona y se detiene a ver unos zapatos.
-Pues no lo sé realmente.
-Entonces, o está loco o está celoso, no hay de otra - me dice y se adentra en el local para pedir el par de zapatos que vio afuera. La sigo.
-A lo mejor y solo estaba jugando conmigo - le digo mientras me acerco a un maniquí que tiene puesto un hermoso vestido de color rojo, es largo y suelto a partir de la cintura, la parte superior es de encaje rojo y negro, trae unas cintas que al parecer se atan detrás del cuello, no parece muy formal pero tampoco informal, es realmente bonito, me encanta.
-Es hermoso - me dice Mel, sorprendiéndome, no me di cuenta de que ella también estaba viendo el vestido.
-Lo es - concuerdo con ella.
-¿Te lo compraras?
-No - le contesto y me alejo del vestido, su precio es muy alto y seguro que si lo compro no comeré en una semana, prefiero comer.
-Está bien - me dice y va a ver los zapatos. Yo decido salir del local y esperarla afuera.
Cuando sale veo que no tiene ninguna bolsa en sus manos. - ¿No compraste nada?
-No, nada me gusto lo suficiente como para comprarlo.
-¿Ni siquiera los zapatos?
-No
-Bien... ¿Nos vamos o aun compraras más cosas?
-No, ya no, vámonos.
-Bueno, pero antes ¿Vamos por comida china?
-¡Sí! - me dice entusiasmada y nos dirigimos hacía un restaurante chino.
Mel y yo regresamos a casa caminando para así hacer un poco de ejercicio, al menos para mí, ya que es la única manera en la que yo lo práctico, eso de ir al gimnasio no es lo mío realmente.
En cuando estamos a 2 casas de la mía visualizo un auto negro estacionado frente a mi casa, extrañada apresuro el paso, y conforme nos vamos acercamos logro ver que es un BMW ¿Un BMW? No conozco a nadie que conduzca uno, excepto... Zed, y mis sospechas son confirmadas cuando el susodicho baja del auto, cuando Mel y yo estamos los suficientemente cerca de mi casa Zed se nos acerca.
-Hey, Shaaaaron - canturrea.
-Hola Zed ¿Qué haces aquí? - le pregunto curiosa.
-Bueno, pasaba por aquí y decidí pasar a saludarte - me dice guiñándome un ojo, yo sin en cambio pongo los ojos en blanco, de pronto recuerdo que yo nunca le he dado mi dirección, entonces ¿Cómo llego a mi casa?
-Oye Zed...
-¿Qué pasa Sharon? - me pregunta y desvía la mirada hacia Mel, la cual también lo observaba, interesante...
-¿Cómo supiste que vivo aquí? - le pregunto sin quitarle la vista de encima.
Mi pregunta parece tomarlo desprevenido porque empieza a removerse incomodo en su lugar.
-No sabía que fuera secreta
-No lo es pero tú como...
-Hola, yo soy Melanhy, amiga de Sharon - se presenta Mel y le tiende la mano. Enojada por la interrupción le lanzo una mirada molesta, pero Mel esta tan embelesada por Zed que ni se percata.
-Que tal, yo soy Zed, amigo de Damián - le dice a Mel mientras le estrecha la mano, y antes de que yo pueda volver a preguntarle a Zed como sabe dónde vivo, el habla:
-Chicas me paso a retirar, ya nos veremos luego - y sin más se da media vuelta y se dirige hacía su auto.
Mel y yo observamos cómo se aleja en su auto hasta que desparece.
Levanto mi mano y le señalo la casa a Mel antes de que empiece su interrogatorio a media calle, y le digo:
-Entremos primero - obedece y entramos.
Una vez que tenemos nuestras respectivas cajas de comida en las manos y estamos sentadas en el sillón, con la tele prendida, me preparo para las preguntas de Mel.
-Entonces.... - empieza a decirme.
-Entonces.... - le digo para alargar el momento.
-¿Quién es él?
-Ya te lo dijo él mismo, es Zed, amigo de Damián.
-Ok, ¿Y cuándo pensabas presentármelo? - me pregunta y me lanzá una mirada acusatoria.
-No me mires así, claro que los iba a presentar, es solo que no se había presentado el momento - le digo y empiezo a comer.
-Lo sé, y dime ¿Está igual de loco que tu chico?
-¡Mel! - la reprendo -. Damián no está loco y no es mi chico ¿Quedó claro?
-Sí, sí, claro como el agua - me dice mientras pone los ojos en blanco -. ¿Y de dónde lo conoces Sha?
-¡Ya te dije! - le digo exasperada, parece que hablo con la pared.
-Bueno si, pero solo me dijiste que por parte de Damian, mas no mencionase que sus amigos estaban como un tren - me dice con ese brillo característico en sus ojos, el cual indica que Mel está interesada en alguien.
Suspiro y dejo mi caja de comida en la mesita que hay enfrente del sofá en el que estamos sentadas.
-Mel, Zed no es para ti - le digo y la miro a los ojos con seriedad.
-¿Qué? ¿Acaso crees que me interesa? - me dice y desvía la mirada a su comida intacta.
-Mel, te conozco desde hace muchos años y se cuando alguien te interesa, en este caso, Zed - le digo, Mel suspira y me mira directamente a los ojos.
-Ok, sí, si me llamo la atención ese amigo tuyo ¿A quién no? Si esta para comerse - suelta un suspiro.
-Mel sabes que te quiero como a una hermana y que quiero lo mejor para ti, en este caso Zed no lo es, él es un mujeriego que solo busca chicas para una noche, nada formal, a él no le van las relaciones de pareja.
-¿Cómo sabes eso? -me pregunta sorprendida.
-Porque él mismo me lo dijo - le digo y no hace falta que le diga algo más, ella sabe a qué me refiero cuando digo que él me lo contó.
-Entiendo, de todos modos ni me interesaba mucho - me dice con voz desinteresada, pero yo sé que en realidad sí que le gustaba, y lo confirmo cuando evita mirarme y solo toma su caja de comida, para después volverla a dejar donde estaba.
-Lo siento Mel - le digo a modo de disculpa.
-No te disculpes, sé que lo haces por mi bien, pero...
-¿Pero qué? - la animo a que siga
-Te agradezco que te preocupes por mí, pero creo que ya soy lo suficientemente grandecita para saber que hago y que no, con quien me meto y con quien no, sé que a veces no tomo las mejores decisiones pero al final es mi vida - me dice y evita mirarme a los ojos
Sus palabras se me clavan como un cuchillo caliente en el corazón, no sabía que le molestaran mis consejos, pero se que tengo razón con respecto a Zed por lo que le digo:
-Por tu bien espero y me hagas caso.
-¿Te estas escuchando? Estas diciéndome lo mismo que te dijo Damián respecto a Ryan - me dice y me observa enfurruñada.
Tiene razón, le estoy diciendo lo mismo que me dijo ayer Damián, ¿Acaso me dijo eso porque se preocupa por mí?
No, imposible.
Después de acabar de comer Mel se despide de mí y se va. Yo me voy a mí para irme a dormir, en cuanto mi cabeza toca la almohada me quedo dormida.
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