CAPITULO 53 EL COMIENZO DEL FINAL
RECOMENDACIÓN
Para una mejor experiencia recomiendo escuchar la canción de "No querías lastimarme" de Gloria Trevi en cuanto veas aparecer "INSERTE CANCIÓN"😊
La dejo acá arriba en audiovisual 👆
-Vamos hija que se nos hace tarde - me apresura mi mamá desde el otro lado de mi puerta.
Decaída termino de tender mi cama. -Ya voy.
Hoy él se va y eso inexplicablemente causa que mi corazón se apachurre como jitomate en plaza los días domingo.
"¿A dónde te irás pequeño granuja?" Pienso mientras cierro los ojos y dejo surgir el recuerdo de como su cuerpo aprisionó el mío ayer en la pared.
"Dios, era como si encajáramos el uno con el otro, como si estuviéramos diseñados para estar juntos..."
-¡Sharon!
-¡Dije que ya voy! - grito de vuelta antes de abrir mis ojos, sintiéndome peor que hace tan solo unos momentos, por lo que mejor sacudo mi cabeza y comienzo a caminar hacia la puerta de mi habitación. Pero de repente recuerdo que no llevo mis pastillas que debo tomarme.
"¿Dónde están?" me pregunto asustada cuando no las encuentro en mi mesita de noche.
"Tengo que encontrarlas, hoy es mi último día para ponerle fin a mi tratamiento" pienso mientras el pánico me domina.
"Ayer me las tomé así que no deben de andar lejos" haciendo una mueca decido buscar en mi closet.
"Por favor que estén entre mi desorden de ropa" ruego mientras esculco, sin embargo detengo mi búsqueda en cuanto algo se cae al suelo.
Un sobre rojo, extrañada lo recojo y lo giro en busca del remitente, al no encontrarlo frunzo el ceño pues no recuerdo de donde salió la carta. Estoy a punto de abrirla cuando un golpe en mi puerta me detiene.
-¡Mueve ese culo sino vamos a llegar tarde al cine! - grita una muy apurada Melanie.
-¡Solo dame dos minutos mientras encuentro mis pastillas! - sabiendo que no tengo tiempo para leerla decido guardarla en el bolsillo de mi jean.
-Tus pastillas ya las lleva tu mamá, por cierto, que descuidada eres, mira que dejarlas sobre el sillón...
Suspirando de alivio salgo de mi cuarto. -Lo siento.
Mirándome con reproche comienza a caminar. - ¿Hoy es el último día, verdad?
Sonrío. -Sí, hoy por fin dejo de tomar esas cosas tan asquerosas.
Riendo se engancha a mi brazo. -Motivo excelente para ir de compras después del cine.
Ruedo los ojos. -Sabes que odio eso...
-Sí pero hoy no te librarás de ir a comprar ropa bonita, así que no insistas - dice de manera seria.
Sin querer hacerla enojar asiento. -Bien, pero solo por hoy.
-Sí claro, lo que tú digas - dice con fingido fastidio.
Sonrío más.
.
Dos horas y media después estoy sentada en un banco en medio del parque tratando de lidiar con mi madre y Mel.
-Vamos hija, ve con Melanie de compras - insiste mi mamá.
-Ya me cansé... - le digo sin ganas.
"¿Ya se habrá ido o sigue aquí en México?" pienso mientras siento como una desolación comienza a azotar mi pecho.
-Amiga, tú me dijiste que iríamos así que ahora levántate y camina - me apremia Melanie.
-Lo sé pero...
-Hija, por favor ve con ella, créeme que si no fuera porque surgió algo en la empresa yo iría con ustedes.
Sabiendo que no me dejarán en paz hasta que acepte, me levanto.
-Está bien, iré pero solo una hora porque no estoy de humor para más -refunfuño.
Encantadas con mi respuesta chocan sus palmas.
-Maravilloso, ahora solo permíteme unos minutos a Mel para que me ayude en algo, ahorita te la regreso - me dice mi mamá antes de que ambas se alejen de mí, desapareciendo de mi vista.
Extrañada por sus actitudes decido volver a sentarme.
"Bueno, a esperar otros largos minutos aquí" pienso con aburrimiento, pero de pronto recuerdo la carta en mi bolsillo.
Es ahora o nunca.
Sin perder tiempo saco la hoja perfectamente doblada del interior del sobre y la comienzo a leer.
MELANIE
-Sandra, tengo miedo, algo me dice que esto va a terminar mal.
Sonriéndome de manera tranquilizadora acaricia mi brazo antes de subirse a su auto. -Tranquila, no pasará nada, tú solo ocúpate de mantenerla alejada de los amigos del imbécil ese.
-Pero es que ya no se trata solo de eso, siento que en cualquier momento ella va recuperar la memoria y entonces...
-Te digo que te calmes, ¿acaso no me dijiste que ella te había dicho que no había tenido más episodios? - pegunta con cansancio.
-Sí pero...
-Entonces no hay nada de qué preocuparse - dice con indiferencia antes de cerrar la puerta de su auto. -Así que tomate un momento para calmarte, que si las alejé fue porque temí que ella comenzara a sospechar algo por tu actitud tan... Ida
Tratando de calmarme tomo una respiración y asiento. -Está bien pero...
-Mira, si ves que mi hija comienza a tener comportamientos raros no dudes en llamarme y ya yo vendré de inmediato ¿ok? - me indica antes de irse.
"Sí, claro, como siempre" pienso con recelo.
SHARON
Sorprendida solo parpadeo mientras giro la hoja en busca de la palabra final que le falta a la carta pero no encuentro nada. Sin embargo no me da tiempo de pensar en ello ya que comienzo a sentir como mi cabeza me vuelve a punzar.
"No por favor, no aquí..." suplico en cuanto las punzadas se hacen más intensas.
El primer recuerdo llega.
"-Gracias - finaliza la carta Damián mientras deja un beso en mi hombro.
Con un nudo en la garganta me giro y tomo su cara entre mis manos, soltando ligeros besos en todo su rostro.
-Damián, gracias por todo, te amo tanto, Dios, estoy sin palabras - le digo mientras evito soltar alguna lágrima."
Dejo caer la carta.
El segundo recuerdo interrumpe al primero.
"Sonriendo Damián se acerca a mí, y sin poder evitarlo retrocedo un paso.
Ignorando todo a mí alrededor, solo me centro en él.
-Sharon, estás... Hermosa - me dice a un paso de mí, repasando con la mirada todo mi cuerpo.
Sonríe.
-Yo... No entiendo - le digo mientras siento como alguien me quita el jarrón de las manos, no hago nada por impedírselo.
Damián vuelve a mirarme a los ojos. -No hace falta que lo hagas.
Se acerca más a mí y me toma de las manos.
La canción sigue sonando y con cada segundo que pasa la canción se vuelve más lenta, ajustándose a la atmósfera que nos rodea.
-Sharon, sé que he sido un idiota contigo pero quiero que sepas que el tiempo que anduvimos ha sido el mejor que he pasado a tu lado.
Flipada vuelvo a abrir la boca pero de nuevo no sale ningún sonido.
-Por ello es que estoy aquí. Quiero que lo volvamos a intentar. Quiero que vuelvas a ser mi chica - me dice mientras lleva mis manos a sus labios y le da un beso a cada una.
-Sharon Middleton Martínez, ¿quieres ser mi novia?"
Dios mío, el dolor es insoportable, siento como si me estuvieran aplastando el maldito cráneo, pero eso no evita que otro recuerdo llegue.
Llevo mis manos a mi cabeza.
"-Acepta tener citas conmigo y a cambio te ayudaré a que descubras tu realidad, claro, si no tienes miedo - me dice y se gira a verme.
Curiosa lo miro ¿Qué estará planeando?
-Mmmh, déjame ver si entiendo ¿Me estás dando tu ayuda para descubrir mi "Realidad" -comillas de nuevo con mis dedos- a cambio de citas?
-Sí.
-No entiendo ¿Tú que ganas con esas citas?
Damián se encoje de hombros. -Eso no te lo diré.
Ceñuda contemplo los árboles que se mesen con el aire.
No sé qué se propone Damián con este pacto, digo, ¿Para qué carajos quiere que tengamos citas si me odia?
-No entiendo ¿Por qué habrías de querer salir conmigo si me odias? - exteriorizo mi duda.
-Yo nunca te dije que te odiaba - pausa - pero tampoco quiere decir que lo he dejado de hacer.
He ahí su falta de sentido. Damián trama algo y yo como curiosa detectivesca que soy lo voy a averiguar aunque tenga que sacrificar mi integridad. Todo sea por la información.
-Acepto.
-Genial. Te aseguro que obtendrás buenos resultados - me dice y me extiende su mano.
Pero mi seguridad vacila en cuánto estrecho su mano, sintiendo como si acabara de hacer un pacto con el diablo."
Y así comienzan a llegar más recuerdos en avalancha, uno tras otro, sin contemplación, como si se tratase de una película que está siendo reproducida a gran velocidad.
Diversas escenas aparecen.
Él y yo charlando, riendo, discutiendo, en silencio, haciendo el amor...
Natalia abrazándome, dándome ánimos y sonriéndome con dulzura.
Zed haciendo chistes y yo riendo.
Logan dando sus consejos mientras mira con cariño a Nat.
Kenndrew luciendo tan seguro y controlado ante toda situación.
Ryan dándome la noticia de que será papá.
Diago y yo chocando en medio de un pasillo...
E infinidad de más escenas llegan a mi mente como piezas de rompecabezas que llegan de nuevo para darle sentido a mi vida.
"Oh, por Dios. Todo este tiempo me han estado engañando" pienso sin poder creérmelo.
Por lo que diez minutos después, sigo sentada en el mismo lugar tratando de analizar todo. La carta resguardada en mi bolsillo.
-Listo guapa, vámonos, no quiero que te arrepientas y me dejes plantada.
Pero al menos hay algo que no necesito analizar en lo absoluto.
Con resentimiento levanto la mirada para observar a la perfecta mentirosa de mi vida; Melanie.
Las punzadas en mi cabeza aun no cesan del todo pero al menos ya son soportables, por lo que no me preocupo de caerme en cuanto me levanto.
-Mira que supieron montar el teatrito perfectamente, he - digo con voz tensa. -Diablos, Melanie ¿quién iba a pensar que eres una mentirosa de primera? Y tan inocente que te ves - ironizo lo último.
Pasmada solo me mira.
Viendo que no dice nada me acerco más a ella. -Eres la peor amiga de este maldito mundo - escupo con desprecio. -Yo confié en ti y mira con lo que me saliste, pero como dicen, uno nunca sabe con quién se junta.
Saliendo de su estupor comienza a negar con la cabeza. -Por favor déjame explicarte...
-¡NO, NO QUIERO QUE ME EXPLIQUES NADA! - exploto.
-Sharon...
-¡CALLATE! No pienso escuchar más engaños de tu parte ¡MALDITA MENTIROSA EGOISTA! - grito sin importarme nada, dejando que la furia y la traición dominen cada célula de mi cuerpo. - ¿Cómo fuiste capaz de mentirme todo este tiempo? ¿CÓMO?
-Yo solo quería ayudarte... - dice de forma vulnerable mientras las lágrimas comienzan a correr por sus mejillas, arruinando su perfecto maquillaje que tanto se esmeró en hacer esta mañana.
Furiosa llevo mi mano a su cara y le suelto una cachetada con todas mis fuerzas, logrando girársela. - ¡¿AYUDARME?! ¡Pero que excusa tan estúpida me estás dando para tan míseros actos que cometiste en contra mía!
Mirándome con pasmo lleva su mano a su mejilla. -Perdóname por favor, yo solo quería lo mejor para ti, era... Era demasiado obvio que él solo te estaba usando...
-¿Y POR ESO DECIDISTE MENTIRME REPECTO A DAMIÁN? - vuelvo a gritar pero al notar como la poca gente que hay en el parque comienza a mirarme con rareza trato de calmarme, inútilmente
-Tanto tus padres como yo creímos que te estábamos salvando de él...
Mis padres, claro, por supuesto que participaron en esta mierda.
Estoy a punto de gritarle unas cuantas cosas más pero de pronto recuerdo algo.
-Damián se va hoy - digo con terror, dándome cuenta por fin de la gravedad del asunto.
-Amiga...
-No me vuelvas a llamar así Melanie, a partir de hoy tú y yo rompemos todo lazo que alguna vez nos unió - le digo con voz tensa, y al ver que va a hablar la interrumpo: -Así que ahórrate tus excusas y mejor dime todo lo que sabes sobre su partida, porque como él ya se haya ido... - pero no me dice nada y solo sigue llorando.
Casada me acerco a ella y tomo su barbilla bruscamente con mi mano derecha. -Cállate de una maldita vez y comienza a hablar porque si no juro que en estos momentos soy capaz de cualquier cosa - le digo en voz baja sin quitar mi mirada de la suya, demostrándole cuan en serio estoy hablando
Mirándome con miedo asiente, la suelto.
-Se supone que hoy se marcha del país a las cinco de la tarde.
-No puede ser, ¿qué hora es? - pregunto con miedo.
-Tal vez las tres y media... - susurra mientras se soba la marca de mis dedos en su piel.
Sin tomarle importancia a su cara llena de dolor saco mi teléfono y reviso la hora.
Cuatro en punto.
Mierda... Mierda... MIERDA
-¿Hacia dónde se dirige?
-Yo... No lo sé.
Mirándola sin humor le digo: - ¿Y se supone que te debo de creer por qué...?
-¡Esta vez es en serio, no sé hacia donde se va! - expresa con desesperación.
No digo nada y solo reviso mi celular en busca de algún contacto conocido pero no encuentro ninguno.
-Borraron hasta sus números... - señalo de manera acusatoria, Melanie solo asiente.
Suspirando guardo mi teléfono y extiendo mi mano hacia ella. -Dame el tuyo, necesito marcarle a Natalia y no me digas que no tienes su número porque las dos sabemos que eso sería una mentira - demando sin importarme mi brusco tono de voz.
Llorando desconsoladamente Melanie saca su teléfono y me lo entrega con sus manos temblorosas.
"Damián, mi amor, por favor no te vayas" ruego mientras apresuradamente busco el número de Natalia.
Afortunadamente no tardo en encontrarlo, sin perder tiempo le marco y comienzo a caminar hacia los taxis.
-¡Sharon, espera, no te lleves mi teléfono! - me grita Mel desde su posición.
Girándome hacia ella le levanto el dedo medio para después seguir mi camino.
-¿Qué quieres? - me pregunta una Natalia enojada.
Suspirando con alivio tomo con más fuerza el teléfono. -Soy yo, la verdadera Sharon - digo en voz baja, sintiendo como mi garganta comienza a apretarse.
-¿Te refieres a que...?
-Ya recuerdo todo y déjame te digo que también estoy muy pero muy molesta contigo, pero ahorita eso no importa, lo que importa es que me digas dónde está Damián en estos momentos - digo en un hilo de voz mientras hablo por medio de señas con el taxista, me subo al carro.
-¿Cómo...?
-Natalia, por favor, ahorita no tengo tiempo para darte explicaciones, necesito que me digas dónde está Damián y hacia dónde va, necesito detenerlo - digo con desesperación.
-Gracias a Dios que ya estás de regreso - susurra con verdadero agradecimiento. -Respecto a Damián... Para estos momentos él ya debería de estar en el aeropuerto, su vuelo es el número 34 en dirección a Noruega, por favor detenlo antes de que sea demasiado tarde - me dice con voz suplicante.
"Dios, dame fuerzas"
-Eso haré, ya verás que sí - estoy a punto de colgar pero su voz me detiene.
-Y Sharon... Lo siento mucho.
-Ya hablaremos - le digo antes de colgar.
ZED
-Necesito ir a un teléfono público.
-Todo se acabó, ya no tiene caso - digo detrás de ella.
Girándose abruptamente hacia mí me mira con asombro. - ¿Tú que haces aquí?
Con desánimo solo me encojo de hombros. -Simplemente pasaba por aquí.
Mirándome con desconfianza niega lentamente con la cabeza. -No te creo.
Sonriendo me acerco a ella y tomó un mechón de su cabello.
"Joder, ya extrañaba tocarlo" medito con nostalgia.
-Eso da igual, total, tú nunca me crees.
Quitando mi mano pincha mi pecho con su dedo. -Ya estarás muy contento con lo que acaba de pasar, ¿no?
-Aunque no lo creas, no. Nunca quise que entre ustedes las cosas acabaran así - le digo con sinceridad ya que a pesar de nuestra difícil situación, jamás me haría feliz su desgracia.
Mirándome con aflicción termina de secar sus lágrimas. -Sí, claro, como no. ¿Entonces dime, qué haces aquí realmente?
-Solo vine a llevarte a casa.
-Si claro... - dice con ironía, pues no me a creído. -Aún así gracias pero no, tengo muchos problemas que resolver, además de que no estoy de humor para lidiar contigo.
Sintiéndome un poco herido asiento, ignorando lo último. -Dale tiempo, no creo que sea buena idea llamar a sus padres aún, eso solo complicaría las cosas.
-Vamos ya, ahórrate tus consejos ¿quieres? De todos modos no tengo teléfono para llamarles - murmura mientras comienza a caminar.
La sigo. -Melanie por favor, hazme caso.
Deteniéndose se gira hacia mí. -Zed, eres el menos indicado para darme consejos, en especial cuando tú y yo sabemos la verdad.
Agotado de lo mismo, le digo con abatimiento: -Si tan solo dejaras de lado los bandos por un minuto todo podría ser tan diferente...
Secando las nuevas lágrimas que salen de sus hermoso ojos me regala una pequeña sonrisa que solo hace que me sienta peor al recordar los buenos momentos que vivimos en algún punto.
-Lo siento pero creo que ya es hora de que entiendas que tú y yo somos enemigos y nunca podremos estar juntos, lo que pasó entre nosotros fue genial pero... Ya no más - con estas últimas palabras se marcha, dejándome solo.
"Mel... Tu orgullo y lealtad hacia una guerra que no es tuya te están destruyendo, y con ello a mí también" pienso con verdadera decepción mientras camino por el lado contrario a ella.
SHARON
Después de media hora el taxi llega al aeropuerto.
Sin perder tiempo entro como Flash y comienzo a buscar su cara entre tantas personas mientras corro al área donde se supone que él debería de estar.
"Más vale prevenir revisando estos lugares también"
Pero me lleno de verdadera desesperación cuando llego al área de su vuelo y no lo encuentro por ningún lado. -No, no, no... - susurro.
-¿Sharon?
De forma rígida me giro lentamente.
Es él.
-Mi amor... - digo con la voz rota mientras siento como las lágrimas se comienzan a acumular en mis ojos. -Por favor perdóname, jamás quise... Jamás me imaginé... - me trabo con mis propias palabras mientras él solo me observa atónito, sin creer lo que está viendo.
-Sharon ¿Cómo...? ¿Cuándo...?
Sonrío al escucharlo. -Hoy, hace media hora aproximadamente, tu carta - sin soportar el tenerlo fuera de mi alcance me acerco a él y lo abrazo mientras aspiro su delicioso aroma.
-¿Mi carta?
Asiento mientras la saco de mi bolsillo y se la enseño. -La que me diste en Tecolutla.
-Oh, morenita... - dice en voz baja mientras ve el sobre en mi mano.
"Por fin estamos juntos" pienso con alegría y a la vez alivio, regresando a abrazarlo.
-Perdóname - repito contra su pecho.
-No tengo nada que perdonarte, nada - susurra sobre mi cabello, causando que miles de escalofríos recorran mi espina dorsal.
-Te extrañé - le digo con sinceridad.
Esperando su "también te extrañé" me alejo un poco de él, admirando su belleza.
-Damián, ya compré las revistas para entretenernos en el viaje y tal y como me pediste también te traje tu dichoso cómic.
Entrañada por la interrupción de la nueva y ya conocida voz, miro detrás de Damián.
Sorprendiéndome de ver que a tan solo unos metros de mí está mi peor pesadilla observando diversas revistas colocadas en su brazo izquierdo.
Verónica.
Si hace tan solo unos momentos me sentía la persona más afortunada del mundo, ahora era todo lo contrario, simplemente me sentía la peor basura.
Al levantar su mirada y chocar con la mía ella deja de hojear las revistas y abre sus ojos de par en par, llenos de asombro.
INSERTE CANCIÓN
Sin entender nada vuelvo a mirar a Damián, el cual se aleja un paso de mí, su semblante siendo frio.
-¿Qué hace ella aquí? - pregunto sin quitar mi mirada de la de él, intentando entender que está pasando, intentando buscar algo más que no sea indiferencia en sus ojos.
-Ella se va conmigo - dice directo y sin compasión.
Oh, sí, mi corazón acaba de hacer crack.
-¿Planeas irte con ella a Noruega? - pregunto contrariada mientras mi rostro se arruga con incredulidad absoluta.
-Sí - vuelve a decir de manera fría.
Ya no hay mariposas en mi estómago, ahora solo hay serpientes comiéndome por dentro.
¿Cómo llegamos a esto justo cuando creí que todo ya se había resuelto?
Vaya vida de mierda.
Tratando de alejar las lágrimas de mis ojos miro hacia arriba. - ¿O sea que planeabas irte con Verónica a otro país mientras yo estaba pasando por un infierno, tratando de recordarte? - pregunto con el corazón en un puño, mis cuerdas vocales fallando al decir lo último, saliendo como un quejido.
Lo vuelvo a encarar pero nada en él ha cambiado, sigue mirándome con indiferencia.
¿Cómo es posible que tenga esa actitud?
-Creo que es demasiada obvia la respuesta - dice con calma, como si no estuviera matándome en ese momento con sus palabras tan hirientes.
Sin soportar más la angustia que está lastimando mi pecho le digo:
- ¿Esta era tu manera de liberarte de mí, la pobre desmemoriada? - lanzo con enojo, dejándome llevar por el dolor.
Por un momento, solo por un minúsculo momento creo ver un rastro de dolor en su mirada pero este desaparece tan rápido que parece que lo imaginé.
-No digas eso, joder, las cosas no son así - dice con frustración. -Jamás quise que esto pasara, ¿vale? Es solo que... - duda antes de agregar: - No lo entenderías.
Riéndome de forma histérica sacudo las lágrimas que corren por mi cara. -¿Qué no lo entendería? Bueno ¿pero quién te crees tú para decirme que puedo y que no entender?
-No me creo nadie pero es que tú en verdad nunca entenderías mis razones - dice con cansancio, evitando mirarme. -Además de que si te las dijera solo causaría peores cosas.
-Oh, pero sí habló don comprensión... - digo en un débil intento de sarcasmo. -Pero vamos, explícame tus razones y comprobemos si tu estúpida teoría es cierta o no - lo desafío mientras me cruzo de brazos y lo observo con profundo odio.
Pero él solo niega con la cabeza mientras se pasa una mano por el cabello. -Creo que lo mejor será ya irme.
-No, tú no te vas de aquí hasta que me expliques qué mierda está pasando contigo porque en serio que me estoy volviendo loca en estos momentos - le digo con verdadero dolor, dejando caer mi fuerza. -Por Dios Damián, ¿Cómo es que si hace tan solo más de un mes me hiciste la mujer más feliz del mundo ahora me estés haciendo la más miserable?
No responde y solo sigue con la mirada el camino de mis lágrimas.
-REPONDEME POR UNA MIERDA - exijo.
-Simplemente es lo mejor.
-¿Para quién es lo mejor, para ti o para mí? - le pregunto con amargura.
Mirándome de forma preocupada me dice:
-Estás muy alterada, necesitas calmarte, acabas de recobrar la memoria y el ponerte así solo puede dañarte.
Para estos momentos el dolor que siento dentro de mí es tan inmenso que ni siquiera noto como mi cabeza ha comenzado a doler nuevo, al menos no hasta que él lo dice.
-Deja de actuar así, deja de aparentar preocupación por mí cuando me estas rompiendo en mil pedazos una y otra y otra vez con cada palabra que dices - digo con sufrimiento. -Duele, ¿sabes? Duele mucho.
Ante mis palabras da un paso en mi dirección pero yo me alejo. - ¿Así es como me demuestras tu amor? ¿Alejándote de mi lado con otra? -susurro en un hilo de voz.
Apretando la mandíbula mira un punto detrás de mí. - ¿Quién dijo que yo te amo? Porque que yo recuerde nunca te he dicho eso.
Esas palabras... Esas simples palabras logran romperme por fin. Si en algún momento tuve la esperanza de ser feliz a su lado, esas palabras tiraron todo a la basura.
No grité, no le reclamé, no nada, simplemente dejé que mi corazón se rompiera por completo.
Alejándome un paso solo le observo con profundo odio. -Tienes razón, si estoy echa una mierda en estos momentos es solo por mi culpa, por creer que en algún momento me llegaste a amar tanto como yo lo hice contigo.
Dándose cuenta por fin del impacto tan horrible que está causando su actitud en mí vuelve a intentar acercarse y tomarme de las manos pero yo me las sacudo y solo le lanzo la carta a sus pies.
-No sabes cuánto deseo en estos momentos jamás haberte recordado. De haber sabido que eras una porquería de persona jamás me hubiera esforzado por saber más. - suelto con rencor, buscando dañarlo aunque sea solo un poco con mis palabras pues quiero que sienta al menos un pedazo de lo que yo estoy sintiendo en este momento, y su cara llena de horror me confirma que lo logré. -Hubiera preferido mantenerte en el maldito olvido.
-No digas eso por favor...
-Que sean muy felices en ese país - le interrumpo, harta de escucharlo. -Les deseo lo mejor, total, los dos están hechos el uno para el otro. - digo de forma seca mientras taladro su mirada llena de dolor con la mía.
》 -Eso sí, recuerda esto Damián; una vez que te montes en ese avión con ella, una vez que te largues de aquí olvídate de mí y de mi existencia, porque después de esto no te quiero volver a ver en mi vida. Me has perdido y esta vez es para siempre - finalizo antes de darme media vuelta y comenzar a caminar hacia la salida.
Sí, quise y desee con toda mi alma que él corriera hacia mí y me tomara de la cintura mientras me decía que todo había sido una broma de mal gusto y que me amaba, para después besarme frente a todo el mundo. Tal y como había visto que hacían los protagonistas en miles de películas románticas.
Pero ese momento nunca llegó, él jamás corrió hacia mí ni me dijo que me amaba y tampoco me besó. Pero eso era lo normal, ¿no? Al final de cuentas esto era la vida real y eso no pasaba en este mundo, o por lo menos no en mi historia.
Por lo que simplemente salí del aeropuerto sintiéndome humillada, usada, dolida y traicionada de mil maneras mientras las lágrimas seguían bajando por mi cara y yo hipaba como una niña chiquita.
DÁMIAN
"Espero que algún día puedas perdonarme" pienso con profundo dolor mientras la observo marcharse.
***
Aclaro que ESTE NO ES EL FINAL del libro, aún falta sufrir un poco más muajajaja🙊
Eso si, solo diré que el poner ese titulo en el capítulo no fue al azar... Ojo ahí.
Ahora sí díganme
🌹¿Qué tal les pareció el capítulo?
¿Les gustó?
¿Qué creen que pasará?🌹
Ah, Damián es todo un lío, ¿no lo creen? 👀
¿Acaso fue justo lo que hizo?
Y Sharon... Vaya que la pasó mal😔
¿Qué hacía Zed ahí?
Ya para finalizar solo les quiero decir que:
LAS (O) AMO MUUUUUCHOOOO
Y QUE ESTOY INFINITAMENTE AGRADECIDA CON USTEDES MIS AMORES HERMOSOS❤
EN VERDAD MUCHAS GRACIAS POR ESTAR AQUÍ AYUDANDOME A CUMPLIR MI SUEÑO CON SUS VISTAS, VOTOS Y/O COMENTARIOS, NO SABEN CUANTO LO APRECIO DE CORAZÓN 🥺❤
También quiero darle la bienvenida a todas las nuevas personitas que han llegado hasta aquí🙊. Ya tienen mi amor🌹
P.D: Siendo sincera si sentí feo escribiendo este capitulo pero me gustó el resultado, creo quee valió la pena mi esfuerzo jeje.
P.D 2: Aquí les dejo mi INSTAGRAM donde podrán encontrar imagenes de más o menos como me imagino a los personajes, cuando subiré capítulo y adelantos de estos mismos.
nadhi_love2468
Se despide con amor:
Yo😂
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro