CAPITULO 50☠
DAMIÁN
Semana 1
Ella duerme.
Yo he capturado un resfriado pero ni siquiera eso ha evitado que venga al hospital por información.
Semana 2
Ella sigue durmiendo, igual que la última vez que la visité.
Ryan y Diago están aquí, eso me alegra.
Semana 3
Sigue sin reaccionar.
Mi corazón duele por ella.
Semana 4
Estoy muerto en vida, todo fue mi culpa.
Semana 5
Ella aún no está lista para despertar pero pronto lo hará, confío en que así será.
Semana 6
Ocurre.
Estoy en mi refugio tomando tequila mientras analizo unos documentos que sé que serán importantes dentro de un futuro, cuando de pronto mi teléfono repica con una llamada.
Es Zed. No dudo ni un segundo en contestar.
-Ella despertó – dice sin rodeos.
En ese momento juro que sentí como la vida regresó a mí, por fin sentí que todo estaba mejor.
-Voy para allá – digo en un susurro y cuelgo.
Sin importarme nada salgo de la cabaña y conduzco hasta el Hospital.
"Ella está bien, mi morenita está de vuelta" pienso mientras una capa de alivio se instala en todo mi ser.
Sé que prometí desaparecer de su vida en cuando ella despertara y yo comprobara que estuviera bien pero en estos momentos eso me importa una mierda, lo que quiero es ir y abrazarla muy fuerte, quiero sentir su calidez, quiero escuchar su voz, quiero volver a ver sus hermosos ojos.
Simplemente necesito tenerla a mi lado así sea solo por unos minutos.
Pero nada me preparó para lo que se venía.
En cuanto llego al hospital me apresuro a buscar su habitación.
-Damián, espera – me llama Natalia, su voz viniendo detrás de mí.
-Ella despertó Nat, ella regresó con nosotros – le contesto con entusiasmo mientras le echo una rápida mirada sobre el hombro.
-Damián, escúchanos por favor – habla Zed.
Ignorándolos sigo mi camino, lo único importante es verla despierta.
-Damián, maldita sea tenemos que decirte algo – dice Logan con voz autoritaria.
Habitación B, perfecto.
Sin importarme las réplicas de mis amigos abro la puerta y entro al cuarto.
"Ella está despierta, joder, ella ha despertado" repito con emoción en cuanto la veo en su cama hablando con...
Melanie.
Trago grueso pues ella sabe que no debo actuar como un loco enamorado con Sharon, y eso lo confirmo cuando me lanza una mirada llena de veneno.
A la mierda todo.
Pero no digo nada ya que Sharon se gira hacia mí y mi mundo se detiene.
El golpe llega duro y sin anestesia.
-¿Quién eres? – pregunta Sharon con curiosidad en mi dirección.
Desconcertado no me muevo.
-Yo... - ni siquiera puedo formular una frase coherente, pues de pronto siento como me falla la voz. Dirijo mi mirada a Melanie pero ella simplemente me evita.
-Disculpa, ¿estás perdido? – vuelve a preguntar Sharon, su voz sonando distante y a la vez preocupada.
Nunca, jamás, ni en mis peores sueños creí que una simple pregunta me destruiría, tal y como lo hizo esa última.
No contesto, simplemente me quedo ahí, paralizado, intentando analizar su rostro en busca de alguna pista que me diga que está jugando conmigo, pero no hay nada, tanto sus ojos como su rostro en general están inundados de confusión absoluta.
Vuelvo a intentarlo. -Sharon, ¿es esto una broma?
Confundida lleva su mirada a su amiga pero esta solo se centra en recoger varios utensilios colocados en una mesa.
-He... ¿No? – me dice de vuelta, mirándome ahora con desconfianza.
-¿A caso no me... - me interrumpo, cada palabra sale como un cuchillo afilado el cual lastima mi garganta. – ¿A caso no me recuerdas?
-¿Debería? – intenta orientarse pero niega ligeramente con la cabeza sin dejar de mirarme como un corderillo pequeño. –Yo... Te me haces conocido pero no te ubico del todo, creo que...
-Damián – la interrumpe Melanie.
Dejo de mirar a Sharon y me centro en su amiga, esta última me lanza una mirada que entiendo a la perfección.
-Ahorita regreso, linda, descansa por favor que solo han pasado unas horas desde que despertaste.
Soltando un bufido Sharon sonríe ligeramente.
Mierda, cuanto extrañé ver su sonrisa...
-Mel, creo que he descansado lo suficiente.
Regresándole la sonrisa Melanie me pasa, saliendo del cuarto.
Dirigiéndole una última mirada llena de cariño y a la vez miedo, dejo a una perpleja Sharon en su habitación.
De inmediato nos reciben Logan, Zed y Natalia.
Yo aún sin salir de mi estupor me dejo caer en una de las sillas de la sala de espera.
-Damián... - lo intenta Zed pero levanto mi mano en su dirección, deteniéndolo.
-Ella me ha olvidado – susurro más para mí que para ellos.
-Voy por el médico – nos avisa Melanie.
-Te acompaño – dice Zed pero ella lo detiene con un frio: -No.
Soldado caído.
-No solo a ti, también a nosotros – me dice Natalia, sonando triste.
Saliendo de mi aturdimiento la miro confundido. – ¿Qué?
Acercándose a mi lado Natalia comienza a sobar mi espalda de arriba hacia abajo. –Antes de que llegaras los tres decidimos visitarla – dice con la vista perdida en el suelo. –Pero cuando entramos ella simplemente nos miró con rareza, como...
-Como si fueran simples extraños entrando a su cuarto – término por ella.
Los tres asienten.
No digo nada más pues una nueva voz nos saluda. –Buenas tardes, soy el médico Luis, soy quien está al cuidado de la señorita Sharon.
–Doctor – lo saludo, de inmediato los demás me siguen.
-Aquí la señorita Salvatore me ha comentado lo que está pasando y vengo a aclarar sus dudas
-Hable por favor – le pido al médico mientras me levanto. –Explíquenos porqué mierda ella está actuando de esta manera.
-Joven Montero, ella no está actuando como usted dice...
Cerrando los ojos asiento. –Lo sé, solo explíquenos que está pasando.
-Como todos saben ella cayó en coma debido al traumatismo cerebral – vuelvo a asentir, intentando no perder el control y comenzar a golpear todo.
-Bien, al caer en estado de coma había una ligera posibilidad de que ella al despertar perdiera ciertos recuerdos de eventos y personas.
-¿Qué? – digo incrédulo. – ¿Y hasta ahora nos lo dice? – ironizo, sé que estoy siendo un cretino pero no puedo evitarlo, no cuando al parecer ella me ha olvidado.
Mirándome con severidad dice: -Lo mencioné el día que di los detalles de su estado pero usted ya no se quedó para escuchar esa información.
Apenado le digo: -Le pido una disculpa por mi abrupto comportamiento.
-No se preocupe, entiendo perfectamente que esto está siendo duro para todos ustedes.
-Así es.
Él continúa. -Todo indica que lo sucedido la afectó de sobre manera, tal vez fue la situación o por los impactos que recibió, aun no lo sabemos con exactitud, pero lo que sí sabemos es que su cerebro recibió todo de manera muy repentina por lo que para protegerse de esos ataques de información este bloqueó tanto el suceso que la dañó como las personas involucradas en la escena.
No, imposible, ¿cómo me va a olvidar?
-Pero si nosotros no estábamos ahí, ¿cómo es que tampoco nos recuerda, al menos no con certeza? – pregunta Natalia con inquietud.
-Sinceramente no lo sé ya que cada cuerpo y sistema es diferente, pero todo indica que fue a raíz de que ustedes están relacionados con el joven Damián, que como sabemos ella no recuerda en absoluto.
Desesperado sacudo mi cabello con una mano. – ¿Pero cómo diablos nos va a olvidar así de la noche a la mañana? – exteriorizo mi frustración.
-No ha sido de la noche a la mañana, recuerde que ella ha estado en coma un mes y medio, otro aspecto que afecta también la memoria.
-Doctor, pero entonces esos eventos que vivió con ellos... ¿Dónde quedan? – pregunta Melanie, su cara demostrando la confusión que todos sentimos en ese momento.
Suspirando el médico niega con la cabeza. –O son espacios en blanco o simplemente están siendo omitidos, su mente evitándolos y poniendo solo aquello que no está relacionado con ellos o con lo sucedido.
Aturdido comienzo a masajear mis sienes. – ¿Acaso me está diciendo que ella jamás va a recuperar la memoria? – pregunto con voz tensa.
Mirándome con empatía vuelve a negar con la cabeza. –No, yo no he dicho eso. Pero en estos momentos no puedo darles una respuesta certera, ya que aún tenemos que hacerle varios estudios.
No digo nada.
-Pero lo que sí sé es que si todo sale como espero en los análisis, cabe la posibilidad de que con el tiempo y con ayuda de todos ustedes a quienes ha olvidado ella podrá recuperar esos recuerdos, solo sería cuestión de tiempo – finaliza.
Dándole las gracias y pidiéndole que cualquier nueva información se nos notifique, él se va.
Vuelvo a dejarme caer en el asiento, sintiendo como el ambiente de pronto se torna pesado.
-Yo... Creo que lo mejor es que ella no los recuerde – dice Melanie con cautela después de unos momentos en silencio.
-¿Qué? – gruño mientras llevo mi mirada a ella.
Sin inmutarse por mi tono se encoge de hombros. –Creo que suficiente daño ya le has causado como para que quieras que ella te recuerde.
Sintiendo como el enojo comienza a inundar mis venas me levanto lentamente sin quitar ni un segundo mi mirada de la susodicha, la cual se encuentra parada a escasos metros de mí.
-Estás loca si crees que voy a permitir que le laven el cerebro.
Sonriendo con los labios apretados baja la mirada al suelo. –Damián, esto ya no se trata de mí o de ti, sino de ella y su estabilidad – suspira. –O dime, ¿qué importancia tendría que te recuerde? Si al final de cuentas tú te vas a largar del país y la vas a abandonar.
Ante esta declaración tanto los chicos como Natalia me miran escépticos. Sí, no les dije nada sobre irme del país, ni mucho menos de las amenazas de George, solo les conté lo básico.
-Tú prometiste largarte, así que te pido de favor que la dejes en paz, ya nosotros nos encargaremos de llenar los recuerdos faltantes.
Soltando una carcajada sin humor la miro con burla. –Pero es que tú estás demente, ¿acaso crees que solo es cuestión de querer llenar el vacío con lo que sea y ya está? En serio me sorprendes Salvatore, por un momento creí que eras inteligente, pero ya veo que no.
Apretando sus puños me mira ceñuda. –No te pases de la raya Montero...
Furioso me acerco a ella. –No, tú no te pases.
-¿Y qué piensas hacer cuando ella por SI sola comience a recobrar los recuerdos perdidos? – pregunta Logan, colocándose a mi lado, luciendo incrédulo igual que yo.
Comenzando a sentirse incomoda da un paso atrás. –El médico dijo que para que eso pasara se le tenía que ayudar, y si ustedes desaparecen entonces no veo la necesidad de...
-¿Y la escuela? – agrega Natalia. –Ella nos verá ahí sí o sí porque ni creas que vamos a dejar la escuela solo porque tú quieras eso – suelta una risa seca. –Simplemente es estúpido lo que estás proponiendo, recuerda que tarde que temprano todo sale a la luz...
-Melanie, por favor no hagas esto, no nos pidas eso – susurra Zed, sorprendiéndonos. – ¿A caso no te das cuenta de lo que le estarías haciendo a tu amiga? ¿No ves que le estarías arrebatando casi un año de su vida? ¡¿Es que no entiendes la gravedad de lo que estás diciendo?! – dice exaltado.
Sorprendido observo a mi amigo, realmente no creí que se metería en esta discusión más que nada por su rara pero real relación que mantenía con ella, pero ya veo que no.
"Joder cuanto lo aprecio"
-Cállate Zed, que el menos indicado para hablar aquí eres tú.
Pero ni siquiera me da tiempo de seguir replicando cuando mi teléfono suena en alerta de un mensaje.
Intentando calmarme sacó mi celular mientras los chicos discuten con la Salvatore.
Es de George, de inmediato me tenso.
Tres semanas es todo
el tiempo que tienes a
partir de ahora,
y no, no es caridad el
tiempo que te estoy dando,
sino que te necesito aquí
para unos negocios.
Él ya lo sabe.
Alterado por su mensaje hablo de nuevo, dándome cuenta que esta discusión ya no tiene caso: -Ella tiene razón, es lo mejor.
Silencio total.
-¿Pero qué estás diciendo? – me pregunta Natalia, perpleja.
Sin querer ver a mis amigos me centro en los ojos azules de la Salvatore. –Yo le dije a los padres de Sharon que si me dejaban estar en el hospital a lado de su hija yo me iría del país en cuanto ella estuviera consiente y bien. Ellos han cumplido su parte del trato así que ahora yo debo cumplir la mía – digo con voz monótona mientras las palabras de George se repiten en mi mente.
"Ah, tampoco se te vaya a ocurrir alguna locura porque si lo haces te juro que te vas a arrepentir. De ti dependen muchas vidas, porque si caigo yo, caes tú, y por ende todos los que amas"
Sintiéndome incapaz de seguir soportando las miradas incrédulas de mis amigos, la mirada de asombro de Melanie y el rechazo de Sharon de hace tan solo un momento, simplemente me doy media vuelta y abandono el lugar, sintiendo como si una parte de mí estuviera siendo dejada atrás con Sharon.
A veces el amor no lo puede todo y ese día yo lo entendí, porque no valía la pena luchar por algo que desde el inicio estuvo destinado a no ser, no cuando cientos de familias dependían de mi decisión, no cuando la vida de mis amigos estaba en riesgo, no cuando ELLA estaba en peligro.
Por eso cuando me dijeron que le habían dado el alta, dos días después de mi encuentro con ella, no fui a buscarla, ni siquiera intenté contactarla y solo me dediqué a beber alcohol como loco, al menos así aliviaba el dolor que me estaba consumiendo lentamente por dentro.
"Esto es lo mejor para ti, así podrás seguir adelante sin el recuerdo del infeliz que te ha hecho daño" pienso con tortura antes de eliminar su nombre de mi lista de contactos.
A veces solo es cuestión de detenerse cuando aún se está a tiempo de causar cosas peores.
O al menos eso creí.
SHARON
-¿Entonces cuando hablamos de tener un caso de glucosa baja estamos hablando de...? - me pregunta Melanie pero no le contesto. Al darse cuenta de que de nuevo no le estoy prestando atención, me dice: –Sharon, ¿qué pasa? Desde que iniciamos has estado muy distraída, aunque claro, es normal por lo que nos dijo el médico.
Ignorando su tono preocupado dejo mi lápiz a un lado y me levanto de la cama. –No es nada, es solo que... No sé, no puedo dejar de pensar en el chico del hospital – digo con sinceridad. –Desde ese día no lo he vuelto a ver, sin embargo no puedo sacar su rostro de mi cabeza – digo detenidamente mientras me acerco a mí ventana, viendo hacia el exterior.
Sé que el doctor dijo que era normal que después de todo lo que me pasó se me dificultara concentrarme e incluso recordar ciertas cosas que me dijeran, pero hasta ahora eso no ha pasado ya que recuerdo todo con detalle, lo que me inquieta es no recordar ciertas cosas de mi pasado, cosas que a veces vienen a mis sueños pero que al despertarme desaparecen, dejándome un mal sabor de boca.
-Pero que locuras dices, mejor volvamos a tus trabajos que tanto insististe en repasar.
Girándome hacia ella hago una mueca de disgusto y me vuelvo a subir a la cama, pero no hago nada por tomar el lápiz. –Melanie.
-¿Mh?
-¿Estás segura de que no conozco al chico? Parecía muy alegre de verme ese día en el hospital... Igual que las otras tres personas que llagaron antes, no sé... Se me hacen conocidos de algún lugar.
Tensándose Mel niega moviendo su lápiz en mi dirección. –Ya te dije que no les conoces de cerca, simplemente ellos van a la misma escuela que nosotras, supongo que de ahí los llegas a reconocer, pero nada más, ¿ok? – dice rápidamente, sonando esquiva.
Extrañada por su actitud la observo un rato, notando como lee el libro que tiene en sus manos con nerviosismo.
¿Por qué está así? Pero no lo pienso mucho ya que mi mamá nos sube unos bocadillos, y perdón pero comida es comida.
-Me alegra saber que te preocupa la escuela hija pero tampoco debes de esforzarte tanto, acabas de salir del hospital – me riñe mi mamá mientras se sienta con nosotras en la cama.
Encogiéndome de hombros tomo un pan de la charola y lo sumerjo en mi chocolate caliente.
-No hay tiempo para eso cuando ya flojonie más de un mes – digo con indiferencia.
Mirándome con ternura toma uno de mis mechones de cabello y lo coloca detrás de mí oreja. –Mi niña, siempre tan estudiosa.
Sonrío pero casi de inmediato dejo de hacerlo, lista para soltar la pregunta que tanto he querido hacer pero que he evitado a toda costa.
-Mamá... Mel – digo con seriedad, llamando la atención de ambas, quisiera que mi papá estuviera aquí también pero él tuvo que irse hace un día a Guadalajara.
-¿Sí? – pregunta Mel, sonando distraída.
Me relamo los labios, nerviosa. Miro primero los ojos cafés de mi mamá y luego miro los de Mel. –Por favor díganme qué es lo que me pasó, díganme qué me llevó a ese hospital. Estoy lista para que me cuenten todo – digo con voz serena pero segura.
Creo que ya es hora de afrontar el por qué no recuerdo muchas cosas, creo que ya es hora de la verdad.
****
Holi, holi mis amores 🥰
Esto se está poniendo intenso jajaja pero nada se compara con lo que viene😉
Cuidense mucho, nos vemos pronto❤
Se despide con amor:
Yo😂
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro