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CAPITULO 47💔

DAMIÁN

Sin perder tiempo me bajo del coche y me dirijo a la oficina de George.

-Te está esperando - me ataja uno de nuestros hombres.

-¿Para?

-Quiere informes en este mismo momento - dice antes de irse por donde vino.

Perfecto.

Al llegar a su puerta toco repetidas veces.

-Adelante.

-George - lo saludo en cuanto entro y tomo asiento frente a él.

-Veo que has aprendido a ser educado - me responde, pero no me mira sino por el contrario observa a través del ventanal que hay tras su escritorio, un vaso de Whiskey reposando en su mano.

-Sí, bueno, las cosas cambian - le digo con sorna.

-Me imagino - dice sonriendo mientras deja de ver a través de la ventana y me presta atención. -Supongo que ya sabes por qué te solicité, pero antes de entrar en ese tema me gustaría saber qué haces aquí tan rápido puesto que no creo que tengas un avión para llegar.

Al ver mi cara de reproche, aclara. -No te tomes a mal mi comentario, lo que pasa es que se me informó que no estabas aquí sino en Veracruz con la Middleton - me dice con calma, excepto al llegar a la última palabra pues esta es mencionada con desprecio, me tenso.

-Estás en lo correcto, yo ya venía a verte - carraspeo. -Necesito hablar contigo de cierta decisión que tomé.

-Ya veo - dice sin mirarme, centrando solo su atención en el vaso que está en su mano. -Habla.

Tomando una respiración profunda le digo lo que ya llevaba semanas meditando, listo para las consecuencias. -Ya no voy a seguir con el plan.

Sorprendido deja su vaso en su escritorio y se centra en mí. - ¿Qué?

-Lo que escuchaste George, ya no quiero seguir en esto, ya no me voy a prestar más a este juego, al menos no con ella - le digo con voz plana, sin querer que note mi nerviosismo. Sí, es mi tío pero este ser hace temblar a más de uno, y juro que si yo no supiera ser tan inexpresivo en estos momentos estaría temblando como una maldita hoja.

-Oh, entiendo, entiendo... - dice riendo. Confundido frunzo el ceño y lo observo atentamente.

-¿Qué cosa?

-Está bien tu decisión pero debes de entender que ese es un pez muy gordo para ti - dice sonriendo.

-No te estoy entendiendo, George ¿De qué demonios estás hablando?

-Ese vocabulario niño - me riñe antes de contestar. -Pues de que ya no quieres matar a esa niña sino a sus padres.

-¿Qué? - pregunto atónito "Matar a sus padres en lugar de a ella..." lo medito. "Sería como vengarme directamente y sin desaparecerla a ella... No, eso sería como matarla en vida" me recuerdo mientras imágenes de ella llorando hoy llegan a mí.

-No, George, no me estás entendiendo - digo antes de levantarme y dirigirme al mini bar, necesito un trago. -No pienso tocar a esa familia, la venganza queda anulada.

Furioso George me señala con su dedo, todo rastro de sonrisa despareciendo. -Estúpido mocoso ¿pero qué blasfemias estás escupiendo?

-No es ninguna blasfemia tío, simplemente te estoy informando mi decisión...

-¡¿Y CON QUÉ MÍSERO DERECHO HAS DECIDIDO TOMAR ESA DECISIÓN?! - me interrumpe mientras grita con enojo.

-Con el derecho de que veo innecesario seguir llevando a cabo esto - le intento explicar. La botella de Whiskey olvidada frente a mí.

-No puedo creer que en serio vayas a deshonrar a tus padres - suelta con asco mientras avienta su propia bebida al suelo, el vaso asiéndose añicos.

Doy un paso atrás, sintiendo como si me hubieran dado un golpe en el estómago. -Yo no... Yo no...

-Claro que sí lo estás haciendo, ¿tanto te importa esa chica como para dejar atrás la memoria de tus padres?

Enojado me acerco a George. -No digas estupideces, juré poner nuestros apellidos en alto y eso haré, seremos los mejores en este mundo, superando incluso a los Middleton - digo con determinación mientras siento como mi furia va creciendo en mis venas. -Pero no matando a la chica o a sus padres.

Riendo George se deja caer en su silla. -Está bien niño necio, ve y corre a los brazos de tu chica - dice con desprecio. -Pero recuerda esto Damián, has insultado a tus padres y a mí, y eso no te lo voy a perdonar.

-No necesito tu perdón - digo antes de abandonar la oficina, la amenaza siguiéndome hasta que salgo de la mansión.

SHARON

-¿Dónde demonios estuviste todo este fin de semana? - me reclama una voz furiosa detrás de mí.

Suspirando y lista para una confrontación me giro en dirección a mi mejor amiga. -Mel...

-¿Y qué es esa mierda de "salí de viaje para darme un descanso"? - me reprocha antes de botar su mochila en la entrada de mi casa y hacer comillas imaginarias.

Si hay algo a lo que le tengo miedo, es a una Melanie furiosa y sé que en cuanto le diga todo ella me odiará.

Nerviosa comienzo a juguetear con mis dedos frente mí. -Mel...

-Sharon.

-Yo... Sé que te vas a enfadar mucho conmigo pero por favor - le ruego, poniendo mis manos juntas frente a mí en forma de súplica -. Te pido que me entiendas.

-Sharon, sea lo que sea que esté pasado puedes confiar en mí - me dice mirándome con comprensión antes de llevar su vista detrás de mí y endurecer la mirada. - ¿Tú qué haces aquí? - escupe con irritación.

Ay, no...

-Primero que nada buenos días, Melanie - dice con burla la voz masculina de Damián. -En segunda, vine por mi novia para llevarla a la escuela.

Y con esto todo se vino abajo.

Con sorpresa y odio Mel deja de ver a Damián para mirarme a mí. -¿Qué?

-Mel, regresé con Damián - susurro antes de bajar la mirada a mis pies, avergonzada. "Bueno, al menos creo que regresé con él" pienso mientras proceso la palabra "novia" que acaba de decir Damián.

Dios quiera que esta vez sí funcione...

-¿Estás de coña verdad? ¿Regresaste con el imbécil que te fue infiel? Y no solo eso, sino que se acostó con la mujer que tanto te odia. - regresando mi atención a ella intento acercarme pero se aleja soltando una risa sin humor. -Dios pero que estúpida eres.

Ante esas palabras me detengo, sintiéndome herida por sus palabras. -Mel...

-Melanie, no necesitas ser tan...

-¿Tan qué, Damián? - se dirige a él con desdén. -. Sabía que te aprovecharías de su corazón tan noble que tiene. - niega con la cabeza. -Por eso siempre traté de persuadirla de dejarte cuando te accidentaste, siempre le dije que tu tío se encargaría de que te cuidaran pero ella se negaba, sabía que era un error dejarla contigo, y sí, al final lo fue.

-Y tú - regresa a mí. -Olvídate que alguna vez fuimos amigas, jamás en la vida creí que fueras a caer tan bajo - dice mientras sus ojos deslumbran furia y a la vez lástima. -Y menos con él.

Antes de que pueda decir nada toma su mochila del piso y se va.

Sin soportar más el nudo en mi garganta dejo que las lágrimas salgan silenciosamente mientras la veo subirse a su auto e irse.

-¿Estás bien? - me pregunta Damián antes de abrazarme.

-No... No me esperaba que ella dijera eso... Yo... Ella... - digo sin creerme lo que acaba de pasar.

-Lo sé, lo siento, todo esto fue mi culpa - dice Damián con arrepentimiento. -Tal vez tiene razón y debí de dejarte en paz.

Negando con la cabeza me separo de él y solo tomo mi mochila. -Vamos o sino llegaremos tarde - le digo a Damián mientras intento regalarle una sonrisa, él también sonríe sin embargo su mirada no lo hace.

Jamás en mi vida había discutido así con Mel, siempre eran pequeñas peleas tontas como la vez que le pinté la cara a su muñeca favorita por accidente o cuando le hice una broma y una goma de mascar terminó en su cabello. Claro que se enfadó muchísimo esas veces pero siempre lo solucionábamos y nunca nos decíamos cosas tan hirientes como las de hoy.

Con el corazón en un puño cierro los ojos mientras me recargo en la ventana del auto.

-No te preocupes mi morenita, ya verás que esto se solucionará - me dice Damián desde su asiento.

"Eso es lo que más deseo" pienso con tristeza.

CUATRO DÍAS DESPÚES

-Hermosa - susurra Damián detrás de mí.

-¿Sí? - contesto después de recargarme en su pecho para ver la película.

Han pasado cuatro días desde mi discusión con Mel, es viernes y no hemos hablado, no porque yo no quiera ya que he perseguido a Mel y me he intentado acercar a ella tantas veces pero ella en serio me está evitando, en cuanto me ve ella desaparece. Realmente ya no sé qué hacer, la he llamado, le he mandado mensajes y nada... Absolutamente nada. Mentiría si dijera que me siento bien.

Hoy después de clases Damián y yo decidimos vernos en mi casa ya que al parecer Diago está dispuesto a llenar el lugar de Mel, no me ha dejado sola ni en sol ni en sombra durante estos días, cosa que le molestó a Damián pero que he logrado convencerlo para no causar problemas y dejar en paz a Diago. Este último parece que se dio cuenta de mi pelea con Mel, sin embargo no ha comentado nada, cosa que silenciosamente le agradezco.

-Me preguntaba si te gustaría ir conmigo mañana al teatro, va a estar un especial del cascanueces y como sé que te encanta...

Emocionada y sorprendida me giro para verlo cara a cara. - ¿Hablas en serio?

Sonriendo con chulería niega con la cabeza, enfadada le doy un golpe en su brazo.

-¡Oye! - me reclama mientras se ríe.

-Tonto - le digo enfurruñada.

-Perdón, hermosa. - me dice mientras agarra mis cachetes entre sus manos. -No es cierto, por supuesto que sí hablo en serio.

-Mmmh - me quejo en lo que quito sus manos de mi cara.

-Vamos ¿sí? - me dice, poniendo cara de borreguito a medio morir.

Girando los ojos me cruzo de brazos pero luego sonrío y le doy un beso. -Está bien, vamos.

-Muy bien, entonces ahora veamos la película.

Feliz por su invitación a una cita, lo beso. Por fin será una cita de una simple pareja de novios que desean pasarla bien un rato viendo una obra de teatro.

-Mh, Sharon, si me sigues besando jamás veremos la película - susurra contra mis labios mientras enreda su mano en mi cabello.

Indecisa me muerdo el labio antes de que él me suelte, liberándome.

-Sharon, no me mires así - me dice con voz ronca, sorprendida observo como sus pupilas se expanden más.

-¿Estás excitándote? - le pregunto, una sonrisa coqueta deslizándose por mi cara.

-Oh, joder, adoro que me hables así - me dice con satisfacción y para reafirmar sus palabras lleva sus manos a mi trasero. Contenta por su reacción estrello mis labios con los suyos, saboreándolo mientras él masajea mi trasero.

Sintiendo como el calor comienza a aumentar en mi entre pierna decido subirme bien a Damián, quedando a horcajadas sobre él, mi entre pierna sobre la suya. Sorprendida por la dureza debajo de mí suelto un pequeño gemido.

-Sí, definitivamente estás excitado - le digo con satisfacción mientras comienzo a moverme encima de él, solo mi pantie y su pantalón separándonos de estar piel con piel pues llevo puesto un lindo vestido corto.

-Oh, Dios que bien se siente - gimo al sentir el rose de nuestras partes íntimas.

-Sharon... - susurra mientras lleva sus manos a mis caderas, aumentando la fricción pero yo niego con la cabeza y llevo mis manos a su cierre, con cuidado bajo la cremallera mientras Damián me come con la mirada.

-Te ves tan malditamente sexy así - gruñe al sentir mis manos en su miembro por encima del bóxer.

-Lo sé, cariño, lo sé - le digo sonriendo.

Diablos, ¿a dónde se fue mi versión tímida?

Sin pronunciar palabra lo ayudo a quitarse el pantalón y el bóxer. Damián intenta colocarme debajo de él en la cama pero yo lo vuelvo a empujar hacia abajo.

Mirándolo a los ojos me vuelvo a colocar encima de su miembro, gimiendo en el proceso. -Está vez yo mando aquí - le digo sin quitar mi mirada de él, cuando creo que va a reclamar me muevo encima de él, llevándonos a ambos a cerrar los ojos ante el placer, sin soportar más el calor me quito mi vestido por encima de mi cabeza, quedando solo en ropa interior ante él.

-¿Te gusta lo que ves? - le pregunto antes de llevar mis manos a su pecho. Cerrando los ojos Damián vuelve a tomar mis caderas, moviéndome.

-Deja de jugar conmigo Sharon o te juro qué... - no termina de hablar pues llevo mis labios a su pecho, dejando ligeros besos en él.

-¿O qué, Damián? - ronroneo. Él solo pasa saliva. - ¿Quieres follarme, Damián? - le pregunto con seducción, sintiendo como al igual que él estoy a punto de morir por sentirlo dentro de mí, Dios, estoy tan mojada...

-Quiero y te voy a follar - dice con determinación antes de arrancar mis bragas de un tirón y penetrarme.

-MIERDA - grito ante la sensación tan maravillosa de tenerlo dentro, ansiosa comienzo a moverme.

-Oh, sí - gime Damián mientras sus manos vagan por mi cuerpo.

-Así, Damián, así - grito en cuanto siento como Damián me ayuda a moverme encima de él, aumentando la velocidad.

-Joder, mujer, verte cabalgarme es ahora mi imagen favorita.

Alucinada por el placer solo asiento, cerrando mis ojos, dejándome llevar por la sensación de piel con piel. Joder, esto es tan maravilloso.

-Tú eres maravillosa.

Ante la sensación del orgasmo construyéndose solo puedo gemir junto a Damián.

-Ah, sí, amo que me folles así, duro - digo en un susurro, mirándolo a los ojos antes de que el orgasmo al fin explote junto al de Damián, sintiéndolo llenarme.

-Tan jodidamente hermosa, mi morenita - susurra en cuanto me recuesto a su lado.

-Tan jodidamente caliente, Damián - le regreso riendo.

Después de un tiempo en silencio, mientras nuestras respiraciones se calman, le susurro: -Te amo.

Guardo silencio, esperando a que Damián pronuncie también esas dos palabras, palabras que tanto he deseado escucharle decir... Pero estas nunca llegan y solo me da un beso en la cabeza, resignada solo suspiro y me dejo llevar por el sueño.

-_-__-----_____---

-¿Lista? - me llama Damián desde la sala.

Dándome una última mirada en el espejo salgo a su encuentro, lista para nuestra cita.

Damián viste un pantalón negro ajustado, acompañado de una camisa blanca y zapatos de vestir.

"Dios, pero que bueno está" pienso.

-Tú también estás muy buena - dice riendo mientras me repasa con la mirada.

Para nuestra cita elegí algo sencillo pero lindo; un vestido largo color vino.

Sonrojada por haber expuesto ese pensamiento y que él lo haya escuchado, tomo mi cartera, evitando se mirada. -Gracias - le contesto mientras salimos juntos.

Debido a que anoche olvidamos usar condón, decidimos ir en la mañana por la pastilla del día siguiente, para después ir a desayunar juntos y regresar cada uno a su casa a prepararnos para nuestra cita.

En cuanto llegamos al teatro me sorprendo de la gran masa de personas que hay en la entrada, sin embargo nosotros no tomamos esa entrada sino que Damián me lleva por atrás a "su entrada secreta" me dijo él.

-Digamos que tengo un acceso especial.

-¿Porque será que no me sorprende eso? - susurro divertida.

Y antes de que me dé cuenta estamos ante una enorme puerta de acero.

-Em, Damián... - digo nerviosa.

No me hace caso sino que solo da tres toques a la puerta. No esperamos ni diez segundos cuando esta es abierta y un tipo enorme sale a nuestro encuentro.

-Hey, Luis - lo saluda Damián antes de ambos chocar sus puños.

-Joven Damián, que agradable visita - habla el tipo de más de dos metros de altura.

-Ya sabes, uno es tan impredecible.

Sorprendida de su respuesta alzo una ceja interrogante en su dirección pero solo me sonríe.

-Supongo que va a querer dos asientos para la función - dice con sorpresa el tipo, notándome al fin.

-Así es.

¿Es en serio qué ni siquiera había avisado? Claro, Damián siempre tan impredecible como lo dijo hace un momento.

Sin más palabras Luis nos guía a través de un laberinto de pasillos que me parecen interminables hasta que por fin veo una puerta, luz pasando debajo de ella.

-Sus asientos los esperan - nos dice Luis antes de regresar por donde vino, una sonrisa extraña apareciendo en su cara, si Damián lo notó no dijo nada y solo abrió la puerta.

Boquiabierta no digo nada durante un rato. Ante mí está el teatro pero Dios Mío...

-A que es hermoso - dice Damián a mi lado.

Yo solo asiento como una tonta pues no solo es hermoso, sino que es perfecto. Es de dos pisos y todas las paredes son de madera oscura, mientras que los asientos están cubiertos de terciopelo rojo, las cortinas de al rededor también son de este maravilloso material pero sus tonalidades son verdosas.

Cientos de personas vestidas elegantemente nos regresan la mirada, ¡Que bueno que vengo vestida decentemente!

-Vamos, ya va a comenzar la función - me dice Damián, sacándome de mí transe ante la imagen del teatro.

Damián nos conduce por unas escaleras bajas que nos llevan a la principal fila para poder observar la función desde un buen ángulo. No pasan ni cinco minutos cuando las luces del recinto son apagadas y solo quedan las del escenario.

-Justo a tiempo - le susurro a Damián antes de tomar su mano entre la mia.

-Así es, mi morenita - me dice en voz baja mientras un brillo de indecisión juega en sus ojos. Cuando creo que por fin me dirá algo, el anunciador del show habla causando que de inmediato Damián quite su mirada de mí y se centre en el espectáculo. Ansiosa por lo que me iba a decir hago una mueca, él al notarlo deposita un beso en mi cabeza.

-Luego, lo prometo.

Contenta con su respuesta solo asiento y me dispongo a disfrutar del show. El cual es maravilloso, los actores luciendo en todo momento tan naturales, como si su papel en verdad fuera su verdadero yo.

Mientras la obra transcurre Damián en ningún momento suelta mi mano, causando maravillas en mi estómago y que mi corazón dance de felicidad.

Aún sin creerme que el Damián que está sentado justo a mi lado es el mismo que hace unos meses me propuso tener citas para darme "información" o el mismo tipo que alguna vez fue tan tonto conmigo. En serio que en estos días él ha sido tan diferente, como si al fin pudiera ser él mismo conmigo sin complejos... Si, definitivamente no lo entiendo a veces pero creo que esta vez sí es la buena, como diría mi abuela.

Para cuando finaliza el espectáculo nos quedamos en nuestros asientos mientras observamos como las demás personas se van del recinto.

-¿Y bien? -me pregunta Damián.

Estoy a punto de contestarle cuando de pronto se oyen no solo uno, ni dos, sino que varios disparos estallan en el teatro.

Asustada comienzo a mirar para todos lados pero solo veo a gente corriendo hacia la salida.

-¡Vamos! - me grita Damián mientras toma mi mano y me jala hacia la puerta por la que entramos hace dos horas.

-¡Busquen a la maldita Middleton! - grita un tipo desde algún punto del teatro. Aterrorizada volteo hacia atrás mientras corremos hacia la puerta, grave error pues termino perdiendo el equilibrio y caigo al suelo.

¿A quién buscan es a mí? Oh, no, no, no...

Soltando una maldición Damián se agacha para levantarme pero yo me lo sacudo y me levanto rápidamente.

-Vamos - repite mientras llegamos a la puerta y la abre de un tirón. -Joder, joder...

Mientras recorremos el laberinto de pasillo escucho como fuertes pisadas vienen tras nuestros talones, Damián rápidamente saca su teléfono y presiona unas cuantas cosas antes de volver a guardarlo.

-Muévanse, no podemos dejar que se escape esa perra. - vuelve a gritar el que lo hizo anteriormente.

Entrando en pánico comienzo a respirar aceleradamente.

-Vamos, ya casi Sali... - sin terminar de hablar Damián se para en seco, causando que me estrelle en su espalda, confundida me asomo para ver que ha causado su reacción, pero nada me prepara para la imagen ante mí.

Tres tipos armados con una infinidad de armas dispersas por todo su cuerpo nos impiden pasar, apuntando con unas en nuestra dirección.

-Vamos mi príncipe, no te queremos herir a ti, así que ¿Por qué no nos das a la chica y te largas de aquí? - dice el tipo del centro, este es alto como Luis, solo que mientras el primero era moreno este es blanco como la leche.

-Ni loco - le grita Damián mientras nos hace regresar sobre nuestros talones.

-¡No tiene caso que huyas, estás rodeado!

No llegamos muy lejos cuando Damián nos hace dar un giro repentino y terminamos corriendo por más pasillos.

-¿A... A dónde vamos? - susurro con cansancio.

Mierda, estoy tan agotada que siento como mis piernas arden.

-Solo aguanta un poco más - me dice Damián, la desesperación marcada en su voz, bien, si hace un momento estaba aterrorizada ahora estoy peor, intento no sollozar mientras las lágrimas humedecen mis ojos.

-¿Por... Por qué me están buscando si yo no sé ni quiénes son? - vuelvo a hablar, la angustia saliendo a brotes de mi voz. Damián no me contesta sino que solo nos hace girar de nuevo hacia la derecha, esperanza surgiendo en mí cuando veo que hay luz saliendo de la puerta, solo unos metros más...

Solo...

Dolor, infinito dolor se extiende por mi cuerpo, intento hablar pero nada sale de mi boca y solo caigo al suelo.

-¡Sharon! - me llaman, y es entonces que veo entre mis lágrimas la cara borrosa de Damián mientras lleva sus manos a mi cabeza.

-Damián... - susurro entre sollozos mientras mis ojos se van haciendo cada vez más pesados, los sonidos siendo cada vez más difusos.

Gritos y más gritos escucho de fondo pero no entiendo nada, más gritos, pisadas, disparos.

-No... No... ¡NO! Sharon, por favor regresa conmigo, no cierres los ojos.

Pero no contesto pues sangre comienza a salir de mi boca.

Con que así se siente morir ¿he?

-Por favor no te vayas, no me dejes solo mi amor.

Quiero decirle que no lo haré pero no puedo, ya no siento nada.

Sueño, tengo mucho sueño...

Entonces me dejo llevar por la oscuridad y no vuelvo a escuchar nada más, solo siento paz y tranquilidad.

***
Hola mis amores☺️

¿Cómo están? Espero que bien y que se estén cuidando, no salgan por favor❤

Aquí con un nuevo capítulo, espero les haya gustado.

Y ¿ustedes qué hubieran hecho si fueran Mel?👀

Por cierto, mientras esperan nuevo capítulo les recomiendo que vayan a darse una vueltita por mi libro "PEQUEÑAS IDEAS "

Con amor
Su autora que los mamaaaa

ATTE: yo😂

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