CAPITULO 34🔞
-¿Por qué esa cara tan larga, preciosa? – me pregunta Zed mientras tira la envoltura de sus frituras a su mochila.
Sacudo la cabeza. –Por nada – le digo mientras salgo de la cafetería y me encamino a mi siguiente clase, con Zed a mi lado.
-Mmmh, ¿por qué será que no te creo?
Me encojo de hombros. –Es solo el estrés escolar – le doy una mirada aburrida.
-Conozco una forma para quitarte el estrés – sonríe de medio lado.
-¿Ah, sí? ¿Cómo? – le pregunto distraída, mientras pienso en cómo es posible que aún no hayan salido ratas de su mochila que parece un basurero.
En eso vibra mi celular. Al ver que es un mensaje de Damián decido ignorarlo, tal y como llevo haciendo desde ayer.
Hoy tampoco lo he visto en la escuela ya que lo he estado evitando, pero por lo que sé él ha estado asistiendo a todas sus clases.
De pronto siento un brazo alrededor de mi cintura. –Jugando.
-¡Hey! – le digo a Zed quién tiene una sonrisa de lado.
En vez de soltarme aprieta un poco más su agarre; sin llegar a lastimarme.
-Yo propongo que la sueltes en este mismo momento si no quieres un brazo roto para los siguientes meses – dice una voz detrás de nosotros.
Asustada me intento apartar de Zed pero el tensa más su brazo, impidiéndomelo.
Girándonos a ambos Zed encara a Damián. El cual observa con disgusto el brazo que mantiene Zed alrededor de mí cintura.
-¡Camarada! es bueno verte asomar las narices después de tanto tiempo ¿Que te ha mantenido tan ocupado? – al decir esto último parece que hay una implicación tras su declaración ya Damián cuadra sus hombros.
-Cosas importantes que no te incumben. Ahora, si soltaras a mi novia te lo agradecería – le dice, rígido mientras deja de mirar el brazo de Zed y se centra un momento en mí para después ponerle atención a Zed.
Ante esas últimas palabras siento como mi pecho se hincha de emoción y mi corazón hace una danza.
-Vaya, si no quieres que alguien se le acerque deberías de estar al pendiente más seguido – dicho esto quita su brazo de mi alrededor.
-Todos saben que lo que es mío nadie lo toca.
Flipada ante lo que dijo frunzo el ceño.
Me giro hacia Zed. –Yo no necesito que nadie esté al pendiente de mí, mucho menos este – señalo con un dedo a Damián –. Idiota.
Miro a Damián. –Y yo no soy tuya ni de nadie, así que yo puedo estar con quién se me dé la gana – me doy la vuelta y empiezo a caminar pasillo abajo.
Pero no llego muy lejos cuando siento una mano tomar mi brazo y meternos al baño de mujeres.
Me suelto del agarre y observo sorprendida como Damián le pone cerrojo a la puerta y se recarga en ella.
-¡Oye! ¿Pero qué te sucede? ¡Nos pueden cachar! – le digo mientras inútilmente intento llegar a la puerta.
-No lo harán, así que cálmate y dime que rayos ha sido todo eso de allá fuera – toma mis manos entre las suyas y las acaricia con su pulgar.
-Nada más que la verdad. Más bien el que debe explicar algunas cosas deberías ser tú – quito mis manos de entre las suyas y me cruzo de brazos.
Damián alza sus cejas. – ¿Yo?
Asiento. –Sí, como por ejemplo ¿Qué rayos fue todo eso de que soy tuya? Ni que fuera un perro para que digas eso – Damián solo sonríe, causando que mi disgusto crezca exponencialmente.
-Solo quería dejar claro que ahora somos pareja – intenta acercárseme pero doy un paso atrás, evitándolo.
-Pues no lo vuelvas a hacer, es molesto y no necesito que lo hagas.
-Vale – me dice y vuelve a intentar agarrarme, me vuelvo a alejar.
Confundido frunce el ceño. – ¿Qué pasa?
Con los nervios de punta y el enojo empezando a hacer mella en mí, le digo. – ¿Con quién estabas ayer en la tarde cuando me llamaste?
-Ya te lo dije, estaba con Kenndrew – antes de que pueda reaccionar me toma de la cintura y pega mi cuerpo con el de él.
Pongo mis manos en su pecho para poner distancia entre nosotros. Pero solo causa lo contrario, su pecho es cálido bajo mi mano, su camiseta parece no estar entre nosotros. Nerviosa paso saliva mientras siento como mi corazón empieza a latir como loco por nuestra placentera cercanía.
-Pero tú no estabas... – no termino de hablar cuando sus labios están unidos de la forma más deliciosa a los míos. Aprovecha mi debilidad para quitar mis manos de entre nosotros.
Se lo permito.
Después de unos segundos me separo, en busca de aire.
Entonces vuelvo a entrar en razón y me alejo de Damián, al ver que da un paso hacia mí niego con la cabeza.
-Alto ahí, Damián. Nada de besos ni achuchones hasta que hablemos – le digo enojada, tanto con él cómo conmigo misma por ser tan débil y caer en sus caricias.
Divertido alza una ceja en mi dirección. –Vale, sin "achuchones" entonces.
-Estabas con una mujer – le digo tensa, ahora mi corazón late desbocado pero no por una buena razón.
Damián vuelve a intentar agarrarme, camino hacia atrás. –Sharon, yo no estaba...
-No me mientas Damián, sí que estabas con una mujer. Escuché claramente cuando ella te llamaba y tú le respondías – la frustración y el disgusto se filtran en mi voz.
Suspirando se pasa las manos por la cara. –Está bien, sí, sí estaba con una mujer pero no estábamos haciendo lo que tú crees.
Aún más enojada porque me haya intentado mentir desde un principio aprieto mis puños. – ¿Y qué se supone que estaban haciendo entonces?
Silencio.
-Eso creí – le digo a la par que camino hacia la puerta, aprovechando que Damián se ha movido y ya no se interpone, pero al parecer él es más rápido ya que antes de que pueda tocar la manija él tiene su mano sobre la mía.
-Qui-ta-te – le digo con los dientes apretados.
En eso tocan a la puerta, asustada por quien podrá ser le digo a Damián. –Escóndete en un cubículo y no salgas hasta que no haya nadie. Ahora quítate que no quiero que me metas en problemas.
Me mira en silencio por unos segundos hasta que asiente y quita su mano de la mía para colocarla en mi mejilla.
-No te puedo decir porqué estaba con ella, pero te aseguro que no estábamos teniendo sexo.
Antes de decir nada se quita y entra a un cubículo, cerrando de un portazo.
De pronto las imágenes del día de nuestra cita en el Zoológico llegan a mí, demonios, ¿Cómo pasamos de estar así a esto?
Sintiéndome tonta por haber creído que entre Damián y yo podía haber algo, abro la puerta.
Sorprendiéndome de ver a Natalia, Logan y Melanie fuera.
-Oh, hola, ¿Qué... Que hacen aquí? – les pregunto nerviosa.
-Te estábamos buscando pero no te encontramos por ningún lado, luego te llamé al celular pero nunca me contestaste – dice Mel mientras me recrimina con la mirada –. Entonces nos encontramos con Zed y nos mencionó que tú y Damián se habían metido en el baño de mujeres – si las miradas lanzaran fuego de seguro yo ya sería cenizas en estos momentos.
Ante esto último observo como Logan trata de ocultar una sonrisa, sin lograrlo, ya que al final hace acto de presencia. Natalia por su parte se ríe.
-No... no estábamos haciendo nada de lo que creen, nosotros solamente... – me intento justificar, pero no termino de hablar cuando de pronto la puerta del baño de mujeres es abierta y Damián sale.
Logan lo saluda pero Damián contesta con un seco "Nos vemos" para después desaparecer por el pasillo.
Sorprendido, Logan voltea a verme. – ¿Tan pronto han tenido su primera pelea?
Sonrojada me encojo de hombros. –No fue mi culpa.
-Por supuesto que no lo fue – dice Melanie con sarcasmo mientras me lanza una mirada de "Te lo dije".
Mi pecho se tensa, dolor y enojo luchan en mi corazón.
Logan la observa con disgusto.
-Eh... bueno, te estábamos buscando ya que queríamos ver si deseabas salir con nosotros esta noche de fiesta, ya sabes, para relajarnos un rato – habla Natalia para romper el silencio incómodo.
-¿Hoy? ¿A mitad de semana? – le pregunto. Sorprendida siquiera de que Natalia lo mencione como lo más natural del mundo.
-Sí, hoy, en la noche – sonríe al ver mi mirada atónita centrada en ella.
Lo pienso un momento. –Pero... no tengo como ir, ni mucho menos en que regresar.
-Por un demonio, Sharon, sabes que yo te puedo llevar y... – me dice Mel.
La interrumpo. –No digas traer, porque te conozco y siempre me dejas tirada – me cruzo de brazos mientras la miro con reproche.
Alza sus cejas perfectamente delineadas. –Hoy no pasará.
-De todos modos si llega a pasar nosotros te podemos traer a tu casa –me ofrece Logan, recibiendo una mirada hostil por parte Mel.
-Te lo agradezco Logan pero lo menos que quiero es ser una carga para ustedes...
-Tonterías – contestan Natalia y Logan al unisón.
Sonriendo y olvidándome un poco de mi discusión con Damián asiento. –En serio, ustedes son el uno para el otro.
Sonriendo aún más Natalia entrelaza sus dedos con los de Logan, quien a su vez la voltea a ver con adoración.
Claro está que ellos se aman mucho, más de lo que cualquiera se puede imaginar, y quien lo dude que venga y huela las feromonas que seguro despiden a montón cuando están juntos.
Felicidad llena mi corazón, al menos ellos si tienen una relación estable y feliz.
– ¿Eso es un sí entonces? – me pregunta Mel, entusiasmada.
Borrando mis pensamientos asiento. –Siempre y cuando no me abandones a mitad de la noche.
Natalia y Mel chocan sus manos.
-Genial, me alegra que nos acompañes. – me dice Logan antes de irse con una Natalia feliz.
*
Una vez a solas en mi casa Melanie me empieza a hacer todo tipo de preguntas incomodas sobre qué pasó con Damián en el baño, y aunque sé que el contarle las cosas no hará más que ella se disguste más con Damián, al final termino contándole todo.
Después de todo es mi mejor amiga desde la infancia, aquella que me cuenta todo sobre si y que nunca me ha fallado.
Así que mientras nos arreglamos para salir al club le digo todo lo que ha pasado entre Damián y yo. Tanto mi cita maravillosa hasta la llamada tan despreciable.
Pero conforme las palabras abandonan mis labios siento como filosos cuchillos se clavan en mi corazón, haciéndome recordar las palabras de Damián "No te puedo decir porqué estaba con ella, pero te aseguro que no estábamos teniendo sexo"
Claro, ¿y así como así pretende que le crea?
Pero mientras Mel despotrica contra él rescato algo muy cierto, Damián no sabe cuidar una relación, ni mucho menos tiene compromiso alguno para sacarla adelante.
*
Al final para cuando nos encontramos con Logan, Natalia y sorpresivamente Zed, fuera del club ya son pasadas las diez de la noche. De nuevo no necesitamos formarnos para entrar, nuestro pase es directo.
Una vez dentro me sorprendo de la opulencia del local. Si lo tuviera que resumir en una palabra "adinerado" sería la correcta.
-Mientras vamos por las bebidas ustedes busquen el área privada – nos dice Logan antes de irse con Zed.
Nos es fácil encontrarla ya que un enorme cartel con luces indica la zona VIP, y en los apartados solo uno está en "condiciones de recibir a los clientes" los demás están con sus respectivas cortinas de terciopelo abajo.
Mientras tomamos asiento mi incomodidad aumenta. En realidad solo he estado dos veces en lugares como este, y eso solo me quedé poco tiempo. La opulencia en su interior es un tanto abrumante.
Melanie al notar mi incomodidad me da un ligero empujón con su brazo mientras me regala una sonrisa tranquilizadora.
Suspirando sonrío, intentando relajarme.
No pasa mucho cuando los chicos llegan con las bebidas.
Zed decide colocarse a la derecha de Melanie, quedando yo a la izquierda de ella. Logan y Natalia termina sentándose en el sillón continuo al nuestro.
Conforme pasa el tiempo intento disfrutar el momento pero solo pasa lo contrario. En todo instante Damián está presente en mi cabeza, tanto sus carias como sus recuerdos.
Por lo que una hora después y al tercer chupito ya me siento algo mareada.
-Preciosa, deberías dejar de tomar a esa velocidad. No quiero que termines besando el suelo, en especial tú que no eres de gran tolerancia al alcohol – me dice Zed mientras se sienta a mi lado, aprovechando que Melanie se fue a bailar hace un rato.
Natalia y Logan no dejan de derramar mil sobre hojuelas en su sillón, entre caricias y besos no me sorprendería que terminen amaneciendo juntos.
Frunzo el ceño. –Sabes algo, Damián es un imbécil – digo abruptamente mientras miro como Zed se toma mi cuarto chupito de un solo trago.
Asiente. – ¿Y apenas te vas dando cuenta, preciosa? – sonríe mientras deja el vaso del chupito; ahora vacío, en la mesa.
Riendo sacudo la cabeza. –Ya lo sabía, pero como novio apesta – mi sonrisa se tambalea.
Suspirando me da una mirada compasiva. –A veces puede llevar a ser la peor basura de México pero a pesar de todo es un buen tipo – me observa por un rato –. Sí, es algo torpe a la hora de tener relaciones pero te aseguro que contigo lo está intentando.
"Sí, claro, ¿y acostándose con otra es su forma de intentarlo?" pienso irónicamente.
Evito su mirada. –En fin, ¿puedo pedir otro chupito o te lo tomaras otra vez? – lo observo haciendo un puchero de reproche.
Riendo asiente, aunque en su mirada se refleja la precaución. –Bien, pero que sea el último – con esto se levanta de mi lado y se va a la pista de baile.
Después del quinto chupito ya me encuentro mareada por lo que me dirijo al baño para echarme agua en la cara.
A esta hora Mel y Zed están teniendo un baile muy ardiente en la pista, haciéndoles saber a los demás que les da igual quien los vea.
La verdad no me sorprendería que ese par ya hayan tenido sexo, incluso me atrevo a decir que algo más que atracción se está empezando a formular entre ellos. La verdad me gustaría que así fuera, ambos harían una linda pareja. Claro, siempre y cuando ambos aprendan a ser de una sola persona.
Una vez dentro del baño de la zona VIP me sorprendo de cuán grande es, aunque en mi estado no me extrañaría sobrestimar las dimensiones de este, pero de lo que estoy segura es de que es lo suficientemente grande como para albergar a cuatro personas al mismo tiempo sin ningún problema de espacio. Aun así lo alucinante es la regadera con la que cuenta el baño ¿para qué quieren una en el baño?
Ideas extrañas se empiezan a formular en mi cabeza así que mejor decido echarme agua en la cara, despejando un poco mi mente.
Para cuando salgo del baño no me sorprende el no encontrar a Logan ni a Natalia, seguro han decidido ir a bailar.
Quedándome sola en el privado varios chicos intentan sacarme a bailar pero solo acepto a uno que al final termina queriendo tocar más de lo que debería. No le dejé hacerlo, sino pregúntenle a su mejilla roja después de no entender un no como respuesta.
De pronto alguien me llama.
Confundida volteo hacia la dirección del baño del privado, sorprendiéndome al ver a un chico de cabellera inconfundible recargado en la pared que esta al costado del baño.
Me levanto y voy hacia él.
-Vaya, que sorpresa verte aquí, cielito ¿Qué no mañana tienes escuela? – me dice mientras se quita de la pared y se acerca a mí, observándome con seriedad –. No deberías estar aquí
Asombrada no digo nada.
-¿Qué pasa? ¿Estás tan borracha que no me puedes responder? – una nota de reprobación se filtra en su voz.
Riendo niego con la cabeza.
-¿Qué te divierte, cielito? – se acerca un paso.
-Tú... – le digo arrastrando las palabras.
Frunce el entre cejo. – ¿Yo?
Me recargo en pared, él aprovecha ese movimiento y se pone frente a mí. Cruzando sus fuertes brazos en su pecho, haciendo que me vea pequeña.
Pero ¿Qué más da?
-Es ridículo... – suelto una risa floja –. Tú, el mejor amigo de Damián, me estas riñendo por estar borracha – ahora suelto una carcajada.
-Ya estuvo bien, estas demasiado borracha como para hablar correctamente – voltea a ver hacia la pista –. ¿Y tus amigos? – regresa su atención a mí.
-Por ahí, no lo sé – frunzo el ceño mientras veo que nuestro apartado VIP aún está vacío. Kenndrew sigue mi mirada y frunce más el entre cejo.
-Bien, quédate aquí, no te muevas. Ya vuelvo.
Se va. Divertida niego con la cabeza ¿Qué me quede aquí hasta que él vuelva?
-Patrañas – digo mientras camino hacia la pista de baile. Decidida a disfrutar un poco de la noche.
Tras bailar dos canciones me siento bien, mi ánimo es relajado y ningún par de ojos de color como el otoño me atormentan.
-Eres muy escurridiza ¿No crees? – me dice una voz al oído.
Sonrío al reconocerla, al poco tiempo siento como pega su cuerpo al mío.
-Tal vez... – digo a la par que recargo mi cabeza en el hombro tras de mí.
-Si no fuera por Kenndrew encontrándote... – unas manos se posan en mi cintura.
Sin importarme lo que dice empiezo a rozar mi trasero con la parte frontal del pantalón de Damián.
Quién al primer rose tensa su agarre en mi cintura. –Sharon, deja de...
No termina de hablar cuando me giro y pego mis labios con los suyos. Callando sus reprimendas.
Damián se intenta separar pero yo enredo mis brazos en su cuello. Impidiéndole alejarse.
Rindiéndose lleva sus manos a mi trasero. Sorprendida por el toque me separo de sus labios, respirando agitadamente.
Damián sonríe relajadamente pero su mirada es otra historia; en ella solo encuentro deseo.
Se relame los labios.
Riendo recargo mi cabeza en su pecho. Nuestros cuerpos están lo suficientemente pegados como para empezar a sentir un bulto en la parte delantera de su pantalón.
Sonrío. – ¿Tienes calor? – le pregunto con burla.
-Eres muy mala, Sharon.
Justo en eso levanto mi cabeza e intento acercarlo a mí.
Se deja hacer.
Imitando las palabras de la canción le digo: -Sé que no eres solo
para mí, para mí, para mí. Y yo no soy sola para ti, para ti, para ti – al llegar a esa parte se tensa, yo aprovecho para besarlo de forma casta –. Hay unos días que ando loca por ti. Te veo y quiero todo lo que traes ahí. Y luego ya no quiero nada. Sí, yo soy así... – me aleja.
-Te voy a demostrar que te equivocas – y sin más me toma de la mano y nos saca de la multitud.
Algo desorientado lo sigo.
Con una sonrisa plasmada en mi cara entramos al baño de la zona VIP.
Cerrando de un portazo se abalanza sobre mis labios, saboreándolos, invadiéndolos como si quisiera más y no lo obtuviese. Esta vez los besos son más salvajes y su lengua, oh Dios, hace maravillas con la mía.
Sin perder más tiempo Damián me acorrala en el lavabo del baño y me impulsa para que yo envuelva mis piernas alrededor de su cintura y así colocarme en el borde del lavabo con él entre mis piernas. Fascinada por el repentino tacto de mi parte íntima con la suya suelto un gemino y me separo de él.
-Joder... – susurra mientras besa lentamente mi cuello.
Alucinada por todas las sensaciones maravillosas que estoy sintiendo solo asiento y lo dejo hacer con mi cuello y labios.
-No... - abro mis ojos de sorpresa en cuanto siento su mano dentro de mi blusa. La cual sube hasta la parte inferior de mi brasier.
-¿No qué? ¿Qué no deje de hacerlo o que me detenga? – me observa y sé que si le digo que pare, lo hará.
-No... No pares – le digo al final mientras enredo mis manos en su cabello.
Sonriendo me vuelve a besar mientras una de sus manos acaricia mis pechos por encima de la tela de mi brasier.
-Eres mía – me dice mientras lentamente lleva su otra mano hacia el broche de mi basier.
No tengo tiempo de decir nada ya que de pronto la puerta es abierta abruptamente.
########
Holaaa, mis amores🙌
¿Cómo están?🙊espero y muy bien😎
Aquí un nuevo capítulo😘al fin. Sí, lo sé, estoy tardando en subir contenido pero ya saben, la escuela. 😔
En fin, trataré de subir capítulos lo más pronto que se pueda💖por lo que les pido paciencia🙌por favor.
Ahora sí, saquen sus teorías💎
✨¿Creen que Damián ya estaba en el establecimiento o que Kenndrew le llamó para que fuera?✨
Dejen sus comentarios, saben que me encanta interaccionar con ustedes, mis amores amorezcos💬🙊
Sharon y Damián😉👇
Sin más que decir me despido🎀
Con todo mi amor💖nos leemos🙊pronto mis amoritos.
Atte: Yo😂
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro