CAPITULO 3🔥
Cuando es la hora de descanso, voy directa a la cafetería, y en cuanto llego la recorro con la mirada, buscando a ojos bonitos – que gracias al profesor Ruz, ahora sé que se apellida Montero – ya que no lo he vuelto a ver desde que hable con él en la segunda hora, aunque, claro, no es como que vayamos a compartir todas nuestras clases, ¿Verdad? Y si, solo han pasado dos horas desde ese entonces.
Pero cuando no encuentro a ojos bonitos, extrañamente me decepciono.
¿Por qué me decepciono?
-¡Sharon! – escucho que alguien grita mi nombre, pero antes de que pueda reaccionar, Mel ya me está abrazando y estrujando con todas sus fuerzas. Le devuelvo el abrazo.
Melanie es mi hermana por derecho de amistad, ya que a pesar de que no compartimos la misma sangre, nuestra amistad de toda la vida nos ha dado ese derecho. Mel es la única persona que sabe todo de mí y yo todo de ella, entre nosotras siempre ha existido una confianza increíble, y sabemos que sin importar nada siempre podremos contar la una con la otra. Ella y yo hemos sido amigas desde que estábamos en las panzas de nuestras madres, según dicen nuestros padres, ya que siempre que ellas estaban juntas, nosotras pateábamos sus estómagos como si quisiéramos salir para estar una junto a la otra. Nuestros padres no pudieron estar más que encantados de que sigamos siendo amigas ahora que somos más grandes.
-¡Oh Sharon, no sabes cuánto te extrañe! – me dice con voz chillona.
-¡Hay Mel, yo también te extrañe! – le digo mientras nos deshacemos de nuestro abrazo.
-Pero mírate Sharon. ¡Ese bronceado te queda estupendo! – me dice mientras me hace señas para que me dé una vuelta –. Estas hermosa.
-Gracias Mel, pero tú no te quedas atrás, parece que ese viaje a Inglaterra te sentó de maravilla – le digo alagándola.
Melanie es pálida por naturaleza y no hay cama de bronceado que le quite su palidez durante mucho tiempo "para su desdicha" siempre dice ella. Su cabello es lacio y de color negro azabache, es largo y le llega hasta la cintura. Sus ojos son de un azul hermoso, como el color del mar. Tiene un cuerpo de modelo de ropa interior, aunque ella lo niegue. Mide un metro setenta de altura el cual le favorece y le permite tener todas sus curvas en el lugar correcto. Tiene una asombrosa actitud, siempre esta alegre y no hay día que no tenga una sonrisa que regalarte, siempre se preocupa por los demás, le encanta ayudar en lo que puede y en eso nos parecemos mucho.
-Así es, tengo que contarte todo sobre mis vacaciones y tú me tienes que decir que tal las tuyas. Pero antes vamos por comida – me dice entusiasmada.
-Vale – le contesto con una sonrisa.
Una vez sentadas en una mesa con nuestros cafés y galletas en mano me dice:
-Vamos, cuéntame.
-Creí que primero me contarías las tuyas – le digo.
-Lo haré, pero antes quiero escuchar cómo te fue a ti – me dice mientras le da pequeños sorbos a su bebida y me mira atentamente.
-Pues fui a Ibiza con mis padres....
-Dime algo que no sepa Sharon ¿Cuantos chicos hay en la lista? – me pregunta, interrumpiéndome.
Pongo los ojos en blanco ante su pregunta. –Ninguno – le digo sonrojada.
-¿Ninguno? ¿Nada de nada? – me dice y ahora es ella la que pone los ojos en blanco.
-Pues no – le digo avergonzada.
–¿Acaso esos Españoles estaban ciegos e idiotas como para que no intentar nada contigo? – me pregunta y me lanza una mirada incrédula, por lo que dejo de verla a los ojos y me centro en la pared que esta detrás suyo, la cual de repente me parece muy interesante.
-Tal vez si lo intentaron, pero yo no les permití llegar muy lejos.... – le digo mientras mi voz se va apagando cuando acerco el vaso de café para tomar un sorbo.
-Por Dios Sha, como sigas así te quedaras solterona y viviras en una casa llena de gatos – sentencia.
-¡Oye! Solo tengo 20 años Mel, todavía tengo muchos años por delante como para preocuparme por eso ahorita – le digo a la defensiva y le lanzo una mirada fulminante.
-Cierto, tienes razon, pero es que me preocupa que no hayas tenido nada de nada aun – me dice con voz realmente preocupada.
-Sí, es cierto que soy virgen y que no he dado mi primer beso pero es que no ha llegado el chico correcto Mel, además, he tenido novio ¿Acaso eso no cuenta? – le digo cansada de esta discusión.
-Bueno, sí... Pero....
-Pero nada Mel, mejor dime como te fue a ti en tus vacaciones – le pregunto para cambiar de tema.
Funciona.
**************
Una vez que finaliza mi descanso me despido de Mel y voy directa a mi siguiente clase.
Cuando voy llegando a mi salón, lo veo. Ojos bonitos esta recargado en la pared de un salón hablando con otros chicos y chicas. Su grupo lo conforman 2 chicos muy guapos y 2 chicas muy bonitas.
Estoy a punto de irme y pasarlos cuando mi conciencia me recuerda que le debo una disculpa a ojos bonitos, dándome un golpe mental por mi decisión me dirijo hacia él y su grupo.
Cuando estoy a punto de llegar de inmediato me arrepiento. Cuando ojos bonitos se voltea y me ve ahí parada a unos cuantos pasos de él por primera vez lo veo... ¿Incomodo?
-Yo.... mmm hola - digo dirigiéndome a nadie en particular y camino los pocos pasos que me faltaban para llegar a ellos.
-¿Qué quieres Sharon? – me dice ojos bonitos con voz calmada pero su cuerpo es otra historia, esta tenso.
Todo su grupo se ha quedado callado y ahora solo me observan. En especial una chica de cabello de color trigo y ojos verdes. La cual va vestida con una falda que le queda a la mitad del muslo, acompañada por una blusa escotada de color rojo, va muy poco vestida a mi parecer. Ella me mira con curiosidad como si me hubieran salido cuernos y ella quisiera saber porque.
-Bueno, yo... me preguntaba si podríamos hablar un minuto – le digo a ojos bonitos pero cuando no dice nada y solo me mira me explico: – A solas.
-No tengo tiempo – me dice mirando por el rabillo del ojo a sus amigos.
Pero antes de que pueda desir algo, la chica casi desnuda habla:
-Dami, ¿Acaso no piensas presentarnos a tu nueva amiga? – pregunta con dulzura fingida y de inmediato la pongo en mi lista negra, la cual parece estar llenándose rápidamente el día de hoy.
-Que quede claro que no es mi amiga, ¿Entendido Verónica? – le dice un Dami enojado e inexplicablemente su forma de hablarle me gusta –. Ella es Sharon, una compañera de algunas clases, nada más – aclara.
-Bueno, pues es un placer conocerte Sharon, yo soy Logan, amigo de Damián – me dice él chico de cabello negro y ojos grises con una gran sonrisa. Va vestido con una playera blanca, pantalones de mezclilla y su cabello está muy bien peinado, me agrada.
-Igualmente – le digo con una sonrisa tímida.
.
-Yo soy Natalia – me dice la otra chica que está con ellos y me regala una pequeña, pero sincera, sonrisa. Su cabello es de un hermoso color castaño claro, ella va vestida con unos vaqueros y una blusa blanca –. Me encanta tu cabello, es hermoso – me dice con una sonrisa más grande que la de hace un momento, parece amigable y de inmediato me cae bien.
-Gracias – le digo y le regreso la sonrisa.
-Que tal, yo soy Zed, por cierto, siempre estoy libre, pero solo para ti nena - me dice el ultimo chico de su grupo, el cual me guiña un ojo y me abraza, tomándome por sorpresa, sonrojada le regreso el abrazo.
Él es guapo, su cabello es de un rubio combinado con cafe en los laterales y tiene unos lindos ojos entre grises y verdes, una extraña pero linda combinación, lleva una camisa negra y unos vaqueros obscuros, va vestido casual, pero se ve sexy.
-Ah, yo mmm lo tendré en cuenta – le digo sin saber que más decirle.
-Eso espero – me contesta y me regala una sonrisa estilo baja bragas.
-Yo soy Verónica como ya sabes – me dice la chica trigo, mirándome mal y eso hace que me olvide de mi vergüenza y recupere mi mal humor.
-Lo sé.
-Bueno, ya que todos se han presentado, te puedes ir Sharon, ya has llamado la atención de mis amigos y la mía, ahora vete – me exige ojos bonitos.
¿Que ya llame su atención y la de sus amigos?
¿De qué me perdí?
-¿Disculpa? – le digo a...¿Damián?
-Que te vayas – me repite.
-Hey, deja de ser un completo gilipollas con ella Da...
-Tu no te metas Logan – le interrumpe Damián al chico de cabello negro, el cual lo fulmina con la mirada pero no dice nada más.
-Y tú Sharon, vete – me dice Damián por tercera vez.
-Oye ¿Qué diablos te pasa? ¿Acaso estas en tus días? – le digo con burla.
-Tú no eres nadie para hablarme así, no lo vuelvas a hacer ¿Entendiste? - me exige Damián. Si las miradas matasen...
-No y tú no eres nadie para exigirme nada – le digo furiosa.
-Y tú no sabes nada Sharon, ahora vete.
Esto me saco por querer disculparme con este idiota. No le hice nada para que me hable así, nada, creo que mi error fue venir y ser amable.
-Mira idiota, yo vine aqui para disculparme por haber sido grosera contigo en el aula hace un rato, más no para llamar la atención de tus amigos, ni mucho menos para llamar la tuya, ¿Pero sabes qué? ahora me arrepiento, en primera, por haberte hablado y en segunda, por tan siquiera haber pensado en disculparme, ¡Vete a la mierda Montero! – le digo furiosa.
Todos sus amigos me miran con sorpresa y temor, pero Zed me mira con diversión.
Damián esta rojo de furia y tiene sus puños apretados a sus costados, y se que si yo hubiera sido un hombre ya me abria golpeado, patético, pero no me importa, porque yo tambien estoy muy enfadada, y antes de que me diga algo me doy la vuelta y me marcho de ese lugar para ir a mi siguiente clase, no sin antes escuchar a Zed soltar un silbido bajo y decir:
-Me gusta, tiene agallas.
Así es nene, soy puro fuego.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro