Mientras camino a mi salón de clases recapitulo lo pasado con ojos bonitos y de solo recordar lo grosero que fue conmigo mi enojo e indignación suben a flote por lo que borro esos pensamientos, ojalá y no lo vuelva a ver.

Cuando llego a mi salón de clases ya han pasado 8 minutos desde la hora de entrada. Perdí 5 minutos en la escena de ojos bonitos, más 8 minutos en buscar mi horario en el auto; el cual encontré debajo del asiento del copiloto, más 15 minutos en lo que buscaba mi salón....

-Genial, simplemente genial - farfullo mientras toco levemente la puerta del aula.

Momentos después esta es abierta por el que supongo que es el profesor y como era de esperarse todo el mundo se voltea hacia mi cuando abre la puerta completamente, genial, ahora soy la chica que llega tarde el primer día de clases.

-¿Qué se le ofrece señorita....

-Sharon Middleton, soy de esta clase - le digo al profesor y siento como mi cara se empieza a sonrojar.

-Señorita Middleton llega usted muy tarde, ¿Es consciente de ello? - me pregunta el profesor.

-Sí profesor, es que tuve un incidente pero le prometo que no volverá a pasar - le digo avergonzada.

-Eso espero señorita, ahora pase y siéntese a lado del joven Montero, es el único lugar libre - me informa con voz cansada.

Recorro con la mirada el salón para saber dónde está el lugar libre pero cuando lo encuentro también veo a.....

Oh, mierda.

A lado del lugar en donde se supone que me tengo que sentar está la persona que menos quería ver en estos momentos, ojos bonitos está sentado junto a mi asiento y me observa con burla. Yo sin en cambio estoy sorprendida de volver a verlo y más en mi misma clase.

-Señorita, ¿Piensa pasar? - me pregunta el profesor con voz irritada.

-Sí, señor- le digo.

Entro apresuradamente al salón y me siento en el lugar que me indico el profesor. Realmente no quería volver a ver a ojos bonito, pero uno nunca tiene lo que quiere ¿verdad? Palabras de mi abuela.

Suelto un suspiro y trato de préstale atención al profesor Ruz, así es como se presentó, pero me es casi imposible teniendo a ojos bonitos a lado de mí, el cual solo observaba al profesor como si nada más existiera y eso extrañamente me irrita.

Estoy tan perdida en mis pensamientos que no me doy cuenta que el profesor me está preguntando algo.

Mierda

-Disculpe ¿Qué fue lo que me preguntó? - le pregunto al profesor Ruz

-Señorita, esto no es un juego, o me presta atención o águame el favor de retirarse.

-Lo siento, sé que no es un juego. No volverá a pasar - le digo sonrojándome por tercera vez en menos de una hora.

-A la tercera llamada de atención me hace el favor de retirarse del aula ¿Entendido?

-Si - susurro.

-Bien, como les iba diciendo...

Genial, este día no podría ser peor o ¿sí?

Sin poder evitarlo dirijo mi mirada hacia el chico que ocupa mis pensamientos y me sorprendo al darme cuenta que él me está observando pero no solo eso, se está riendo de mí.

-Que pasa señorita ¿Pensando en lo que sucedió en la mañana? - me dice con burla.

Yo le pongo mala cara y solo me concentro en tomar apuntes de lo que nos va diciendo el profesor. La clase pasa muy rápido y una vez terminada recojo mis cosas y salgo apresuradamente del salón hacia mi otra clase tratando de evitar a ojos bonitos el cual se queda riendo a mi espalda cuando casi me caigo con la pata de una silla.

Idiota, ríete todo lo que quieras, no me importa.

***
-Sala B, perfecto, aquí voy - digo cuando por fin encuentro el aula de mi siguiente clase.

-Debe ser una broma - dice alguien detrás de mí y mi espalda se tensa al oír esa voz.

Me volteo y si, efectivamente, parado frente a mi esta ojos bonitos.

-¿Tu qué haces aquí? - le pregunto sorprendida y molesta.

¿Me está siguiendo o qué?

-Bueno, pues según mi horario mi siguiente clase es en la sala B - me dice arqueando una ceja.

-Oh - es lo único que le digo, "tonta" me dice por segunda vez esa vocecita en mi cabeza.

-¿Distraída otra vez morenita? - me dice con burla.

Idiota.

-Si, estaba pensando que tu amiguito es muy pequeño, los he visto más grandes - le digo y al verlo sorprendido ante mis palabras me doy la vuelta y entro al aula sonriendo.

Y esta vez la voz en mi cabeza me felicita.

Pero mi felicidad no dura mucho ya que cuando tomo asiendo esta se ha desvanecido.

¿Pero de donde rayos he sacado eso de que los he visto más grandes? ¡Pero si ni siquiera he visto uno! O al menos no uno en vivo, solo en imágenes de mis libros de anatomía de la escuela. Mucho menos tengo de donde comparar ¿Pero que me está pasando?

-Con que los haz visto más grandes, he - me dice ojos bonitos mientras se sienta a lado de mí sobresaltándome.

¿Ahora que le digo?

-Sí, así es - le contesto incomoda y evito su mirada.

-Bueno y ¿Cómo puedes juzgarlo sin antes haberlo visto? aunque claro, eso lo podemos solucionar ahora o después como según te convenga -me dice y cuando lo volteo a ver tiene una sonrisa sugerente.

¿¡Pero quien se cree que es para hablarme así!?

-Pero ¿Que te sucede?, no tienes ningún derecho de venir y decirme eso - le digo enfadada.

-Bueno, después de lo sucedido esta mañana....- me dice dejando la frase en el aire -. Además, tú haz comenzado.

-Mira, ya me disculpe por lo de la mañana y yo no he comenza.... - le digo pero no termino la frase ya que me doy cuenta de que si, efectivamente, yo comencé todo esto con lo que le dije en la entrada.

-Vez tengo razón - me dice con chulería -. Además de que me gritaste idiota frente a toda la escuela en la mañana - esto último lo dice con los dientes apretados; enojado.

-Vale, si, tienes razón, pero lo de idiota te lo merecías y te lo mereces - le digo sonriéndole a pesar de que también estoy enojada.

-Tal vez, pero yo no te ando gritando que eres una mira entrepiernas delante de toda la escuela - me dice y sonríe con chulería, otra vez, y todo rastro de enojo desaparece haciendo que me pregunte si solo me lo imaginé.

-En primera señor sabelotodo no lo grite a toda la escuela ya que solo había algunos alumnos que obviamente no eran más de 10 y en segunda ¡Yo no soy una mira entrepiernas! - le digo alzando un poco la voz ante lo último por lo que tomo una respiración profunda y luego la suelto ya más tranquila.

-Lo que tú digas niña tonta - me dice y esas últimas palabras terminan con mi poca paciencia.

-¿Cuál es tu jodido problema conmigo?, yo no te hecho nada y tú no eres nadie para venir y decirme lo que se te dé la gana, - le digo enojada y antes de que diga algo yo prosigo -. Y si, para tu información si los he visto más grandes y no estoy interesada en absoluto en ir a comprobar mi dichosa teoría y menos tratándose de ti, degenerado.

No espero respuesta de su parte y me levanto para dirigirme a otro asiento lejos de él. Lo odio, enserio que lo hago y ni siquiera llevo un día conociéndolo.

En cuanto tomo asiento la profesora llega y empieza a dar la clase sin tan siquiera decir buenos días pero me da igual y sin querer volteo a ver hacia la dirección en dónde deje a ojos bonitos pero el ya no está ahí, lo busco con la mirada por todo el salón pero no lo veo, que demonios.

-El ya no está, se fue - me dice una chica de cabello rosa que está sentada detrás de mí.

-¿Cómo dices?

-Lo que oíste, se fue y todo por tu culpa - me dice lanzándome una mirada poco amistosa.

-No fue mi culpa - le digo indignada.

-¿Cómo fuiste capaz de contestarle así a un chico tan guapo como él? - me pregunta lanzándome dagas con la mirada.

-Se lo merecía.

-Claro que no y por tu bien lo mejor será que te alejes de el - me dice sin más y yo la miro sorprendida.

-¿Perdón?

-Lo que oíste, aléjate de él, tu no lo mereces y no estas a su altura - me dice mirándome con superioridad. Al ver su actitud de inmediato la pongo en mi lista negra.

-¿Y tú sí? Porque yo creo que tú tampoco estas a su altura - le digo y pongo mi mejor sonrisa falsa.

-¿¡Cómo te atreves a hablarme así!? - me dice indignada y me lanza una mirada fulminante.

-Mira chica rosa, puedes quedarte tranquila que ese idiota no me interesa - le digo y cuando ella me va a contestar la profesora nos dice que prestemos atención a su clase así que me volteo y chica rosa no intenta volver a hablarme, por mi mejor.

Pero mientras transcurre la clase la culpa me carcome respecto a mi actitud que tuve con ojos bonitos por lo que decido que cuando lo vuelva a ver le pediré una disculpa. No pienso más en ello y solo me concentro en la clase de la profesora.