Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO 14 🎉

4 días y medio.

Casi 106 horas.

Es el tiempo que he evitado a Damián. Claro, no es como que me la pase todo el tiempo contado nuestra inactividad. Pf, para nada.

Bueno, si.

Desde nuestra pequeña charla del lunes e hecho todo lo posible por evitarlo. En las clases que compartimos juntos siempre procuro llegar a la mera hora para que así no hablemos, además de que busco el lugar más alejado de dónde él esta sentado para tomar asiento, y por supuesto, soy la primera en salir.

Respecto a la hora de descanso y mis horas libres siempre las he pasado con Ryan, y justo como pasó con él cuando lo evitaba y me juntaba con los amigos de ojos bonitos; Damián no se me acerca cuando estoy con Ryan, o al menos eso era hasta hoy...

-¿Piensas ir a la fiesta de este sábado? – me pregunta Ryan mientras comemos.

-Nop – le contesto sin dudar.

Ryan me observa consternado. –¿No? ¿Por qué no?

Me encojo de hombros. – ¿Y por qué si?

-Pues porque el que dará la fiesta soy yo.

-¿Tú? – ahora si tiene toda mi atención.

-Sí, así es – me dice y me regala una sonrisa completa –. Por eso mismo me gustaría que vinieras.

-Oh, bueno... Es que yo... Yo no... – no termino mi excusa cuando Ryan pone su mano sobre la mía y la aprieta ligeramente.

-Solo te pido que lo pienses – al ver que no le contesto insiste –. ¿Lo harás?

-Vale... – le digo dudosa.

Ryan suspira. –Gracias.

-¿Pero qué está pasando aquí, acaso estamos jugando a manitas calientes?

Sobresaltada suelto mi mano de la de Ryan y la escondo debajo de la mesa.

Damián toma asiento a lado de mí. –Ryan.

-Damián – le contesta Ryan sin mirarlo.

Ok, mucha tensión.

-En fin. Ya nos veremos Sharon – me dice Ryan antes de pararse he irse.

Demonios.

-Y dime querida Sharon ¿hasta cuándo dejaras de evitarme?

-Eh... Yo no te estoy evitando  – contesto nerviosamente.

-No, claro que no. Por eso te has estado sentado lo más cerca de mi en clases, y por eso siempre me hablas cada vez que nos vemos  – me dice irónico –. Y por eso huyes de mí.

-Yo no estoy huyendo de ti - le digo con firmeza, firmeza que no siento cabe recalcar.

-¿Ah, no?

-No.

Bueno ¿Pues qué quería que hiciera después de todo lo que me dijo?

-Bien.

-Bien – repito.

Después de un rato vuelve a hablar. –  Entonces que ¿Vas a ir a la fiesta de Ryan?

Su pregunta me toma un poco por sorpresa por lo que le contesto con otra pregunta. – ¿Y tú?

Damián sonríe. –Claro.

-¿Te invitó? – le pregunto sorprendida.

-No directamente, pero todos estamos invitados básicamente. Es lo común en este tipo de fiestas.

-¿Cómo que "este tipo de fiestas"?

Se encoge de hombros. –Sí, ya sabes,  son las que se hacen en grande y todo el que quiera va.

-Ya veo...

-¿Entonces asistirás?

-Pues pensándolo bien, no.

-Bien, pues sigue disfrutando de tu comida. Ya hablaremos – se levanta y sale de la cafetería.

Pensativa termino de comer y voy a mis siguientes clases.

...

-¡Apúrate Sharon! ¡Vamos a llegar tarde! – bufa Melanie a través del celular.

Algo adormilada quito las cobijas de mí.  –Ya voy, deja de presionarme. Joder Melanie, aún faltan 2 horas para la dichosa fiesta, que por cierto yo no quería asistir.

Por qué sí, sí asistiré a la fiesta, y no porque yo quiera.

-¡Falta arreglarnos y eso llevará tiempo! Y no te quejes que tú te comprometiste a ir conmigo.

-Y como no hacerlo sabiendo cómo te pones en las fiestas – resoplo.

-Hoy no pasará. Te prometo que no me alejare de ti.

-Sí, aja – le contesto malhumorada mientras observo el techo blanco de mi habitación.

-Date prisa, llego en media hora –  cuelga.

Enojada me levanto de mi adorada cama y me dirijo a la ducha.

...

3 horas después estamos llegando a la casa de Ryan. Y vaya que tiene dinero el joven.

-Mira nada más esta casa – chulea Melanie, sip, definitivamente no soy la única cautivada.

-Si, así es – le digo mientras contemplo la mini mansión blanca con toques dorados que está ante nosotras.

-Vamos ¡La pasaremos genial! – me dice y me jala al interior de la casona.

En cuanto pongo un pie dentro de la casa de inmediato quiero irme.

Al entrar nos topamos con la pista de baile dónde los jóvenes bailan desenfrenadamente.

-¡Wau, esto está de bomba! – grita Mel como una chiquilla. Yo no podría estar más en desacuerdo.

-Ven, vamos por bebidas – me jala y pasamos entre los cuerpos sudorosos que bailan.

Mel toma unos vasos rojos de una charola que está en una mesa; los cuales contienen un líquido ambarino de dudosa procedencia.

Por supuesto no me tomare esto.

Después de 10 minutos Mel se empieza a impacientar.

-¡Vamos a bailar! – me grita Mel para que la escuche por encima de la música.

Yo niego con la cabeza y señalo mi vaso aún lleno. Mel pone los ojos en blanco y se va a la pista de baile.

No pasa ni 5 minutos cuándo vislumbro a Damián bajando de las escaleras que llevan al segundo piso de la casa. Va acompañado de una chica pelirroja la cual lo agarra del brazo y lo mira como si fuera su mismísimo héroe.

Oh, no, no quiero ni saber que rayos estaban haciendo en el segundo piso. Nop, no quiero.

Pero mi mente me traiciona porque... ¿Qué hay normalmente en los segundos pisos? Habitaciones.

¿Y que hacen una chica y un chico cómo Damián, solos, en una habitación?
Si, dudo que sea charlar.

Antes de que quite mi mirada de ojos bonitos y su compañía, él voltea a verme. Y no, hoy no será amable, su mirada es hostil y desdeñosa. No hay ni una pizca de la amabilidad que tenía hace unos días.

Pero hey ¿Qué más da si me observa hostil? De todos modos no le pienso hablar. Dije que me alejaría de él y eso haré. Dejo mi vaso lleno en una mesa y voy a la pista de baile junto a Mel para mover un rato el esqueleto.

...

44 minutos después...

Agotada de tanto bailar decido ir por algo de tomar en la cocina, dónde solo encuentro vasos rojos con líquido ambarino, al parecer aquí no toman agua.

Sedienta tomo un vaso rojo y pruebo la cosa ámbar. Casi de inmediato el líquido quema mi garganta al bajar ¡Joder, está muy fuerte! Pero esta.. ¿Bueno? Sedienta sigo tomando el líquido de a pequeños tragos.

-Mira a quién tenemos aquí – genial, mi peor pesadilla.

Hago como que no lo escucho y sigo tomando el líquido, más por hacer algo que por querer.

-Tentador el que me ignores – me dice Damián enfrente de mí, y antes de que haga lo que ya sé que intentará me quito de dónde estoy recargada y empiezo a caminar por la cocina.

Lo miro por el rabillo del ojo, Damián esta recargado en dónde yo estaba y tiene una sonrisa maliciosa, es momento de huir.

-¿Te vas tan rápido? Y luego dices que no huyes de mí.

Aprieto mis dientes hasta que rechinan. –No estoy huyendo, solo me voy de aquí ya que he encontrado lo que vine a buscar – agarro mi vaso rojo y tomo lo que le queda, apresurando el líquido por mi garganta.

-Espera un momento – me pide, pero yo giro hacia la puerta y empiezo a caminar hacia ella.

En eso Damián llega a mí y me toma del brazo, supongo que para que no me vaya. Aunque ya no hace falta. Ya hay alguien obstruyendo la única puerta de salida.

Ryan.

-¿Qué esta pasando aquí?  – pregunta mientras observa la mano de Damián en mi brazo.  Después observa a Damián seriamente.

-Sal de aquí ahora mismo – demanda Ryan con los dientes apretados –. Sabes perfectamente que no eres bienvenido a MI casa – Ryan recalca el mi.

-Vamos ya pequeño Ryan, sabes que a estas fiestas todos estamos invitados, incluso yo – contesta Damián con chulería –. Además, yo he venido con Sharon, así que no me pienso marchar hasta que ella se vaya.

Oh, no. Eso si que no.

Ryan me lanza una mirada de reproche. –¿Es eso cierto Sharon?

-No. Por supuesto que no – le digo mientras observo a Damián con mala cara –. Yo he venido con mi amiga Mel, nada más.

Ryan se intenta abalanzar hacía Damián pero yo tontamente me meto entre los 2 y pongo una mano en cada hombro.

Volteo a ver a mi alrededor para ver si hay algún chismoso o alguien para que me ayude en caso de que estos dos se peleen.

Nada, ni un alma.

-Ya, los 2, basta – pero mis palabras son ignoradas.

-Además de intruso también mentiroso. No sé porque me extraña si siempre has sido así, una calaña de mala muerte – dice Ryan y una sonrisa torcida aparece en sus labios.

-Hazte a un lado Sharon – me dice Damián mientras asesina a Ryan con la mirada.

-No, no lo haré. Mejor cálmense los dos. Parecen peor que marido y mujer, además de que están haciendo el ridículo.

-Aquí el único ridículo es Ryan.

-Sal de mi casa – demanda Ryan ignorando el comentario de Damián.

Exasperada los suelto y me alejo unos pasos de ellos. –Bien, si se quieren matar, háganlo, me da igual, pero si se empiezan a pelear tengan en cuenta el alboroto que empezarán y eso no será nada bueno, en especial para ti Ryan ya que es tu casa – les digo de forma razonable, para que así al menos uno se lo tome en serio.

Ryan es el razonable.

-Esta bien. Quédate Damián, pero cualquier tontería que hagas te juro que te arrepentirás – con esto Ryan empieza a salir de la cocina.

Pero Damián le toma del brazo y le dice con voz baja, supongo que para que yo no escuche, pero si lo hago. –Ni creas que te has salido con la tuya, ya descubriré que te trajo aquí, a este lugar en especial.

Ryan gira la cara hacia él, tiene una sonrisa. –Vaya, pensé que ya lo sabías, príncipe de la... – se calla, supongo que por mí ya que me voltea a ver –. Del mal – termina de decir, y con esas palabras tira de su brazo y sale de la cocina.

Damián le sigue, y cuando creo que va tras Ryan ojos bonitos cambia de rumbo en dirección contraria a la que tomo Ryan.

¿Príncipe del mal, qué clase de apodo es ese?

¿Qué es lo que iba a decirle en realidad?

Y lo más importante ¿A Damián qué le importa lo que haga Ryan aquí?

Dios, más y más preguntas. Nunca respuestas. ¿Cómo planea Damián que no pregunte cosas si él mismo abre la boca de más?

Y todo esto porque Damián me estaba molestando.

Genialoso.

...

Sofocada por el alcohol en mis venas  –sí, terminé tomando otro vaso del líquido ambarino– y el calor de la casa decido salir al jardín trasero para tomar aire fresco.

Paso entre la multitud y salgo.

-Oh si, aire limpio y fresco al fin – digo una vez que estoy afuera.

-¿Qué, acaso ya te aburrió Ryan y por eso vienes en mi busca? –  sobresaltada por la voz la empiezo a buscar.

Damián esta sentado en el suelo del patio y recargado en la pared de la casa.

-Sigue soñando, idiota – le digo y observo la luna en el cielo.

-Pues déjame felicitarte, mal hablada. Nunca te creí capaz de consumir alcohol.

-Me subestimas – le digo y vuelvo a mirarlo. Esta vez tiene un cigarrillo encendido en su mano.

-Lo hago, es más, hubo un punto en que creí que te caerías de borracha - me dice socarrón.

Ante sus palabras sonrío -Pues ya ves que no, soy fuerte.

Damián suelta una risotada.

Pero no esta muy lejos de la realidad, la verdad es que no soy una consumidora de alcohol y por lo mismo sus efectos son rápidos, pero claro, eso no se lo digo.

Después de un rato sin que ninguno diga nada decido entrar a la casa para buscar a Melanie para irnos a casa. Pero no doy ni 2 pasos cuándo Damián vuelve a hablar.

-¿Alguna vez te has preguntado si tu vida es real? – su pregunta me desconcierta.

Lo pienso un momento. –No, la verdad es que nunca lo he hecho. Nunca he tenido razones para dudar de mi vida – le contesto cuidadosamente, creo saber hacia donde se dirige con esto.

Damián suelta una risa seca. –No, por supuesto que no.

Algo irritada le digo:

-Bueno ¿Y a qué viene esa pregunta?

-Por nada, solo quería ver que tan ingenua y engañada estas.

-¿Perdón? – le digo estupefacta.

-Es solo que... Si tan si quiera fueras más curiosa... – se corta.

-¿Hablas en serio? – le digo irónica –. ¿Quién te entiende? Primero te molesta que curiosee y ahora quieres que lo sea más – sacudo mi cabeza.

-Si, deberías de ser mas curiosa, pero en tu vida, no en la de los demás  –  suspira –. Como sea, mejor olvídalo.

No, ni hablar.

-No me salgas con eso de "olvídalo" No puedes ir por la vida insinuando cosas y después callarte. Así que habla – le digo con firmeza y me planto delante de él con los brazos cruzados

Damián sube sus ojos a mi cara, no sin antes repasar mi cuerpo con su mirada. Pero no me intimido y me quedo dónde estoy.

- No es nada Sharon, deberás.

No me muevo. –Sigo esperando.

Exasperado me suelta:

-Es solo que no entiendo como carajos es que no te has dado cuenta que tu vida es una vil mentira.

Ahí vamos otra vez con lo mismo.

-Ok, ya que al parecer tú sabes más sobre mi vida que yo, platícame, dime entonces como es mi vida "Real" – si, hice comillas con mis dedos en la ultima palabra.

Al ver que se queda callado me siento a su lado en el suelo. –Te escucho.

Damián sonríe y suelta el humo de su boca, yo trato de no inhalarlo por lo que alzo mi rostro al cielo, inútilmente, el humo entra en mi nariz. Damián se da cuenta de mi gesto pero no hace nada por apagar su cigarro. Vaya, que caballeroso, pienso sarcásticamente.

-Te escucho – repito.

Damián niega con la cabeza. –No pasará Sharon. Esa información es algo que tú debes descubrir sola.

Irritada le doy un ligero golpe en su brazo. –Deja de ser un idiota y habla, esta no es la primera vez que me dices eso.

-¿Deberás quieres saber? – me pregunta y una sonrisa maliciosa curva sus labios.

Mmm ¿No?

-Si – contesto.

-Perfecto. Tengamos citas.

Extrañada por el cambio de tema frunzo el ceño ¿Cómo pasamos de hablar sobre mi vida secreta a esto?

-¿Qué, eso qué tiene que ver con lo anterior? – le pregunto exasperada. No lo entiendo, en serio que no lo hago.

-Acepta tener citas conmigo y a cambio te ayudaré a que descubras tu realidad, claro, si no tienes miedo – me dice y se gira a verme.

Curiosa lo miro ¿Qué estará planeando?

-Mmm, déjame ver si entiendo ¿Me estás dando tu ayuda para descubrir mi "Realidad" –comillas de nuevo con mis dedos– a cambio de citas?

-Sí.

-No entiendo ¿Tú que ganas con esas citas?

Damián se encoje de hombros. –Eso no te lo diré.

Ceñuda contemplo los árboles que se mesen con el aire. 

No sé que se propone Damián con este pacto, digo, ¿Para que carajos quiere que tengamos citas si me odia?

-No entiendo ¿Por qué habrías de querer salir conmigo si me odias?  – exteriorizo mi duda.

-Yo nunca te dije que te odiaba – pausa – pero tampoco quiere decir que lo he dejado de hacer.

He ahí su falta de sentido. Damián trama algo y yo como curiosa detectivesca que soy lo voy a averiguar aunque tenga que sacrificar mi integridad. Todo sea por la información.

-Acepto.

-Genial. Te aseguro que obtendrás buenos resultados – me dice y me extiende su mano.

Pero mi seguridad vacila en cuánto estrecho su mano, sintiendo como si acabara de hacer un pacto con el diablo.

Aunque si es el príncipe de mal...

Oh, mierda ¿En que lío me metí?

<><><><><><><><><><>

👀¡Uy! Que intenso👀

💓Hola mis amores amorezcos, solo les quería decir que...
¡Los amo!💗Gracias por leerme💗
§
Ahora las teorías👀

💕¿Qué pasará de ahora en adelante?

¿Estas citas marcarán un antes y un después?💕

Dejen su lindo comentario, los estaré leyendo💓

Atte: Yo😂
§

Jajaja, estos amigos😂👇

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro