CAPITULO 11 🔑
SHARON.
Cuando llego a casa y veo que no hay nadie esperándome suelto un suspiro de alivio, ahorita lo que menos necesito es compañía. Bajo del auto con mi mochila, celular y las llaves de la casa, cuando estoy a punto de abrir la puerta las llaves se me caen y terminan detrás de mí ¿Cómo pasó eso? Haciendo malabares con las cosas me doy la vuelta para recogerlas, pero cuando me volteo me topo con un cuerpo el cual esta enfundado con ropa negra.
Damián.
-Oye, Sharon, yo....
Pero antes de que termine de hablar lo esquivo y me voy corriendo hacia mi auto. Abro la puerta y entro, cerrando la puerta con más fuerza de lo necesario pero no me importa, lo que importan es que ya estoy a salvo.
Tengo la respiración agitada y mi corazón late desbocado ¿Qué demonios hace aquí? ¿Acaso no termino de insultarme en el restaurante y ha venido a terminar de aserlo?
No lo sé, pero tampoco estoy dispuesta a averiguarlo.
Damián recoge mis llaves del suelo y las guarda en su bolsillo del pantalón.
No, no, nooo... ¡Ag!
Damián se acerca a la ventanilla de mi coche y me hace señas con sus manos para que baje el vidrio, pero ni loca lo haré, asi que muevo la cabeza negativamente. Él se pasa las manos por su cabello y suspira, lo sé por como mueve sus labios.
Oh, esos labios, sus labios...
¡Concentrate! ¡Esos labios hace unos minutos te insultaron! Me dice esa voz en mi cabeza.
Cierto.
El empieza a rodea mi auto, como si intentara descubrir un lugar por donde entrar. Puf, como si pudiera. De pronto se detiene y de su mochila saca su celular y empieza a... ¿Escribir?
De pronto suena mi celular alertándome de un nuevo mensaje, con cuidado le doy en leer, es de un número desconocido y dice:
"Puedes quedarte en tu auto todo el tiempo que quieras, total, yo tengo las llaves de tu casa y las necesitas para entrar. 😉"
¿Un emoji guiñandome un ojo? ¿Es enserio?
Cuando levanto la vista de la pantalla de mi celular le lanzo una mirada venenosa, pero él no se inmuta y me guiña un ojo, tiene una tonta sonrisa de triunfo en su cara y sus ojos tienen un brillo de diversión.
Idiota, si crees que has ganado estas muy equivocado. Ya se que hacer, si se quiere quedar, pues que se quede. No me importa, de todos modos Tobi esta en casa de mi vecina y no me lo devolvera hasta el lunes asi puedo irme sin ninguna preocupación.
¿Lo bueno? Tengo un plan en mente ¿Lo mejor? No pongo las llaves del auto con las de la casa, así que si, puedo usar el coche sin ningún problema ¿Lo malo? No sé si mi plan ya este en casa, espero y sí.
Enciendo el auto mientras veo la cara de Damián, ahora él ya no sonríe y ya no hay diversion en sus ojos, ahora solo hay extrañeza, rápidamente mete la mano a su pantalón y saca las llaves de mi casa, supongo que para corroborar que aun las tiene, al verlas me mira sorprendido, yo simplemente le sonrío y le guiño un ojo, supongo que no conoce a mucha gente que separe sus llaves de la casa con las de su auto, bueno, pues yo sí. Doy marcha atrás y me adentro en la calle, por el espejo retrovisor veo como Damián agita sus manos en el aire, supongo que maldiciendo, además de que tiene cara de enojado. Bien, por mí te puedes enojar lo que quieras, idiota. Acelero hacia la casa de mi plan sintiéndome triunfante y feliz.
De pronto vuelve a sonar mi celular con un sms, pero no lo abro hasta que un semáforo se pone en rojo.
"No te preocupes, aquí te esperaré hasta que regreses😘"
Maldición.
<><><><><><><><><><><>
La familia de Mel es gente adinerada, por lo que se pueden permitir casi cualquier lujo, como el de comprarle a Mel una casa en una zona residencial. Pero a pesar de todo lo que poseen son gente humilde, siempre están ayudando a la gente que más lo necesita y nunca piden nada a cambio. Por lo que me ha dicho Mel, una parte de las ganancias de sus padres está destinada a casas de beneficencia. Sus papás siempre están de viaje por su trabajo por lo que casi no ven a su hija, pero a pesar de la distancia siempre están al pendiente de ella y siempre están en contacto para ver como esta. Sin duda aman a Mel y ella sabe que es querida.
Para mi ella es como la hermana que nunca tuve. Mis padres no quisieron tener más hijos después de que yo nací y realmente no sé el porqué de esa decisión, sin embargo a mí me hubiera encantado tener un hermano o hermana, lo bueno es que tengo a Mel, mi casi hermana desde que éramos pequeñas. Sin poder evitarlo una sonrisa aparece en mi rostro, como quiero a esa mujer.
Todas las casas son blancas de 3 pisos, además de grandes. Las puertas de las casas son negras al igual que el marco de las ventanas. Cada una cuenta con su propio garaje. Todas las casas están divididas por vallas grises, como si hubieran querido romper un poco el patrón de blanco y negro, pero no hace mucha la diferencia realmente, sigue viéndose un lugar triste y falto de color. Es como si de una casa hubieran sacado muchas copias y las hubieran repartido en este terreno. Cuentan con un patio delantero el cual solo tiene pasto, a excepción del camino de gravilla roja que lleva a la entrada de la casa y al garaje. En cada casa hay árboles, ya sea un cerezo o un durazno pero todas cuentan con al menos uno de ellos; estos tienen sus ramas algo solitarias ya que en esta época de año casi no dan flores por lo mismo del frio, causando que el lugar se vea trise y solitario, pero cuando es primavera los árboles obtienen flores que le dan a este el lugar un toque de color y lo hace ver menos triste y aburrido. Todo esto lo sé por la casa de Mel, ya que al parecer todas son exactamente iguales pero por supuesto la de Mel no.
La casa de Mel es la más pintoresca de este lugar. En el patio delantero de su casa hay rosas de colores, rojas, rosas, azules e incluso amarillas, tulipanes que van desde morados hasta rojos los cuales están muy bien distribuidos para darle un toque alegre a su patio, la valla de su casa es de un lindo azul pastel el cual combina perfectamente con el color rosa pastel de su casa, los marcos de las ventanas y la puerta son de un café claro dándole a la casa un toque cálido y alegre, es realmente hermosa su casa.
Cuando estaciono el coche frente a su casa no estoy segura de sí bajarme y tocar el timbre o irme a dar vueltas por las calles hasta que sea noche para así asegurarme de que ojos bonitos y odiosos no está ya en mi casa. Pero no tengo ni tiempo de arrancar el coche cuando Mel sale de su casa y me ve.
-¿Sha? ¿Qué haces aquí? - me dice mientras me bajo del auto.
-Yo....mmm, hola otra vez - le digo y le sonrío tímidamente.
-¿Qué haces aquí? No es que me queje o que no te quiera aquí pero no te esperaba ver nuevamente, y menos en mi casa ¿Todo está bien?
-Sí, todo bien, es solo que... necesito hablar contigo de...de lo que pasó después de que me fui del restaurante.
-Oh, por ahí debiste de haber empezado, de hecho pensaba llamarte para contártelo, ven entra - me dice mientras camina hacia el interior de la casa.
Cierro la puerta del auto y la sigo, lista para saber toda la verdad ¿Qué verdad? No lo sé, pero tiene que haber algo que haya llevado a Damián a mi casa.
La casa de Mel es muy acogedora. Desde la puerta no se puede observar más que la escalera que conduce al segundo piso, en el cual solo se encuentran las recamaras con sus respectivos baños, además de un baño extra, por si los de cada habitación se atrofiasen. También está un salón de juegos dónde encontraras desde billar, futbolito, X-box, entre muchas otras cosas, es más que nada un lugar para relajarse después de un largo día.
En el primer piso se encuentra la sala de estar, en esta se encuentran 3 sillones de doble plaza que son de color beige con flores doradas, en todas las paredes hay fotografías colgadas, como de cuando Mel era una bebé, e incluso de vacaciones con su familia. También en primer piso se encuentra el comedor, el cual cuenta con una mesa de madera de roble, es lo suficientemente grande como para que quepan 8 personas, sus sillas también están echas de madera de roble y están acolchonadas para mayor comodidad. A un costado del comedor se encuentra una puerta de color café rojizo, la cual conduce hacia la cocina. El estudio también se encuentra en la planta baja, en el que Mel hace todas sus tareas y guarda su documentación importante, así mismo también es usado por sus papás cuando la vienen a visitar. Y para finalizar también hay un baño completo.
Cierro la puerta de la casa detrás de mí mientras me limpio los zapatos en el tapetito que hay en la entrada. Una vez que mis zapatos están limpios me dirijo a la sala de estar.
Cuando entro a la sala Mel pasa a mi lado y me dice:
-Toma asiento, ya sabes, estás en tu casa ¿Quieres agua, jugo, refresco, algo?
-Agua estaría bien - le digo mientras tomo asiento y la veo desaparecer por el pasillo.
Unos minutos después, estamos sentadas en el mismo sillón con nuestras respectivas bebidas, ella jugo y yo agua.
-Ahora si Sharon, dime que te trae aquí - y antes de que diga algo ella alza su mano en señal de que no diga nada, así que me callo y ella prosigue -. No me digas que es sólo para saber que paso después de que te fuiste del restaurante, ya que simplemente me pudiste haber llamado, y sin en cambio estas aquí, en mi casa, ahora sí, dime ¿Qué te trae aquí? Y quiero la verdad.
-¿Qué tiene de malo que te venga a visitar, acaso no me quieres aquí? porqué si es así mejor me voy - le digo mientras me levanto del sillón y dejo es vaso de agua en la mesita. Sé que estoy a la defensiva pero no puedo evitarlo.
-No tiene nada de malo Sha y no es que no te quiera aquí, sabes que es todo lo contrario. Es sólo que nos acabamos de ver hace unas pocas horas, y que vengas aquí es algo raro. Ahora, por favor siéntate y dime que te pasa.
-¿Qué te hace pensar que tengo algo? - le digo mientras vuelvo a tomar asiento.
-Te conozco desde hace mucho y sé que algo te pasa, así que tranquilízate y habla con la tía Mel.
Sin darme cuenta una sonrisa cruza mi rostro cuando dice lo de la tía Mel ya que eso es lo que yo le decía cuándo éramos pequeñas y ella estaba mal.
Bajo la vista a mis manos en mí regazo y le digo:
-Bueno, pues... Damián estaba afuera de mi casa cuando llegué, yo corrí hasta mi auto y me encerré, creo que quería que habláramos pero yo no quise bajarme, así que conduje hasta aquí, dudo que se ya se haya ido, él estaba tan confiado de que iba a regresar que sé que no se irá hasta que sea noche y se vea obligado a marcharse.
Al no escuchar nada de su parte levanto la vista para encontrarme con una Mel sorprendida. - ¿El sexy de Damián estaba afuera de tu casa, queriendo arreglar las cosas y tú huyes?
Ahora que lo dice, eso que hice fue infantil.
-Se lo merece - le digo, y una nota de enojo se cuela en mis palabras.
-Vale, tienes razón Sha, se lo merece, pero ahora déjame decirte que paso después de que te fuiste del restaurante ¿Bien?
-Claro.
-Bueno, pues después de que vimos que no te alcanzaríamos decidimos regresar al restaurante para pagar e irnos, pero cuando íbamos entrando Damián iba saliendo, lo curioso es que se marchó por la parte trasera del restaurante, y a que no adivinas que más pasó - me dice, en sus ojos encuentro su brillo característico que aparece cuando algo interesante viene, le hago un gesto con la mano para que continúe -Bueno, pues él se fue y dejo a Verónica, la cual se tuvo que regresar con Zed, ya que no traía su auto - termina de decirme Mel y una sonrisa de oreja a oreja aparece en su cara.
-¿Por qué esa sonrisa? - le pregunto.
-Ahora ya sé porque Damián salió del restaurante tan rápido, claro, tenía que ir a verte - me dice emocionada.
-No empieces Mel ¿Y qué hiso Verónica? - le pregunto, de pronto interesa por ese dato que me dio.
Eso hace que el brillo en sus ojos aumente ¿Qué demonios?
-Pues mi querida amiga, déjame te cuento que cuando Damián se iba a ir Verónica lo detuvo y entonces... - Mel deja la oración sin terminar y empieza a palmear sus manos en sus muslos.
-Entonces... - la ánimo a que siga.
-Entonces él se volteó y le dijo que no la podía llevar a su casa, que lo disculpara, entonces ella le dijo que él la trajo que ahora tenía que llevarla de regreso a su casa, él le respondió que le dijera a alguien más para que la llevara devuelta a su casa y además alcance a escuchar como le decía que básicamente él no la quería traer, y sin más se fue, dejándola ahí, parada como una tonta - termina con una enorme sonrisa en su cara.
Yo no sé lo que muestra mi cara pero estoy casi segura de que es todo un poema.
-¿Damián dejo a Verónica por ir a mi casa?
-Exactamente, ahora que lo sabes ¿Qué harás?
¿Qué, qué haré al respecto? No lo sé, así que solo la miro y no le digo nada.
-¿Regresaras a casa o no? - insiste.
Lo pienso, tal vez Damián aún este en mi casa, y si voy podremos hablar y aclarar las cosas como dos adultos que somos, pero... en estos momentos no tengo ánimo de lidiar con el misterioso de Damián.
-Me gustaría quedarme aquí en tu casa por esta noche, claro, si no es mucha molestia.
-¿Es enserio? ¿No iras a casa a arreglar las cosas con él? - me pregunta y veo como en su mirada se apaga la chispa de su entusiasmo.
Suelto un suspiro y le digo:
-No tengo ánimo para ello Mel, dame un descanso ¿Sí? Lo que me dijo en el restaurante me dolió, de verdad que lo hiso, y ahorita lo menos que quiero hacer es verlo.
-Tienes razón, él se comportó como un idiota, no tenía ningún derecho a decirte lo que te dijo - me dice y me mira con ternura.
-Pero es verdad lo que me dijo - susurro más para mí misma que para Melanie.
-¿Qué? - me pregunta, al parecer no me escucho.
-Nada Mel ¿Vamos a ver una peli?
Ella me observa por unos segundos, y sea lo que sea que vio en mi cara sirvió para que dejara el tema por la paz.
Nos fuimos a ver una película, la cual fue Bambi. Una vez que termino nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones.En cuanto mi cabeza toca la almohada me quedo dormida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro