Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Trascender

Namjoon los persiguió y los tres se montaron en la Jeep 4x4 de Yoongi. Condujeron a toda velocidad para atraparlos, para salvar a jungkook, sin embargo al ser de noche una decena de niños fantasmas se pararon a medio camino imposibilitándoles el paso al camino que guiaba a la cascada.

—¡Acelera, no son reales! —gritó Jimin.

—Madre de Dios, lo veo y no lo creo —murmuró Namjoon asustado.

—Voy a acelerar... ¡Ahora! —Al decir eso Yoongi pisó el acelerador.

Kim Taehyung y Kim Jungkook llegaron a la cascada, estando ahí el humano no dudó en adentrarse al lugar en el que Taehyung escondió su zapato con la cadena y la nota que acusaba al presidente de asesinato. Iba a culminar ese terrible acto, iba a encarcelar al maldito que le hizo daño a tantas familias de Villa Escondida.

—Lo encontraste —Taehyung estaba sonriendo de oreja a oreja.

—Tú me dijiste dónde estaba, pero Tae, tu ropa está cambiando...

La ropa de Taehyung cambió a una camiseta blanca de manga larga y un pantalón color caqui, la ropa estaba sucia y ensangrentada... Era el mismo atuendo que usaba el día que murió.

—Te traje aquí por una razón y es para salvarte. —Taehyung estiró la mano para que Jungkook se acercara a él— Ven a mí.

Jungkook se acercó confiado sosteniendo la mano de Taehyung con delicadeza, ambos se sentaron encima de un par de rocas mirándose a los ojos.

—Estás sucio... —murmuró Taehyung.

—Tú también.

—Vestía esta ropa el día de mi muerte... —Suspiró con profundidad— Hoy vamos a despedirnos, necesito trascender para que estés a salvo.

—¡¿Qué?! Pero apenas te conocí, no puedes dejarme.

—No estoy vivo Jungkook.

—¡No me importa, te quiero a mi lado por siempre. No debiste morir de esa manera tan injusta!

—Quizás debí morir para enseñarte lo que es amar sin condición... Ámame sin esperar nada a cambio, ámame aunque no puedas estar conmigo.

—¡No quiero! —gritó fuerte.

—Es que no hay remedio, amor mío. Mi presencia te lastima, si nos besamos o si follamos voy a terminar matándote... Por eso me tengo que ir, porque en tu vida soy algo siniestro.

—No quiero... —murmuró en medio del llanto.

—Lo que me ataba a esta tierra era el deseo de venganza, pero ese deseo se esfumó porque ahora lo único que quiero es que vivas una larga, larguísima vida.

>>Te conté mi historia, mi tragedia y me escuchaste con bondad. Nos enamoramos a pesar de la barrera entre los dos, pero sabes que nuestro amor es imposible, que no podemos estar juntos para siempre porque tengo que partir y dejarte solo en este mundo cruel e indiferente.

—Kim Taehyung no quiero que me dejes... Permíteme seguir la luz contigo, déjame morir a tu lado —dijo con sinceridad mientras seguía llorando.

—Me gustaría estar contigo en la eternidad mi apuesto hombrecito. —Acaricio el cabello de Jungkook con cariño— Pero como dije antes, mi anhelo es que vivas una larga vida.

—Contéstame una pregunta.... ¿Tú sufres al vagar en esta tierra? —preguntó Jungkook al ponerse de pie.

—Un poco, a veces deseo descansar en paz y ya.

Jungkook abrazó a Taehyung con fuerza rodeándolo por la cintura, recargándo el rostro en sus hombros.

—Entonces tienes que irte... No puedo detenerte.

—Mi dulce Jungkook, la próxima vez que salgas con alguien que la cita sea a la luz del sol... —dijo acariciando su cabeza.

—Después de ti dudo que alguien llame mi atención, ademas estaré ocupado llevando esto a las autoridades —dijo alzando el zapato en el aire.

—No te metas en problemas que puedan poner en riesgo tu vida, promete que vivirás muchos años.

—Lo prometo.

Era una noche fría, pero ellos no sentían el frío y tampoco les importaba estar parados al borde del precipicio. Estaban siendo iluminados por la luz plateada proveniente de la luna. Allí se encontraban ellos, abrazados junto al lugar que vio morir a Taehyung. Su amorío fue corto, pero tan real como la vida misma y tan fuerte como el destino que se les había interpuesto ya que uno tenía que seguir viviendo y el otro cruzar al otro lado. No había forma de evitar la despedida, ni de cambiar el destino.
Se habían dicho todo lo que tenían que decirse, se habían jurado que se amarían por siempre, que se reencontrarían en otra vida. Pero en el fondo sabían que era una utopía, que la vida los separaría, que la muerte los condenaba. Así que solo les quedaba un último gesto, un último regalo, un último beso.
Se acercaron lentamente, rozando sus labios con ternura, sintiendo sus almas vibrar, sus cuerpos estremecerse. Se besaron con pasión, con nostalgia, con gratitud. Se besaron con amor, con dolor, con despedida. Se besaron como si fuera la primera vez, y como si fuera la última.
Fue un beso mágico, sobrenatural, inolvidable. Un beso que trascendió la barrera entre la vida y la muerte, que unió sus corazones para siempre, que les dio paz y consuelo. Un beso que los hizo felices, que los hizo sufrir, que los hizo vivir.
Cuando se separaron, se miraron una vez más, sonriendo con tristeza, llorando con alegría. Se dijeron adiós con la mirada, sin pronunciar palabra. Luego él se desvaneció en el aire, dejando una estela de luz. Jungkook lo siguió con la vista hasta que lo perdió de vista quedando solo y temblando de pie ante el precipicio.

Jungkook yacía de rodillas ante el precipicio. Acababa de atestiguar con sus propios ojos el viaje de Kim Taehyung al otro lado. Con el corazón partido, cuerpo débil y manos temblorosas sostuvo el zapato que contenía la carta del padre de Tae en el interior al igual que el collar que perteneció a su fugaz amor cuando su corazón latía. Estaba decidido a vengar a su amado, pero primero tenía que ser capaz de ponerse de pie. Tambaleándose logró hacerlo, en ese instante escuchó la voz de su hermano a lo lejos. ¿Era Jimin? ¿O ya estaba alucinando porque no podía más con su cuerpo?

—¡Jungkook! —gritó Jimin acercándose a él.

—Eres tú... —sonrió abrazándolo y dejando caer su pesado cuerpo sobre su hermano. Por fortuna Namjoon llegó a tiempo para evitar que cayeran.

—¡Creo que llegamos a tiempo! —dijo Yoongi.

—De hecho llegan tarde, Taehyung ya se marchó... —murmuró cansado en el oído de Jimin.

—¿A dónde se fue? —preguntó su hermano.

—Al más allá... Estoy cansado, siento que he perdido energía.

—Pues estuviste con un fantasma. ¿Qué esperabas? —preguntó Namjoon—. Vamos a la clínica, tienes que recuperarte por completo.

—No podemos quedarnos más en este pueblo, el presidente es peligroso yo tengo que...

Jungkook sentía que su cabeza iba a explotar, podía escuchar los latidos de su corazón y la sangre fluir por sus venas.

—El zapato es importante, no lo pierdan de... —murmuró entregándole el zapato de Taehyung a Yoongi, este lo tomó entre sus manos preocupado. Acto seguido Jungkook se desmayó.

Distintos niños fantasmas los rodearon, ellos olían la ausencia de Kim Taehyung, sabían que acababa de trascender, por eso comenzaron a llorar, porque también querían marcharse al más allá.

—¡Quiero a mi mami! —gritó uno de los niños.

—¡Tenemos que llevar a Jungkook al hospital! —gritó Namjoon cargándolo con fuerzas, ignorando a los niños fantasmas y caminando en medio de la oscuridad por el camino que guiaba a donde estaba la camioneta.

—Yoongi, vámonos —Jimin lo tomó de la mano jalándolo.

—Esos niños tienen que irse de este mundo...

—¿Cómo?

—¡¿Quieren irse?! —les preguntó con firmeza.

Pronto todos los niños se acercaron todavía más a él.

—¡Quiero a mi papi! —chilló una niña.

—¡Entonces cierren los ojos y vayan hacia la luz!

—¿Luz? —preguntó una niña con voz dulce.

—Sus seres queridos se encuentran en esa enorme luz blanca... Solo tienen que buscarla en el cielo —murmuró Jimin sin saber exactamente qué era lo que estaba diciendo.

Los niños dejaron de llorar y corrieron hacia el precipicio desapareciendo en frente de sus ojos.

—Fue más fácil de lo que creía, ahora sí. Vámonos —Yoongi tomó a Jimin de la mano jalándolo hacia el camino que guiaba a la camioneta.

Cuando llegaron Namjoon y Jungkook ya estaban en los asientos traseros. Yoongi subió al volante y Jimin al copiloto. Encendió el motor y se dirigió al pueblo.

—Dirígete a Seúl. Este pueblo está lleno de problemas, no pasaré una noche más aquí. —Namjoon parecía decidido.

—¿Eso significa que nos volveremos a mudar? —preguntó Jimin.

—Regresaremos a nuestra casa, es hora de superar la muerte de tu madre. Quise alejarme de Seúl para olvidarla, pero no voy a arriesgar la integridad tuya y de tu hermano por mi egoísmo.

>>La casa en Seúl la compramos tu mamá y yo cuando nos casamos, iba a ponerla en venta, pero no... Regresaremos a vivir allá.

—Supongo que ya no voy a ver a Yoongi —Jimin susurró.

—¿Eso es lo que te preocupa? —preguntó Yoongi— Yo veré la forma de permanecer cerca de ti... —dijo eso último mirándolo de reojo.

Hasta aquí el capítulo de hoy

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro