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Tierras mágicas I

—¿Me extrañaste? —preguntó Taehyung cuando Jungkook terminó de cerrar la puerta.

—Por supuesto... ¿Y tú a mí?

—También, se me hizo eteeeeerno el día. —Estiró la mano para tomar la de Jungkook con suavidad entrelazando sus dedos. Taehyung estaba sentado en la cama mientras que Jk de pie.

—Taehyung, —murmuró, seguido de eso tragó saliva—, ¿Qué soy para ti?

Esa pregunta desconcertó a Tae, ¿Por qué preguntaba eso? Se suponía que la respuesta y sus intenciones eran claras.

—Me gustas, ¿por qué preguntas?

—¿Pero te gusto para un rato o te gusto de: quiero estar contigo siempre?... Me interesa saber sobre qué estoy parado.

Taehyung se mordió los labios, luego jaló a Jungkook obligándolo a sentarse en sus piernas.

—¿Y no te gustaría saber sobre qué estás sentado? —susurró en su oído.

—No... —contestó nervioso.

—Quiero estar contigo para siempre, todos los días, todas las noches, todo el tiempo, te quiero única y exclusivamente para mí. ¿Estamos en la misma sintonía? Dime que lo estamos. —Las palabras de Taehyung aceleraron el corazón de Jungkook.

—Creo que sí... Se que vamos muy rápido y que apenas nos conocemos pero siento que te conozco desde hace mucho tiempo atrás.

—Quizás sea porque estamos destinados a encontrarnos.

—Cuéntame de ti, ¿Dónde vives? ¿Cuáles son tus pasatiempos?

—Vivo junto al gran árbol, si gustas después vamos para que conozcas el lugar. Me gusta la literatura, creo que por eso no encajaba mucho en la escuela, am... ¿Mi pasatiempo? Creo que ir al manantial y andar sobre los tejados. No tengo familia, solo a mi mamá y ella trabaja todo el día, por eso no tiene tiempo para estar conmigo.

—¿Y tu papá?

—Murió...

—Oh lo siento mucho, se lo que sientes porque mi madre murió el día que nací y mi padre trabaja todo el día así que no tiene tiempo para mí.

—Entonces somos más parecidos de lo que crees.

Mientras tanto Jimin en la habitación de al lado escribía un mensaje definitivo a Yoongi.

"Estaré en la plaza, si no apareces no me busques más, pero si te interesó aunque sea un poquito lo que tuvimos ahí te espero"

Al enviarlo salió de casa tomando sin permiso la Suburban de Namjoon para llegar más rápido. La noche era helada, pero le importó poco ya que estaba hirviendo de furia porque las palabras de Jungkook lo hicieron recapacitar, si era cierto que no le interesaba a Yoongi quería averiguarlo de una vez por todas.

"¿De verdad fuiste a la plaza?"

Escribió Yoongi por mensaje a Jimin, al leerlo dudó en contestar, pero luego de varios segundos contestó:

"Sí, acabo de llegar."

Era una noche oscura y tranquila. Yoongi estaba en su casa, disfrutando de una película, cuando Jimin le confirmó que estaba en la plaza. Yoongi sabía que tenía que actuar rápido para salvarlo, así que corrió hacia su armario, sacó una camiseta negra y unos pantalones cortos grises. Se cambió rápidamente y salió corriendo de la casa. Mientras corría hacia la plaza, pensó en que haría cualquier cosa para protegerlo y mantenerlos a salvo.
Finalmente llegó a la plaza y vio a Jimin sentado en una banca. Sin pensarlo dos veces, Yoongi tomó la mano de Jimin arrastrándolo lejos de la plaza, pero este forcejeó un poco porque se estaban alejando de la Suburban.

—¿¡Qué te pasa?! ¡Vengo en la camioneta de mi papá!

—¡Pues eso es mucho mejor que venir a pie, vamos a la camioneta ya! —gritó.

Yoongi encontró con la mirada la camioneta, luego sin soltar la mano de Jimin lo arrastró hacia ella abriendo la puerta del conductor para que subiera, en seguida la rodeó subiendo al asiento del copiloto.

—No mal entiendas las cosas, estoy aquí para ayudarte. Enciende la camioneta y vámonos.

—¿Qué?

—Enciéndela Jimin-ah...

—¿Ayudarme a qué?

—Ya casi es media noche... Tienes que estar en casa, es más seguro de esa manera.

—No voy a moverme de aquí hasta que me digas qué es lo que sucede.

—¡Es que no me vas a creer! —gritó Yoongi histérico—. ¡Enciende la puta camioneta y vámonos de aquí!

—Me asustas... —murmuró Jimin colocando la llave de la Suburban en su lugar con manos temblorosas.

—Hay fantasmas en la zona —soltó Yoongi en medio de un suspiro.

—No tienes que darme pretextos ridiculos, te dejare en tu casa y adiós para siempre. ¿Okay? —Encendió el motor de la camioneta.

—Lo que te digo es cierto, no me lleves a mi casa mejor a la tuya.

—Como digas... Fantasmas, sí claro.

Jimin aceleró furioso, iba a alta velocidad e incluso cayó en distintos baches en las calles viejas. Cuando llegaron frente a la tienda de Min le quitó el seguro a la camioneta para que Yoongi bajara.

—Te dije que fuéramos a tu casa.

—¿Cómo ibas a regresar a tu casa? ¿Caminando? Deja de ser orgulloso y bájate —dijo sin siquiera voltear a verlo, Yoongi exhaló resignado porque era hora de contarle la verdad a Jimin.

—Lo que te digo es cierto, hay fantasmas en la ciudad. Si estás afuera de tu casa después de la media noche ellos se adueñan de tu alma, ¿puedes creerme?

—Pues faltan dos minutos para la media noche, si me voy a casa entonces me encontrarán en el camino y te deshaces de mí, ya bájate de la camioneta. —Volvió a insistir sin creerle una sola palabra.

—Entonces quédate en mi tienda. —Escucharlo decir eso provocó que la piel de Jimin se erizara—. Será una larga noche, pero conmigo estarás seguro, no me perdonaría que te pasara algo porque te dejé ir solo a casa.

—Si quieres estar conmigo no uses pretextos Min, solo dilo y ya —al decir eso Jimin apagó el motor de la camioneta abriendo la puerta para salir de ella.

—No se trata de eso, créeme —contestó al bajar de la camioneta.

Jimin siguió a Yoongi todavía sin creerle lo que le acababa de decir. Luego de entrar a la tienda ambos se sentaron en una mesita en la que los visitantes comían comida refrigerada y sopas instantáneas.

—Ya son las doce. —Anunció Jimin viendo su reloj—¿Eso significa que si salgo de aquí los fantasmas van a devorar mi alma? —dijo sarcásticamente.

—Estas tierras son mágicas, Jimin. Al principio no lo creía e incluso llegué a pensar que me estaba volviendo loco.

—Supongamos que te creo, ¿a qué se debe?

—Es que para que me creas primero tengo que contarte todo desde el principio.

—Soy todo oídos. —Puso los codos en la mesa para apoyar sus mejillas en las manos.

—Todo comenzó cuando hace un año se incendió misteriosamente el tren que nos transportaba a Seúl. Mis padres iban a visitarme, ese día iba a contarles acerca de ti, pero nunca llegaron.

>>Recuerdo que recibí la llamada de un detective, viajé al pueblo para reconocer el cuerpo. Cuando me di cuenta que eran ellos lloré amargamente, los sepulté solo porque la mayoría de las pocas familias de la ciudad estaban enterrando a sus muertos aquel día.

>>Fue una desgracia que nunca olvidaremos, es que imagina... Este es un pueblo tranquilo en el que no pasa nada pero repentinamente mueren cerca de quinientas personas. El origen del fuego nadie lo supo, sin embargo se murmura que se trató de un pacto con el diablo o qué hay una bruja en el pueblo.

>>El día que sepulté a mis padres me quede a dormir en la casa que está aquí atrás de la tienda pues después de todo al ser de mis papás ya me pertenecía. Mi sorpresa fue que comencé a alucinar con ellos, o al menos eso era lo que creía.

>>Hablé con mamá e incluso me cocinó la cena... Fue todo muy extraño, después regresé a Seúl y al verte quise contarte lo que sucedía pero Jung Hoesok me detuvo en la entrada amenazando con contarle a toda la escuela que tú y yo nos acostamos...

>>Le supliqué que no lo hiciera, y aceptó pero la única condición era que terminara contigo. Fue por eso que comencé a tratarte mal, para evitar que manchara tu imagen porque ya sabes cómo es la sociedad, a mí no me importa la opinión de la gente, pero a ti sí y exponerte de esa manera no me pareció Justo.

>>Después de eso visité el pueblo cada fin de semana y cada vez que venía, luego de la muerte de mis padres ellos estaban en casa. Te juro que parecían personas reales, te juro que llegué a pensar que eran producto de mi imaginación. Hasta que un día decidí salir a fumar a la plaza del pueblo.

>>Fue terrorífico, eran cerca de la una de la madrugada cuando distintos niños se acercaron para jugar conmigo... En ese momento el fantasma de mi madre se acercó a mí intentando tocarme para ayudarme a correr, no pudo tocarme, pero de todos modos corrí.

>>Esa noche descubrí que salir después de las dice de la noche era peligroso. Al día siguiente fui a la vieja iglesia a preguntarle al padre qué era ese fenómeno y me dijo que hace cientos de años sucede aquí en el pueblo.

>>El manantial es una puerta al mundo de las sombras y todo habitante de este pueblo que ha bebido del agua del manantial y muere permanece vagando en este territorio... Algunos seres son malvados y quieren venganza por la manera injusta en la que murieron, otros son pacíficos y solo buscan el momento de trascender a dónde perteneces.

>>Ese fue el caso de mis padres, yo les pedí que se fueran. Ellos... —Los ojos de Yoongi se invadieron de lágrimas—. Se marcharon luego de ocho meses de haber muerto.

>>Todo aumentó el día que el tren se incendió porque antes era más fácil controlar a los muertos ya que era uno u dos por año. Me dijo el padre que todo el pueblo colaboraba para ayudar a las almas a trascender.

Lo que Jimin acababa de descubrir era impresionante y no lo hubiera creído antes. Sin embargo Yoongi parecía sincero.

—¿Tú haz bebido esa agua?

—Jimin, todos la hemos bebido. Es el agua que se distribuye en el pueblo. Es por eso que los habitantes no se empeñan en el turismo, por eso nadie quiso acompañar a tu padre a la montaña porque saben que mientras más habitantes haya, crecerán las entidades.

—Es que esto que planteas es increíble. ¿Por qué no permiten que el mundo se entere acerca de este suceso?

—Porque el pueblo se llenaría de moribundos. Solo piensa en las personas que son diagnosticadas con alguna enfermedad terminal... Ellos vendrían a vivir aquí junto con sus familiares para no decir adiós cuando mueran.

>>Los fantasmas y el crimen aumentaría. Las personas robarían el agua del manantial y se haría un descontrol en el mundo entero mezclando vivos y muertos.

—En eso tienes razón —dijo Jimin—. ¿Osea que si salgo puede ser que me encuentre con un fantasma?

—Sí. —Yoongi suspiró— No me gustaría que te pase algo por no advertirte.

—¿Y nunca me odiaste? Digo la última vez que nos vimos dormimos juntos, luego desapareciste, todo fue muy repentino para mí. ¿Por qué no me contaste lo que te estaba sucediendo? Y Hoesok, ese hijo de puta me las va a pagar.

—A decir verdad Hoesok ya no me interesa. Lo que me preocupaba era que estuvieras cerca de mí y no saber cómo explicarte lo de los fantasmas. Pero ahora que lo sabes podemos intentar ser amigos. —Yoongi estiró la mano para hacer las paces.

—Tus pretextos son absurdos, debiste quedarte a mi lado...

—Quise protegerte de Hoseok...

—De ahora en adelante no me protejas, solo quédate a mi lado —al decir eso tomó la mano de Yoongi haciendo las paces.

—Lo prometo, Jimin no sabes cuanta falta me haz hecho todos estos meses...

—No vuelvas a alejarme, es claro que no puedes solo. Necesitas a alguien de tu lado.

De pronto una piedra golpeó el vidrio de la tienda, Jimin y Yoongi voltearon a ver quién la había arrojado. Pero al darse cuenta de que no había nada se miraron a los ojos asustados.

—Creo que son los fantasmas.

—¿No dijiste que no podían tocarnos? —preguntó asustado.

—Se supone...

Más piedras fueron arrojadas a la tienda de Min rompiendo el cristal por completo. En ese momento ambos jóvenes cruzaron la puerta de la tienda que guiaba a la casa para esconderse, encerrándose con llave.

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