#10:
Pov.Narrador/ra
La mañana siguiente había llegado y un español de cabello y piel rojiza se estaba despertando por culpa de los rayos del sol que se colaban por su ventana dándole de lleno en el rostro.
Soltó un bostezo mientras que estiraba sus músculos, se sentía tan bien, después de tanto tiempo al fin había podido dormir sin tener alguna de aquellas pesadillas que solían atormentarlo en las noches.
Se levantó con algo de pereza y camino hacia su baño en donde empezó a hacer sus necesidades diarias como cepillarse los dientes, peinar su largo cabello y demas cosas. Una vez y termino esto salio del baño y tomo su teléfono que se encontraba en una mesita de noche, chequeo la hora notando que era bastante tarde, literalmente iban a ser las doce de la tarde, se sorprendió por esto ya que normalmente se despertaba mucho más temprano.
—joder, perdí la reunión.— maldijo por lo bajo, de seguro ONU le hecharia un buen sermón por faltar a una de las reuniones.
Dejo el teléfono en la mesita y salió de la habitación, camino hacia su cocina en donde saco un tazón de una repisa, una caja de cereal y les dejo en la mesa, luego se acercó al refri de donde saco una caja de leche, no tenía mucha hambre por lo que sólo desayunaria algo de cereal con leche y una manzana, sin duda no era un desayuno muy nutritivo pero la verdad no tenía ganas de hacer nada.
Una vez y había vertido la leche en la taza llena de cereal comenzó a comer con algo de calma, pensaba en que hacer aquel día, al final decidió ir al hospital a ver a USA y hacerle algo de compañía al americano, después posiblemente volvería a casa y se pondría a leer un libro o simplemente vería una película... No, tenía que hacer algo que era mucho más importante, solto un suspiro al recordar lo que tenía que hacer, debía hablar con sus demás hijos sobre su "nuevo hermano mayor", explicarles con calma la situación.
°°°
Una ves y termino de comer subió a su habitación y se cambió la pijama, tomo su teléfono y su billetera para luego salir de la habitación y de la casa, cerrando las puertas de esta con seguro claro esta.
Se subió a su auto y condujo hacia el hospital en donde se encontraba hospitalizado el gringo, condujo un buen rato mientras maldecia el tráfico que había, una vez y por fin llegó, estacionó su auto, tomo un ramo de flores que había comprado para el menor y bajo del auto, peino unos cabellos que escapaban de la coleta que se había amarrado para luego ir a la entrada del hospital y entrar en este.
Camino hasta la recepcionista, saludo a la dama para luego comenzar a hablar.
—disculpe, vengo a ver a Estados Unidos de América ¿no se si pueda entrar a verle?.
—oh, si claro.— la chica tecleo en su PC para luego regalarle una sonrisa al mayor —el está en la habitación quince.
—muchas gracias.
El español camino hacia la habitación quince, al parecer habían cambiado al estadounidense de habitación, una vez y tuvo en frente de la puerta tocó está levemente escuchandose un "adelante" del otro lado, España entró a este y le regaló una sonrisa al estadounidense el cual se encontraba recostado en la camilla, su brazo seguía conectado a aquella máquina que ni idea para que era.
—buenas tardes crio.— saludo mientras se acercaba al contrario —te traje unas flores para que decoren un poco este lugar.
—oh, sr Sp... Q-quiero decir, papá me alegra verte.— el chico le regaló una pequeña sonrisa apenada —son hermosas, thank.— dijo al ver mejor las flores.
El español sonrió leve, le alegraba ver que el estadounidense intentaba acostumbrarse a tratarlo como padre, y la carita penosa que este ponía ante su presencia le daba cierta ternura.
España se acercó a una mesa en la cual se encontraba un jarrón vacío, lo tomó entre sus manos y colocó ahí las flores que había traído para el menor, luego lo volvió a dejar en la mesa.
—disculpa si molesto con mi pregunta pero... ¿que no tenían una reunión hoy?.— pregunto algo confundido el menor, si más no olvidaba el ruso le había informado que le visitaría algo tarde ya que tenían una junta.
El de piel rojiza sonrió mientras veía al contrario algo nervioso, le daba algo de vergüenza decirle que no había ido porque se había quedado dormido.
—si... Bueno, digamos que se me olvidó.
Continuara...
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