"Misión"

Ya estaba llegando al lugar pactado donde se encuentra secuestrada la chica, mis manos ligeramente están sudando, las aprieto un poco tratando de calmar los nervios que siempre sobresalen en este tipo de misiones. La niña de acuerdo con la foto mostrada es morena, bajita, cabello negro y es hija de unos de los mas grandes editoriales del país. Sin contar que los Lennon's son por igual unos grandes editores. Volviendo al tema, el lugar no es que me produce confianza, al contrario, da ansiedad y ganas de balacearlos a todos y culminar de esto de una buena vez.

Mente fría y atenta, que una bala no me impacte en la cabeza.

Tenía que estacionar una cuadra antes del lugar donde tenía que salvar a la chica. No iba a hacer que sospechen por una estupidez como esa, mis pasos son calculados y sigilosos. Mi corazón se acelera al escuchar un disparo demasiado cerca de mí, un cuervo cae segundos mas tardes a una distancia prudente.

Este era un lugar en una colina bastante alta, con arboles y arbustos frondosos que tapan la vista de la gran casa de lejos, aunque nadie cruza por esta zona con temor a salir heridos. Hay dos hombres en la entrada con sus armas en alto y posición de ataque por si alguien sospechoso se acerca. Uno de ellos llega a ver a mi dirección, disparando sin pena, la bala roza mi hombro derecho haciendo que exclame de horror, me escondo aun mas lanzando la tanda de disparos que lo mata junto a su compañero.

Iba a salir de mi escondite, pero un hombre con poco pelo sale con dos hombres detrás. Los observo percatándome de su tatuaje de águila en el cuello, apunto con el ardor en el hombro todavía viviente. Observan a mi lugar de origen, pero sin hallarme en concreto. Muerdo mi labio inferior pensando en otra cosa que no sea el ardor. Apunto y disparo a los tres. Caen como moscas, me acerco sigilosamente arrancando una parte de su ropa para poder amarrar parte de mi brazo.

Al entrar, hay bastantes personas con papeles en manos y discutiendo acerca de una Mafia Moore. La conozco mas que bien. Hombre tras hombre corre hasta mi para aniquilarme. Uno de ellos llega a tomar mi brazo estrellándome con la pared mas cercana, acerca su rostro al mio y su aliento a cigarrillo me provoca arcadas. Levanto mi pie golpeándolo en su parte intima. Grita fuertemente. Aniquilo a cada uno de ellos, aunque golpes van llegando a mi cuerpo como si fuera un saco de boxeo. Unas horribles marcas quedaran, lo tengo claro.

Chequee las partes de abajo y no había nada ni nadie interesante. Cuando iba a dar la vuelta una patada en la espada me hizo caer de bruces al piso. Maravilloso, hoy es el día de acabar con Dakaria.

— ¿Quién eres? —me preguntan mientras me voy levantando con dificultad, sosteniéndome de una silla— ¡Habla! —me iba a dar una patada, pero retrocedí y estampé la silla con su cuerpo ardiéndome el mío.

— ¿Dónde está la chica?

— No te diré.

Alzo mi arma aun más a su dirección, traga con dificultad y mi paciencia va agotándose poco a poco. Una contienda cruza sobre ambos, incluso creo que he llevado mas golpes que en toda mi vida el día de hoy. Me estampa contra una pared sonriendo con cinismo y sangre ahondar su boca. Hago la maniobra que me han enseñado derribándolo y tomando su cuello con fuerza.

— Arriba, segunda puerta.

— Gracias —prefiero dejar que se desangre en el mugroso piso, pero le lanzo la silla de metal a la cabeza.

Subí al segundo piso y busqué la segunda puerta, abrí la puerta con cuidado y entre. La chica estaba en una esquina llorando y temblando notoriamente.

— Hey —ella me miró y se asustó. Yo misma me asustara si viera una chica entrando con uniforme de agencia y sangre en su ropa, con la ceja rota y con el labio sangrando a no más poder—. No te haré daño, vámonos de aquí —La chica me miró entrecerrando los ojos y luego caminó hasta mí con miedo, creo que en un secuestro los que no hacen caso lo torturan. Tengo entendido eso desde ese día...

Le agarre la mano y fuimos bajando las escaleras. Al parecer ya no quedaba nadie y es extraño que un lugar con delincuentes sea tan sencillo de derrotar. Cuando salimos y ella vio los hombres ya muertos en el piso, abrió los ojos con pánico y luego me observo. Llegamos a mi carro, ella subió y luego yo, para así, arrancar e ir a la agencia donde estarán esperando sus padres. Trago saliva refrescando mi garganta que de a poco se ha estado secando por la adrenalina.

— ¿Cuál es tu nombre? —me pregunta con curiosidad.

Que no haya visto "las hermanas vampiros" no quiero que diga: ¡Dakaria Tepes!

— Dakaria, ¿y el tuyo? —le pregunto al percibir su silencio, mientras tengo la mirada fija en la carretera siento que clava su vista en mí.

— Sophie.

— ¿Tienes hambre, Sophie? —es la parte mas irreal que he pensado que hubiera hecho, pero aquí estoy, ofreciéndole comida a la recién rescatada de un secuestro que posiblemente no ha comido bien.

—No —en ese momento su estómago rugió y yo la mire de reojo—. Solo un poco.

Después de eso fui directo a un puesto de comida rápida, entregándole lo pedido, en el trayecto a la APR me mantengo escuchando música y ella va comiendo con pequeños temblores de vez en cuando. Por su apariencia diría que tiene cinco o seis años menos que yo. En la APR estaban sus padres ligeramente pegados uno a los otros, cuando nos vieron llegar se levantaron corriendo hasta su hija y abrazándola de forma cálida.

— Gracias agente S.T.

Ellos agradecieron aún más, por mi parte hice un recorrido por toda la agencia, Jacob ya se había ido, por lo tanto, Elena queda a cargo. Marcho a casa para descansar y hacer que alguno de mis hermanos me ayude con la pomada. Mi cuerpo esta tan jodidamente adolorido.

[...]

Mi despertador suena todos los días a las seis y media de la mañana. Siempre termino gruñendo del horror y estrellándolos contra la pared.  Doy la vuelta en la cama, pero un dolor cruza por toda la zona.

— Dakaria, levántate y deja de dañar los despertadores —menciona Elena, del otro lado de la puerta— ¡Dakaria!

— Ya estoy despierta.

Por desgracia, quería seguir durmiendo.

Me levanto, voy al baño a hacer mi aseo diario para durar máximo media hora tratando de despertarme bien y que en cada estregada no chille del dolor. Cuando termino de bañarme y cepillarme los dientes salgo del baño y voy a mi closet a elegir un pantalón holgado negro, un top blanco con una chaqueta negra. Buena elección. Maquillo mi rostro tratando de ocultar los golpes generados por esos matones, algunos si son ocultos perfectamente, otros no tanto.

Que Greta hoy no moleste, mi humor no está muy bueno.

Me dejo mi cabello suelto con algunos rizos en las puntas. Agarre mi mochila para bajar a desayunar, como todos los días, mis hermanos están peleando.

— Hoy están peleando mas de lo normal, ¿Por qué no me sorprende?

— Déjate de bobadas y desayuna.

Al terminar de desayunar vuelvo a cepillar mis dientes, me despido de todos antes de ir a mi auto. Axel hoy va en el suyo, Diana junto con él.

Aquí vamos.

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HOLAAAAA

Aquí el segundo capítulo de "ESDD" y editado muchas cosas, la verdad es que hay partes que son bastantes nuevas...

Bueno, como ya he dicho, he estado arreglando algunas cosas. Más adelante seguiré observando todo para así arreglarlo.